Análisis
El complemento salarial de C's tiene truco
La reducción en la base imponible puede suponer, en el fondo, una subida encubierta de los impuestos
Javier Santacruz Cano 11/11/2015
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Una de las figuras más reconocidas dentro de la Teoría de los Juegos –algo que un economista metido a político quiere aplicar a todas horas– es la denominada estrategia de palo y zanahoria, consistente en combinar un castigo con una recompensa de forma reiterada en el tiempo. En este sentido, se convierte en un juego repetido varias veces, en el cual los agentes tienen la capacidad de aprender de las acciones pasadas.
Este juego es el que continuamente representa un contribuyente y su Hacienda. Aunque en una amplia mayoría son más palos que zanahorias, los contribuyentes diseñan estrategias para pagar menos impuestos mientras que la Hacienda intenta maximizar la recaudación ejerciendo presión sobre la masa de contribuyentes. Conforme las sociedades avanzan, el nivel de impuestos sobre la población sigue una especie de ley de Wagner: a más crecimiento económico, mayor es el gasto público y, por tanto, mayor tiene que ser la recaudación.
Los contribuyentes diseñan estrategias para pagar menos, mientras que Hacienda intenta maximizar la recaudación.
El objetivo de maximizar la recaudación por parte de la Hacienda choca en muchas ocasiones con el discurso político que alude a lo social o al Estado del Bienestar. En este sentido, la Hacienda inventó una serie de descuentos sobre el pago de impuestos, especialmente en el Impuesto sobre la Renta –el IRPF–, para intentar ayudar a una serie de contribuyentes elegidos: individuos con bajos salarios, familias numerosas y personas con discapacidad.
Estas ayudas tienen como objetivo aliviar el pago de impuestos de contribuyentes que cumplan con una serie de requisitos de renta, edad, situación familiar o grado de discapacidad. Aunque todas estas ayudas suelen meterse en un mismo saco, tienen características diferentes que debemos analizar por separado:
1. Reducciones en la base imponible: Se trata de una cantidad determinada que se resta del total de rentas generadas en un año, en el momento de realizar la Declaración de la Renta. La suma de todas las rentas que obtiene un contribuyente es lo que denominamos Base Imponible y de ella se descuentan cosas como las aportaciones a planes de pensiones, discapacidad, los mínimos personales y familiares (las cantidades mínimas que estima Hacienda que se necesitan para subsistir por contribuyente y familiares) o las reducciones generales por obtener rendimientos del trabajo (2.652 euros concretamente en el momento actual). De esta forma, obtenemos la Base Liquidable.
2. Deducciones en la cuota íntegra: En este caso, se trata de una bonificación en la cantidad de impuestos que en teoría tiene que pagar el contribuyente, es decir, una vez que se ha aplicado la tarifa correspondiente del impuesto sobre la Base Liquidable. Aquí encontramos deducciones por maternidad, por donaciones a fundaciones, por compra de vivienda o por vivir de alquiler.
3. Impuestos negativos sobre la Renta: Consiste en aplicar tarifas negativas a contribuyentes que obtienen una renta inferior a un umbral determinado. Los que están por encima pagarían impuestos conforme al escalón de renta donde se encuentren mientras que los que están por debajo de dicho umbral no sólo no tendría que pagar impuestos sino que percibiría dinero de Hacienda. Este concepto lo acuñó el Nobel Milton Friedman como forma de sustituir todos los pagos enmarcados en el Estado del Bienestar por un único pago.
4. Créditos fiscales: A través de este mecanismo, Hacienda paga una compensación a un contribuyente que ha pagado impuestos previamente, cumpliendo unos requisitos previos. Normalmente, esta fórmula se utiliza para compensar a contribuyentes que han pagado impuestos en el pasado soportando pérdidas como es el caso de una empresa o menos ingresos en el caso de una persona física y en un momento puntual del tiempo.
5. Renta básica: El Estado asegura una cantidad mínima a una persona independientemente de los impuestos que haya pagado o si paga o no impuestos. Puede implementarse de forma universal o condicionada a un determinado umbral de renta.
Ante la cercanía de las elecciones generales en España, numerosos partidos políticos han presentado propuestas incidiendo en este tipo de mecanismos de ayuda para combatir la desigualdad, uno de los conceptos de moda en Economía. En este sentido, destacan dos propuestas fundamentales por su cuantía: la renta básica de Podemos y el complemento salarial de Ciudadanos.
Este último ha sido uno de los que más debate ha suscitado, en parte por desconocimiento de en qué consiste y cuáles pueden ser las consecuencias de su aplicación. Hasta incluso se ha llegado a comparar con la figura de tax credits que existe en Reino Unido y cuyo recorte ha parado la Cámara de los Lores recientemente.
El complemento salarial de Ciudadanos no es un crédito fiscal ni tampoco una renta básica o un impuesto negativo. Es, simplemente, cambiar la reducción en la base que existe en este momento (lo que contamos en el punto 1 y que son 2.652 euros) por una deducción en cuota (el punto 2) que en teoría tendría la misma cuantía. Según el equipo económico de Ciudadanos, la medida serviría para dar más renta a aquellos contribuyentes que tienen sueldos más bajos y bajo características especiales.
A más renta, el pago de impuestos se incrementa de una forma más que proporcional.
Sin embargo, este complemento salarial encierra una trampa que no es evidente para el elector no experto en Economía. El IRPF es un impuesto fuertemente progresivo y dividido en tramos, lo cual supone que a más renta, el pago de impuestos se incrementa de una forma más que proporcional. En este sentido, las reducciones en la base imponible (por ejemplo, esos 2.652€) ayudan a los contribuyentes que se encuentran en el borde de los tramos para que o bien pasen a un tramo de renta más bajo o bien puedan mantenerse en el tramo en el que están. Sin embargo, el problema viene cuando se eliminan este tipo de reducciones. En ese caso, los contribuyentes que se encuentran en los bordes saltan de tramo y provoca un mayor pago de impuestos a pesar de tener la misma renta.
Suele argumentarse que las reducciones en base benefician a los contribuyentes de rentas altas, mientras que las deducciones en cuota benefician a los contribuyentes de rentas más bajas. El problema lo tenemos en los contribuyentes con rentas intermedias, las que están entre entre los 24.000 y los 40.000 euros, donde el número de tramos es mayor. Ahí, el número de contribuyentes que se encuentran en los bordes de los tramos es superior y, por tanto, según los últimos datos de Recaudación Tributaria, una medida de este tipo supone, en el fondo, una subida encubierta de los impuestos.
En suma, las ayudas de la Hacienda a los contribuyentes hay que tomarlas con bastante cautela y siempre echar números. Como todo en la vida, nadie va a pagar más si puede pagar menos. Más aún si estamos hablando de Hacienda y de partidos “nuevos” con propuestas de estas características.
Una de las figuras más reconocidas dentro de la Teoría de los Juegos –algo que un economista metido a político quiere aplicar a todas horas– es la denominada estrategia de palo y zanahoria, consistente en combinar un castigo con una recompensa de forma reiterada en el tiempo. En este sentido,...
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Javier Santacruz Cano
Es economista y socio de China Capital.
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