1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Testigo de cargo (VIII)

Una maleta de 50 kilos

En mayo de 1992 Pilar Mazaira mató a Pablo Rodríguez, un niño de 12 años, hijo de su socia y vecina. Nunca llegó a confesar los motivos del crimen

Xosé Manuel Pereiro A Coruña , 2/10/2019

<p>Pilar Mazaira ante el juez.</p>

Pilar Mazaira ante el juez.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El 1 de octubre, CTXT abre nuevo local para su comunidad lectora en el barrio de Chamberí. Se llamará El Taller de CTXT y será bar, librería y espacio de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y eventos culturales de toda índole. Puedes hacerte socia/o en este enlace y tendrás descuentos de hasta el 50% en todas las actividades.

“A mí lo que más me impresionó fue, cuando hicieron la reconstrucción judicial del asesinato, fue ver a doscientas personas concentradas en la calle, increpando a la autora, llamándola ‘asesina’ y tirándole papeles. Todavía lo recuerdo, porque yo siempre creí que en todo crimen hay dos víctimas, una es la que muere, pero la otra es quien mata”. Aquella escena impresionó a Manuel Guisande (Santiago de Compostela, 1958), entonces redactor de La Voz de Galicia y al resto de los periodistas que estábamos presentes ante el número 21 de la calle Hospital. Era mayo de 1992, y el sensacionalismo ya había conquistado mucha cuota en la televisión y no solo en la televisión, pero la escena de una turba con ansias de linchamiento (aunque fuese tirando papeles) era una novedad, al menos en A Coruña. Bien es cierto que en aquel crimen se concitaban todos los elementos para exacerbar las pasiones vecinales. La víctima de aquel caso era un niño de 12 años, Pablo Rodríguez Pérez, y la otra parte del binomio criminal, la autora, Pilar Mazaira Álvarez de 52, era socia, amiga y vecina de su madre.

Pilar Mazaira, natural de Toreno (León), hacía meses que había vuelto a residir a su lugar de origen, con su marido, pero aquellos días los había ido a pasar a A Coruña. Vivía en el quinto, un piso por debajo de Purificación Pérez, madre divorciada de tres hijos, de los que Pablo era el menor. Las dos eran propietarias de un gimnasio femenino. El mediodía del 19 de mayo, martes, Pilar se encontró –o esperó, según la acusación fiscal, a la que no deberíamos perder de vista– con el niño, que volvía del colegio de los Salesianos, a unos cien metros de su casa, en donde cursaba 7º de EGB. La mujer lo invitó a subir a su casa, o le dijo que le ayudara con las bolsas de la compra. “Estuvimos charlando unos minutos, y después le dije que estaba muy guapo, y le puse unas medias al cuello, como para hacerle una corbata. Después todo empezó a darme vueltas, me caí al suelo, y cuando recobré el sentido, Pablo estaba muerto”, confesó tanto a la policía como posteriormente en el juzgado.

La homicida confesa no estuvo en libertad más de 24 horas, pero las usó para intentar ocultar el crimen y su participación. Con más esfuerzo que resultado y siguiendo al pie de la letra todos los tópicos cinematográficos. Metió el cuerpo inerte del niño en unas bolsas de la basura –se conjeturó que en ese momento todavía estaba vivo y que murió posteriormente por asfixia–, atado con unas cuerdas de nilón, y después introdujo todo en una bolsa de viaje muy grande que había comprado días antes, dijo, para llevar ropa a Toreno. Sobre las tres de la tarde llamó un taxi, cargó la bolsa con la ayuda del conductor y se hizo conducir a las proximidades de la estación municipal de autobuses, en donde tomó otro taxi para ir a la cercana estación de tren. Allí, pasadas las tres y media, introdujo la bolsa en una taquilla de la consigna, ayudada de nuevo por un empleado de la estación, que después recordaría haberle sugerido repartir el bulto en dos paquetes. En apenas media hora, había llamado la atención de tres testigos.

Un cuarto de hora después, disimulando la voz e impostando acento francés, telefoneó a la madre (al domicilio, no había móviles) para, en nombre de una organización internacional, comunicarle que habían secuestrado a su hijo y a dos niños más. Una hora y pico más tarde volvió a llamar a la aterrada madre, pidiendo un rescate de 30 millones de pesetas (unos 180.000 euros), en billetes usados de 2.000, 5.000 y 10.000 pesetas, además de exigir que no llamase a la policía. Lo clásico. Pese a sus nervios y al acento francés de la secuestradora, Purificación reconoció la voz de su socia. Mientras, Pilar, que había vuelto a casa, atravesó de nuevo media ciudad para acercarse a la zona de las estaciones y comprar en El Corte Inglés una maleta. “La más grande que tengan”, le pidió al dependiente. “Señora, aquí cabe un muerto”, le contestó el vendedor cuando ella cuestionó la capacidad de la valija. Con la maleta, fue hasta la consigna de la estación de tren y metió en ella la bolsa. De allí a la central de Seur, en donde, recuperando otra vez el acento francés y haciéndose llamar Jacqueline Jarraz, facturó la maleta a Madrid, “a recoger en destino”. La empleada de la mensajería recordaría perfectamente que la báscula arrojó un peso de 50 kilos.

Aquella noche, Pilar Mazaira fue a dormir a casa de una amiga. Al día siguiente, miércoles 20, fue detenida. La policía recuperó la maleta en las dependencias de SEUR en Madrid, y descubrió el cadáver de Pablo, envuelto en plásticos y atado. Con él tenía los libros de 7º de EGB, una moneda de 500 pesetas y la obligada flauta para las clases de música. En la autopsia se descubrió que había recibido dos o tres golpes en la cabeza y, según incluyó después en su relato el ministerio fiscal, tenía una dilatación anal. Tanto en la declaración ante la policía como posteriormente ante el juez, Mazaira confesó haber matado al niño, pero no las razones. Por un compañero del colegio de Pablo se supo que la víspera de los hechos, le había rogado reiteradamente que bajase a su piso para darle un anillo. Como bajó con su amigo, Pilar le dijo que se había confundido y le dio un chorizo. Al tiempo que se disparaban las conjeturas, publicadas o no, sobre el móvil –y prevalecían ampliamente las de índole sexual– crecían también las sospechas sobre el estado mental de la infanticida. El viernes, cuando era conducida a la cárcel de A Coruña, al bajar del furgón, Pilar Mazaira pidió a gritos a los periodistas presentes una rueda de prensa “para aclarar los hechos”. Al menos uno, Manuel Guisande, le hizo caso.

“Me presenté en la cárcel al día siguiente diciendo que era familiar suyo, y me pasaron al locutorio. Ella me preguntó quién era, y yo al principio le dije que un vecino, hasta que al poco le reconocí que era un periodista de La Voz de Galicia y que quería conocer su versión de los hechos. Lo primero que me dijo fue. ‘Se han dicho muchas cosas que no son ciertas. Te voy a contar lo que ocurrió, pero escríbelo tal como te lo digo porque los periodistas habéis destrozado a una familia’”. Allí, a través del cristal irrompible, Pilar Mazaira repitió, con algo más de color, la versión de los hechos que se había filtrado a los medios: “Le dije a Pablito que estaba muy guapo, le puse una media para hacerle una corbata y entonces la luz del sol se reflejó en sus gafas y noté algo en mi cabeza, como una espiral que daba vueltas… eso ya me ha ocurrido otras veces y cuando me pasa tengo que sujetarme a algo para no perder el equilibrio y caer al suelo. Ese día perdí el control y me agarré a las medias para no caer al suelo. De verdad, yo no quería hacerle daño, ni mucho menos matarlo”. Según escribió en su momento y ahora recuerda Guisande, “vio que el niño, aunque inconsciente, aún respiraba. Lo movió, y entonces se desmayó. Cuando volvió en sí, comprobó que estaba muerto. ‘Me asusté y no sabía qué hacer; mi única obsesión era que su madre no sufriera. Empecé a sudar y a sudar, sin saber muy bien lo que iba a hacer. Creo que grité y llamé a los vecinos’”.

Como en las películas en las que sin duda se inspiró Pilar Mazaira para su delirante montaje, un funcionario de prisiones les avisó que el tiempo se acababa: “Me desmintió el móvil que le atribuían los rumores: ‘Soy cristiana y católica, el día antes [cuando mató a Pablo] fui a misa. No soy capaz de hacerle eso a un niño; si hubiera querido mantener relaciones sexuales habría buscado un hombre’. También negó que hubiese golpeado al niño y atribuía los hematomas a los esfuerzos para meterlo en la consigna. Dijo que había comprado una maleta grande para que Pablo estuviese cómodo. Era todo muy descarnado. Y me quedé de piedra cuando al final me dijo: ‘¡menuda exclusiva sacarás mañana!’”. Al redactor de La Voz lo acusaron de haberse prevalido de que su padre era juez de vigilancia penitenciaria para conseguir el acceso a la presa. Así que cuando, a petición de su defensa, la ingresaron en el sanatorio psiquiátrico de Conxo, en Santiago, allí se presentó de nuevo.

“Alegué que era un primo, y no me pusieron problemas, pero el portero me dijo que la psiquiatra que la llevaba quería hablar conmigo. Mientras esperábamos, el hombre me consolaba, ‘estas cosas pasan en cualquier familia, no es culpa de usted…’. La psiquiatra me preguntó cómo era ella en familia: ‘la verdad, solo coincido con ella en bodas, cumpleaños…’, me escurrí. Llamó por teléfono y se quedó como volada: ‘Oiga, dice que no tiene ningún pariente’. Solo se me ocurrió decir: ‘¿Tan mal está que no me reconoce?’. Cuando apareció, con un enfermero, estaba completamente sedada, y lo único que le pregunté era si se acordaba de lo que había hecho. ‘Nunca lo olvidaré’, me respondió”.

El juicio se celebró en octubre de 1993 en la Audiencia coruñesa. De su interrogatorio no se le pudo sacar más de lo que le había sacado Guisande en su entrevista de 10 minutos en el locutorio de la cárcel. Pero no se ahorraron los detalles escabrosos. “Estaban empeñados, algunos medios y el fiscal, en sostener que Pilar había intentado abusar sexualmente del niño”, recuerda la defensora, Mari Luz Canal “la abogada más odiada de España aquellos días”, se define la letrada. “La periodista esa rubia que ahora se dedica a la ficción histórica… Nieves Herrero, me llamó 40 veces, sin que le cogiera nunca, y me llegó a mandar un guión de televisión…”.

El Ministerio público lo ejercía el recién nombrado fiscal jefe del Tribunal Superior de Galicia, Ramón García-Malvar Mariño, un personaje peculiar, que escogía para sí los casos con morbo o implicaciones políticas. Cuando la acusación particular llevó como testigo al responsable de una agencia de contactos sexuales para que testificase que la acusada hacía uso de sus servicios, García-Malvar solicitó una investigación por prostitución. Canal recuerda que, en el informe fiscal, contra todos los dictámenes forenses, se afirmaba incluso que se había utilizado la flauta para abusar del niño. La abogada señala que “estaba claro que Pilar Mazaira tenía neurosis de conversión y que sufría espasmos. Una vez me cogió el cordón de las gafas, me lo cruzó en el cuello y me dijo: ‘¿me tienes miedo?’ En realidad, era inimputable, pero yo no quise solicitarlo, solo la eximente incompleta, porque la habrían encerrado para toda la vida en un psiquiátrico”.

Pilar Mazaira fue condenada a 20 años de prisión y a indemnizar con 25 millones de pesetas al padre, madre y hermanos de su víctima. Gracias a la reforma penal de 1995, quedó libre después de cumplir seis años. Más o menos por esas fechas salieron a subasta en la Audiencia de A Coruña las propiedades de Mazaira, entre ellas el quinto del número 21 de la calle Hospital. Lo compró el hermano mayor de Pablo Rodríguez “para que mi madre no se encuentre en el portal con nadie que no quiera ver”.

El 1 de octubre, CTXT abre nuevo local para su comunidad lectora en el barrio de Chamberí. Se llamará El Taller de CTXT y será bar, librería y espacio de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Xosé Manuel Pereiro

Es periodista y codirector de 'Luzes'. Tiene una banda de rock y ha publicado los libros 'Si, home si', 'Prestige. Tal como fuimos' y 'Diario de un repugnante'. Favores por los que se anticipan gracias

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí