No te merezco
La hora de la verdad
Mercedes de Pablos 25/09/2016
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Si ésta ya es una frase en desuso que corra el cava y el kalimocho, pero a las viejunas como yo nos suena tela. Qué hacer cuando un varón, contrito y lacrimoso, dice no merecerte y por tanto abandonarte, malgré lui, con el corazón partío y tu cara de tonta como último recuerdo. Ni Lenin en su famoso opúsculo (¿Qué hacer?) dio una ligera respuesta a lo que tal vez no sea una cuestión de Estado así a lo grande, pero que resultó, y tal vez resulte, un mal generalizado. Pretextos hay más chocantes y nos los seguimos tragando como la píldora de Mary Poppins.
Así que como envejecer es darse gustos, o así lo prescribe Comte Sponville, sin ir más lejos, aquí irá con el permiso de ustedes y la gentileza de CTXT mi periódica venganza. Al fin podré plantar a alguien, aun simbólica o colectivamente, con esa frasecita que encima te hace quedar como la víctima. Qué arte tan grande.
Y es que es verdad, no estoy a altura, no lo merezco, no lo merecemos. De entrada no soy merecedora en absoluto del peloteo innoble al que me tienen sometida aquellos que llamándome “pueblo” o ciudadana, según, me piden confianza dándome la razón hasta en lo que no digo. Soy pésima estratega así que nunca he compartido en exceso esas habilidades tácticas de ganar elecciones, tan legítimas y tan necesarias, que con los años parece ser la única misión de los partidos, plataformas o quien quiera que se presente. Ganar es estupendo, tan bueno que es difícil sobrevivir a una victoria, pero sin olvidar para qué. Tuve un jefe, muy jefe, que solía decir que si le caes bien a todo el mundo eres tonto y si le caes mal a todo el mundo eres un hijo de puta. No puede una agradar a todo el personal, hay que elegir a quien pisarle el callo y saber muy bien quién no va a darte alabanzas aunque te deba dinero.
No crean que me ando por los Cerros de Úbeda como norma de la casa, es, o eso espera que sea, una tarjeta de presentación y a la vez un “hastaaquíhemosllegao” en toda regla, una plantada monumental hecha con muchísimo respeto y toda la mala baba de quien no aspira, ya, a formar parte de la Familia Real. Ya saben, para Anatole France, un agnóstico es un ateo que tiene la ambición de entrar en Palacio alguna vez. No aguanto el tacticismo, la metapolítica, la sobreexposición verborreíca en suma aunque sea diciendo verdades como puños o dándole a la obviedad rango de alta filosofía.
Hemos renunciado a dar explicaciones hasta que la sal gorda nos arrolla y nos deja perdidos y como a la señora de Lot, completamente inmóviles. Metimos en el saco de las imputaciones a todo aquel al que le salpicara la justicia, sin distingos, y nos viene una ola de mancillados no juzgados a los que apartamos como apestados aunque si la cosa queda en nada, los felicitemos con calor. La lista es larga por no hablar de la solidez que damos a las acusaciones y el acoso que sufren personas que aun condenados, cuando lo sean, tienen derecho a poder salir de casa sin ser insultados. Y que los juzgue la Justicia. Ay, la mayúscula "qué" inquietante frente a la palabra monda y lironda y tan sencilla. Nos frotamos las manos con el sonrojante “amiguito del alma” de una conversación privada hasta que se cuela una privadísima broma sobre una locutora de televisión y entonces, por empatía con los interlocutores, ya nos parece una barbaridad. Porque se nos olvidó aborrecer de la publicidad de las conversaciones privadas y apartarlas de lo noticiable como la carne de chisme y morbo que son.
No, no te merezco. Estamos rompiendo y es la hora de la verdad. A partir de este momento ni tu madre tiene tan buen gusto ni tu sushi es puro Japón, sino más bien incomestible.
Y Griñán es un hombre honrado como pocos he conocido, el PP se ha negado siempre a pactar una Ley de Educación con nadie que no sea la Conferencia Episcopal y no todos los desahucios son injustos. Entre Springteen y Coldplay, mejor Rosendo (“veo veo mamoneo”).
El rey está desnudo y además escocido.
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Mercedes de Pablos es periodista y escritora. Ha desarrollado su carrera profesional en Andalucía, donde ha dirigido, entre otros medios, Canal Sur Radio. Actualmente es directora gerente del Centro de Estudios Andaluces.
Si ésta ya es una frase en desuso que corra el cava y el kalimocho, pero a las viejunas como yo nos suena tela. Qué hacer cuando un varón, contrito y lacrimoso, dice no merecerte y por tanto abandonarte, malgré lui, con el corazón partío y tu cara de tonta como último recuerdo. Ni Lenin en su...
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