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Cuando en los años 80 Lola Flores se vio contra las cuerdas por una deuda con Hacienda, le vino a la cabeza una solución creativa: irse al lugar donde podía recabar mayor número de apoyos, la tele, y proponer aquel mítico pacto nacional con los españoles: “Si una peseta diera cada español, quizá saldría de la deuda y luego yo me iría a cantar a un estadio con quienes han dado esa peseta para tomarme una copa con ellos y llorar de alegría”. Además de inventar el crowdfunding y los estadios con capacidad para 30 millones de personas, Lola Flores alumbraba el camino que 30 años después recorrería el PSOE de Pedro Sánchez. Con idéntico éxito.
Contra las cuerdas por el peor resultado de la historia del PSOE bajo el brazo, Pedro Sánchez se fue a dónde más apoyos mediáticos podía recabar, la puerta del niño de los ojos de la gran prensa, y firmó con él un pacto que debía ser el pacto de todos los españoles. Si cada partido se uniera a este pacto que propongo, yo podría pasar de ser el candidato del PSOE con el peor resultado a ser el presidente de la historia con más apoyos, implementando así Sánchez una nueva versión de lo que ya hiciera Lola y dando a luz el crowdfunding político.
Para lograr ser presidente del Gobierno hay un camino científico y otro mágico. El científico consiste en haber recabado los apoyos necesarios para ser presidente y el mágico, a falta de números que impongan ciencia, consiste en comportarte como tal. Pedro Sánchez llegó al Congreso sin apoyos suficientes –ni estaban ni se les esperaba- pero con actitud mágica. El líder del PSOE llegó saludando como saludan los presidentes y subió a la tribuna y habló como habla un presidente. Pedro Sánchez ojeaba concentrado papeles mientras recibía la réplica de sus adversarios, como hacen los presidentes preocupados por asuntos de estado impresos en papel a cada momento, incluso mientras reciben una réplica. Pedro Sánchez levantaba la cabeza y ante la presencia del tiro de cámara sonreía como sonríen los presidentes. Pedro Sánchez evitaba hablar de asuntos que pudieran complicarle su casi presidencia -qué tipo de política económica ejercería su Gobierno- porque un presidente que lo quiere ser de todos no habla de asuntos que dividan, como la economía. Pedro Sánchez, como Lola Flores, estaba a punto de cumplir su objetivo, a falta de flecos tales como que los otros quisieran que su objetivo se cumpliera.
En ciertos momentos, la parte izquierda del cerebro de Pedro Sánchez, el hemisferio de la lógica, le jugaba una mala pasada y asomaba recordándole al casi presidente del Gobierno de España que noventa más cuarenta no sumaban lo suficiente por mucho que la gesticulación y la actitud presidencial dijeran lo contrario. En esos momentos de flaqueo, la parte lógica del seso hacía que Pedro Sánchez se viera a sí mismo desde fuera, como lo veíamos los demás, y se encontrase con un yo que hablaba solemnemente de cambiar la Constitución sin ni siquiera acercarse al número necesario de escaños para ser investido. Ante la demoledora realidad de verse a sí mismo pidiéndole una peseta a cada español, ante el miedo de parecer enloquecido por la magia de sentirse presidente sin serlo, Sánchez intentaba vender cordura monárquica. Si el rey me ha puesto aquí, por algo será, ¿o vais a llamar loco al rey con la preparación que tiene ese hombre?
Como le pasó a Lola, a Pedro tampoco le funcionó el crowdfunding. Esos escaños que cada español con acta de diputado debía haber aportado para que el plan funcionase no se pusieron sobre la mesa y Pedro salió del Congreso como una nueva especie de jarrón chino desconocida por los biólogos hasta el momento. ¿Dónde colocamos ahora a un presidente que no ha llegado a serlo?
Cuando en los años 80 Lola Flores se vio contra las cuerdas por una deuda con Hacienda, le vino a la cabeza una solución creativa: irse al lugar donde podía recabar mayor número de apoyos, la tele, y proponer aquel mítico pacto nacional con los españoles: “Si una peseta diera cada español, quizá saldría de la...
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Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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