PROCESANDO LA CAMPAÑA (I)
Orgullo, prejuicio y zombies
Una lista encabezada por un Presi en el trullo --belga o nativo-- sería imparable en un Procés que no puede exhibir ni ganas ni resultados, pero sí abusos arbitrales, como, snif, el Barça de mi infancia, que no ganaba ni jugando cuesta abajo.
Guillem Martínez Barcelona , 5/11/2017
Carles Puigdemont, en Bruselas, antes de entregarse a la justicia belga.
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1- Es sumamente difícil describir lo que pasa en Cat. A ello colabora el hecho de que los sujetos no explican lo que pasa, sino lo que les gustaría que pasara; los medios son también sujetos y, por primera vez en Europa desde hace muchas generaciones, hay un sistema propagandístico en una sociedad, poderoso e infalible, que convierte en real lo que le gustaría que pasara. Si uno atiende a lo que pasa, y no a su ruido, la cosa tampoco es sencilla. Se ha intervenido una autonomía y se ha disuelto un parlamento, todo ello legalmente, si bien no está claro que constitucionalmente. Lo que dibuja, a su vez, una cultura política en la que la legalidad --es decir, fantasías tan antiguas y sólidas que disponen de articulario; en Esp, pero también en Cat-- es más importante que la democracia. A la vez, ese problema localizado geográficamente en un territorio aumenta su contradicción si se observa que el problema no está localizado en un territorio. Sí, se ha detenido a medio Govern mientras la otra mitad está en Bélgica --hasta hace poco el país más aburrido de Europa-- pero, sincrónicamente, se inician investigaciones porque una revista humorística hace chistes sobre la poli, y un grupo de rap vuelve a tener problemas en la Audiencia. Sí, es un lío de una localización y magnitud mayor que la supuesta. Todo es una gran duda. Pero ante la duda, decían en mi barrio, hay que recurrir a la más tetuda. Lo que traducido al politically correct podría ser lo siguiente: ante la desorientación, es preferible recurrir a las zonas que faciliten un mayor agarre, preferiblemente con ambas manos, a la realidad. Y, me parece, ese mayor agarre, esa mejor exposición de la cosa cat y la cosa esp, es la siguiente. Nos pongamos como nos pongamos, lo que modula todo en Cat desde el viernes de la semana anterior no es lo que dicen los titulares. Es, tachán-tachán, que estamos en campaña electoral. Hola. Si le gustó Procesando el Procés, La Cosa, El Caso y La Trila, le gustará Procesando La Campaña.
2- Estamos, en efecto, en una campaña perturbada. La perturbación, en lo que es algo que debería llamarnos la atención, parece no provenir del hecho de que esas elecciones sean by the face/155, sino por lo emitido por Puigde en una entrevista en la tele belga. Jamás, en fin, Bélgica había emitido tanta perturbación. No al menos desde que inventó el gaufre con motor en V.
3- Entrevista. Trailer. La hizo una señora y un señor que --es cierto, es cierto-- se parecía a Tintín. En un perfecto francés, con vocalizaciones neutras cat --así, en mi más tierna infancia, hablaban francés los gendarmes--, Puigde atravesó un itinerario en el que aludió a la ausencia de división de poderes en Esp --una tradición, al parecer, tan profunda, que la Llei de Transitorietat la reprodujo e intensificó-, a su exilio tipo exilio-si-bien-no-es-un-exilio --un lío para quien no esté habituado al Procesismo, ese ceci n'est pas ça que on dit, por citar a un belga--, y a sus razones --agárrense: evitar que la sociedad catalana emitiera Résistance; vamos, que los cats no van con boina, jersey a rayas y detonador y dinamita porque Puigde se ha pirado--. Lo llamativo, no obstante, de la entrevista, fue un --es decir, otro; todos lo fueron- mensaje para consumo interno. Proponía una lista única y, tachán-tachán, encabezarla. No sólo estamos en campaña electoral, sino que la campaña electoral es lo único que está pasando.
4- Para que no pasara una campaña electoral y pasara otra cosa --no sé, la República cecí-n'est-pas-une-république--, que demostrara que el Procesismo no es una impostura en sus tramos políticos y profesionales, tendría que haber pasado, precisamente, otra cosa. Verbigracia, no reconocer las elecciones convocadas por el Gobierno. No participar en ellas. Pasar. Es decir, renunciar a varios packs de la cosa Procés --cargos, sueldos, glamour, una tele, una radio, la capacidad de subvencionar otro tipo de medios-- y, a la vez, renunciar a 0'85 euros por voto obtenido. No se ha hecho eso porque el Procés --ceci n'est pas la Résistance-- es otro negociado.
5- Un negociado, fundamentalmente, interno. Las declaraciones de Puigde lo cambiaron todo. Pero internamente, sin repercusiones más allá de lo interno. En primer lugar, en su partido, PDeCAT, que estaba dispuesto a enviar el Procés a paseo, conservando su lenguaje --es decir, siguiendo con el Procés, sin que la sangre llegara al río/a la cárcel--. La idea, vamos, era presentarse en solitario y con Santi Vila de cabeza de lista. Opción que, zas, desapareció con las declaraciones de Puigde. ERC, que pasaba de reeditar JxS, se ha visto en aprietos para poder comunicar eso sin ser achacado de traidor. En este momento, no se sabe lo que hará ERC al respecto. Tan solo se sabe que no quiere hacerlo, como siempre. Lo que igual es un indicativo de que lo hará, como siempre. Por el momento, para ganar tiempo, ha dicho que sí. Pero con condiciones --espero que-- imposibles, como que la lista integre, por el mismo precio, a la CUP y Comuns o Podem. La CUP, que no ha dicho que no, no participará en esa lista, pues su proceso de decisión lento le salvará de tomar una decisión antes del martes, dead line para la cosa coalición. La CUP, no obstante, reconoce estas elecciones, por otra parte, si bien para ello utiliza ese lenguaje confuso del Procesismo. Cuando lo empiezas a utilizar, en fin, no puedes parar. A mi me pasa con la palabra sexy, por lo que, supongo, el lenguaje Procesista debe de ser sexy para sus asociados.
6- Por el mismo precio, las declaraciones de Puigde son un gancho de derecha --literalmente; de derecha-- para Comuns. Quedan emplazados a hacer un agrupémonos-todos-en-ese-un-millón-de-luchas-finales que es el Procés, o pasar a ser los Duran i Lleida de la próxima temporada. Para ganar tiempo, Comuns ofrece listas diferenciadas, pero con puntos comunes: defensa del autogobierno, negacionismo del 155 y amnistía. Lo que es otro procesismo: el indulto general está prohibido por la Consti, por lo que también puede estarlo su prima sexy --¿lo ven? No puedo parar--, la amnistía. Parece ser, en todo caso, que toda esta movida --155+c+lista patriótica-- afectará a las relaciones de Comuns con PSC. Es decir, entorpecerá las políticas de un Ajuntament codiciado por el processisme. Precisamente porque desde un Ajuntament no se puede declarar la indepe. Es decir, se puede hacer procesismo de manera más segura, alta, larga y ancha.
7- El procesismo está en forma. Juega en su terreno. Es el mejor en su terreno. Su terreno son las campañas electorales, cada vez más largas, de manera que ocupan el grueso de una legislatura cat. Las aportaciones procesistas a estas elecciones ya son dos. Y las dos, son I+D. Algo que no está al alcance de aficionados. Se las enumero. Vía asociaciones de propaganda peronistas, ya se ha dicho que a) estas elecciones son un plebiscito, apoyado por la UE de manera implícita --con un par--. Vamos, que si se gana, esto es la indepe. Como la otra vez. Cuela. Y, b) el Gobierno/Estado está mangoneando el censo, de manera que votar es un deber revolucionario y, todo lo contrario, patriótico. Ah, curiosidad patológica. Cuando hablas con procesistas sensibles a la comunicación íntima, te dicen que lo deseable sería ganar, pero no por mayoría absoluta, lo que les obligaría a hacer algo que, definitivamente, ya saben cómo acaba.
8- Es importante saber que las elecciones son la gran baza del procesismo porque carece de otra baza. Nunca la ha habido. Sí, han acabado en chirona. Pero, me temo, antes por error de cálculo --calcularon que la otra trinchera gastaba el mismo trilerismo; gasta otro, bien diferente; pensaron, me temo, que la otra trinchera toleraría excesos verbales acompañados de leyes de ruptura que sólo eran concebidas como excesos verbales--. La prueba del algodón es que, después de proclamar/no-proclamar una República, no hicieron nada. Literalmente, huyeron.
9- Lola García, en ese sentido, ha reproducido en La Vanguardia las horas siguiente a la DUI. Aquellas horas en blanco, en las que no implementó nada. Puigde y algunos consellers se fueron, directamente, y sin pasar por la casilla de salida, hasta Perpinyà --capital de la CatNord/Francesa; se puede comer lo mismo que en Cat, pero, snif, sin sabor--. Puigde volvió al día siguiente, para pasear por Girona y grabar un mensaje televisado sumamente inconcreto. No sabían qué hacer, vamos. Lo primero que hizo la República, de hecho, fue abrazar la convocatoria de elecciones del Gobierno. Como un fakir abraza una faca. Sabiendo que no le hará daño y que, es más, se ganaría la vida con ello. La ausencia de cualquier otro plan queda evidenciada en este hecho: el dia 31, Puigde, el hombre que se fue de Cat para que la Résistance no dinamitara los puentes ferroviarios, compró billete de vuelta y llegó a facturar en el check-in. Vamos, que no tenía más plan que el inmediato. Enric Juliana y El Mundo informan también del tramo --muy pocas horas-- en las que Puigde traicionó, o no cumplió, el acuerdo con el Gobierno, para el que mediaron Urkullu y todos los all-stars del R'78 --un obispo, dos abats, el PSC, Santi Vila, Ana Pastor, Soraya SS, un notario, una lobbysta, un abogado, y hasta Pablo Iglesias--. Puigde no asumió convocar unas elecciones --el terreno natural del Procés-- porque no podía garantizar una lista única, pues a ERC le dio por llevar al extremo el chicken game, y pirarse del Govern --es decir, de la coalición--, si las convocaba. Lo que indica que hay 155 por una decisión electoral.
10- Por lo demás, más cosas. En el auto de los consellers detenidos se especifica que la Gene realizó desobediencia continuada desde hace dos años. Pues no. La hizo en septiembre. Es decir, y a usted esto le interesa si vive en Écija, se está ampliando el campo semántico de desobediencia varias casillas. Usted puede ser desobediente si lo piensa o lo escribe. Es importante saber, me dice un penalista, que la defensa de los consellers fue --salvo en el caso de Santi Vila-- de chiste de Arévalo. Verbigracia: la defensa no pidió, con el margen necesario, un aplazamiento para estudiar el caso --lo hizo la defensa de la Mesa, en el Supremo; coló; siempre cuela--, ni pidió la acumulación de la causa en el Supremo, más benigno. Me dice el mismo penalista que los detenidos pueden enlazar preventiva con sentencia firme. Tranquilamente. Vamos, que pueden pasarse en el trullo 15 años, si no hay gobierno socialista que les indulte en 3 años. Es decir, 15 años. Y que eso, sin duda, es un paisaje imprevisto para ellos. Lo que tendrá repercusiones humanas para sus usuarios. Otra cosa. Un señor muy listo me informa de que nadie ha llevado al TC el 155. Lo puede llevar un Gobierno Autónomo, el Defensor del Pueblo o San Pancracio --tres opciones poco verosímiles--. Pero también la puede llevar la suma de 50 senadores, o 50 diputados. La pregunta es, ¿por qué no lo ha hecho Podemos? El 155 y sus elecciones, que tanto molan en Cat, ¿molan también en Esp? Un partido que ha aplicado el 155 a su variante Cat, ¿se está aproximando a lógicas no previstas?
Un señor muy listo me informa de que nadie ha llevado al TC el 155. Lo puede llevar un Gobierno Autónomo, el Defensor del Pueblo o San Pancracio. Pero también la puede llevar la suma de 50 senadores, o 50 diputados. La pregunta es, ¿por qué no lo ha hecho Podemos?
11- El el momento en el que escribo la 'o' de la palabra escribo, Puigde y los consellers à la belge están técnicamente detenidos. Pueden estar detenidos horas. O no. Me informa un abogado belga de que la cosa puede durar 90 días, dependiendo del juez, del abogado y de los dados del destino. Cabe suponer que en el proceso algunos cargos se vean rebajados, pero que pinta como que no. Una lista encabezada por un Presi en el trullo --belga o nativo-- sería imparable en un Procés que no puede exhibir ni ganas ni resultados, pero sí abusos arbitrales, como, snif, el Barça de mi infancia, que no ganaba ni jugando cuesta abajo. Los cats somos masocas. Es necesario un Cruyff en la política cat. Pero la nueva generación de políticos, la siguiente, la otra y la otra, son anticruyffistas, son muy de llorar. El día que encarcelaron a los consellers, en lo que es un virtuosismo no apto para todos los públicos, Marta Rovira, líder de ERC cargada, de pronto, de más futuro, realizó la proeza de hablar ante un micro, llorando y sin lágrimas. Un político que llora sin lágrimas es más peligroso que un/a ex que llora sin lágrimas. Quiere tu segunda residencia. Vete a saber lo que es tu segunda residencia en política. Vete a saber lo que es cuando, además, no tienes de eso.
12- Los CDR están naciendo. Es decir, están dejando de ser Comitès de Defensa del Referèndum para pasar a ser Comitès de Defensa de la República. Han ganado coordinación y alejamiento del procesismo. O serán la génesis de un desbordamiento, o la génesis del próximo independentismo, en el caso de que algún día la sociedad decida enviar a paseo al procesismo, dentro de varias etapas geológicas. En el interín, la ANC hace todo lo posible por comérselos con patatas. Si no lo consiguen, los CDR serían lo primero que no pueden comerse, algo importante para ese animal comunicativo que está en la cima de la pirámide trófica.
13- El 8N hay una Huelga General, alocución procesista con la que se alude a Aturada de País/ Paro de País, alocución procesista, a su vez, con la que se alude a una mezcla de lockout y paro en educación. En esta emisión, el país ese no dispondrá de tantos sindicatos como en la anterior ocasión, ni la Gene --recordemos que está intervenida-- parece ser que dará día de fiesta con sueldo a sus funcionarios revolucionarios. Tengo un traje en la tintorería que debo de recoger el 8N. Si ese día voy hecho unos zorros, es que ha habido huelga. Solo tienen, por tanto, que mirarme. El 11N hay mani de la ANC a palo seco --ojo, cuidado, son los Victorio & Lucchino de las manis; las bordan; y no dan bocata y visita al zoo, sino que encima te cobran--. Se prevé la mani histórica de cada 11S, pero en 11N. Otro jalón histórico. En esta campaña electoral, claro.
14- El Gobierno PP se sustenta en vencer, que no ganar. El procesismo vive de perder y llorar, lo que en Cat es vencer, que no ganar. La situación es de empate técnico. Por décadas. Es decir, el nacimiento de una nueva política sustentada, respectivamente, en la porra y el llanto. Y en una división social según esas dos tendencias. Dos grupos sociales de zombies, me temo, que aspiran a comerse el cerebro de los vivos, que igual somos cuatro gatos, me temo. Si están vivos, cuelguen algo en el balcón que no sea un bandera. No sé, un jamón. Que igual subo y ceno.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).
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