Procesando la investidura (III)
155 Monedas/Elecciones
Puigde ha salido reforzado por la publicación de su chat con el conseller Comín. Ha quedado claro que él no es el traidor, sino ERC, que le ha traicionado. El traicionado, el sufridor, mola
Guillem Martínez Barclona , 1/02/2018
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1- Bueno. Guerra total. Estaba prevista. Como la WWI. Lo que, como en aquella ocasión, no quita el susto. En este caso, las pequeñas guerras balcánicas que han precedido a esta WWI procesista eran a puerta cerrada. Se iniciaron con las presiones de Mas para hacer una lista conjunta con ERC, en 2015. Tenían que ser a puerta cerrada por fuerza, pues en esa primera guerra participaron ANC, Òmnium y los medios públicos y concertados, todos al servicio del Kaiser, fijando lo que era patriotismo y traición. Vamos, que si te quejabas en público de la apisonadora, quedabas como un antipatriota y un traidor. Las batallitas siguieron con lo del referèndum. Sinopsis: ese regalo envenenado del independentismo no-procesista fue recogido, en solitario, por Puigde. El golpe de genialidad de Puigde fue entregárselo a Junqueras. Y el hecho incomprensible de Junqueras, aceptarlo. Nadie, salvo una parte importante de la sociedad, tenía la voluntad de hacer realidad ese referéndum, como se puso de manifiesto con la ausencia de gestión del 1-O. Lo que supuso encontronazos continuados entre PDeCAT y ERC. A puerta cerrada, para no ser antipatriota o traidor. Y para que no trascendiera que todo ese embolado carecía de voluntad por parte de ninguno de esos partidos. El III Acto del Procés ha sido, en fin, una timba descomunal de Chicken Game. En el que nadie era libre de verbalizar externamente lo verbalizado internamente. Que todo era un Chicken Game, un proceso por la hegemonía del postcatalanismo, en el que nadie podía explicitar –o al menos, no en primer lugar– que todo era humo. Estaba previsto que se dieran para el pelo, por todo lo alto, después de guardar las apariencias hasta la investidura de un presi. Es decir, hasta haber descartado a Puigde como presi. Ha empezado antes. Hola. Bienvenidos a Procesando la Investidura. Si el procés fuera la Biblia, esto ya estaría por el final/el Apocalipsis. Ese texto, por otra parte, incomprensible.
2- Arturo Puente y Neus Tomàs han reconstruido en eldiario.es las últimas horas antes del raje de Torrent/ERC. Perlas: a) varias reuniones telemáticas, que las partes explican con diferente trama y tesis, b) la CUP, por ahí en medio, pidiendo a papá y mamá que no se peleen, c) una ERC descabezada, con Marta Rovira en modo off, que no puede acordar nada con criterios ejecutivos, d) un JxC vertical y centralizado en muy pocos nombres –y, me temo, mal asesorados e informados; hasta ahora ha sido así, al menos–, que no ofreció ninguna información sobre el discurso presidencial –llegó uno a las tantas de la madrugada del martes, por cierto; por lo visto, más que un discurso era un esquema, escrito, me dicen, dentro de la corriente estilística del gran pensador chino clásico Ni-fu-Ni-fa-, sobre quién lo leería, sobre si, ya puestos, vendría o no Puigde, sobre la composición del Govern, ni –tachán-tachán– sobre el programa del Govern. "Sabemos lo que hacer, confiad en nosotros", fue la respuesta a todo, por parte de los chicos y la chica JxC. Lo que es, de hecho, la respuesta procesista a todo desde 2012. Hasta ahora, y como bien sabe ERC, que también ha utilizado ese recurso a lo bestia, significaba "estamos en pelota picada, pero si lo dices no eres patriota y eres traidor". El punto e), de traca. Ahí va. Antes de comunicar que no había pleno, Torrent llamó a Puigde para ponerle al día. En cinco ocasiones. Puigde no le contestó, alegando después que no reconoció el número entrante, algo divertido si se supone que vas a ser presi deslocalizado en el Benelux/las Quimbambas. Por lo visto f), el elemento que, definitivamente conformó el factor gota-que-colma-el-vaso, fue la petición de amparo formulada por Puigde a Torrent, que fue interpretada por Torrent, no como un haiku, sino como lo que era. Una presión pública. Las presiones públicas son, en fin, las fichas del Chicken Game.
3- El raje de Torrent/ERC se puede interpretar, por tanto, como una salida –no necesariamente definitiva– de la partida de Chicken Game. ERC tiene un proyecto propio, por lo que debe dejar esa timba. El proyecto pasaría por dejar de ir a la cárcel, directamente y sin pasar por la casilla algún-tipo-de-resultado-efectivo. Rebajar la tensión. Votar un presi de JxC, e ir tirando millas. Cambiar el discurso de las prisas por uno de medio-largo plazo. El usuario del procesismo tragaría –hasta ahora, al menos, lo ha tragado todo; se tragó hasta esa Capilla Sixtina del fake que fue lo del 27-O, que se dice rápido–. La pega a todo ello es que ERC no domina el marco. Lo domina Puigde. Puigde, y con él ANC, Òmnium –que está como pocho– y la Bruc-nete, pueden, con esa actitud de ERC, ganar, definitivamente, la partida de Chicken Game. Y, después, de Chicken a Chicken / y tiro porque me toca.
Sometida a determinada presión y temperatura del marco patriota/traidor, ERC puede entrar en la órbita de JXC. O, incluso, en sus siglas. Con eso, el procesismo no aumenta su mayoría social, pero sí que la aumentaría JxC
4- ¿Cuál es el proyecto de JxC? El proyecto de JxC es comerse con patatas al PDeCAT y a ERC. Del PDeCAT, de hecho, sólo queda la raspa. Por genialidad de –los restos de– la dirección, en JxC sólo hay 13 dipus del PDeCAT. Ninguno de ellos es Nobel de Química. Sometida a determinada presión y temperatura del marco patriota/traidor, ERC puede entrar en la órbita de JXC. O, incluso, en sus siglas. Con eso, el procesismo no aumenta su mayoría social –que sería la misma o, tal vez, menos–, pero sí que la aumentaría JxC. En caso de que ERC, por otra parte, no entrara en el juego, pasaría a ser un rival poco peligroso en las próximas elecciones. Lo que indica que el proyecto de JxC pasa por unas nuevas elecciones. Se puede llegar a ellas, por otra parte, con relativa facilidad.
5- Sí, no hay precedentes ni jurisprudencia para el cacao en el que se/le ha metido el Parlament. Salvo que estilicemos y depuremos los precedentes y la jurisprudencia. En ese caso aparece un precedente y una jurisprudencia. El Tamayazo. En aquella ocasión, recuerden, la presidencia de la Asamblea de Madrid convocó un pleno de investidura, que finalmente no llegó a realizarse. Por, nada, un problema de corrupción estructural. Ante el vacío, el Consejo de Estado emitió que, una vez se constata que no va a haber ninguna investidura, deben realizarse elecciones en el plazo oportuno, partiendo de la fecha del pleno convocado pero no realizado. En Cat, ese pleno mangui fue el 30-E, por lo que las elecciones deberían convocarse el 30-M. O así. Las elecciones serían efectivas 54 días después. En total, un porrón más de 155 days. Es fácil o, al menos, posible, llegar a esa fecha sin otra convocatoria de investidura.
6- Por otra parte, el TC admitirá –o, menos probable, no admitirá; si no lo admite, pues nada, Puigde candidato–- el recurso del Gobierno a que haya un candidato a presi telemático, en febrero. La sentencia, a su vez, estaría en el mercado en marzo. Lo que otorga, si así se quiere –me temo que se quiere– ciertos días libres en la búsqueda de presi en Cat. Con lo que el plazo hasta el 30-M ganaría relajo.
7- Y, por otra parte, ha trascendido que el TS piensa ya presentar su paquete en marzo. Los cargos sería malversación, sedición y rebelión. Este último se equipara –como casi todo, como casi siempre– al de terrorismo. Con lo que los imputados serían inhabilitados en un zas. Los consellers en libertad, el encarcelado, los líderes de asociaciones, Junqueras. Y Puigde, que ya no podría ser candidato. No a menos que quiera liarla. Algo poco probable, si pensamos que, cuando pudieron liarla –el 27-O– no la liaron. ¿Pueden liarla ahora, no por la indepe, sino por el cargo de presi autonómico? Diría que no. Si bien son menos estables que un mentos en una botella de tu refresco de cola favorito. En todo caso, ese final político de Puigde sería la mejor campaña electoral para el destapado/a de JxC en las elecciones a convocar pocos días después, el 30-M.
8- El sufrimiento, en fin, mola en Cat. El sufrimiento es de patriotas y no es de traidores. El sufrimiento es un marco cat tan barroco y codificado que empieza a ser necesaria la creación de estudios sobre sufrimientología. El sufrimiento, en fin, es algo contradictorio y difícil de explicar a un marciano, que o lo entendería o se iría a su planeta. Por lo que, ahora que caigo, explicarlo igual explica un poco lo que pasará hasta el 30-M. No se pierdan los puntos 9 y 10.
9- Puigde, por ejemplo, ha salido reforzado por la publicación de su chat con el Conseller Comín. Ha quedado claro que él no es el traidor, sino ERC, que le ha traicionado. El traicionado, el sufridor, mola.
10- Mola –en lo que es un indicio de lo que podría llegar a pasar– ir a la cárcel. Paradójicamente, una vez estás en la cárcel, importa un pito lo que hagas para salir de ella. Salvo Junqueras, un caso meritorio y admirable –algo normal en un preso político, pero exótico en procesismo–, el resto de presos se ha desdicho, ha abjurado, se ha humillado o, incluso, ha acusado a subalternos, o ha colaborado con información a los Hombres G, utilizada, como mínimo, en registros. Hay presión social y épica inaudita en el target procesista para que sus líderes vayan al trullo –yo, en fin, si fuera líder procesista estaría más mosca al respecto que un pavo en navidades. Y una ausencia absoluta de reparo ético y político ante lo que hagan una vez entran allí. Se les defiende, en tanto deben de hacer todo lo posible para salir de la cárcel, mientras que hacer todo lo posible para no entrar en ella no es sufrimiento/patriotismo/fidelidad. Me explican, incluso, que algunos de los líderes de ERC implicados en las futuras tomas de decisiones han recibido, por parte de su entorno familiar, su total apoyo ante el hecho de que vayan al trullo. Es decir, han recibido presión al respecto. Una madre espartana, en fin, presionaba a su hijo cuando le decía “vuelve con el escudo o encima de él”. Una madre ateniense era más cachonda: “Hijo, escaquéate del marrón. ¿Tas quedao con hambre? ¿Te frío un huevo?”. Humm. Ahora que lo pienso, esas dos madres conviven, en el procesismo, en una sola. Espartana cuando estás libre. Ateniense cuando ya no es necesario. Sí, es una patología, una locura social.
11- Para acabarlo de liar, en esta emisión de nada, detecto cierta voluntad de desobediencia. Exempla: el 30-E, los chicos y chicas PDeCAT estaban dispuestos, creo, a votar a Puigde. Es decir, a la inhabilitación o al trullo –ojo, si le da por ahí al juez, rebelión, delito continuado, 30 años; y porque no hay galeras; no las hay ¿no? ¿no? ¿no?. Al menos, dos líderes del PDeCAT ese día se despidieron de su familia, a la que tal vez no verían por la noche para las próximas tres décadas. Hablé, por cierto con algún dipu JxC, que no estaba al corriente de ese posible giro en su biografía. Es decir, que JxC sigue sin informar a sus afectados. Lo que es éticamente reprobable. Haría reír, si no hiciera llorar.
Esto va de power para las siguientes décadas, me temo. Los partidos implicados, en fin, no se juegan el curro de los próximos meses, sino su futuro. Su existencia. Su pan. Por lo que esto será a muerte
12- Bueno. Pues ahí estamos. Elecciones con una ERC fuera del marco de lo confortable. O, menos probable, pero no descartable, votación de un presi que no llegará al cargo, desobediencia y trullo. No a cambio de la indepe de la que se escaquearon por todo lo alto en octubre. Sino de un presi autonómico en las siguientes elecciones. Desproporcionado. Esto va de power para las siguientes décadas, me temo. Los partidos implicados, en fin, no se juegan el curro de los próximos meses, sino su futuro. Su existencia. Su pan. Por lo que esto será a muerte.
13- Sobre el hecho de que la indepe no está en la agenda. Hubo varias ocasiones de acercarse a ella –la primera y más plausible en 2012; la última, que acabó en ridículo internacional y éxito local a tutiplén y con acopio de sufrimiento, en 2017. Creo que ha perdido crédito internacional. Tal vez de manera definitiva. O por años. O, lo que es lo mismo, la batalla del prestigio la ha ganado el Estado. Me temo que por ausencia de contrincante. Que un Estado que ha invertido en este conflicto silencio, penalización de la política y 85 millones de euros en policía gane prestigio no es una buena noticia. No se pierdan, en ese sentido, el punto 14 y 15.
14- The Economist Intelligence Unit's Democracy Index, un cacharro sexy de The Economist –medio liberal, es decir, de un liberalismo que no existe en el sur, culto, antiestatalista y sensible a los derechos y libertades– ha publicado su informe sobre evaluación de Estados democráticos. Es un informe prestigioso. El año pasado, por ejemplo, el rey lo citó en Davos –¿qué hace un Jefe de Estado no electo en Davos, en vez de comer sopa?–. Pues bien, este año ha rebajado la calidad democrática del Estado Español 0,22 puntos. Por la cosa cat. Vamos, que no ha entrado en la cosa raperos/titiriteros/ley mordaza. Sólo Malta –un Estado en el que se mata a periodistas– supera a Esp en malas notas –y no mucho; baja un 0,24. De los cuatro niveles de Estado democrático, Esp se está apeando hacia el tercero.
15- ¿Es espectacular? Sí. Pero no lo es su recepción. No son buenos tiempos para la Democracia. La Democracia ateniense duró 80 años. Era fascinante. Se sometía a democracia más aspectos que esta mañana a primera hora. Se sometía a democracia la justicia, por ejemplo. La Europea post-45 parece que ha durado menos en su forma original, el bienestar. La media ha bajado, lo que resta espectacularidad, parece ser, en la percepción de bajones puntuales. Por otra parte, Esp está recibiendo una no-percepción un tanto preferente. Timmermans, interrogado por la nota de Esp en el Parlamento Europeo, ha explicado que "en el caso de Esp, la comisión no tiene ninguna crítica sobre el Estado de Derecho, su sistema democrático y la implicación de derechos humanos". Vamos, que esto es Jauja. Y, además, hay paella. También ha agregado que "hay que luchar contra el renacimiento de los nacionalismos". Vamos, que sólo son nacionalismos cuando no disponen de Estado. Con Estado, el nacionalismo me pega lo normal.
16- Bueno, aquí acaba esta nueva entrega de a dónde llega la negación de la política. Es decir, del conflicto. En el Estado, a través de la utilización de la Justicia. En Cat, a través de la utilización, a falta de otra cosa, de la propaganda. Estamos solos. Socorro.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).
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