La rápida transición digital y el enorme impacto social de las nuevas tecnologías también tienen efectos en clave de género. Dos informes recientes, uno de la Comisión Europea (CE) y otro del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) permiten, a partir de datos actualizados y comparados, tener una visión completa de la situación de las mujeres en el ámbito tecnológico, tanto a nivel europeo como nacional. Los dos organismos coinciden en resaltar las grandes diferencias de género que aún existen en el mercado laboral relacionado: la CE sostiene que hay tres veces más hombres que mujeres trabajando en el sector digital en Europa. Estas diferencias son incluso mayores a nivel educativo, con el cuadruple de europeos que de europeas con estudios en las llamadas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Y no hay perspectivas de mejora para el futuro: el número de graduadas ha descendido en los últimos siete años del 15% (2011) al 13% (2017). En España, el 84% de los trabajadores en TIC son hombres, según Eurostat (2016). 

Un aspecto especialmente llamativo del análisis de la Comisión Europea es el de los efectos en la empleabilidad según esta especialización de estudios. En un mundo con cada vez mayor oferta de este tipo de trabajos (podrían aumentar hasta un 40% en 2020), tener formación relacionada con las TIC incrementa las posibilidades de encontrar empleo para los hombres en un 2-3%, mientras que las de las mujeres empeora en un 1-2%. 

La CE explica que “la diferencia de género en la esfera digital es, esencialmente, un resultado de la persistencia de fuertes sesgos inconscientes sobre lo que es apropiado y qué capacidades tiene cada género”. El trabajo del ONTSI, más general sobre el uso de lo digital en España, también proporciona datos que confirman la reproducción de los roles de género en internet: si bien son los hombres lo que hacen un uso más intensivo de la red en la mayor parte de las actividades, las que tienen que ver con la asistencia y los cuidados familiares son mayormente utilizadas por mujeres. En cuanto a la búsqueda de información sobre salud en internet, por ejemplo, la diferencia es de 10 puntos entre el género masculino (62%) y el femenino (72%).

Las mujeres utilizan mucho más las nuevas tecnologías de lo que luego queda reflejado en el mercado laboral relacionado. El ONTSI recoge datos muy parejos en cuanto a uso y acceso de internet entre géneros: en España la diferencia es de 1,5 puntos (79,3 para las mujeres y 80,8 para los hombres) y la media europea se sitúa en 3 (79% frente a 82%).

La Comisión Europea termina su estudio apuntando a la pérdida económica y de productividad que supone no incorporar plenamente a las mujeres en el mercado laboral de las TIC:16,2 billones de euros al año. Para promover e incentivar que las mujeres participen en este sector, el organismo europeo propone adoptar algunas medidas, especialmente centradas en el sector educativo y formativo. Se insiste en crear estrategias específicas para chicas entre los 12 y los 16 años, sistemas de reclutamiento más transparentes, la inclusión de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial para garantizar la neutralidad en los procesos de selección o ayudas y planes concretos para emprendedoras en lo digital. 

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Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.