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La Asamblea General de Naciones Unidas acaba de lanzar una nueva iniciativa para abordar el creciente número de amenazas que se ciernen sobre las zonas marinas situadas fuera de la jurisdicción nacional (ZFJN). En 2018 comenzarán las negociaciones para elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante que sirva para conservar y hacer un uso sostenible de la biodiversidad marina en estas zonas, que representan casi la mitad de la superficie de la Tierra. 

1.     ¿Qué son las ZFJN?

Las ZFJN están compuestas por dos zonas marinas diferentes:

- Altamar, o lo que es lo mismo, la columna de agua que está fuera de las zonas económicas exclusivas (ZEE, que se extienden un máximo de 200 millas náuticas a partir de la línea de base de la costa).

- El fondo marino fuera de las plataformas continentales de los estados costeros, anteriormente conocido como “el área”.

El término “altamar” se utiliza con frecuencia para describir ambas zonas, aunque de acuerdo con la ley internacional su estatus legal es diferente: la altamar está gobernada por un principio de libertad (de navegación, de sobrevuelo, de investigación científica, etc.), mientras que “el área” y sus recursos minerales se consideran “patrimonio común de la humanidad” y está gobernado por un marco legal diferente.

2. ¿Por qué son tan importantes las ZFJN?

Las ZFJN contienen una cantidad excepcional de biodiversidad, cuya escala real emerge de forma gradual a medida que avanza la ciencia marina. 

Las ZFJN contienen una cantidad excepcional de biodiversidad, cuya escala real emerge de forma gradual a medida que avanza la ciencia marina. Nosotros dependemos de muchos servicios que proporcionan estas zonas, entre los que se incluyen los hábitats pesqueros y la regulación climática, además de que también son fundamentales para las especies los y los ecosistemas únicos que habitan en estas condiciones extremas (de ausencia de luz, acidez, temperaturas extremas y presión).

3. ¿Qué hay en las ZFJN?

En altamar habitan muchas especies de peces, entre las que se incluyen peces comerciales normales como el atún, y algunas especies de tiburón y peces de aguas profundas, como los granaderos, la maruca azul o el sable negro. En la década de 1970 se descubrió que algunas regiones también poseían abundantes recursos minerales, sobre todo nódulos polimetálicos y costras con alto contenido de cobalto. Por último, algunos ecosistemas únicos como los montes submarinos, los respiraderos hidrotérmicos y los corales de agua fría, contienen recursos genéticos que suscitan cada vez mayor interés entre las industrias farmacéutica y cosmética.

4. ¿Está la altamar actualmente en peligro?

En febrero de 1977, cerca de la costa de las islas Galápagos, a una profundidad de 2.500 metros, el sumergible Alvin de los Estados Unidos descubrió la existencia de los respiraderos hidrotérmicos, que son unos ecosistemas únicos que están poblados por especies desconocidas hasta la fecha y que son capaces de desarrollarse totalmente a oscuras. Este descubrimiento supuso un gran avance. Demostró que la vida podía existir sin fotosíntesis, y que la profundidad de los océanos no era un paisaje desértico como nos la habíamos imaginado en el pasado. También suponía el comienzo de una nueva era caracterizada por un creciente apetito por los recursos que se encontraban en las ZFJN. Desde entonces, las actividades humanas en altamar han seguido aumentando, y las amenazas para la integridad de sus ecosistemas y especies se han multiplicado.

5. ¿Cuáles son las principales actividades humanas que se llevan a cabo en altamar?

Desde que se aprobó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM) en 1982, las actividades humanas en las ZFJN han seguido aumentando de forma exponencial:

- Casi un 90% del comercio mundial se transporta actualmente por mar.

- El agotamiento de las reservas pesqueras en las costas adyacentes ha dado como resultado un aumento de la actividad pesquera en altamar.

- En la actualidad se están realizando exploraciones de recursos minerales, y hasta la fecha ya se han adjudicado 28 contratos en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.

- Las actividades de bioprospección (explotación de los recursos genéticos marinos) están en desarrollo.
Hoy en día, hay casi un millón de kilómetros de cable que atraviesa la altamar para satisfacer nuestras necesidades de comunicación.

Las amenazas relacionadas con estas actividades se ven agravadas por el impacto que provocan las actividades terrestres, la primera de las cuales es la contaminación (sobre todo el plástico) y las emisiones de CO₂, que causan el calentamiento de los océanos y su acidificación.

6. ¿Cómo se gestiona hoy en día la altamar?

Actualmente no existe un mecanismo internacional que permita crear zonas protegidas en altamar

Existe un cierto número de convenciones y organizaciones internacionales que se ocupan de la altamar y que contribuyen a su gestión y protección. Existen normas que regulan la pesca, la gestión de las zonas pesqueras y la protección medioambiental, aunque el marco global está altamente fragmentado y es incapaz de gestionar de forma eficaz los desafíos cada vez mayores. Las organizaciones y acuerdos internacionales relacionados se centran por lo general en un único sector, o su alcance geográfico se limita a una región concreta, lo que presenta una serie de obstáculos a la hora de organizar la coordinación y cooperación necesaria para llevar a cabo una gestión eficaz.

7. ¿Qué hay que hacer para proteger la altamar de forma eficaz?

Actualmente no existe un mecanismo internacional que permita crear zonas protegidas en altamar, ni tampoco existen normas que obliguen a realizar informes de impacto ambiental que aseguren que las actividades que se llevan a cabo en estas zonas no son destructivas. Tampoco existen normas que gobiernen la explotación de los recursos genéticos marinos (la situación actual asigna la prioridad según el orden de llegada y esto resulta inaceptable para los países del Sur, que exigen una mayor equidad).

8. ¿Cuándo se dio cuenta de estos problemas la comunidad internacional?

Desde comienzos de la década de 2000, en distintos foros, los Estados han discutido cuáles son los desafíos relacionados con la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en las ZFJN. En 2004, la Asamblea General de Naciones Unidas creó un grupo de trabajo para examinar estos asuntos. Muy pronto, las reuniones ejemplificaron una clara división: por una parte estaban los estados a favor de redactar un acuerdo internacional que pusiera el foco en la conservación, con la UE a la cabeza; y por otra los que pensaban que sería suficiente con aplicar mejor los instrumentos legales existentes para garantizar la protección y el uso sostenible de las ZFJN, liderados por EE.UU., Rusia, Canadá y Japón. En 2017, tras más de 10 años de discusiones técnicas y forcejeos políticos, los Estados finalmente accedieron a celebrar una conferencia con la intención de redactar un acuerdo sobre las ZFJN.

9. ¿Qué abarcarán las negociaciones?

Los Estados han accedido a que las negociaciones se centren en cuatro ámbitos prioritarios:

- Recursos genéticos marinos, incluidas las cuestiones relacionadas con compartir los beneficios que deriven de su explotación.

- Los llamados “criterios de ordenación basados en zonas geográficas”, que incluyen las zonas marinas protegidas.

- Los informes de impacto ambiental.

- La capacitación y transferencia de tecnología marina.

Las medidas institucionales (creación de autoridades científicas o encargadas de adoptar las decisiones, vínculos con las organizaciones internacionales o regionales existentes, etc.) y las medidas financieras se añadirán a estos componentes técnicos.

10. ¿Cómo se desarrollarán las negociaciones?

La resolución que aprobó la Asamblea General de las Naciones Unidas el 24 de diciembre dispone que el proceso de negociación se organizará en torno a 4 sesiones de 10 días laborables (una durante la segunda mitad del año 2018, dos en 2019 y una en la primera mitad de 2020). Se celebrará una reunión técnica en Nueva York entre el 16 y el 18 de abril de 2018 para discutir sobre cuestiones organizativas, incluido el proceso para preparar el borrador inicial del instrumento, y la primera ronda de negociaciones se celebrará entre el 4 y el 17 de septiembre de 2018.

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Julien Rochette y Glen Wright son miembros del IDDRI, Instituto por el Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales.