DIARIO DE UNA CANDIDATA
Y 7. Yo he cumplido
La periodista Rosa María Artal, que se presenta al Congreso por Zaragoza como independiente con Podemos, cuenta el día a día de su campaña
Rosa María Artal 28/06/2016
Artal, en un mitin reciente, junto a Pablo Echenique, en Zaragoza.
Fernando Pérez FarreresEn CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
En el cierre de campaña dije que me sentía entrenada ya para correr en el Rally París-Dakar (o como ahora se llame si es que aún existe). Era una vieja broma que escribí en su día sobre el espíritu aventurero. Pero la tormenta de polvo que se desató en Utebo, Zaragoza, antes del último mitin, en medio de ese paisaje árido que nos rodeaba, me hizo recordarla. Ha sido un esfuerzo descomunal en toda regla. Un decir “no puedo más” y seguir otro poco y otro poco hasta cumplir el programa. Sin prescindir de accidentes que han ido condicionando problemas en cadena. La prueba de resistencia la he superado, sin embargo. O eso creo. Llevará un tiempo lograrlo del todo, imagino.
Entré en la candidatura de Unidos Podemos porque quise, para intentar ayudar, sin ningún afán, ninguno, de hacer carrera política. Lo he reiterado varias veces. Creyendo que el poder es la forma de conseguir logros como el bien común, uno de mis objetivos vitales. Siempre. Pensaba y pienso que también lo es de Unidos Podemos, mucho más que de otras formaciones. La experiencia ha sido enriquecedora. Es un privilegio a mi edad seguir aprendiendo y disfrutando de interesantes hallazgos, de entrañables contactos humanos. Un equipo estupendo, con gente eficaz, ilusionada, llena de humanidad. Con un gran futuro personal, emprendan lo que emprendan. Con Pablo Echenique que es ejemplo vivo de superación, de serenidad, de alegría de vivir.
Personalmente estoy muy satisfecha de la experiencia, como ciudadana española me aterra que casi 8 millones de individuos –que no es toda la sociedad, sin embargo-- hayan avalado corrupciones, recortes, manipulación, autoritarismo… La gran prensa ha tenido un papel esencial. No informando, como trabajo en favor de este resultado. Un papel político, sin presentarse a las elecciones.
Oigo, leo y veo esa vorágine de análisis, de tartas, pizarras, voces, gestos… y me resbalan. Pero algo habrá que decir. Sí, algo digo. ¿Pucherazo? Bajo los mimbres de las grabaciones que ha difundido Público en el Ministerio de Interior, todo es posible. El estercolero del poder en toda su crudeza. El voto rogado, o robado. Muchos factores. Son los mimbres con los que hay que trabajar, me dijo un compañero el otro día. Pues vaya mimbres. Es más posible así que salga un pato de goma que un cesto.
Lo que siempre he llamado Izquierda Exquisita ha tenido también su papel. Lo cuenta muy bien Javier Gallego, Crudo, según destacaba Gonzalo Semprún.
Esta diferencia entre sus votantes explica el fortalecimiento de un líder y la debilidad del otro. Hay un votante de derechas al que le importa más que ganen los suyos aunque no lleven razón y un votante de izquierdas al que le importa más llevar razón aunque los suyos pierdan. Al primero le falta piel, que diría Floriano, el segundo la tiene muy fina. Sobre todo con los suyos porque luego la tiene durísima para aguantar a los gobiernos de derechas que nos caen encima.
Imprescindible el artículo completo.
Yo he guardado algunos comentarios de esa vieja guardia, tan responsable de la eterna crisis de IU, atizando a Alberto Garzón. Como documentación. Vamos a ver, con los poderes en contra, que la coalición tenga 5 millones de votos aún es un milagro. Deben reflexionar y no dejarse vencer por los ataques.
Sánchez-Cuenca también aporta interesantes datos al hilo de esta reflexión:
En general, los datos demuestran que aquellas provincias en las que IU obtuvo un mayor porcentaje de voto en las elecciones de 2015 son justamente las que han registrado una mayor pérdida de Unidos Podemos.
Y Esther Palomera, que se mete en las zozobras del PSOE:
Así que el júbilo por mantener la primacía de la izquierda no es más que un espejismo. El PSOE sigue enfermo de gravedad y lo peor es que no parece dispuesto a profundizar en las causas de su patología. De nuevo, prima la endogamia y la resistencia interna sobre el proyecto político. El secretario general vuelve por sus fueros e intenta ganar tiempo, ocupar los espacios que le permita el nuevo calendario institucional y poner el foco de la derrota sobre el retroceso de los de Susana Díaz en Andalucía. El “sanchismo” disfrutó el domingo con el inesperado escrutinio del Sur tanto como lamentó que en Madrid se consiguiera el séptimo diputado, el puesto que ocupaba Eduardo Madina en la candidatura que encabezaba el secretario general. Temen que si Díaz se resigna sea el vasco quien se decida a medirse de nuevo con Sánchez por el liderazgo.
Gran noticia, por cierto, si la justicia poética repone a Eduardo Madina en el lugar en el que nunca debieron arrinconarle.
Un panorama en resumen que invita… al exilio. O a tomarse las cosas de otra manera. Vienen tiempos muy duros, votados embistiendo un trapo rojo que guía un torero al que no se quiere ver. La ingente tarea pendiente de tener una ciudadanía responsable y formada se aleja aún más. Alimentada también por la banalidad que preside nuestros días. En una Europa que se rompe y de la que el Brexit es solo un exponente entre muchos. El ascenso de la ultraderecha lo refleja. Con la Rusia de Putin recortando libertades y el esperpento Trump amenazando el trono de la Casa Blanca.
Me llaman, me escriben, sin que el necesario reposo me permita seguir ese ritmo que espero retomar con mucha más calma que antaño. Con enorme tristeza por los resultados, me llaman, por esa España que sigue “entregando a los demonios el gobierno y el control de su pobreza” como escribió el poeta Gil de Biedma. Preocupados por mí. En ese punto no hay problema. Lo siento, el análisis es certero, no hay pócimas que lo curen.
La posibilidad de no salir elegida existe y lo sabía. Trataré de escribir con mucha más extensión y tiempo todo esto. Si quiero. Porque lo principal hoy es que pienso que Yo he cumplido y no tengo obligación, ni moral, de hacer más. Sobre todo en favor de una parte de la sociedad que ni lo merece ni cree necesitarlo. La gente decente debe espabilar, vienen tiempos muy duros, ya digo. Pero todos son mayorcitos o tienen alguien que les cuide. Más o menos. Unicef nos “sorprende” esta mañana con un nuevo récord de la pobreza infantil en España, ésa que deja tan terribles secuelas. Enlazo aquí a Anais Bernal que daba datos estos días. Casi 8 millones de individuos, como digo, lo han avalado. Un millón y pico que votaron izquierda en diciembre se han abstenido. Otros andan a lo que andan.
No he llegado a ser política. No más de cuanto constituye la esencia de vivir, que es mucho. Formar parte como INDEPENDIENTE de una lista transversal de ciudadanos agrupada en Unidos Podemos y no llegar a tener escaño no me convierte en política en absoluto. Las cloacas del Twitter, de Facebook –menos--, las del periodismo de políticas inconfesas –los Cebrián, Marhuendas, Indas, Bieitos, etc..-- dirán lo que les venga en gana, seguirán --los que se dedican a eso-- manipulando o troceando mis palabras, decidiendo qué nivel de insultos debo aceptar –de traca--, pero yo soy tan libre como ayer y hace un mes, un año, muchos, o mañana. Yo he cumplido. Y atesoro las respuestas de gente maravillosa que he conocido, reencontrado o siempre está conmigo. A ver si lo entienden de una vez: soy libre, no debo nada a nadie, igual me deben a mí mucho más. Y, por tanto, eso de pagar por es un concepto que solo cabe en cabezas mezquinas o serviles.
Disfruten de cuatro años más o los que sean de gobierno del PP. Las víctimas con su pan se lo coman si son responsables de sus actos. Niños o ancianos sepan que a ellos se lo deben. Lo peor de la mediocridad, de la mezquindad, es que no disponen siquiera de alternativas.
El camino sigue, un día sí se podrá pero hay que quererlo y poner los medios, suelo decirlo. Yo haré, como siempre, lo que crea que debo hacer, lo que quiera hacer.
* Este texto está publicado en El Periscopio, blog de la autora.
6. Se van. Viernes 24 de junio
Se van. Por ajustada mayoría pero mayoría al fin y al cabo el Reino Unido ha optado por salir de la UE. Cameron obtuvo mayoría absoluta en las últimas elecciones llevando el referéndum en su programa, luego hizo campaña por el no. La ultraderecha europea está exultante por el resultado, desde el británico Nick Farage a la francesa Marine Le Pen. Ellos propician la Europa del palo al inmigrante, también español, como punto esencial de sus programas.
Noqueados por la decisión, ciertamente, ya hay quienes quieren confundir en los análisis causas con consecuencias. No vendrá lo que ya está. Las políticas erráticas de la Unión Europea han originado una crisis sin precedentes. Engendros ideológicos de amargo recuerdo son su resultado en conjunto.
El de una Europa irreconocible en sus principios. El Brexit, con todo lo que implica, es su consecuencia más palpable pero hay mucho más: La oscura negociación de tratados comerciales lesivos para los ciudadanos, como el TTIP. Una crisis social sin precedentes desde la II Guerra Mundial por las políticas aplicadas, tanto en Europa como en los países miembros. Muy seria, nunca hubo tantos jóvenes desempleados. Nunca mermaron tantos las rentas de las personas menos favorecidas y las de la clase media. Nunca estuvimos más desprotegidos. El abominable trato dado a los refugiados certifica su fracaso. También hoy hay seres humanos ahogándose en el Mediterráneo a pesar de los esfuerzos de los voluntarios.
El causante es el capitalismo, el austericidio que comandó Merkel y su lugarteniente Sarkozy en su día y que el resto secundó. El que calló ante el bochornoso castigo a Grecia, quebrada por sus correligionarios a ver si servía de castigo ejemplar a quienes quisieran salirse del redil. La extrema derecha ya se sienta en gobiernos como Hungría o Polonia. Ha estado a punto de presidir Austria. Sube en los países nórdicos. Farage y Le Pen la llevan al corazón de Europa, del Reino Unido y de Francia.
Cuando Europa se desdibuja emerge la involución.
Los españoles progresistas siempre soñaron con Europa. Nos sentó bien nuestra entrada en 1986, junto con Portugal. Ahora son ellos, quienes miran al sur. Y es que la Europa de los Ciudadanos sigue pendiente. Los europeos, los demócratas internacionales, esperan mucho de nosotros. De las elecciones del domingo.
Ante esos enormes retos ¿podemos seguir hablando de coletas, tuits, venezuelas que ya no engañan sino a los más crédulos o cualquier polémica banal del día? Lo dramático es tener al control de las votaciones a un ministro que ha utilizado la policía como nunca debió hacerse en un país democrático. A los manejos ahora revelados, están los que (según los indicios) practicó contra Podemos, rechazados reiteradamente por la justicia. Lo dramático es tener a un Mariano Rajoy que le mantiene y avala. Los países serios arbitran mecanismos para que estas conductas sean punibles. Y tengan reflejo en su concurrencia a las urnas. La corrupción nunca debería ser candidata.
Y así encaramos esta última jornada electoral. Volviendo a contar a los ciudadanos que quieran oírnos los extremos, los datos, de una debacle económica, social y ética, que enmascara la banalidad.
El miedo es que siga este PP, solo o con ayuda de otros. Es el momento de atreverse a cambiar, de hacerlo posible. Cómo decía el maravilloso anuncio de Unidos Podemos, interpretado por María Botto, tengo la sensación de haber abandonado el palco cómodo para subir a las tablas, para escribir una historia conjunta con la buena gente. Ya lo he dicho: considero la política un medio para hacer lo que creo debe hacerse, no un fin. El poder no es sino la capacidad expedita de hacer algo. Busco trabajar por el bien común, como siempre en realidad. Que eso, la esencia del civismo y la ciudadanía, sea una prioridad. Supe que no me lo quería perder. Y solo quedan horas para que los últimos indecisos se apunten al proyecto. Poder si se puede pero hay que quererlo con toda el alma.
5. Estallan las cloacas del Estado. Jueves 23 de junio
Estallan las cloacas del Estado en la recta final de la campaña. Las grabaciones del aún ministro del Interior Jorge Fernández Díaz con el responsable de la Oficina Antifraude de Catalunya hablan de una policía política al servicio del PP, implican a la Fiscalía e incluso a la prensa afín. Policía Patriótica he leído en una portada, con un crujido en el estómago. Tristes patrias si no es el amor la empresa. Tristes, tristes.
Y ahí está el ministro acorralado reclamándose víctima y diciendo que no dará al independentismo la baza de dimitir. Toda una confesión del fanatismo que imprime su mandato, del que ya ha dado sobradas e inquietantes pruebas en otros muchos asuntos.
Rajoy avalando a su íntimo amigo una vez más y hablando de ríos revueltos en los que él concretamente pesca tan bien confiado a no se sabe qué suerte de credulidad de sus votantes. Rajoy es exactamente igual que Fernández Díaz.
Toda la oposición política, policías y guardias civiles, toda la gente decente de este país, que es mucha, pide la salida del ministro como mínimo. ¿Se puede dejar una jornada electoral en manos de Fernández Díaz o de su cúpula meditadamente diseñada? Resulta problemático incluso en manos de Rajoy.
Guerra sucia en los mandos del PSOE. Aprovechar el escándalo de Interior del que se hace eco hasta la prensa internacional para "avisar" --como dice algún titular-- de los peligros de dar el poder a Unidos Podemos parece muy desnortado. Pero es la consigna. Lo dice Sánchez y lo dice Rubalcaba en ese Teruel que disputa un escaño de enorme valor. El Teruel que nunca contaba y ahora recibe a políticos de renombre. Sí, quizás renombre es la palabra.
El Brexit o no del Reino Unido se nos viene encima. A Cameron sobre todo, que entra en liza con sus durísimos recortes en sanidad, educación y servicios. Es un juicio al neoliberalismo salvaje de la Unión Europea y de sus gobiernos conservadores, que no debería mezclarse con la salida de un país miembro de una comunidad. Pase lo que pase ya nada será lo mismo.
Cómo decía el domingo en Bilbao el escritor británico Owen Jones, los demócratas europeos miran a las elecciones de España. Demasiado grande para caer, y masacrar (como a Grecia), esperan de nosotros un punto de inflexión, de apoyo, que implique un cambio de las políticas europeas.
La vida cotidiana entre tanto se desarrolla en anhelos muy precisos. La abuela que se acerca para contarnos que quiere que su nieto de 26 años tenga trabajo. A los que miran huidizos porque "este país nadie lo arreglará nunca", con la secreta esperanza de que un día sí se pueda.
Anexo para un diario más personal de eludible lectura pública:
En una campaña electoral se conoce gente. Y aproveché el viaje en tren ayer para reflexionar sobre ello. El hallazgo se produce en una doble vertiente: conoces nuevas personas y descubres cómo eran realmente otras de quienes creías saber lo esencial. Por alguna razón estos descubrimientos se han fijado en mi mente en forma física, incluso de contacto en varios casos.
La prospección se inicia la misma noche en la que comunico en mi blog, en eldiario.es y en las redes sociales que he aceptado presentarme al Congreso en las listas de Unidos Podemos. Esa circunstancia es clave porque contemplo cómo se abre una especie de veda instantánea. Y un ejército organizado se pone a la ímproba tarea de revisar mis... 176.000 tuits. Como ni aun así encuentran nada en exceso punible --que una sabía que firmaba con su nombre y su trayectoria-- los trocean, pegan, eluden o directamente inventan. Salen también viejos rencores insospechados. O, quizás, ataques en defensa de agravios. Diversas familias Hippoboscidae han entrado en acción. Seguirán sucesivas campañas de la Pseudolynchia canariensis (búsquenla en Google) hasta entender que sus ataques se han convertido en algo crónico.
Y aquí surge --por pura casualidad, bien es cierto-- el primer elemento físico: un dedo de mi pie izquierdo. El segundo al lado del gordo. Me lo golpeo andando descalza, aunque indignada con un nombre en la cabeza. Pasados los días ya sé que, cuando deje de doler, mi dedo no será ya nunca más el mismo. Y cada vez que vea su deformidad recordaré aquel nombre y aquel rostro.
Porque el dedo no se rompió de entrada, terminó astillado por forzarlo al andar y porque sin duda sufrió distintos traspiés médicos. Tenemos al traumatólogo que se limitó a mandar una radiografía aprobando el vendaje que me había hecho Lorient, secretario de Política de Podemos que tiene buena mano para las sindactilias, que así se llama esa inmovilización. Para que un especialista viera la placa con urgencia, acudí a mi médico de toda la vida, al menos de los últimos 30 años, a quien seguí de la sanidad pública a la privada suscribiendo una póliza.
No vio nada en la radiografía, dijo, pero al comentarle mi nueva situación con la candidatura al Congreso y cuanto había acarreado, entendió que era lógico que "ese partido" despertara críticas como también las sufrían los políticos del PP. Le respondí que no era lo mismo y la corrupción añadía un plus explicatorio. Entonces se levantó, me abrió la puerta de la consulta y me dijo: "Nunca podríamos entendernos y desde luego estás en el partido que tienes que estar. En 30 años no me conoció a pesar de cuanto hablamos o escuché, es decir, que igual las conversaciones eran unidireccionales, pero, ciertamente, ese día sí conocí por fin al que había sido mi médico y ya no volvería a visitar jamás. Es esencial saber estas cosas.
"Usted anda demasiado, según veo", dice el primero a quien vi; y por fin recibe y pasa a explicarme:
--Se trata de que, en lugar de irse tres horas a El Corte Inglés las pase sentada en una cafetería, ¿entiende?
Perfectamente, lo entendí perfectamente.
De la chica que se bajó a buscar el bolso por el suelo del automóvil para buscar un pañuelo y limpiarle los mocos a su niña mientras conducía y me embistió por detrás en semáforo obvio más detalles. Pero finalmente se confirmó el diagnóstico que había apuntado mí compañera de candidaturas Rosa Magallón, doctora de la sanidad pública, y fui requerida para pasar 4 semanas con mi pie en alto y andando lo menos posible. Y así seguí la campaña de taburete en taburete, con intenso trajín y dando la nota. Pero hubo mucho más.
Una mano sin movimiento que Pablo Echenique me dice "puedes coger" --con toda naturalidad-- para corear el Canto a la libertad de José Antonio Labordeta cerrando el mitin de Zaragoza. La de Pedro Arrojo, que se extiende en abrazo acogedor. La mirada cómplice del alcalde Pedro Santisteve, capaz de sentarse con las piernas colgando en un escenario para responder las preguntas de los vecinos. Otro asiento tronzante para mis averías pero muy cálido en el contacto personal.
La de mis amigos de adolescencia Roberto y Concha que son como volver a casa. Los que están y los que no están. Se conoce mucho a la gente en esta tesitura.
He visto expresiones emocionadas, acogedoras, huidizas, de hallazgo, de rechazo. De envidia ya, de adulación ya.
Manos que tiemblan en la responsabilidad de hablar en público defendiendo a unos compañeros injustamente tratados. Cuánta humanidad, cuánta belleza.
O en los recuerdos. Manuel Fernández Minaya es un excelente fotógrafo y acude a buena parte de los actos de Unidos Podemos y cuelga fotos en su muro de Facebook. Se nota su mirada detrás de la cámara mientras busca los encuadres. Yo no sabía que le conocía. No sabía tampoco que fue nexo de unión con Echenique. Había una carta de él en la anterior campaña electoral que Pablo me envió por MD de Twitter y me puso un nudo en la garganta. Manuel llegó a Podemos por amor. Por seguir las huellas de su esposa, luchadora y comprometida, que se le fue entre las manos casi de repente. Ha pasado año y medio y todavía se rompe. Y todavía lucha en su nombre.
Se conoce mucha gente en las campañas electorales, sí. La mayoría, muy buena gente en la que podemos confiar. La buena gente española tan alejada de esas cúspides enfangadas.
4. Las mujeres debemos movernos. Miércoles 22 de junio
La verdad es que el #FernándezGate --la conspiración, grabada, para buscar pruebas contra rivales políticos del PP desde un ministerio de todos los españoles-- se ha colado en la campaña electoral haciendo indigerible este momento de España.
Miembro del círculo íntimo de amistades de Mariano Rajoy, este intolerable ministro del Interior ha sido avalado una y otra vez por el Gobierno del PP en actuaciones de muy grueso calibre. Es voluntad de Rajoy y su equipo mantener esta dirección de un ministerio tan decisivo. Dudo de que el presidente en funciones adopte alguna medida contra él cuando no lo ha hecho antes, ni con los muertos en Ceuta. De hecho, en nuevas grabaciones oímos a Fernández Díaz decir que el presidente del Gobierno lo sabe. Y aunque fuese destituido, los nombramientos de Fernández Díaz en su organigrama arrojan también muchas dudas. En estas condiciones, ¿se puede confiar en estas manos una jornada electoral?
TVE abre este miércoles con Brexity campaña electoral española que, lógicamente, inicia con Rajoy pidiendo el voto útil. ¿Útil para qué? ¿Para conservar un estado de corrupción inasumible? El quiosco de prensa escrita nacional también es sintomático: nada en sus portadas de las grabaciones a Fernández Díaz y el jefe de la Oficina Antifraude catalana. Y sí bastante máquina del fango contra los adversarios políticos, no declarados como tales por muchas cabeceras cuya misión es, creo, informar. No falta la “inocente” noticia de que la Asamblea de Venezuela requiere a Pablo Iglesias y a otros miembros hoy de Podemos para preguntar por su financiación. Nadie añade el dato de que 5 veces el hecho ha sido desestimado por la Justicia española, Tribunal Supremo incluido.
Con esta losa emprendemos un nuevo día en el que, como todos los demás, tantos ciudadanos pretendemos trabajar por un mundo mejor.
Mujeres construyendo un país. Fue un acto para avanzar que queremos la feminización de la política. En Madrid. En el Teatro de La Latina en plena plaza de la Cebada. Largas colas para entrar y un patio de butacas, palcos y “gallinero” plenos. Cuentan algunos medios que más de mil personas han logrado entrar. Periodistas hay como para una cumbre del G20. Cristina Fallarás me mira interrogante. Sí, yo ya lo he visto con anterioridad y empiezo a acostumbrarme. Ada Colau acapara la atención principal, pero el elenco recoge perfiles muy interesantes. Clara Serra, responsable del área de Mujer e Igualdad de Podemos, conduce el acto. Está Rita Maestre, la portavoz del Ayuntamiento de Madrid. Las tetas más famosas de España, le digo. Porque así lo ha querido la añeja caspa que pervive en los sótanos, la misma que engendra conspiraciones. Si me quede en sujetador, me responde. El lunes 27, tras la votación electoral, se dilucida el recurso a su condena por haber protestado quitándose la camiseta en una capilla de la universidad cuando era estudiante. Una universidad de un país aconfesional, según nuestra Constitución.
Sí, las mujeres políticas de izquierda son foco de atención preferente para la caverna. Diana para sus insidias. Ada Colau dice que por lo menos disponen de visibilidad para denunciarlo. Lo cierto es que ese maltrato a la mujer se extiende por todos los sectores, con una insistencia patente y flagrante como diagnóstico. La actriz Rosario Pardo, con una verdad rotunda, salida de muy adentro, habla de las mujeres en su gremio, de la inseguridad de su profesión. La periodista Cristina Fallarás, del machismo que impregna los medios de comunicación, dado que “los propietarios son siempre hombres, blancos y ricos. A menudo viejos”. La gimnasta María Martín me impresiona doblemente porque, desde la timidez sin duda y la misma sinceridad que sale del alma, aporta datos de ese mundo del “deporte espectáculo” lleno de corrupciones y machismo. Las mujeres debemos movernos para estar fuertes. María ha elaborado ese apartado del programa de Unidos Podemos.
Les cuento yo ese camino que se ha seguido en España en el tratamiento informativo de las mujeres. En los libros de historia solo aparecía la mujer como Reina o virgen. Durante muchos años las voces de autoridad siempre fueron masculinas. Hasta para contar las excelencias de una lavadora destinada a ser usada dentro de las labores propias del sexo femenino. Desde luego, para opinar sobre cualquier cuestión, siempre se llamaba a hombres. La principal revolución que se dio en España en el último cuarto del siglo XX fue la de la mujer. Cuando tantas dijimos que queríamos hacer algo más que preparar judías verdes con patatas a los maridos. Y algo cambió. Con abrumadora presencia masculina, las mujeres llegaron a opinar en los periódicos. Maruja Torres y Rosa Montero de lo querían, otras con más restricciones. Luego entramos en tromba y se normalizó nuestra presencia también como “voces autorizadas”. Pero hemos vuelto atrás. En esta ominosa legislatura de la involución, incluso en eso hay intenso retroceso. Si hay oportunidad, el machismo recupera posiciones. Tertulias con hombres solos o con una pequeña cuota femenina. Y la opinión experta, de nuevo prioritariamente masculina. Les aseguro que hay científicas, historiadoras, filósofas, economistas… Hay mujeres economistas, se lo aseguro, que jamás vemos ante las pizarras de la política espectáculo.
Mejor aún es cuando suben al escenario múltiples candidatas, de todas las edades, prioritariamente jóvenes, con sus emociones y esperanzas. Es un paso más, estamos aquí, ya no pueden obviarlo.
Los titulares se los lleva Ada Colau. Revela que sufrió acoso sexual, ya como alcaldesa, en un reciente encuentro con personas del mundo judicial. Lo comenta contundentemente pero de pasada, porque estas cosas suceden muy a menudo a las mujeres. Quizás es todavía peor, en el sentido de labor de zapa, lo que denuncia de la insistente manía de mandarla a fregar y a barrer. Y mucho más interesante cuando explica cómo "los liderazgos compartidos nos han hecho tan fuertes que estamos consiguiendo lo que decían imposible". Es otra forma de hacer política. No se enteraban, nunca quieren enterarse, pero está también aquí y no es una casualidad. A la vista de su indignación, comprobamos que muchos políticos (y sus medios adláteres) sienten que se les está robando lo que les pertenece por derechos adquiridos: la política es suya y no admiten “intrusos”.
Toca volver a coger el tren a Zaragoza, tras la “gira” nacional. Me quedan múltiples tareas y aún sigo en el ordenador. Ganas de ver el Ebro otra vez y ese delicioso barrio de toda la vida en el que me alojo. A mis compañeros. Esta tarde estaremos en la carpa de la Plaza del Pilar charlando con los vecinos que quieran acercarse. Algo más habrá preparado, a la hora en la que escribo no ha llegado todavía por el Telegram. Nuestro espanto por el escándalo Fernández Díaz, sí. Cuando algo está tan podrido termina por estallar. Que estas actuaciones reciban apoyo electoral evidencia la imperiosa necesidad de cambio que precisa este país.
3. Madrid enerva. Lunes 20 de junio.
Madrid enerva. Me refiero a ese “Madrid” que concentra el poder y la ira. El que acoge las sedes de las grandes empresas, los grandes medios, los partidos. El que siembra tanta basura cuando ve peligrar sus abusivos privilegios. Como no voy a tener tiempo sino de anotar algunas ideas en este diario, elijo para empezar la que expresó este domingo en Bilbao Eduardo Maura, secretario político de Podemos Euskadi y profesor de Filosofía: “La democracia en la que creo es la del triunfo del débil”.
Porque sí, entre las muchas bajezas que emana ese “Madrid” con comillas, nos sirven hoy un titular en el que El País afirma: “PP y Podemos hacen viral un vídeo para acusar a Sánchez de racista". Cita como “argumentos” a su aseveración la cuenta oficial del PP, Cifuentes, Albiol y la @labrujadetwiter, sin despeinarse. Nadie de Podemos, además.
Después de haber guardado silencio, en el mejor de los casos, sobre las campañas de difamación y acoso a otros políticos, no deja de tener su miga como añadidura. De envergadura o triviales gotas malayas como el troceo e invención de tuits, sin ir más lejos –es decir, sin el menor fundamento-- a los que se prestan personas anónimas y también firmas destacadas con grandes tragaderas. Pero esto es “Madrid”, o lo que vino en llamarse “cenáculos de poder”, que es palabra de grandes sonoridades.
Por lo demás, la vida de una candidata no difiere de la de otros candidatos, a los que incluso en la treintena ves con similares ojeras conforme avanza la campaña: es agotadora aunque llena de estímulos gratificantes. En las calles de España, seguro que también en las de Madrid sin comillas, vibran otros anhelos. Vimos en Zaragoza el viernes el documental Ada Colau, alcaldesa, grabado a lo largo de casi un año desde que tomó la decisión de concurrir a las elecciones municipales hasta acceder al cargo. Conmovidas lo hicimos. Tanto Luisa Broto, la vicealcaldesa de Zaragoza, como Rosa Magallón, mi compañera de candidatura, como un par de aspirantes a senadoras con Unidos Podemos, embarazadas ambas, que son deslumbrantes: Anais Cid y Cristina Pemán. Y, sin duda, la sala llena del aula de Historias. Entendí tan bien a Ada. “La gente se ha cansado de perder”, la movió. Sus dudas y emociones. Su equipo. La compañía y el apoyo de los suyos, y esa soledad en la que se ve entre los políticos al uso. Con, ciertamente, Xavi Trías mostrando más educación. Y esa llamada final cuando en la sala abarrotada y exhausta de la noche electoral, del baile de escaños, suena la llamada del alcalde saliente. Ada será alcaldesa.
Empiezo a entender que, no solo para mí, la política es un medio para hacer lo que piensas que es mejor para el bien común. No un fin. Y hay muchas tareas que conciliar y muchas metas que alcanzar en el universo de las mujeres que despiertan, de los hombres que caminan a nuestro lado con los mismos objetivos. Tan alejados de otro execrable artículo del día en el que se dice: “Es estrafalario que juzguemos al portero no por sus reflejos, sino por sus libertades encima de la cama”. Libertades con mujeres sometidas, según avanza la investigación del caso.
El sábado es el mitin principal de Podemos en Zaragoza. En la ribera del Ebro recuperado tras cruzar el puente junto al Pilar. Vienen Rafa Mayoral y Ramón Espinar, quienes, con el gran Echenique, atraen las principales peticiones de foto. Pero hay besos, abrazos, respeto, ilusión, para arropar a todos, a todos los concurrentes. Subimos casi todos al escenario, repartiendo tiempos. Candidatos de Zaragoza, Huesca y Teruel. Vibrantes mítines. Nuevas inyecciones de oxígeno de triunfo para la gente que quiere creer que ahora sí se puede. Ni atisbo de crispación. Yo les recuerdo que en España no siempre y no todos fueron reaccionarios. Reinos medievales que se anticiparon a su tiempo. Como el de Aragón con aquella fórmula con la que los nobles se dirigían al rey que era toda una declaración de intenciones: “Nos que somos tanto como Vos y juntos más que Vos…”. Compruebo que las nuevas generaciones lo han olvidado. En Aragón no nos gustaban los poderes absolutos. Por lo que fuera que se hiciera, hablar de igual a igual al poder no es mal principio. Mejor, ejercer el poder --la capacidad de tener vía expedita para hacer algo-- contando con todos.
No hay tiempo para charlar relajadamente ni apenas para comer. Esther y yo nos vamos en tren a Bilbao: más de 4 horas. Es el tiempo del que dispongo para preparar mejor el tema siguiente. Cuando el viernes, por ejemplo, se abre un abanico de tres actos públicos de envergadura, al principio bailan en la cabeza ideas entremezcladas. Así que lo mejor es ir uno por uno. Ahora toca Democracia Internacional, un tema que me atrae especialmente. Porque las grandes decisiones que nos afectan se deciden muchas veces fuera. Hoy el espíritu europeo se muestra irreconocible con la crisis social que ha acarreado el austericidio, con el Reino Unido a punto de marcharse o de quedarse con privilegios inasumibles, con el aumento de la ultraderecha que ya se sienta en gobiernos –ésos son los verdaderos peligros-., con el abominable trato a los refugiados que certifica su fracaso.
No puedo tampoco hacer una crónica a fondo como el tema merecería. Sé que tuvimos un nuevo acto de gran altura. En la plaza del teatro Arriaga, frente a otro puente por el que pasan quienes a lo mejor no saben qué quieren oír. Está Owen Jones, que es un tipo brillante y simpatiquísimo. Recuerdo en la presentación que fue quien dijo una frase definitoria: “El gran triunfo del sistema ha sido hacernos creer que no podemos gobernarnos por nosotros mismos”. Algo está cambiando. Y mucho. Europa nos mira tanto como nosotros la miramos en su día. Con la misma esperanza de cambio. Itziar Ruíz Jiménez nos habla de los Derechos Humanos de todo tiempo y lugar. El aludido Eduardo Maura, de la fiscalidad internacional para atajar paraísos ocultos en Panamá (o en la Castellana). Xabier Benito, de la gran trampa que nos preparan con los tratados comerciales entre Europa y los EEUU, el TTIP sin ir más lejos. Rosa Martínez, de Equo, de Desarrollo Sostenible, Justicia Social, Género. Una política a tener muy en cuenta, por cierto. Equo, también con Jorge Luis Bail en Huesca, llena de savia verde la coalición. O Nawa Alba, analizando el voto exterior, pidiendo responsabilidades por el voto rogado que está dejando sin poder ejercer su derecho a miles de emigrantes que, por cierto, tuvieron que irse porque los echó el sistema, no por su afán aventurero.
Hacemos una Declaración de Bilbao por la Democracia Internacional. Tan necesaria. Porque esta gran problemática que nos cae encima es obviada por la política nacional, por la suciedad nacional, por las anécdotas. Concluirá el acto Pablo Bustinduy, aquel chico que estuvo en el 15M, se fue de profesor de Filosofía a Nueva York, entró o montó, no sé, el Occupy Wall Street, y, como secretario de Relaciones Internacionales de Podemos, hoy insiste en hacernos ver la importancia de la mirada más allá de los vídeos locales, las insidias y las Venezuelas.
Mi espalda no aguanta ya los preciosos taburetes, y menos tras las averías sufridas por algún traspié, médico incluido, traspié médico quiero decir. Pido una silla. Y me quedo en un lado y más abajo. De alguna manera fuera del cuadro visual. Salvo para Esther, a quien pido grabar un vídeo, cosa que hará por primera vez, mientras la animo y no sé si la controlo en el propio plano… de escorzo apaisado. No importa. Todos los accidentes en el camino, la incomodidad si se quiere, se quedan atrás cuando sabes por qué estamos ahí, para quién. Como concluía Ada Colau en el documental: no debemos nunca olvidarlo. El “Madrid” que enerva queda lejos de lo que queremos conseguir, de las metas a pie de calle, de los anchos horizontes que resuelven los problemas. En mi opinión, Busty, como le llaman para acortar, Pablo Bustinduy, lo resume como pocos. Y estas son las cosas que merecen la pena y con las que me quedo.
2. El aire de los cohetes. Jueves 16 de junio
Cuando me levanté a las 6:30 solo estaba despierto mi vecino el gato, un felino majestuoso que me contempla cada mañana a unos cuantos palmos en estas calles estrechas de los cascos viejos de las ciudades. A esa hora ya había dejado Esther en el Telegram una completa documentación sobre la mujer. Tan completa como 101 páginas en las que se desgrana cuanto atañe a esa mitad de la población que recibe un inmerecido trato. Es decir, desde la cifra de asesinatos machistas a la maternidad subrogada. Recortes en igualdad, gestación, permisos de paternidad, maternidad, familias monoparentales... o los cuidados, ese gran tema ignorado que realizan mayoritariamente las mujeres. Un filón de datos.
El primer acto es a las 11 de la mañana. Se inaugura la carpa de Unidos Podemos en la Plaza del Pilar. Conforme me voy acercando advierto que hay una gran afluencia en ambiente festivo. Muchos saludos y abrazos. Encuentro hasta a amigas de la niñez, aquella Coritina Viamonte, por ejemplo, que iba para artista y lo fue.
Cuando llega Alberto Garzón, el líder de izquierda Unida, es recibido a voces de presidente, presidente, aplausos interminables y una nube de medios. Acompañado por el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, Alberto entra en loor de pasiones con esa sonrisa serena que le caracteriza. Su discurso, el de todos, es acompañado de tal coro de aplausos y receptividad que impresiona. Es como ese aire que propulsa los globos, los cohetes. Hay gente que cree en esto. También. Llena de ilusión.
Ha sido muy comentada la historia de Mariano Rajoy la tarde anterior cuando se emocionó ante un campo de alcachofas. "No, en cambio, con las víctimas de sus políticas", dice Garzón. Los ataques y las burlas son miedo pero el día 26 se pueden congelar sus sonrisas, añade. Rueda de prensa en la que no elude ningún tema entre aplausos de la audiencia que asiste al hecho con normalidad. No en la tele, no en plasma, en vivo y en directo. Poniendo seguro en problemas a los editores de sonido de los medios.
Marta me ha prometido un alivio en la agenda. Si Esther es una mujer muy directa como yo, capaz de decir con una sonrisa "este día dormirás un poquito menos", refiriéndose a coger un autobús a las 6 de la mañana para presentar un acto a las 12 en otra ciudad distante, Marta es de la Escuela Diplomática de Echenique. El objetivo es inamovible pero termina apareciendo como la mejor sugerencia. El equipo de Zaragoza de Podemos es excepcional, responde a su fama.
Cuando creo pues que los compromisos van a ser menores, emprendo un paseo relajado por la ciudad por primera vez en este viaje. Reencontrando el pasaje maravilloso que amé incluso antes de saber que era modernista. La Plaza de Santa Cruz y tantos otros recovecos. Observo que Zaragoza está mucho más cuidada que antaño en sus ofertas culturales.
Decido comer un menú en una terraza de la plaza de San Jorge. Hay fritada aragonesa y eso son palabras mayores. A mi lado se coloca una pareja de extranjeros de mi edad. Son holandeses. Turistas. Solo han visto hasta ahora el Pilar y el Ebro. Una mendiga se acerca a pedir dinero. Entrada en años, ojos de gran dignidad y expresión de sufrimiento. Los foráneos me preguntan con la mirada y yo no contesto. Esto tiene que cambiar pero es largo para explicarlo.
La agenda no se alivia, no por el momento. Mientras preparo la intervención en Ejea de los Caballeros por la tarde, empezamos a gestionar el acto del domingo en Bilbao. Será de campanillas pero para eso falta aún una nutrida eternidad.
Viene a buscarme Sergio. Se ocupa de la campaña de Podemos en la provincia. De organizarla, de solventar los imprevistos, de hablar en los mítines, de llevar los carteles que pasamos a buscar por la sede, de conducir. En la sede, por cierto, hay dos chavalitos de 17 años, enamorados de la política y con ganas de cambiar el mundo. Su admiración por mis artículos me reconforta especialmente.
Ejea es una de las Cinco Villas, una de las cinco joyas que tiene en Sos del Rey Católico su cenit. Larga mayoría socialista, es el feudo del actual presidente de Aragón, Javier Lambán. La DGA, el Gobierno de Aragón, ha decidido sufragar el fiasco del Plaza, uno de esos grandes asuntos de corrupción locales que todavía no ha saltado masivamente a la información nacional. Y la gente no está muy contenta.
Sigue sin haber una carretera nacional para llegar a Ejea de los Caballeros, mucho menos autovía, tampoco hay tren. Una vez más la falta de infraestructuras. Pero sí existen mujeres en las que dejar el presente y el futuro. Llenas de coraje y brillantez. Arrolladoras la concejala Beatriz Izuel y la diputada Patricia Luquin, creo que serían capaces de emocionar incluso a un campo de alcachofas. Sin mujeres no hay democracia y unas cuantas lo van a dejar saber. Como la concejala de Zaragoza Luisa Broto, son mujeres de larga tarea en las luchas sociales y en algún caso recién llegadas a la política. Como Jo Cox, la brillante laborista británica asesinada este jueves presuntamente por un sujeto de extrema derecha nacionalista, al que la prensa condescendiente califica de perturbado. Como los ultras que están reventando la Eurocopa. El fascismo no es sólo una locura, es el auténtico peligro en este Europa a la deriva.
En Aragón TV, la pujante televisión autonómica aragonesa, nuestro cabeza de lista, Pedro Arrojo, participa en un debate electoral. Eloy Suárez, del PP, le acusa de violento. Arrojo es el fundador del Movimiento por la Paz y el desarme. Miguel y Héctor, de prensa, envían información hasta la 1:57 de este viernes.
Los ideólogos del bipartidismo alertan esta mañana de errores a no cometer. Que el Brexit británico no es lo que parece y "dice el populismo": que el capitalismo se les ha ido de las manos, la austeridad convertida en lujuria avariciosa fue un pésimo error, Europa se hunde y, mientras, se disparan la ultraderecha y la violencia.
Las sonrisas con fundamento pueden ser solución, cualquier sonrisa como la que capta la cámara de Manuel. Pero esta es otra historia, entrañable, que habrá de quedar para un día con agenda más liviana.
1. Ideas por doquier, más que mensajes. Miércoles 15 de junio
Sin darte apenas cuenta han pasado ya 6 días del primer mitin. Aquél que sientes como un hecho histórico pero en el que expresas las mismas denuncias de siempre, similares vías de solución, ahora dentro de una coalición política. Lo primero que llama la atención en esa campaña electoral en la que te has colado es el trabajo sin pausa, la multiplicidad de focos que atender y la organización del equipo. Al menos en Podemos Zaragoza y Aragón. También en la estatal.
Como candidata dispongo de documentación puntual cada mañana y si es preciso actualizaciones a lo largo del día de los temas a abordar. Por primera vez hay alguien que lo hace por ti incluyendo enlaces y reseñas para cotejar la información. Los compañeros se multiplican con una eficacia y entusiasmo dignos de enorme respeto.
Hoy he amanecido agotada pero también plena de sensaciones y estímulos. Este lunes me desperté en Madrid, participé en la grabación de un spot electoral, y con el tiempo justo nos fuimos al tren. Parte del equipo venía de Cantabria, donde habían estado con Pablo Echenique. Un bocadillo por comida --el que estuvo listo para conseguir turno en la cafetería de un AVE abarrotado-- , llegamos a Zaragoza y tras brevísimo descanso partimos para Teruel.
Pablo Echenique aprovecha el viaje para abundar en datos. Pregunta con precisión por cada extremo a Miguel y Román. Todo el viaje es trabajo. Y comentarios. Hasta alguna imitación jocosa... de Pablo Iglesias. En Podemos si te caes a un río basta con que grites Pablo porque casi todos se llaman así, me dicen con razón. Me llama la atención la perspicacia del análisis de Echenique sobre distintas personas. Disección científica.
En Teruel está en liza un escaño entre Unidos Podemos y el PP. Son décadas de bipartidismo. A punto de romperse. El 40% del electorado se quedó sin representación en diciembre. Y la coalición estimula. Como en otras poblaciones grandes y pequeñas los afines están especialmente motivados, volcados en lograr lo que parece que por fin puede ser. Pasó también en Calatayud con los héroes de la resistencia a aplastantes mayorías del Partido Popular. Recuerdo que a los aragoneses solían gustarnos los retos, que igual es el momento de abandonar la siesta. En primera fila, Pedro Arrojo, una institución en la cultura del agua, que encabeza la lista en la que yo soy segunda. Y viene a oír y a animar con la mirada. El sábado lo hizo en un acto feminista.
El mitin de Teruel es como una conferencia llena de brillo y lejos de los tics de la banalidad. Ideas por doquier, más que mensajes. No en vano la Complutense ha decidido suprimir Filosofía y vamos a compensarlo. Estremece el alegato europeo de un filósofo entrado en tareas internacionales: Pablo Bustinduy. Esa Europa que fue nuestra meta y ejemplo se hunde en sus errores, pero también puede regenerarse por los votos y la unión progresista.
Pablo Echenique nos cuenta por qué dejó una vida tranquila dedicada a la ciencia. No quiere que dentro de 20 años sigamos preguntándonos por qué no lo hicimos. Sonríe doblemente cuando le quieren, desde una firmeza férrea.
Llegas de vuelta casi a las 12 de la noche. Te duermes en el aire sin tiempo de apagar la luz.
Y la madrugada invita a, mejor, no levantarse. Habrá otros que arreglen el mundo. Pero ya están de nuevo los mensajes de Telegram con un cúmulo de propuestas, lo que han dicho los otros políticos, los temas del día, la documentación. 26 años apareciendo en los Presupuestos del Estado un trocito de carretera para unir una población de Castellón con otra turolense, ya les vale. Y año tras año se cae. Y así un montón de carreteras. Hemos cambiado el chip: hoy son infraestructuras. Eso que lleva el aire a los pueblos de interior. También hay que recuperar los trenes que paran en las estaciones.
La tarde es para una mesa redonda sobre las migraciones. Tres mujeres. Zaragoza en común y PSOE desde el Ayuntamiento y la Comunidad. Somos una ciudad de una comunidad solidaria pero la tarea es ingente. Aylan se nos cuela en las retinas, todos los Aylan que aún viven y que merecen una oportunidad. Porque Aylan no fue el fin de la barbarie sino el principio del más cruel y abominable olvido de miles de seres humanos. Esta Europa tiene que renacer.
Pedro Arrojo ha estado dando un paseo promocional en bicicleta, así está de bien entrenado. Rosa Magallón y Luis Clarimón, de IU, tercera al Congreso y al Senado, respectivamente , también han tenido tarea multifunción.
Las fuerzas llegan para hacerse un sándwich. Y ver cómo manipula RTVE. Escuchar a Rajoy, que también ha estado en Zaragoza, tan contento de su labor. Y leer a Jordi Sevilla que apunta a Gobierno del PP porque igual no va a los pueblos ni habla con la gente.
De nuevo te dices que cuánto más cómodo era escribir en el ordenador de casa. Y piensas que merece la pena seguir haciendo el esfuerzo un poco más. Por los Pablos y todo el resto. Por los que cubren todas las lagunas, por las y los que empujan. Y sobre todo por cuantos esperan un nuevo horizonte para sus sueños. Tan legítimo y necesario.
¿Escribiré mañana el diario? Estará por ver si queda tiempo y energía. Ser político, al menos de izquierdas, es agotador.
En el cierre de campaña dije que me sentía entrenada ya para correr en el Rally París-Dakar (o como ahora se llame si es que aún existe). Era una vieja broma que escribí en su día sobre el espíritu aventurero. Pero la tormenta de polvo que se desató en Utebo, Zaragoza, antes del último mitin, en medio...
Autor >
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí