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TRIBUNA

El socialismo nacional, o la promesa rojiparda

La lección última que deberían aprender los presuntos marxistas es que cuando la fuerza de trabajo cuenta con derechos se deja de vender barata

Emmanuel Rodríguez 8/10/2018

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Imaginen un país claramente situado en el norte del mapamundi, fronteras definidas y bien establecidas por siglos de belicismo estatal. Imaginen una población más o menos homogénea, en la que en pasadas décadas se “colaron” algunos “negros”, “marrones” y “amarillos”, pero que gracias al probo esfuerzo fiscal de sus antiguos moradores y a los programas de educación pública se han convertido ya en “nacionales”, indistinguibles cultural y éticamente de los nativos. Imaginen, también, un capitalismo bueno y justo, donde los habitantes de ese país producen más o menos lo que consumen y que intercambian lo mínimo con otros países, a fin de compensar aquello en lo que la naturaleza y las competencias nativas no resultan pródigas. Imaginen pleno empleo, comercio justo, desigualdades limitadas, intercambio moderado, control de capitales, gasto público expansivo, una fiscalidad eficaz y mucha policía para no perder nada de lo conquistado (todo homogeneidad social así producida requiere de algunos enemigos internos y externos). Podrían llamar a este país Francia, o Alemania, o Italia, o España, o Australia, o incluso Estados Unidos. Pero sería difícil que tuviera nombres como México, o Marruecos, o Etiopía, o Zimbaue. Pues bien, dejen de imaginar, y sean bienvenidos al futuro. La promesa rojiparda se ha hecho realidad. Estamos inmersos en esta Europa imaginada, que curiosamente coincide demasiado con la de los años sesenta, la del Estado nacional del bienestar, pero con más control de fronteras; diques precisos contra un mundo que se desmorona justo después del muro de concertinas donde se lee: “Welcome Europe / Bienvenue en Europe / Bienvenidos a Europa”.

Cabe preguntarse si sería deseable vivir en ese mundo. A juzgar por los movimientos de los años sesenta y setenta que destruyeron aquella utopía (el 68 francés, las huelgas salvajes, la Transición no contada, la revolución portuguesa, el 77 italiano), no parece que la respuesta tenga que ser favorable. Entre muchos de los hoy convocados a defenderla (los pobres, la clase obrera, etc.) existía entonces un profundo malestar: malestar por el capitalismo industrial “bueno”, por el trabajo repetitivo y alienante en la cadena de montaje, por las disciplinas impuestas en la escuela y los servicios públicos y por todo aquello que competía a un Estado de bienestar autoritario. Malestar también con la izquierda comunista y socialista, a la que todos estos movimientos desbordaron y a punto estuvieron de desbancar definitivamente. La misma izquierda que mostró una completa indigencia política e intelectual, hasta el punto de dar el paso a la nueva derecha neoliberal, y de aplicar sus mismas políticas contra los salarios y en pro de una precarización generalizada.   

Pero olvidemos el pasado. Hoy la Europa rutilante de los sesenta retorna en forma de lo que los anglosajones llaman una “visión”. La globalización neoliberal ha producido precariedad, inseguridad y temor, por primera vez en muchas décadas también en el centro radiante del capitalismo mundial, el Occidente liberal. La nueva “visión” nos intenta devolver al viejo mundo ordenado y protegido por el Estado nacional, con sus políticas de bienestar, con su protección de la vida sencilla del hombre y la mujer comunes, del buen pasar y del honrado existir (obviamente siempre a través del trabajo). Los más izquierdistas entre estos visionarios nos hablan ya de soberanismo, de nación, de socialismo, o de forma sintética de “socialismo nacional”. 

Insistimos, no se trata de valorar o no la deseabilidad de la nueva vía al “socialismo nacional”, sino sencillamente de considerar si esta tiene alguna posibilidad de éxito. Caso de que logremos identificar las inconsistencias de esta “visión”, quizás tengamos que convenir que su nostalgia solo puede reverberar, dentro del marco de la crisis europea, con las tentaciones imperiales, estatal-autoritarias o propiamente fascistas de sus viejos estados nacionales. En lo que sigue van algunas ideas, demasiado rápidas para un artículo periodístico, sobre las incongruencias de este “socialismo nacional”:

1. La contradicción más obvia: el socialismo nacional es (del todo) incapaz de asumir el nivel de regulación que implican los grandes retos de un planeta ya demasiado pequeño para la humanidad existente: el control (y reparto) de la riqueza financiera, la descomposición geográfica de las cadenas de valor y la crisis medioambiental ligada al calentamiento global. Sobre el primer aspecto, no cabe más que comparar dimensiones: ningún país (incluido EEUU) tiene capacidad alguna de controlar las finanzas globales, hoy por hoy centro de mando de la economía planetaria, si no se produce una acción concertada con otros estados. Del mismo modo, ningún estado se puede sustraer a lograr una posición competitiva en la cadena de producción globalizada, que implica la búsqueda de costes (ambientales, fiscales, sociales) cada vez menores. Que no nos confundan los amagos proteccionistas de un Trump: cada región del planeta vive de la producción y exportación de lo que buenamente puede en ese espacio competitivo, o bien queda relegada como un territorio puramente extractivo o sencillamente irrelevante. Del mismo modo ningún Estado será capaz de regular ninguna variable significativa de la crisis ecológica en ciernes. 

Un ejercicio rápido aplicado a España: Madrid vive principalmente (mucho más que de ser capital administrativa del Estado) del millar largo de multinacionales con sede en la ciudad que proporcionan más de medio millón de empleos ejecutivos o catalogados en los “servicios avanzados a la producción”, que a su vez “sostienen” casi todo el empleo precarizado situado en los servicios personales y de mercado, que en mayor o menor medida gravitan en torno al consumo de los primeros. Bilbao y Barcelona comparten esta especialización en mucho menor grado, pero también la de ser centros de un turismo internacional segmentado de forma compleja y en su condición creciente de plataformas logísticas continentales. La costa mediterránea y los dos archipiélagos son economías de especialización turística que se sostienen únicamente por la entrada de 70 millones de turistas internacionales anuales. Lo que queda de especialización industrial en España es fundamentalmente industrias de exportación altamente globalizadas como demuestran los segmentos del automóvil, la ingeniería, las renovables (hasta 2007) y progresivamente la industria cárnica del cerdo. El modelo social patrimonial que sostiene a las clases medias del país depende, a su vez, del valor de sus activos (viviendas principalmente) que se mantiene sobre la base de la inyección intermitente de liquidez global que ha dado lugar a una secuencia de burbujas inmobiliarias y financieras que vienen repitiéndose desde mediados de los años ochenta: 1986-1991, 1995-2007, 2013-201? Todo ello tiene costes ecológicos contradictorios con una política mínimamente consistente de transición energética y de reducción significativa de la emisión de gases invernadero. Ahora digan los socialistas nacionales cómo modificarán la estructura económica del país, así como la estructura de rentas anidada en la misma, con grados suficientes de consenso social.

Las políticas de reequilibrio territorial, y sobre todo, el ataque sobre la riqueza financiarizada solo pueden realizarse a escalas cuando menos continentales, por útiles que sean las luchas locales. En este sentido, plantearse la salida de la globalización o “de Europa” es un ejercicio tan absurdo como plantearse la salida del planeta Tierra, aun cuando se pueda discutir lo que se quiera sobre el Euro y la conveniencia o no de una moneda única sin presupuesto común y garantías del BCE como prestamista en últimas instancia. El único modo de un desenganche real de la globalización (o de “Europa”) es el de asumir un drástico recorte de los niveles de vida. Expliquen pues.

2. La soberanía nacional, o el socialismo nacional, no escapa a la idea del capitalismo bueno, visión bastante pueril. El capitalismo bueno es aquel capitalismo que cumple con la promesa de producir más, mejor y más barato; paradójicamente es el que se hace corresponder con los dos grandes siglos de progreso europeo (y también de guerra civil), el XIX “feliz” y el XX bastante más bronco y criminal. El problema es que si las finanzas son hoy el corazón del capitalismo global, lo son porque la acumulación por medio de la producción de bienes y servicios ha demostrado tasas decrecientes de ganancia. La financiarización es el resultado de la crisis larga del capitalismo industrial, que estalla en 1973, y deriva en una serie de ciclos financieros sólo interrumpidos por crisis cada vez más agudas (1991, 2000, 2007).

Consideremos los grandes problemas de acumulación a escala global: el exceso de capacidad industrial a nivel mundial, la creciente dificultad para encontrar segmentos de inversión rentable en la producción industrial, el desacople irresoluble entre la velocidad de innovación y el beneficio de la misma característico de todas las industrias que deberían ser los grandes motores de época (desde la bioingeniería hasta los new media); y por ende la fuga del capital hacia circuitos financieros crecientemente autogenerados y que se articula sobre una predación social incrementada. ¿Qué nos hace pensar que estos problemas tienen solución a una escala nacional? En el fondo, la única oportunidad del socialismo nacional es la de adecuarse a la función (del todo subordinada) de las unidades territoriales medianas y pequeñas en la cadena de producción global. Por decirlo brevemente, el socialismo nacional apenas podrá gestionar la adaptación de las economías nacionales a aquellos segmentos en los que se demuestren competitivas; y esto a fin de que ese mismo estado tenga una mínima base fiscal a fin de subsistir. En el caso español ¡asómbrense!: turismo, inmobiliario, automóvil y algunas otras industrias como la cárnica. Una larga vuelta “nacional” para volver a la misma especialización “nacional”. 

3. El socialismo nacional parece ser el último estertor de la vieja izquierda socialista y comunista (especialmente aquella de tradición estalinista). Presentado ahora como una suerte de volteo a su última derrota, aquella que le puso a los pies de la ola neoliberal, y de la que fue inestimable colaboradora y gestora. La paradoja es que este socialismo nacional asume otra vez el marco de su aparente rival: vivimos en un mundo finito y escaso, pero no de recursos naturales finitos y escasos, sino de empleo, renta y seguridad. Y sin embargo, basta comparar los niveles de riqueza y de producción a escala planetaria para imaginar un mundo sin miseria, ni escasez. La única condición de esta conquista de la abundancia consiste en atacar, también a escala global esa misma riqueza financiera, a fin de repartirla.

A falta de otras ideas, no obstante, el nuevo socialismo nos devuelve al marco nacional de la gestión de una miseria artificial y asumida: “hay poco empleo, conservémoslo”. Como toda figuración socialista, el socialismo nacional es un programa de reparto de un bien considerado escaso (el empleo, que hay que proteger frente a extranjeros y migrantes), sin entender que el presupuesto de todo comunismo es el de la riqueza, y no el de la miseria, menos aún cuando esta es artificial.

4. El socialismo nacional es lo contrario de la política de clase ajustada a las condiciones de la producción global. Basta considerar la composición social de las metrópolis europeas: mestizas, multinacionales, híbridas, diversas, y a la vez complejas, productivas y repletas de una riqueza mal repartida. El socialismo nacional trata de rebajar esa complejidad social sobre la base de una imagen que ya no corresponde. Incapaz de una política de clase que articule las luchas de los trabajadores precarios y mestizos (en buena parte migrantes), se vuelve sobre la imagen de una clase obrera que ya apenas existe: el trabajador blanco, nacional, de la industria decadente.

En cierto modo, el socialismo nacional es un nuevo intento de desquite con su propio fracaso. Busca recuperar las clientelas que abandonó entre 1973 y 2007 en la devastadora crisis industrial que arruinó y dejó en la cuneta regiones enteras: el norte industrial francés, la Alemania del este post-unificación, el norte y el oeste ingleses. Esa vieja clase obrera industrial, hoy “perdedora” de la globalización, y cuya desaparición fue “gestionada” por socialistas, y sobre todo comunistas, se ha vuelto hacia las derechas populistas del FN, AfD y el UKIP. Pero desgraciadamente el desquite de los neo-socialistas no se basa en la vuelta a la organización sindical y la lucha social propias del primer socialismo democrático, como a la competencia en el discurso con las derechas neofascistas. “Seamos tan racistas como ellos, hablemos de inmigración donde no hay inmigración, apuntemos a la globocracia sin pensar en cómo articular aquí y ahora las luchas por la renta y los derechos... y voalá, nuestras viejas clientelas volverán a nosotros”.

5. El socialismo nacional es en el mejor de los casos un instrumento analítico del pleistoceno respecto de toda reflexión relativa a la herencia colonial/postcolonial y a su correlato social que debe recibir el justo nombre de racismo. En el peor, es sencillamente una propuesta a solo medio paso de la extrema derecha; apenas distinguible de sus versiones más modernas (léase a la actual representante de la saga Le Pen), que ya asumen buena parte de la agenda feminista, welfarista y liberal (en las costumbres) siempre y cuando se articule dentro de los marcos de la civilización europea y blanca.

En tanto aprendiz de gestor de un mundo de escasez artificial (básicamente escasez de empleo), el socialismo nacional es incapaz de otra perspectiva que no sea la nativista. Su internacionalismo consiste únicamente en decirle a los países pobres: “¡industrialícense!, les ayudaremos con unas migajas en forma de ayuda al control de fronteras, pero en ningún caso vengan aquí”. Su incapacidad consiste en no entender que toda economía de mercado integrada genera una desigualdad geográfica inscrita en la propia especialización que impone el intercambio; y que por tanto el empobrecimiento relativo de las viejas regiones industriales europeas es correlativo al empobrecimiento relativo de otras regiones del globo, también “perdedoras” de la llamada globalización. Cualquier programa socialista tendrá que asumir la escala “global” en la que se produce tal dinámica de concentración territorial de la riqueza y de la pobreza. Caso contrario correrá el riesgo de convertirse en una estrategia particular para un país particular, una estrategia “competitiva” dentro de ese mismo mundo globalizado.

Existen dos grandes herramientas que apuntan a una redistribución positiva en el marco de una globalización que es hoy por hoy irreversible. La primera consiste en poner contra las cuerdas al capital financiero concentrado y desterritorializado (muchas veces quebrando el mecanismo de la deuda). Es dudoso que este combate se pueda llevar a cabo a la escala “nacional” que constituye hoy a las provincias europeas. La otra es la libre circulación de personas. Libre y con derechos. La lección última que deberían aprender estos presuntos marxistas es que cuando la fuerza de trabajo cuenta con derechos, y con posibilidad de fuga, se deja de vender barata, se empieza a vender cara. Paradójicamente a mayor libertad de circulación y con mayores derechos, más oportunidades (de renta y también de empleo), más salarios y más posibilidades de organización sindical. En el improbable caso de que sean socialistas antes que nacionalistas, aplíquense el cuento.

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Autor >

Emmanuel Rodríguez

Emmanuel Rodríguez es historiador, sociólogo y ensayista. Es editor de Traficantes de Sueños y miembro de la Fundación de los Comunes. Su último libro es '¿Por qué fracasó la democracia en España? La Transición y el régimen de 1978'. Es firmante del primer manifiesto de La Bancada.

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36 comentario(s)

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  1. Rem

    He mandado sin querer el comentario dos veces, pido disculpas.

    Hace 5 años 6 meses

  2. Rem

    Cayetano, tu comentario es interesante, pero por matizar cosas que expones y por alusiones responderé a dos de las cosas que expones. En primer lugar, señalas lo siguiente: “REM la cifra que estimas de inmigrantes es la que entra por lo que denominan vías irregulares, es decir, por las pateras del Mediterráneo, y la proporción del mismo respecto al total de inmigración que recibimos por otras vías está entorno al 10%” Ciertamente he aludido a la inmigración que entra por vías irregulares porque es la que está sobre el debate cuando se habla de reforzar las fronteras existentes. Si de lo que se tratase fuera de combatir el grueso de la inmigración con independencia de cómo y de dónde llegue (que matemáticamente hablando sería lo más lógico y lo menos racista y clasista), habría que abandonar Schengen y establecer importantes restricciones con respecto a los vuelos desde muchos países del otro lado del charco, y muy especialmente de los latinoamericanos. Asimismo, el debate ya no sólo sería si construir muros con el sur, sino también con el norte y este de nuestro país, a juzgar por la enormísima cantidad de inmigrantes que llegan desde la propia UE. Entiendo, no obstante, que no estamos debatiendo llegar tan lejos, y que ahora el debate en España y Europa está en si reforzar las fronteras existentes frente a ese despreciado 10 % de ilegales, o no En cuanto al crecimiento demográfico, teniendo en cuenta que hay que cruzar la inmigración con la emigración, calculando el saldo migratorio. Mirando este dato, obtenemos que desde 2008, donde el saldo migratorio positivo fue considerable, ya no se han dado cifras de crecimiento como las que citabas. En 2009 hubo un saldo migratorio positivo pero insignificante, y en los 6 años siguientes el saldo fue negativo, hasta llegar a 2016 y 2017, donde el saldo fue positivo pero en el primer caso andaba cerca de 100000 y en el segundo cerca de 47000. Es decir, que incluso contando el crecimiento total que supone incorporar todos flujos migratorios al margen de su legalidad, las cifras que resultan llevan 10 años muy alejadas de los años precrisis, y desde luego muestran un papel muy importante de la emigración al extranjero como reductor del crecimiento. La inmigración irregular, así pues, supone en torno al 10% de la inmigración total, pero un porcentaje muchísimo mayor con respecto al saldo migratorio. “al tiempo de pretender no sólo el decrecimiento económico, sino el demográfico” No me ha quedado claro si esto lo planteas como propuesta tuya, o como posible solución de élites. En todo caso, y abordando este aspecto, diría que más que decrecimiento económico, hablaría de decrecimiento de consumo material y energético, tal y como añades más adelante. A fin de cuentas, la crecida del PIB suele ir de la mano de una mayor huella ecológica, pero no tendría por qué ser así, partiendo de la base de que el PIB es una medida de valor, y no de cantidad de bienes consumida. No niego el resto y las dificultades que tiene plantearse esta articulación, pero quería aclarar que sobre el papel es posible, y que no debemos confundir la huella ecológica con el PIB cuando hablamos de decrecimiento. Por otro lado, y sobre el aspecto demográfico, entiendo la propuesta de decrecimiento demográfico puede tener sentido en naciones como Hong Kong o Singapur, o en grandes metrópolis pero en territorios habitados con una densidad de población mucho más extensa como nuestro país y con una pirámide de población tan invertida, no sé hasta qué punto salen beneficiados con una reducción de población (salvo que hablemos de la población de la tercera edad, por cínico que suene). En términos globales, considero que el problema es de redistribución, y no de extensión demográfica. La superpoblación, al menos de momento, es más un problema más local que global. A lo demás que añades, no tengo mucho que añadir, estoy de acuerdo.

    Hace 5 años 6 meses

  3. Rem

    Cayetano, tu comentario es interesante, pero por matizar cosas que expones y por alusiones responderé a dos de las cosas que expones. En primer lugar, señalas lo siguiente: “REM la cifra que estimas de inmigrantes es la que entra por lo que denominan vías irregulares, es decir, por las pateras del Mediterráneo, y la proporción del mismo respecto al total de inmigración que recibimos por otras vías está entorno al 10%” Ciertamente he aludido a la inmigración que entra por vías irregulares porque es la que está sobre el debate cuando se habla de reforzar las fronteras existentes. Si de lo que se tratase fuera de combatir el grueso de la inmigración con independencia de cómo y de dónde llegue (que matemáticamente hablando sería lo más lógico y lo menos racista y clasista), habría que abandonar Schengen y establecer importantes restricciones con respecto a los vuelos desde muchos países del otro lado del charco, y muy especialmente de los latinoamericanos. Asimismo, el debate ya no sólo sería si construir muros con el sur, sino también con el norte y este de nuestro país, a juzgar por la enormísima cantidad de inmigrantes que llegan desde la propia UE. Entiendo, no obstante, que no estamos debatiendo llegar tan lejos, y que ahora el debate en España y Europa está en si reforzar las fronteras existentes frente a ese despreciado 10 % de ilegales, o no crecimiento demográfico, teniendo en cuenta que hay que cruzar la inmigración con la emigración, calculando el saldo migratorio. Mirando este dato, obtenemos que desde 2008, donde el saldo migratorio positivo fue considerable, ya no se han dado cifras de crecimiento como las que citabas. En 2009 hubo un saldo migratorio positivo pero insignificante, y en los 6 años siguientes el saldo fue negativo, hasta llegar a 2016 y 2017, donde el saldo fue positivo pero en el primer caso andaba cerca de 100000 y en el segundo cerca de 47000. Es decir, que incluso contando el crecimiento total que supone incorporar todos flujos migratorios al margen de su legalidad, las cifras que resultan llevan 10 años muy alejadas de los años precrisis, y desde luego muestran un papel muy importante de la emigración al extranjero como reductor del crecimiento. La inmigración irregular, así pues, supone en torno al 10% de la inmigración total, pero un porcentaje muchísimo mayor con respecto al saldo migratorio. “al tiempo de pretender no sólo el decrecimiento económico, sino el demográfico” No me ha quedado claro si esto lo planteas como propuesta tuya, o como posible solución de élites. En todo caso, y abordando este aspecto, diría que más que decrecimiento económico, hablaría de decrecimiento de consumo material y energético, tal y como añades más adelante. A fin de cuentas, la crecida del PIB suele ir de la mano de una mayor huella ecológica, pero no tendría por qué ser así, partiendo de la base de que el PIB es una medida de valor, y no de cantidad de bienes consumida. No niego el resto y las dificultades que tiene plantearse esta articulación, pero quería aclarar que sobre el papel es posible, y que no debemos confundir la huella ecológica con el PIB cuando hablamos de decrecimiento. Por otro lado, y sobre el aspecto demográfico, entiendo la propuesta de decrecimiento demográfico puede tener sentido en naciones como Hong Kong o Singapur, o en grandes metrópolis pero en territorios habitados con una densidad de población mucho más extensa como nuestro país y con una pirámide de población tan invertida, no sé hasta qué punto salen beneficiados con una reducción de población (salvo que hablemos de la población de la tercera edad, por cínico que suene). En términos globales, considero que el problema es de redistribución, y no de extensión demográfica. La superpoblación, al menos de momento, es más un problema más local que global. A lo demás que añades, no tengo mucho que añadir, estoy de acuerdo.

    Hace 5 años 6 meses

  4. svalk

    ....,.,.y voalá, nuestras viejas clientelas volverán a nosotros...... otro sagaz juntaletras imbuido de neoliberalismo que aun NO SE HA ENTERADO QUE LA CLASE OBRERA NO ES LA CLIENTELA DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES NI ES CLIENTELA DE PARTIDOS DE CLASE DONDE ''COMPRAR IDEOLOGIA? O PROGRAMA'' hasta los eggs de terminologia ''de chicago''

    Hace 5 años 6 meses

  5. Repartidor de pizzas

    Arrimategui, no se trata de echar a nadie de la “justicia material”, se trata de analizar el complejo fenómeno migratorio (comparto al 100% el análisis de James Petras) y el papel que cumple. Como tú indicas hay que ir al “problema de fondo” (modo de producción capitalista) pero cuidado con la “estrategia” que utilizamos no vaya a ser que por olvidar a la clase trabajadora europea y sus precarias condiciones materiales de vida, lo que hagamos sea dejarla en manos de la ultraderecha y entonces cuando la ultraderecha tenga la sartén por el mango, me temo será algo más complicado acabar con el capitalismo. Porque precisamente la ultraderecha fascista es la cara oculta del capitalismo que históricamente aparece para apuntalarlo. Por tanto, menos teorías postmodernas multiculturalistas retrogradas y ong-ismo caritativo de sacristía y más Marx.

    Hace 5 años 6 meses

  6. cayetano

    REM la cifra que estimas de inmigrantes es la que entra por lo que denominan vías irregulares, es decir, por las pateras del Mediterráneo, y la proporción del mismo respecto al total de inmigración que recibimos por otras vías está entorno al 10%. Los datos descontextualizados y reiterados sobre la entrada de inmigración vía patera que ofrecen los mass media, finalmente nos hacen pensar que esa es toda la inmigración que recibimos, pero es sólo un 10%, puedes hacer utilizar un buscador en la red y hacer una consulta, lo comprobaras, con datos INE y de cualquier otra entidad. De otra parte lo que dices sobre ingresos es cierto, según un informe no recuerdo si de CARITAS u otra ONG, los inmigrantes en España reportan unos ingresos al Estado del 6,5% y causan unos gastos del 5,5%, con un saldo positivo de un 1% de los ingresos del Estado. La respuesta ha de ser desde el ámbito Estatal, donde se pueden articular mayorías sociales, desde estos pueden coordinarse acciones, pero la cuestión no sólo es de orden financiero. Los cambios no responden sólo al ámbito del intercambio, sino que afrontamos un cambio más radical y cotidiano en nuestras vidas relacionado con la automatización, comunicaciones, energías..., estamos inmersos en una nueva faz del relieve humano. Son fenómenos integrales que generan sinergías desde la digitalización cuántica, a las comunicaciones, energías, automatización, y por ende a toda la macro y micro infraestructura de nuestras vidas, a nuestras propias vidas. El sistema financiero como analizaron Magdoff y Foster desde la decada de los 70 ha sustituido al productivo como motor del crecimienton económico, y el sistema requiere la recuperación de la TSG productiva para establecer sinergías que eviten la conflagración mundial, al tiempo de pretender no sólo el decrecimiento económico, sino el demográfico, junto a nuevos materiales, energías, y alimentos que permitan la regeneración del planeta. Esta disyuntiva nos obliga a pactar o acabar, morir. Pero paradójicamente, la necesidad de tamaño pacto, obliga a la articulación de una amplia mayoría con las cosas claras, una primera invertir el polo del crecimiento de las finanzas a la economía productiva, hacerlo sobre materias, energías y comunicaciones ecológicas. Para ello no sólo bastará con regulaciones e intervenciones al sistema financiero. El reto es inmenso, y las mayorías a articular responden a su ethos, movilizar y concienciar a de partir de dichos ethos, aunque los trasciendan. Un cordial saludo.

    Hace 5 años 6 meses

  7. Rem

    Respondo a esto que citas, Cayetano, ya que es lo que más interés tiene para mí de lo que expresas: “se han hecho eco de un reputado informe sobre evolución demográfica que estima en 250.000 inmigrantes anuales al año su crecimiento, el impacto de esta inmigración en la evolución demográfica estimada para España, haría que en el años 2.050 fueramos 60mill de españolxs (con independencia del origen). Lo que invertiría la pirámide poblacional que sustentan los estudios e informes sobre la insostenibilidad económica de las pensiones, mandando al carajo dicha insostenibilidad.” Desconozco la calidad y reputación de ese curioso informe, pero lo que tengo claro es que parte de una premisa poco realista según los datos actuales y recientes sobre las migraciones. En 2017 llegaron a España un total de 27000 personas extranjeras, y eso fue una cifra récord. Es decir, que normalmente a lo más que se llega es a menos de una octava parte de la cifra anual que tú citas, y no hay razones para que las cifras actuales vayan a multiplicarse a ese nivel. De nuevo, nos estamos creyendo una percepción exagerada de la cuestión migratoria. Por otro lado, es fácil comprobar que en 1980 había en nuestro país 9 millones menos de personas. Lo que me gustaría preguntar es cómo es que el incremento poblacional de las últimas décadas, de una quinta parte de nuestra población, ha sido sostenible hasta ahora (el desempleo entre los 80 y los 90 era similar al actual, dicho sea de paso) y ahora de repente dejaría de serlo. La derecha ha conseguido inocular en parte de la izquierda cierta simplicidad malthusiana, que parece lógica a priori, pero que no se ajusta a una realidad que es más compleja: esa gente nueva que llega al país no sólo gasta, o cuesta dinero o recursos, sino que también ingresa dinero en las arcas públicas, paga impuestos, alimenta mediante el consumo el ciclo económico, genera nichos de empleo, contribuye con la hucha de las pensiones, etc. Hasta ahora la inmigración ha supuesto un balance positivo entre beneficios y costes en términos económicos, y no hay razón para pensar que eso vaya a cambiar en adelante. Hay que tener en cuenta que la escasez monetaria es artificial como dice Emmanuel, y que por tanto de lo que se trata es de repartir capital y trabajo, con políticas nacionales pero también mediante una necesaria coordinación internacional de partidos y movimientos contra el gran capital. Ciertamente, eso nos deja ante la pregunta de qué hacer con el consumo insostenible de materia y energía, pero ese es un problema que se deriva no tanto de las migraciones, como de la lógica productivista planetaria. Ese problema se tendrá que abordar con un cambio de modelo energético, productivo, de transporte y de consumo, pero ese es otro debate.

    Hace 5 años 6 meses

  8. Arrimategui

    Bueno, a mí la política institucional no me ha interesado, y menos ahora. Siempre son una rémora. Y Anguita es un claro ejemplo. Todo lo que comentas de lo material lo comparto. Lo que no comparto es echar a unos de esa justicia material, por no querer ir al problema de fondo, que no es la inmigración. Es bastante cansino leer lo de "buenismo" en base a un "posibilismo" pseudociéntifico, cuando no directamente delirante. Como si ese bienestar y dignidad material no surgiera de un planteamiento moral a cerca de lo que es justo y lo que no. Amorales parapetados bajo un disfraz de utilitarismo es lo que menos necesitamos.

    Hace 5 años 6 meses

  9. Arrimategui

    Pero vamos a ver Repartidor de Pizzas. Petras escoge dicho período porque le conviene para encajar su argumento, el cual tiene sus puntos flacos. Pero la realidad de lo que debate el artículo publicado en CTXT es mucho más sencillo de lo expuesto por Petras, el cual usas para dar una profundidad que el presente debate por parte del rojopardismo de Anguita y Co. no tiene. Su intento es establecer una estrategia socialdemócrata para pillar votos. Punto. Es una estrategia electoralista proveniente de pesos pesados en la órbita del partido de izquierdas más posmoderno de la historia de España. Qué da votos a la extrema derecha? El tema de la inmigración? Pues vamos a hacer guiños a esta gente. Esto se enmarca dentro de una tarea puramente discursiva de la izquierda socialdemócrata para futuras campañas electorales. DISCURSO posmoderno, vacío, hueco. Para legislar el control de la migración no necesitamos nuevos oportunistas, ya se legisla desde hace mucho tiempo. A FRONTEX no le suben los presupuestos continuamente por regalar caramelos. Y mientras el foco está en los migrantes nos roban a manos llenas.

    Hace 5 años 6 meses

  10. Repartidor de pizzas

    Arrimategui, lo que hace James Petras es contextualizar el movimiento migratorio en la fase capitalista neoliberal actual. Una fase que presenta claras diferencias con las precedentes como fue la “edad de oro del capitalismo” entre 1945-1975. Los 7 puntos citados por Petras para explicar por qué en el pasado prosperó la inmigración creo que son claros e indiscutibles y se remiten a hechos de la historia reciente. El texto no acaba ahí, continúa con todo el desarrollo del tema que creo, o no has leído, o no has entendido, o has interpretado lo que te ha dado la gana. Es complicado encontrar sentido a tus objeciones. Percibir además en el texto de Petras no sé qué “dulcificación” de los procesos migratorios dudo que se pueda concluir de lo por él expuesto. Para acabar, considero que el análisis de James Petras respecto al complejo fenómeno migratorio es una valiosa aportación y sobre todo muy recomendable en estos tiempos de simplismo derivados de la influencia que el postmodernismo ha tenido y sigue teniendo en una izquierda cuyos planteamientos no parecen ir mucho más allá que los de toda esa multitud de ONGs asistenciales y funcionales al sistema capitalista.

    Hace 5 años 6 meses

  11. Repartidor de pizzas

    REM, de acuerdo en todo lo que planteas. La cuestión es acabar con el capitalismo, y para eso efectivamente habría que empezar por cuestionar nuestro modo de vida, los niveles de consumo y el productivismo patológico en un planeta con recursos limitados. Por eso, echo de menos que la izquierda institucional no priorice estas cuestiones sino que respecto al trabajo asalariado incluso, en vez de hacer una crítica clara como mecanismo clave que eterniza el capitalismo, se dedique incluso a considerarlo un bien a preservar.

    Hace 5 años 6 meses

  12. Rem

    Repartidor de Pizzas, señalas que: "No obstante, mientras las causas sigan intactas, actuar únicamente sobre las consecuencias con la espectacularización del drama humano con tanta ONG caritativa y bondadosa (que vive de la desgracia ajena) y la televisión progre de por medio, poco avanzaremos." Estoy de acuerdo con que también hay que actuar sobre las causas en el origen, pero esa estrategia requerirá de nuevo, no sólo de tomar el poder del Estado, sino de lograr alianzas internacionales que permitan atacar esas causas, y que en última instancia, y como dice Arrimategui, sólo desaparecerán si se acaba con el capitalismo. Las causas últimas de la mayor parte de la migración es una desigualdad internacional de base que es la esencia del sistema actual. Los refugiados de guerras recientes sólo alimentan esa dinámica migratoria, pero son sólo una parte de las migraciones y no la más voluminosa. También convengo en lo que propones de emplear el desarrollo tecnológico a nuestro favor y de reducir la jornada laboral. Soy partidario de la RBU, de hecho, pero hay que partir del hecho de que los avances tendrán que lograrse sin contribuir al productivismo, ya que nuestro consumo e materia y energía no es extensible ni democratizable tal cual existe, sin cargarnos el planeta. No digo que la innovación no pueda dar solución a eso, y que no sea sólo cuestión de eficiencia de gasto y consumo, pero pensar que el avance tecnológico solucionará porblemas como el del pico del petróleo sin contrapartidas sería un argumento de fe.

    Hace 5 años 6 meses

  13. ahiga Audrey

    Mi nombre es Ahiga Audrey, vivo en Ohio, Estados Unidos y estoy felizmente casado con un esposo encantador y cariñoso con tres hijos. Un gran problema ocurrió en mi familia hace un año, entre mi marido y yo, tan terrible que llevó el caso a la corte por un divorcio. dijo que nunca más quiso quedarse conmigo y que ya no me amaba. Así que se fue de la casa y nos hizo pasar a mi ya mis hijos por fuertes dolores. Intenté todos mis medios posibles para que regresara a través de muchas súplicas pero todo fue en vano. Finalmente, confirmó que había tomado su decisión y que nunca más quiso volver a verme. En una tarde fatídica, cuando regresaba del trabajo, conocí a un viejo amigo mío que le preguntó a mi esposo. Le expliqué todo a ella, así que me dijo que la única manera de recuperar a mi esposo es visitar a un lanzador de hechizos porque a ella también le ha funcionado. Por el contrario, nunca creí en el hechizo, pero no tenía más remedio que seguir su consejo. Ella me dio la dirección de correo electrónico del lanzador de hechizos que es "wiseozizaspiritualhome@gmail.com" Así que a la mañana siguiente, envié un correo a la dirección que ella me dio y el lanzador de hechizos me aseguró que recuperaré a mi esposo dentro de dos días. ¡Qué increíble declaración! jajaja !!! Nunca creí, así que habló conmigo y me dijo todo lo que tenía que hacer. A la mañana siguiente, sorprendentemente, mi esposo, que no me ha llamado durante más de un año, me llamó para informarme que volvería. . Tan increíble, ¿verdad? Bueno, así fue como regresó ese mismo día, con mucho amor y alegría, y se disculpó por sus errores y por los dolores que causó a mí y a mis hijos. Desde ese día, nuestra relación ha sido más fuerte de lo que era antes. Gracias por la ayuda de este gran lanzador de hechizos. Mi consejo para todos los que están pasando por diferentes desafíos es contactar a este gran hombre y, al igual que lo hizo conmigo, él resolverá todos sus problemas. Puede enviarle un correo electrónico a través de esta dirección de correo electrónico. Le prometí que iba a contarle a todo el mundo acerca de sus magníficos poderes. (wiseozizaspiritualhome@gmail.com), si está en una condición como esta, o si tiene algún problema relacionado con "traer a su ex. No solo eso puede ayudarlo. 1) ser promovido en cualquier cosa que hagas. 2) Gane un buen dinero o gane una lotería. 3) Lograr el éxito en los negocios. 4) problemas espirituales. 5) ganar caso judicial. 6) Busca a tu compañero de vida. 7) Obtener un trabajo bien pagado. 8) ganar el control sobre su matrimonio. 9) recibir favor y ganar atracción de las personas. 10) recuperar el dinero perdido. (11) sanarte de todas las enfermedades. curable e incurable como el VIH / SIDA, el cáncer, cualquier cosa (12) resolver problemas de embarazo y bendecirte con bebés. su dirección de correo electrónico una vez más es (wiseozizaspiritualhome@gmail.com) también puede contactarlo a través de whatsapp en +2348111448971

    Hace 5 años 6 meses

  14. zyxwvut

    El señor Rodríguez escribe: "Existen dos grandes herramientas que apuntan a una redistribución positiva en el marco de una globalización que es hoy por hoy irreversible. La primera consiste en poner contra las cuerdas al capital financiero concentrado y desterritorializado (muchas veces quebrando el mecanismo de la deuda). Es dudoso que este combate se pueda llevar a cabo a la escala “nacional” que constituye hoy a las provincias europeas. La otra es la libre circulación de personas. Libre y con derechos. La lección última que deberían aprender estos presuntos marxistas es que cuando la fuerza de trabajo cuenta con derechos, y con posibilidad de fuga, se deja de vender barata, se empieza a vender cara." Y cualquiera que conozca la realidad de la inmigración y la situación de las clases subalternas se puede preguntar: ¿En que "realidad" vive este señor?.

    Hace 5 años 6 meses

  15. Arrimategui

    Pues Petras termina con una conclusión con la que estoy de acuerdo: las soluciones no son sencillas aunque las causas están claras. Más que nada porque solo se acabará con las migraciones forzadas cuando se acabe el capitalismo. Que es la causa última. Sin embargo, da la impresión que parte de la premisa que el origen del racismo está en las personas que lo sufren. Si no llegan personas que puedan ser excluidas, ese sentimiento de exclusión no existirá. Un problema menos. Y luego intenta justificar ese extraño razonamiento comparando la migración actual con otra supuesta migración histórica, que no enmarca en ningún período concreto. Además caracteriza esa supuesta migración anterior de una manera que no comparto. Establece hasta 6 razones por las que minimiza o relativiza la dureza de olas migratorias anteriores, no solo en lo que respecta a la vivencia migratoria en sí, si no el supuesto encaje de los migrantes en las zonas a las que migran, lo cual no es cierto. Pero veamos más detalladamente: “(1) un crecimiento rápido de la producción.” Esto es más que discutible. Las personas que emigran por una situación de probreza van de las zonas con escaso o nulo trabajo a las demandantes de trabajo, donde la producción es mayor. No sé si refiere a una producción global mundial, lo cual no tendría sentido, pues en el pasado no se da el caso. Durante la gran depresión en EEUU la gente del campo que marchó y se hacinó en California es diferente a la de ahora? Son las crisis las que provocan las migraciones. “(2) un aumento de la demanda de mano de obra”. Otro más que discutible. Se refiere aquí a las oleadas provocadas por crisis económicas, pero las guerras? Solo hay guerras ahora? El exilio español tras la guerra civil coincide con un aumento de la demanda de mano de obra? La inmigración española de los 70 coincide con la crisis capitalista del petróleo. “(3) una actividad sindical capaz de integrar a nuevos trabajadores (inmigrantes) y proteger los índices y las condiciones salariales existentes para todos”. Que la asociación sindical ha bajado es un hecho indiscutible, pero que sea la primera vez en la historia que se da dicho fenómeno es algo que se me escapa y no opino. “(4) una cooperación y solidaridad intersectorial de la mano de obra que disminuía los conflictos entre trabajadores nativos e inmigrantes”. Esto es una verdad a medias, la integración siempre ha sido complicada y difícil, de ahí que en todos los episodios migratorios, los propios migrantes busquen refugio, solidaridad y ayuda primeramente entre sus comunidades desplazadas al extranjero. Lo vintage que ahora queda de los llamados barrios chino, italiano, polaco, turco, ruso, etc. explica esa dificultad siempre. Lo que Petras no sabrá, es que en Alemania, en los años 60 o 70 se escolarizaba a los niños extranjeros a parte de los alemanes, pues no creían que tuvieran capacidad para aprender bien el idioma de pequeños y perjudicasen a los niños alemanes. El revertir dicha política fue un logro de las asociaciones de padres españoles y turcos básicamente sin apoyo interno sólido. “(5) programas asistenciales inclusivos y equitativos.” Esto hasta me sorprende, entiendo que aquí se refiere solo al período del Estado del Bienestar occidental, siendo un período tan corto, no refleja a todos los movimientos migratorios ni de cerca. “(6) guerras locales, no globales.” Esto me sorprende aún más, guerras imperiales y globales vienen de lejos, qué son si no las guerras napoleónicas? Por poner un ejemplo. Y los procesos de colonización y descolonización? Que la mayor demografía global implique un mayor número absoluto de migrantes, no define su impacto relativo en el contexto actual. “(7) una violencia limitada al exterior de Estados Unidos y la UE.” Hay una guerra abierta y declarada en Europa y EEUU y no me he enterado? En definitiva, creo que el artículo adolece de cierta nostalgia generacional, “que lo malo de antes no era tan malo”, y una relativización, o incluso dulcificación, muy peligrosa de la dureza del proceso migratorio en épocas pasadas. Y todo para decir que lo de ahora no se sostiene. Conceder en el debate público que lo que sucede ahora es algo nuevo, único y excepcional es lo menos adecuado para la izquierda. Lo que sucede es que el darwinismo social del liberalismo se ha larvado durante muchos años e incluso décadas en buena parte de la población, incluso en personas que migraron en olas anteriores o en los hijos de aquellas. Esto también provoca una reacción identitaria y chovinista en grupos de migrantes (incluso de segunda y tercera generación) que se cierran en sí mismos, pues no confían en la sociedad en la que viven. Un ejemplo muy claro es la fuerte implantación del nacionalismo, más bien neoimperialista, turco en Alemania. En donde ambos nacionalismos extremos se retroalimentan el uno al otro en su discurso desde hace bastante tiempo en una espiral compleja de parar.

    Hace 5 años 6 meses

  16. Repartidor de pizzas

    Arrimategui, esos hechos que indicas en el enlace son favorecidos por la ultraderecha, no por quienes desde la izquierda de raíz ilustrada y republicana platean una lucha anticapitalista de la totalidad yendo a las causas y no quedándose en las consecuencias. De todas formas, quizá la izquierda postmoderna y sus “pensadores” inspirados en modas como la “french theory” o el nazi Heidegger tendrían más que ver con esa “estrategia” que favorece a la ultraderecha. Desde los años 70 han sido esas teorías las hegemónicas en la academia y en casi todos los partidos de izquierda en detrimento del marxismo. Por último, perdona por la insistencia, pero sobre la cuestión de la inmigración, vuelvo a dejar el mismo enlace de James Petras por si tienes a bien leerlo u algo que objetar: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224776

    Hace 5 años 6 meses

  17. Arrimategui

    Cada uno tendrá en conciencia que juzgar si su "estrategia" favorece estos hechos o no: https://www.eldiario.es/politica/agredido-vigilantes-seguridad-Renfe-ensenarles_0_823818657.html

    Hace 5 años 6 meses

  18. Repartidor de pizzas

    Arrimategui, incompatibilidad entre apoyar el antimilitarismo y defender a los inmigrantes ninguna. Precisamente apoyar el antimilitarismo incide directamente en las causas de la inmigración: las guerras de las que multitud de personas se ven forzadas a huir. Nadie quiere marcharse del territorio donde vive, así por las buenas, o por capricho. La “izquierda posmo” poco habla de esto, coincidiendo con los liberales y socialprogres por cierto, proyecta la imagen del fenómeno migratorio actual como algo inevitable, cuando sabemos que si no hubiera guerras y tuviesen condiciones socioeconómicas dignas en sus territorios nadie se jugaría la vida en el Mediterráneo. ¿Pero dónde está la oposición a la fabricación de armas y al militarismo de la izquierda postmodernizada? Únicamente se apunta a poner parches sobre las consecuencias junto al ONGismo caritativo y sensiblero y sus ridículas fiestas multiculturalistas paradójicamente bastante racistas al exaltar la diferencia cultural por encima de la igualdad entre seres humanos, como si por vestir de forma diferente, comer arroz encebollado o desayunar morcilla de cacatúa los convirtiera en marcianos. Quizá lo de la inmigración sea un “constructo político” pero alguien muy poco sospechoso de defender el capitalismo o de tragarse el dogma neoliberal como James Petras tiene un interesante artículo al respecto que merece la pena leerse, dejo el enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=224776 Para acabar, desconozco quién nos ha traído hasta aquí, lo que si sé es que el cambio operado en la academia reemplazando a Marx por el nazi Heidegger y todo el séquito posmo de filósofos de la “french theory” y el consecuente “giro lingüístico” de los 70, el fin de los “grandes relatos” y todo ese cuento de Lyotard y compañía solo han favorecido las mini luchas de cuestiones simbólicas (muchas veces absurdas y hasta fomentadas por el propio neoliberalismo) y nunca han combatido la totalidad capitalista. Ahí estamos.

    Hace 5 años 6 meses

  19. Arrimategui

    Lo simbólico es creer que al construir alambradas sobre unas rayas que no están ni pintadas en el suelo se va a solucionar el problema de la extrema derecha. Por no hablar del delirio que significa aplacar dicho movimiento cumpliendo parte de sus objetivos. Tampoco se enteran de que en Europa el problema identitario, no se soluciona volviendo al Estado-Nación. Ese constructo liberal que curiosamente tanto aman los estalo-guays. La gente busca refugiarse en una identidad por la deshumanización a la que le lleva el capitalismo, el cual no necesita el constructo estado-nación como antes y se deshará de él en cuanto pueda. Sustituirá un invento por otro, no va ser su antiguo invento el que nos salve. El neo-maltusianismo escondido en la vertiente autoritaria del ecologismo es lo que más llama la atención a los estalo-yupis. “Aquí no ha pa´tos! Aparta!” Reacción en estado puro. La competencia existe desde que el capitalismo existe, es intrínseco, como es intrínseco el movimietno de personas. Primero, del campo a la ciudad, después de regiones pobres a regiones ricas, ya sean en el mismo continente o en otros diferentes. Dejamos a estos fuera en vez unir fuerzas con ellos? Los neomaltusianos de izquierdas hablan de actuar sobre las causas en los puntos de origen. Es decir, parar las guerras. Ya me dirán que estado capitalista va a frenar su actuación allí mientras sale beneficiado. Qué proponen hacer mientras conquistan este estado tan chulo que tenemos en base al nacionalismo? Crear más CIES para lo que vengan? Apalearles y tirotearles en las fronteras? Pero se creen de verdad que diciendo “no”, la gente va a dejar de venir? Es un chiste? Las vallas y la administración no frenan a nadie, es DISCURSO. Solo la matanza frena a la gente. Que hay más material que huir de la muerte y la miseria, paladines estalo-yupis? Caramelos de colores traigo. Obviamente el antimilitarismo es la respuesta, pero mientras qué? Ayudamos a los racistas en su estrategia? Y cuando se carguen a alguien como en Italia está pasando, nos desdecimos? La culpa era suya por venir? Hasta dónde estáis dispuestos a llegar en esa dirección? No entiendo cual es la incompatibilidad de apoyar el antimilitarismo y defender a los inmigrantes. Aterricen! Los inmigrantes! La inmigración como fenómeno hoy día es un constructo politico para crear un DISCURSO, nuevamente, por parte de los liberales y dividir a la gente! Esto es, añadir otro elemento de competencia. Que la ultraderecha se lo trague es esperable, que lo haga la izquierda indica hasta que punto la derecho avanza. La realidad concreta es que la gente va a seguir huyendo de donde necesite como pueda y cuando pueda. Y el estalo-pijismo no lo va a frenar con su apoyo a una entelequía antiinmigratoria estatal. Mucho “posmo” y mucho tal, pero hasta aquí nos han traído los socialprogres y los eurocomunistas…

    Hace 5 años 6 meses

  20. Repartidor de pizzas

    ERRATA: empezase de una vez a reivindicar la reducción drástica la jornada laboral (no cuestionar)

    Hace 5 años 6 meses

  21. Repartidor de pizzas

    REM, una alianza internacional tanto de Estados como de movimientos para golpear al capital financiero globalizado suena bien. Más lógico sin duda que si lo hace un solo Estado. El problema es que para que una “alianza internacional” de ese tipo sea posible, primero los Estados que la forman tendría que coincidir ideológicamente con planteamientos de izquierda anticapitalistas, y eso hoy en día y menos con el auge de la ultraderecha en todos los países, no se vislumbra. Por eso, antes la izquierda tendría que plantearse llegar al poder político en cada país y siendo su prioridad absoluta frenar a la ultraderecha. Y eso solo se logra atendiendo las demandas materiales de las castigadas clases populares asalariadas y precarizadas que han caído en sus manos por el abandono de unos partidos de izquierda que de un tiempo a esta parte prefieren entretenerse con cuestiones simbólicas postmodernas, gustosamente asumidas por el neoliberalismo, por cierto. En cuanto a la política migratoria, la “izquierda postmodernizada” debería afrontar de una vez sus causas y dejar de centrarse únicamente en las consecuencias como si de un fenómeno atmosférico se tratase. Pero quizá sea demasiado marxista eso de ir a las causas para quienes prefieren explicaciones de tipo azaroso en un supuesto mundo caótico ininteligible. No obstante, mientras las causas sigan intactas, actuar únicamente sobre las consecuencias con la espectacularización del drama humano con tanta ONG caritativa y bondadosa (que vive de la desgracia ajena) y la televisión progre de por medio, poco avanzaremos. Sin actuar en los países de origen y sin denunciar de forma contundente las guerras y el militarismo vinculado a los intereses del capital, recuperando el antimilitarismo (incluido el rechazo a toda fabricación de carácter militar, fragatas incluidas) no se resolverá nada. Si todo lo que se nos ocurre no va más allá de abrir las fronteras de par en par, el neoliberalismo se seguirá frotando las manos y el capitalismo ya tendrá donde rascar más beneficio a costa de la competencia de los de siempre (sean estos asalariados blancos, negros, azules o morados) para continuar su marcha triunfal. Por otra parte, no estaría de más que ante el desarrollo tecnológico y científicos alcanzados y la grave situación ecológica del planeta, la izquierda postmodernizada y sus “pensadores” en vez de aburrirnos con sus constantes teorías y sus loas a las diferencias identitarias narcisistas a base de ingeniería lingüística y significantes de última generación, frente a un mundo donde cada vez va a haber menos puestos de trabajo, empezase de una vez a cuestionar la reducción drástica la jornada laboral y a cuestionar el propio trabajo asalariado como motor indispensable que impulsa el capitalismo que nos aplasta. Pero de esto nada se oye. Desde el “giro lingüístico” obrado por los años 70 en la academia, la cuestión material ha pasado a ser irrelevante, solo existe lo simbólico. Así nos va.

    Hace 5 años 6 meses

  22. cayetano

    REM precisamente, pero mientras concluimos o no la revolución internacional que nos coloque ante la lucha o éxito final, habremos de articular las alianzas sociales territorialmente y sobre el sentido de pertenencia a una comunidad ¿Mientras qué?. No conozco ningún proyecto revolucionario propio, no exportación pseudoinvasora, que no haya construido sus alianzas sociales respondiendo a la realidad de una comunidad de pertenencia definida entre otras cosas, por los límites espaciales de un Estado. Tampoco conozco ningún proyecto de Estado revolucionario que aun siendo por reacción y no por iniciativa propia haya tenido que disputar la escena internacional. Respecto a que el acento no debe situarse sobre la inmigración, totalmente de acuerdo, e igualmente se puede compartir el primer punto que planteas, y la filosofía redistributiva del segundo por desarrollar, de lo que se trata es de sacar la cuestión de la inmigración del debate universalista sobre la bondad o maldad per sé de la misma, fuera del contexto histórico. Se trata de contestar en los términos que planteas en los dos primeros puntos, en la concreción realista. El mensaje más antiracista, antixenófobo que he escuchado estos días lo refieres de pasada en tu comentario anterior y lo centras en éste en el punto tres, estos días también se refiriero a él la TV pública, se han hecho eco de un reputado informe sobre evolución demográfica que estima en 250.000 inmigrantes anuales al año su crecimiento, el impacto de esta inmigración en la evolución demográfica estimada para España, haría que en el años 2.050 fueramos 60mill de españolxs (con independencia del origen). Lo que invertiría la pirámide poblacional que sustentan los estudios e informes sobre la insostenibilidad económica de las pensiones, mandando al carajo dicha insostenibilidad. Granados el Secretario de Estado al hablar de pensiones ha dicho algunas cosas cuestionables (computo de vida laboral a contabilizar para las pensiones), pero también ha incidido en un elemento importante contra el racismo y la aporofobia ante la inmigración, ha dicho que necesitamos más inmigrantes para crecer y mantener las pensiones. Los rojipardostornasolados plantean que hemos de descender del Mundo Ideal para discutir sobre la realidad concreta. REM permiteme la broma, pero tú forma de debatir sobre la concreción, aun desde la acentuación intensiva que realizas de la lucha internacional, te saca del plano universal ético e idealismo Yupi, podría decirse que en ese sentido eres un rojipardotornasolado, o a lo más un mestizo. Decía en comentario anterior del idealismo ético Yupi que ni tan siquiera cabe en él, los marcos de la revolución internacional troskista, entre otras cosas por que su base marxista, materialista no aborda los debates desde el idealismo Yupiético. Un cordial saludo.

    Hace 5 años 6 meses

  23. Rem

    Cayetano, los únicos que proponen la supresión de fronteras sin más, preservando el capitalismo, son los ultraliberales. Aquí se está hablando de expropiar también al capital financiero, para lo cuál no basta el unilateralidad nacionalista, porque no puedes enfrentar a un poder global sin una alianza internacional (ni siquiera aunque la clase obrera controlase los EEUU). Por otro lado, poner el acento en la restricción de la inmigración por parte de la izquierda es un error triple: 1.- Se orienta por un problema que fue inventado por la derecha con propósitos electorales. La realidad es que este es uno de los años de la última década que menos gente ha venido, y en los últimos 5 anos se han esfumado un millón de inmigrantes. 2.- Parte del escenario de escasez artificial del " no hay para todos", cuando sí lo hay si se expropia a los ricos (y ni siquiera haría falta expropiarlos a todos). 3.- Asume que en el actual marco de escasez artificial, el control de fronteras tiene algún papel que desempeñar en la protección de la economía, cuando es justo al revés: si no se ataca al capital global, que sería precisamente lo que acabaría con la escasez artificial, la única manera de evitar que el colapso del sistema de pensiones se acelere será con más inmigración, y no con menos.

    Hace 5 años 6 meses

  24. cayetano

    A Arriamategui, los rojipardostornasolados no parten analíticamente de la exclusión de nadie, sino del reconocimiento de la realidad para transformarla. También hay rojiyupismo que desde el Mundo Ideal no ve la necesidad de modificar su discurso político, aunque se haya mostrado incapaz de frenar al protofascismo, si es que no actúa también proactiva e involuntariamente con él. L@s rojipardostornasolad@s pretender evitar el avance de los protofascistas que deriven en conflictos y miles de personas famélicas en las playas, ahogadas en el mar, o asesinadas en tierra, sean españoles o no. L@s rojipardostornasolad@s, como cualquiera, conocen que el mundo Yupi sin fronteras: primero es un debate Yupi, que sólo se da en el Mundo Ideal de las izquierdas, por mor de discursos éticos-académicos de espaldas a la realidad; segundo, que de situar el debate en ese terreno, se le haría un gran favor a los protofascistas, al confirmar sus afirmaciones sobre la existencia o proximidad del mundo sin fronteras que sustentan su discurso del miedo. L@s rojipardostornasolad@s son conscientes de que la comunidad de pertenencia lo es principalmente de interés material, y se constituye entorno al territorio de un Estado. Por ello, no sé plantean fronteras internas entre la misma comunidad de pertenencia. Por ello, cualquier articulación política en toda la Historia de la Humanidad ha partido de la comunidad de pertenencia, fuera tribu, clan, raza, religión, cultura, en base al mantenimiento, mejora y reproducción de sus condiciones materiales de vida. Todas se aglutinan entorno a unas condiciones materiales y relaciones sociales de un territorio dado en relaciones a sus instituciones de organización y Poder, incluso aquellas que pretendían la disolución de organización y Poder, que hoy son Estados. Y esa incomprensión de las dinámicas sociales y políticas a lo largo de la Historia, ese idealismo Yupi, es lo que sustenta el choque provocado entre realidad e idealismo Yupi. Que no parece frene la aceleración del ascenso protofascista en Europa, sino que se antoja por lo dicho anteriormente es proactivo involuntariamente con él. Luego el debate es falso, no parte de la realidad sino del idealismo reivindicando un Mundo Yupi sin fronteras. Un Mundo sin fronteras que no surge de revolución alternativa alguna al sistema y el mapa geopolítico-económico internacional. El rojiyupismo es puro idealismo que se niega a aceptar la realidad para transformarla, porque ésta no entra en sus cánones de belleza estética o ética; sustituyéndola por su Mundo Yupi Ideal del que discuten, como sí por ello fuera a llegar un Mundo sin fronteras, sin haberse articulado previamente mayorías sociales que sustenten las revoluciones sistémicas necesarias para ello. Este rojiyupismo es a tal punto idealismo que ni la revolución internacional troskista cabe, pues plantean directamente la supresión de las fronteras sin más. Espero al menos, haberte servido para que si no entiendes, al menos comprendas porque los rojipardostornasolados no plantean fronteras internas a un Estado, y la importancia que dan a a la población de un Estado al articular mayorías sociales para transformar la realidad, en pos de un mundo liberado de la dominación entre human@s y la necesidad, respetuoso e integrado dentro del ecosistema, en lo que la Internacional sea socialista o comunista llama la lucha final y la anarquista el éxito final. Un cordial saludo.

    Hace 5 años 6 meses

  25. Rem

    Repartidor de Pizzas, señalas que: "Si desatendemos la demanda existencial de una vida digna de toda esta mayoría asalariada y precarizada que es blanca y que vive dentro de unas fronteras (sin ella elegirlo, por cierto) porque supuestamente eso es “nacionalismo” y esa no es la forma de combatir “correctamente” la globalización capitalista desde el “socialismo postmoderno”, estaremos dejándoselo a huevo a la ultraderecha." Es que no desatiende esa demanda, propone que no se puede abordar sólo mediante el control de un único Estado y el unilateralismo económico y geopolítico (salirse de la UE y luego a ver qué pasa), porque seguirás dependiendo del exterior. Que lo mejor es lograr una alianza interancional tanto de Estados como de movimientos (y con carácter de clase, claro) y golpear el poder global del capital financiero, para luego repartir el botín. Atacar a los capitalistas financieros, ya sea mediante regulaciones o mediante su sóla extinción, no es algo que puedas hacer sólo des de tu Estado Nación, ni tampoco resolverás nada con mayor control de fronteras porque básicamente la inmigración seguirá viniendo y ahogándose en el mar, y dado el carácter de la pirámide de población, que no cambiará a corto plazo, probablemente, no dejar entrar a gente no sea buena idea en unos años para sostener la Seguridad Social. En todo caso, ciertamente habrá menos posibilidad de salarios bajos y de empleo sin contrato si todos los trabajadores tienen derechos, que si un 10% de ellos no tienen ni uno sólo.

    Hace 5 años 6 meses

  26. Arrimategui

    No es díficil corelacionar que si estos rojipardos hubiesen vivido en Francia en el 39 estarían a favor de dejar hacinados a los exiliados españoles en las playas. Cómo integrarlos si joderían el mercado de trabajo y favorecerían el capitalismo! Habráse visto semejante cosa!

    Hace 5 años 6 meses

  27. Arrimategui

    Los rojipardos no explican por qué tiene más sentido excluir a las personas migrantes entre naciones (ya que entre regiones parece que no lo contemplan) que a las mujeres o aquellas personas gordas o feas. Menos competencia laboral, subida de salarios inmediata y todos a disfrutar del estado del bienestar de nuevo. Todo el mundo, excepto a los que les hemos dado la patada, claro. Todo chachi piruli.

    Hace 5 años 6 meses

  28. Lectora

    "La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí."

    Hace 5 años 6 meses

  29. Lectora

    "Los trabajadores no tienen patria. Mal se les puede quitar lo que no tienen. No obstante, siendo la mira inmediata del proletariado la conquista del poder político, su exaltación a clase nacional, a nación, es evidente que también en él reside un sentido nacional, aunque ese sentido no coincida ni mucho menos con el de la burguesía."

    Hace 5 años 6 meses

  30. LET

    "cuando la fuerza de trabajo cuenta con derechos, y con posibilidad de fuga, se deja de vender barata, se empieza a vender cara." La que migra. La que tiene que migrar para obtener mejor precio por su fuerza de trabajo y más derechos. Estás dando la razón a quienes se quejan de la inmigración, Los inmigrados mejoran su nivel de vida, los "nativos"y los inmigrados de oleadas anteriores consideran que rebjajan el mercado del trabajo con la importación de oferta barata donde hay ya un ejército de parados y otro mayor de precarios. Explícalo, que de la maldad intrínseca de los comunistas (que ni entienden a Marx) ya vengo curado. Otro día nos explicas qué aportó a las condiciones de vida de la clase trabajadora (uy, perdón) mayo del 68.

    Hace 5 años 6 meses

  31. Repartidor de pizzas

    Emmanuel Rodríguez en su texto critica algo que atribuye a unos “presuntos marxistas”. Sin embargo, sin tan convencido y clara tiene su crítica, no se entiende por qué no se atreve a indicar a quién o a quienes (con nombres y apellidos) se refiere con lo de “presuntos marxistas rojipardos”. Claro ejemplo por tanto de lanzar la piedra y esconder la mano. Su artículo se reduce a señalar las deficiencias de lo que sería un supuesto “socialismo nacional” coincidente con el imaginado por él mismo. Un “socialismo nacional” incapaz de hacer frente a los poderes financieros globalizados, racista y sin alternativa económica más allá de un capitalismo bueno. No se yo si así pintado el “socialismo nacional” sería la solución a los problemas socioeconómicos planetarios actuales, parece que no, probablemente existan mejores alternativas, pero me temo que la del inventor de términos tan difusos y postmodernos como “multitud” o “imperio” Toni Negri, al que tanto admira Emmanuel Rodríguez, no sea la más adecuada. No mientras se apoyen en la premisa falsa de que hoy en día “la clase obrera: el trabajador blanco, nacional, de la industria decadente, apenas existe” porque independientemente de si los asalariados mayoritariamente hoy son de la industria, camareros o cajeras de supermercado, lo que es una realidad es que, si se quiere cambiar algo y combatir el capitalismo desde la izquierda, más valdría que sus “pensadores” también empezaran por atender y priorizar la situación de lo que históricamente ha sido su base social hoy formado por tanto asalariado de trabajo absurdo, precarizado y desempleado que en el Estado español los hay a patadas. Si desatendemos la demanda existencial de una vida digna de toda esta mayoría asalariada y precarizada que es blanca y que vive dentro de unas fronteras (sin ella elegirlo, por cierto) porque supuestamente eso es “nacionalismo” y esa no es la forma de combatir “correctamente” la globalización capitalista desde el “socialismo postmoderno”, estaremos dejándoselo a huevo a la ultraderecha. Y entonces, cuando esta esté en su máximo esplendor gobernando se podrá seguir especulando sobre el socialismo universal, un planeta sin fronteras y el sujeto político de cambio universal, pero para entonces la “multitud” convertida en base electoral de la ultraderecha, difícilmente responderá a nuestros cantos de sirena.

    Hace 5 años 6 meses

  32. zyxwvut

    Es cuando estos pensadores pasan al "ataque" cuando más en evidencia quedan sus simplificaciones y su lejanía de las clases subalternas que sufren el orden neoliberal. Aquí el señor Emmanuel Rodríguez hace juegos malabares y acumula descalificación tras descalificación genérica para llegar a la misma conclusión de la señora Tatcher: TINA, no hay alternativa. Asukamos el orden neocon y mantengamos esa "elegante" crítica. Ya se ocuparán las ultraderechas de mivil8zar a las clases subalternas, no abandonemmos la "zona de confort" en que estamos instalados los comunes. ¿Para qué reflexionar con lo fácil que es descalificar?

    Hace 5 años 6 meses

  33. c

    Para venderse barato hay que estar ademas MUY presionado por la precariedad, la sinistralidad laboral, los bajos salarios, las privatizaciones, los rescates, el hambre, etc etc etc

    Hace 5 años 6 meses

  34. cayetano

    A LETRA, acabáramos, entonces no tenemos que debatir sobre la incapacidad de la izquierda para frenar a la ultraderecha, sino sobre la maldad de Putín, que como Stalín y su Internacional, esta mangoneando a sus títeres para defender sus intereses. Pues mirá, un debate que nos quitamos de encima, si es cosa de Putín, nada, nada, el avance de la ultraderecha y el gatopardismo, junto a la Crisis económica, emigratoria, los recortes neoliberales..., son todo una maniobra de Putín y sus hijos o lacayos, ya, ya. un cordial saludo.

    Hace 5 años 6 meses

  35. LETRA

    Hablar de "socialismo nacional" es dar carta de naturaleza ideológica a una operación del gobierno ruso para promover sectores de la opinión pública, y organizaciones a derecha a izquierda, que defiendan sus intereses políticos en el resto del mundo.

    Hace 5 años 6 meses

  36. cayetano

    Los gatos son gilipollas, pero saben una cosa, que las explicaciones dadas desde hace tiempo no mueven ruedas de Molino, ni vencen a sus Gigantes. Saben que algo habrán de cambiar para frenar el avance de la ultraderecha, que sólo va a empeorar la situación actual de tod@s. Saben que hay contradicciones a las que no se está respondiendo correctamente y por eso avanzan los protofascistas. Hay quien es capaz de huir ante la realidad de su propia incapacidad, quien no puede mirar a la realidad y afrontar qué algo debe estar haciendo mal, cuando las contradicciones que también analiza, ahora estan siendo rentabilizadas por el protofascismo europeo y mundial. Afrontar con humildad la propia incapacidad demostrada y patente por este avance sería el primer paso para debatir escuchándose todas las partes, si todavía hay quien piensa que sus posiciones no han de moverse un ápice, y quien debe moverse es la Historia para darle la razón, flaco favor le hace a los ideales representados por la historia del movimiento obrero, las izquierdas y el antifascismo. Ya está aquí Vox, ayer fue su celebración de mayoría de edad, pero para muchos dará igual, no cambiaran un ápice sus discursos, tienen la Verdad y les acompaña la Ética. Un cordial saludo.

    Hace 5 años 6 meses

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