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Hace nueve meses, vinimos a este precioso estado. No teníamos organización política; no teníamos dinero, no teníamos un nombre reconocido; y estábamos entrando en la organización política más poderosa de los Estados Unidos.

Y esta noche, mientras los resultados todavía no son definitivos, parece que estamos en un empate virtual. Y mientras los resultados todavía no son completos, parece que tendremos la mitad de los delegados de Iowa.

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para felicitar a la Secretaria Clinton y a su organización por disputar una vigorosa campaña. También me gustaría agradecer al Gobernador OMalley. Nunca es fácil perder. Yo he perdido más de una campaña. Pero él debe saber que ha contribuido enormemente al diálogo, que ha llevado a cabo una campaña temática, y que se ha ganado el respeto del pueblo americano… .

Si reflexiono sobre lo que ha ocurrido esta noche, pienso que la gente de Iowa ha mandado un mensaje muy profundo al establishment político, al establishment económico y, por cierto, al establishment de los medios.

Dada la enorme crisis que enfrenta nuestro país, es demasiado tarde para el establishment político y para el establishment económico.

Lo que el pueblo americano ha dicho –y que por cierto, no solo he oído de los progresistas, sino de los conservadores y de los moderados– es que no podemos seguir manteniendo un sistema de financiación de campañas corrupto. 

Yo soy el antiguo presidente del Comité de Veteranos del Senado. Bajo ese cargo, no solo trabajé duro para tratar de proteger los intereses de nuestros veteranos; tuve el privilegio de conocer muchos –hombres y mujeres– que dedicaron su vida para proteger y defender nuestro modelo de vida… Y, lo que ellos estaban defendiendo era una democracia americana de una persona un voto. ¡No millonarios comprando elecciones!

Estoy abrumado y conmovido por el hecho de que millones de personas a lo largo de este país hayan ayudado voluntariamente en nuestra campaña, de que hayamos recibido en esta campaña 3,5 millones de contribuciones individuales, gente que ha entrado en berniesanders.com.. y ¿sabéis cuál ha sido la contribución media? ¡27 dólares!

Nosotros no representamos los intereses de la clase millonaria, de Wall Street o de la América corporativa. No queremos su dinero. Estoy muy orgulloso de decir que somos el único candidato por el lado demócrata sin un super PAC (organismos cuyo objetivo es recaudar fondos y financiación para un candidato).

Y la razón por la que lo hemos hecho tan bien aquí en Iowa, la razón por la que creo que lo vamos a hacer tan bien en New Hampshire y en el resto de Estados que van a continuación, es que el pueblo americano esta diciendo: ¡no a una economía amañada!

Ellos ya no quieren ver una economía en la que el americano medio trabaja más horas por salarios más bajos mientras todos los nuevos ingresos y la riqueza va a parar al 1% privilegiado. 

Lo que el pueblo americano entiende es que este país se basó y se basa en la justicia. No hay justicia cuando la décima parte del 1% más rico posee al menos tanto riqueza como el 90% restante.

No es justicia cuando las 20 personas más ricas de este país poseen más que la mitad menos rica de América. Así que, ¿estáis listos para una idea radical? Bien, así es América, y la idea radical es que vamos a crear una economía que funcione para las familias trabajadoras y no solo para la clase millonaria.

Y sí, cuando millones de nuestra gente está trabajando por sueldos miserables, vamos a subir el sueldo mínimo a 15 dólares la hora. Y sí, vamos a tener igualdad salarial para las mujeres.

He estado por todas partes en este precioso estado de Iowa, he hablado con más de 70.000 personas y en cada reunión escucho a gente levantarse y decirme “Bernie, fui a la universidad, me gradué, y ahora tengo una deuda de 60, 80, 90 mil dólares”. Esto es una locura. No se debería castigar a la gente financieramente porque quieren recibir una educación decente. Por eso creo que en el año 2016 las universidades públicas deberían ser gratuitas. Mis críticos dicen “Bernie, eso es una idea genial, todas estas cosas gratis, pero ¿cómo vas a pagarlo?”. Os diré como lo vamos a pagar: vamos a imponer impuestos a la especulación de Wall Street. La avaricia, la imprudencia y las ilegalidades de Wall Street han puesto a este país de rodillas. Los americanos rescataron a Wall Street, ahora es el momento de que Wall Street ayude a la clase media.

Hablemos de transformar América. Terminaremos con la desgracia de tener a más gente en la cárcel que cualquier otro país, con afroamericanos y latinos de forma desproporcionada. Lo que vamos a hacer es dar trabajo y educación a nuestros hijos, no más celdas y encarcelaciones.

Os diré algo que de verdad me sorprende. En el Senado estoy en el Comité de Energía –en el Comité Medioambiental–. He hablado con científicos de todo el mundo. El cambio climático es real. Y tenemos una responsabilidad moral para trabajar con países de todo el mundo para mover el sistema energético desde los combustibles fósiles a una energía eficiente y sostenible.

Y lo que me asombra, me asombra totalmente, es que ni uno de los candidatos republicanos esté preparado para salir y decirnos que está de acuerdo en lo que todos los científicos coinciden, ¿sabéis porqué no lo hacen? Porque el día que reconozcan la realidad del cambio climático y quieran cambiar, ¿sabéis lo que pasa? Van a perder todos los fondos de campañas de los hermanos Koch y de la industria de combustibles fósiles.

Así que le digo a los republicanos: dejad de preocuparos por vuestros fondos de campaña de las petroleras y los hermanos Koch, preocupaos del planeta que le vais a dejar a vuestros hijos y nietos.

Ahora, en esta campaña se me ha criticado por muchas, muchas cosas. Todos los días. No pasa nada. No pasa nada. Pero dejadme repetir lo que pienso. Creo que cuando todos los grandes países garantizan la sanidad universal como un derecho, creo que deberíamos hacer lo mismo en Estados Unidos. Así que, para todos mis críticos en el Wall Street Journal, en The Washington Post y en la América corporativa, donde sea que estéis, dejadme decirlo directamente: sí, creo que la sanidad es un derecho, ¡no un privilegio!

Por eso creo en un Medicare (seguro médico estatal) para todos, lo que no solo garantizará sanidad para todos, no solo terminará con el timo de las farmacéuticas a los americanos, sino que también ahorrará a la familia de clase media miles de dólares al año en costes de sanidad.

Dejadme concluir diciendo lo que ningún otro candidato os dirá. Y eso es que ningún presidente, ni Bernie Sanders ni ningún otro, podrá hacer los cambios que las familias trabajadoras y la clase media de este país, nuestros hijos, nuestros ancianos se merecen. Ningún presidente puede hacerlo porque los poderes –Wall Street con su dinero interminable, la industria americana, los grandes donantes de campaña– son tan poderosos que ningún presidente pude hacer solo lo que hay que hacer.

Y por eso lo que ha empezado este noche en Iowa es una revolución política. Una revolución política que dice que cuando millones de personas se juntan –incluyendo a aquellos que habían renunciado al proceso político, consternados y frustrados con lo que pasa en Washington, a jóvenes que nunca antes habían estado en procesos políticos–, cuando la gente joven y la gente trabajadora y los ancianos empiezan a levantarse y a decir alto y claro que ¡ya basta! (“Enough is enough”), que nuestro gobierno, que el gobierno de un gran país nos pertenece a todos y no solo a un montón de billonarios, cuando eso pase, transformaremos el país. 

Muchas gracias a todos.