En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
---------------------------------
En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos ayuda para convertir un local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza.
Donación libre:
---------------------------------
"De aburridos, nomás", se sincera Remo Erdosain, cuando le preguntan cómo empezó todo. A esa altura ya hay tres muertos -una mujer y dos hombres, uno de ellos carbonizado-, ha dormido 48 horas de un tirón en un sofá prestado y lo busca la policía. Esos pocos minutos iniciales -un protagonista atribulado por inquietudes metafísicas, capaz de llegar al crimen- bastan como anzuelo para que uno quiera saber cómo sigue la historia. Una miniserie llamada a quedar entre las grandes producciones de la televisión argentina, con el escritor Ricardo Piglia a cargo de la adaptación.
Los siete locos y Los lanzallamas, primera versión televisiva en 30 capítulos de dos grandes novelas de Roberto Arlt (1900-1942), es una de las propuestas más ambiciosas de la ‘Tevé’ Pública para 2015 y puede seguirse por Internet. Vayan escogiendo un sillón para ausentarse de la prisa y viajar a la década del 30 del siglo pasado: en la ficción propuesta por el autor de El jorobadito, Erdosain se suma a una sociedad secreta cuyo objeto es trastocar el orden social imperante ("Ni bolcheviques ni fascistas", declarará uno de los personajes). La financiación de la empresa saldrá de una red de prostíbulos regentada por Haffner, El rufián melancólico, profesor de matemática devenido cafisho, quien ganó el mote tras haberse salvado de un intento de suicidio, cuando una bala le silbó cerca del corazón, saliendo limpia por la espalda.
Inventor frustrado (condición que emparienta al personaje con su creador: Arlt se pasó años obsesionado con la idea de desarrollar una tela apta para medias), cuando empieza la historia Erdosain trabaja como cobrador de una azucarera. Robó de la empresa poco más de 600 pesos y lo pescaron. Tiene 24 horas para reponer el dinero y decide recurrir al Astrólogo, a quien conoció frecuentando círculos espiritistas. En su casona de Temperley encontrará a Haffner y un cheque de ese matón adinerado le permitirá pagar, renunciar al puesto y dedicarse a inventar ("Úselo para pensar"), ahora para la sociedad secreta, interesada en sus ideas sobre el fosgeno, un gas venenoso capaz de darle al grupo un poder de fuego insospechado.
Directo y atento a las voces de la calle, como todo cronista bien curtido en redacciones (son imperdibles las Aguafuertes porteñas que escribió para el periódico El Mundo y las Aguafuertes madrileñas, ambas publicadas por Losada), el estilo de Arlt vibra en los diálogos y soliloquios de la serie de la mano de un conocedor. La adaptación a la pantalla es de Ricardo Piglia, uno de los escritores y críticos que más bregó por integrar la literatura de Arlt en el canon de las letras argentinas. No es este el primer trabajo del autor de Respiración artificial para la pantalla chica. Viene de dos exitosos ciclos de clases por tevé, uno sobre novela y política y otro sobre Borges (disponibles en YouTube).
Los siete locos cuenta, además, con un elenco impecable, encabezado por Diego Velázquez en el papel de Erdosain (para Piglia el personaje más importante de la literatura argentina del siglo XX), e incluye la actuación de Leonor Manso, quien participó en la versión para cine de la novela, que filmó Leopoldo Torre Nilsson en 1973. Actúa también Pablo Cedrón, quien protagonizó la película El juguete rabioso (Di Salvo-Paolantonio, 1984), basada en la primera novela del escritor.
La serie dosifica a Arlt en capítulos de media hora, que despliegan su mirada y su prosa intensa sobre una época estragada por la crisis económica, la convulsión política mundial y los efectos psicosociales del primer golpe de Estado militar, que derrocó en la Argentina a Yrigoyen en 1930. Un acierto de los directores Fernando Spiner y Ana Piterbarg ha sido dotar la imagen de una textura combinada y compleja: en muchas escenas, los personajes se mueven en primer plano, actuando, pensando y viviendo en sepia, mientras se utilizan como fondo imágenes de archivo en blanco y negro, para rescatar el aire del tiempo narrado (tranvías, vestimentas, edificios, movimientos callejeros).
Ese doble andarivel de lectura potencia el efecto retro (subrayado también por el uso narrativo de la música y de cartones con parlamentos, al estilo del cine mudo) y la sensación de vivir sonámbulo, a medio camino entre el sueño y la vigilia, que Erdosain transmite muchas veces. Una alienación reconocible para el espectador contemporáneo, que puede llegar a identificarse con ella, aunque sus razones sean otras: atosigados por estímulos y conexiones de distinto tipo, nuestro sonambulismo se llama velocidad, hiperconectividad AM/PM.
Otra razón para disfrutar de Arlt es su cruda actualidad. Vivimos rodeados en pleno siglo XXI de terrorismos de distinto signo, tan descabellados algunos como la sociedad secreta que proponen los locos del título en los años 30. "No he hecho más que reproducir un estado de anarquismo latente en el seno de todo desorientado o locoide", decía Arlt, al contar que se había basado en historias publicadas por los diarios de la época sobre sociedades secretas para imaginar la de su ficción.
La angustia es, además, la razón última que Erdosain aduce para explicar sus acciones. "Un estado de ensueño e inquietud" que impone "una rabiosa acidez" y deja "los dientes sensibles como después de masticar limón". En respuesta a ella, siempre habrá "iluminados". El Astrólogo, ideólogo del grupo interpretado por Carlos Belloso, aspira a "administrar una mentira suficientemente dosificada", capaz de tramar "una religión sombría y enorme que vuelva a inflamar los corazones de la humanidad". La violencia -¿será ese nuestro mayor fracaso como especie?- aparece para algunos como la respuesta más seductora.
---------------------------------
En enero CTXT deja el saloncito. Necesitamos ayuda para convertir un local en una redacción. Si nos echas una mano grabamos tu nombre en la primera piedra. Del vídeo se encarga Esperanza.
Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí
Autor >
Raquel Garzón
Raquel Garzón es poeta y periodista. Se especializa en cultura y opinión desde 1995 y ha publicado, entre otros libros de poemas, 'Monstruos privados' y 'Riesgos de la noche'. Actualmente es Editora Jefa de la Revista Ñ de diario Clarín (Buenos Aires) y Subdirectora de De Las Palabras, un centro de formación e investigación en periodismo, escritura creativa y humanidades.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí