1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Burocracia y élite

Nadia Calviño y su red de Tecos abocan a España a la UCI económica

La vicepresidenta, el seguro de vida de Sánchez en Bruselas y Berlín, dirige un ministerio ultraortodoxo y endogámico

10/04/2020

<p>Nadia Calviño.</p>

Nadia Calviño.

Luis Grañena

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El acuerdo alcanzado el jueves 9 de abril por el Eurogrupo para una salida coordinada de la crisis representa un arma de doble filo. Por una parte, pone en marcha un programa de liquidez de 550.000 millones de euros destinado a la protección de los Estados, las empresas y los trabajadores en riesgo de ser despedidos. Por otra parte, implica un ‘No’ definitivo a los Coronabonos y a toda posibilidad de emisión de deuda mutualizada, protegida por la rúbrica de todos los países de la eurozona. Exento también de toda posible compra directa de deuda pública por parte del Banco Central Europeo –prohibida, por ahora, en los Tratados de la UE–, el acuerdo, además, se muestra todo lo ambiguo posible en lo que los países del norte denominan la “condicionalidad” de las ayudas. Algo que hace recordar a las naciones del sur el fantasma de 2010: la obligación de realizar reformas estructurales lesivas para la mayoría de la población, el empleo y el crecimiento económico. 

Ante la posibilidad –alentada por determinadas manifestaciones de los dirigentes holandeses– de que las ayudas se tornaran en rescates con exigencias draconianas, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha mantenido durante la negociación una postura profundamente crítica. La actitud de Conte contrastaba con la ambigüedad de la ministra española de Economía, Nadia Calviño, que en el curso de lo que amenaza con convertirse en una segunda Gran Depresión, ha manifestado con claridad su afinidad incondicional con los criterios más ortodoxos de la eurozona y la posesión, además, de una agenda propia separada del proyecto del Ejecutivo. 

Fuentes del gobierno coinciden en la desconfianza creciente del presidente en un ministerio cuya titular podría aspirar en el futuro a un puesto protagonista en la Comisión Europea

El papel de Calviño en Economía –reforzada como vicepresidenta económica, con un amplio derecho de veto; ex alta funcionaria de la Comisión Europea; y mediadora cualificada para la gestión de los asuntos comunitarios– representa un ‘seguro de vida’ para un gobierno progresista que atraviesa un periodo de extrema dificultad financiera en el que la confianza de Bruselas y de los mercados se juzga imprescindible. Una actualización más cruda aún de lo sucedido con el exministro Pedro Solbes, que en 2004 pasó de ser el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión –el rígido guardián de los criterios de déficit y deuda que quiso sancionar a Francia y a Alemania– a ser el titular de la cartera de Economía y Hacienda del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.  

Pero el seguro que Calviño representa puede tener un coste político muy alto. El perfil de la ministra y de su densa e integrada red tecnocrática, los conocidos como Tecos –Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, uno de los cuerpos más cualificados de la Administración–, parece haber adquirido una dinámica propia sincronizada con las perspectivas de Bruselas, y en continuo contraste con las intenciones de un ejecutivo progresista que ha declarado que la presente crisis no dejará a nadie atrás.

Fuentes del gobierno coinciden en la continua oposición entre las carteras de Economía y Trabajo, en la desconfianza creciente del presidente en un ministerio cuya titular aspira a un puesto protagonista en la Comisión Europea, y, sobre todo, en unas medidas, las de los préstamos y avales para facilitar la situación a las empresas, que, gestionadas por la banca, exigen de unos trámites burocráticos y unas condiciones específicas –con tipos de interés y pólizas seguros que se añaden a menudo como coste obligatorio– que están suponiendo infinitas dificultades para que el dinero llegue a una economía real diversa y en una situación de extrema precariedad por el estado de alarma. 

La manifiesta separación de la realidad –o la excesiva cercanía a las grandes empresas, que cuentan con muchos más recursos y conocimientos para lograr este tipo de financiación– advierte sobre el carácter de la élite burocrática cerrada que se ha consolidado en el Ministerio de Economía, para algunos un reino germánico en el que las hojas Excel se han convertido en la única fuente de adopción de decisiones, y al que se atribuye, además, el empeño en conceder 15 millones de euros de ayudas a las televisiones privadas y las TDTs. 

Redes Tecos bipartidistas

La red social de Nadia Calviño.

La red social de Nadia Calviño.

Una élite centrada en sí misma que, como consecuencia de ello, carece de la necesaria diversidad ideológica, como quedó reflejado en 2018, cuando Calviño agradeció, en su primera toma de posesión como ministra económica, el papel del exministro popular Román Escolano como preparador de sus oposiciones. Escolano había sucedido durante unos meses al exbanquero de inversión Luis de Guindos que, desde la vicepresidencia del Banco Central Europeo, despacha periódicamente con la ministra, a cuya jefa de gabinete, la también Teco Carmen Balsa, conoce de antiguo, y a quien menciona destacadamente en su libro –España amenazada– sobre la gestión de la crisis financiera. 

A Carmen Balsa –esposa de David Vegara, secretario de Estado de Economía con Solbes, que también tuvo a Calviño como directora general de Defensa de la Competencia–, se une la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva Fernández, Teco y sobrina de otro Técnico Comercial, el exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO). 

La red de Tecos es altamente cohesiva y está mayoritariamente organizada en torno al ministerio de Calviño, una concentración de poder burocrático alternativa a la de los abogados del Estado, que en los años del PP y de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría colonizaron puestos clave en las secretarías, direcciones generales y asesorías jurídicas de casi todos los ministerios hasta 2018. Si la promoción de abogados de 1996 fue denominada ‘La Gloriosa’, con una gran mayoría de juristas en posiciones estatales decisivas, la de Calviño, correspondiente al mes de mayo de 1994, podría bien apodarse ‘La Teutónica’, con Tecos ejerciendo altísimos cargos en el ejecutivo de Rajoy, como los de presidente de AENA (Jaime García Legaz), ADIF (Enrique Verdeguer) o la SAREB (Belén Romana), precisamente durante los años de mayor ajuste tutelado por Bruselas. 

Economía no se mueve aunque las urnas digan lo contrario. Esto se comprueba con claridad en el cargo de secretario general del Tesoro y Política Financiera, Carlos San Basilio, que trabajó para el Banco Santander y que ya ocupara una posición similar en el último ejecutivo de Mariano Rajoy; o en el de su subordinado, el director general del Tesoro Pablo de Ramón-Laca Clausen, perteneciente a una familia de altos funcionarios de amplísimo patrimonio y gestión de varias SICAV, células financieras de elusión fiscal que el nuevo gobierno se había comprometido a devolver a la Agencia Tributaria. 

Nadia Calviño es la vicepresidenta ‘alemana’ –u ‘holandesa’– elegida para no dar miedo a los poderes que no cambian con los comicios, en un periodo en el que las necesidades de la sociedad española requieren de puntos de vista radicalmente distintos, incluso de una ‘economía de guerra’, como han llegado a afirmar algunos expertos de la corriente mayoritaria. El editorial del periódico alemán Der Spiegel describía hace unos días una realidad escalofriante: “Si Italia, España y Francia tuvieran que aplicar generosos programas de ayuda y garantías similares a los de los alemanes para sus economías detenidas, para evitar la masacre de las empresas, no se necesitarían miles de millones, sino millones de millones de euros”. Con la ministra de Economía y su red de delegados de una Troika que ya ha abierto un ojo, ¿el escudo social será realmente social? El confinamiento ideológico continúa.

--------

Fe de Errores. En la primera versión de este artículo se decía que Carlos San Basilio fue alto cargo del Santander. En realidad ocupó un puesto de técnico en Comunicación. 

El acuerdo alcanzado el jueves 9 de abril por el Eurogrupo para una salida coordinada de la crisis representa un arma de doble filo. Por una parte, pone en marcha un programa de liquidez de 550.000 millones de euros destinado a la protección de los Estados, las empresas y los trabajadores en riesgo de...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

11 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Andres

    Oye Alberto, de machismo nada, las cosas son asi y asi son. ¿Es que crees que la frase hay que colocar al niño solo vale para el niño? ¿y la niña? Entre nuestra burguesia que nutre los "cuerpos de elite del estado" el niño y la niña se recomiendan como hace cien años. Conoci un caso donde la titi en cuestion entro con un nivel 26 ( unos 45.000 EUR ) y en 6 meses, cinco minutos antes de que Zapatero tomara posesion, paso a un nivel 29 (unos 80.000 EUR) el Director general resulta que fue su preparador. ¿machismo? Otro caso conocido -tambien lo vivi- es el de las hermanitas Navarro de las Heras, los hermanos lo dejamos para otra, solo te remito a un articulos de vozpopuli, rojos de toda la vida. https://www.vozpopuli.com/espana/Ministerio_de_Hacienda_y_Administraciones_Publicas-Direccion_General_del_Catastro-Belen_Navarro_Heras-Rosana_Navarro_Heras_0_526447363.html Lo mas gracioso es el cometario de SPQR en este articulo. "Lo más cachondo del caso es que el articulista tiene la humorada de ponerlo en interrogación.¿Chanchullo?No hombre,no.Es que la hermana pasaba por allí. ". En cuanto a sus meritos, solo te digo que hay mas limpieza en las oposiciones a administrativo que a cualquiera de esas de alto nivel. ESso si hablan ingles

    Hace 3 años 11 meses

  2. Alberto

    Este artículo destila un machismo que jamás esperé encontrarme en CTXT. La ministra se presenta como la "hija de", su jefa de gabinete es la "esposa de", y la secretaria de estado es la "sobrina de". Además, en el caso de la jefa de gabinete y la secretaria de estado, solo se las presenta así, obviando cualesquiera méritos de sus carreras profesionales. ¿Hemos vuelto a los tiempos del franquismo, donde las mujeres solo podían ser definidas en relación a un varón de su familia? Porque este tratamiento de "señora de" no se da en NINGUNO de los varones de los que habla el artículo. ¿O acaso hay varones cuyo ego no puede soportar que los tres puestos de mayor responsabilidad en el ministerio de economía estén ocupados por mujeres? ¿O tal vez a alguien le molesta que todos los altos cargos de este ministerio sean funcionarios de carrera, especializados en economía, y no enchufados a dedo que no se sabe de dónde salen? Por último, una reflexión personal: el periodismo de calidad consiste en dar datos, no en lanzar apreciaciones subjetivas sin ningún soporte que las sustancie. Las negociaciones en la UE son enormemente complejas, hay que poner de acuerdo a 27 países con agendas muy distintas, y España no puede imponer su agenda a los demás.

    Hace 3 años 11 meses

  3. Alberto

    Este artículo destila un machismo que jamás esperé encontrarme en CTXT. La ministra se presenta como la "hija de", su jefa de gabinete es la "esposa de", y la secretaria de estado es la "sobrina de". Además, en el caso de la jefa de gabinete y la secretaria de estado, solo se las presenta así, obviando cualesquiera méritos de sus carreras profesionales. ¿Hemos vuelto a los tiempos del franquismo, donde las mujeres solo podían ser definidas en relación a un varón de su familia? Porque este tratamiento de "señora de" no se da en NINGUNO de los varones de los que habla el artículo. ¿O acaso hay varones cuyo ego no puede soportar que los tres puestos de mayor responsabilidad en el ministerio de economía estén ocupados por mujeres? ¿O tal vez a alguien le molesta que todos los altos cargos de este ministerio sean funcionarios de carrera, especializados en economía, y no enchufados a dedo que no se sabe de dónde salen? Por último, una reflexión personal: el periodismo de calidad consiste en dar datos, no en lanzar apreciaciones subjetivas sin ningún soporte que las sustancie. Las negociaciones en la UE son enormemente complejas, hay que poner de acuerdo a 27 países con agendas muy distintas, y España no puede imponer su agenda a los demás.

    Hace 3 años 11 meses

  4. Fernando Blanco M.

    No sé a qué tanto escándalo. Desde el momento en que formamos parte de una UE neoliberal, nuestra economía tiene que cumplir la ortodoxia financiera.

    Hace 3 años 11 meses

  5. MP

    Si todo esto es cierto, no sé qué hace esta señora defendiendo nuestros intereses en europa. No hay nadie más? Hay alguien en este gobierno haciendo lo que le toca? 

    Hace 3 años 11 meses

  6. Tropxjuxt

    En la izquierda hay auténticos-as expertos-as en economía. No entiendo qué hace Nadia Calviño como ministra de economía. No cuadra, no encaja. Es una troll que ya ha dado muestras desde el inicio de su andadura ministerial, de ir en contra de la solidaridad, de la beneficencia con los necesitados y de favorecer a sectores neoliberales españoles y europeos. Cuando ha hecho algo útil para la gente de a pie es porque no la quedaba otro remedio. No hay más ciego-a que quien no quiere ver. Creo que más pronto que tarde Calviño será desterrada del gobierno por ir contra los acuerdos y principios con UP. Al tiempo, porque los acuerdos y principios con UP son para resolver los problemas que ocasionaron gente como ella y sus amistades. Está para generar problemas a los ciudadanos, no para resolverlos.

    Hace 3 años 11 meses

  7. Abilio

    Por lo visto, en España no puede haber un gobierno "progresista" sin un troyano al frente de Economía. Una troyana de perfil harto dudoso, que encajaría mejor en un gobierno neoliberal. Si esto es la Unión Europea, habrá que empezar a considerar lo que dice el presidente portugués: ¿merece la pena seguir dentro?

    Hace 3 años 11 meses

  8. Andres

    JA JA JA !!! Señor Villena, veo que tiene usted unos atentos lectores.... entre los autodenominados cuerpos de elite del estado, en este caso los teco, estos individuos corruptos mas preocupados por servir a sus amos de Bruselas-Mordor que al pueblo que les paga sus abultadisimas nominas deben ser cotrolados lo mas estrechamente posible y ademas liquidados como lo que son: miserables orcos al servicio de Sauron-Berlin. Menudos mierdas , se lo dice un funcionario que tuvo que aguantar sus carismas exigencias en cuanto equipamiento informatico personal ( mas de 8.000 EUR por barba y sin devolucion), retorcer presupuestos, retorcer concursos para que ganen los que deben ganar y otras cien mil canalladas diarias.

    Hace 3 años 11 meses

  9. josegdemiguel

    Todos los periodistas nos cuentan historias. En este caso se trata de un cuento de hadas, con una bruja ortodoxa económicamente (seguramente una neoliberal encubierta) apoyada en la secta de los "tecos" enaninos infiltrados en la administración económica para servir los intereses de la ortodoxia económica que lidera su jefe. Para contar esa historia no importa que algunas cosas no cuadren (como que por ejemplo que el Secretario General del Tesoro -que es, como Minaya para el Cid, el mio brazo derecho- leve 10 años trabajando en el sector público, se le califica igual de "ex alto cargo del Banco Santander" y se pretende su descalificación diciendo " que ya ocupara una posición similar en el último ejecutivo de Mariano Rajoy"), se falsea un poquito la realidad. No está mal para los ingenuos, los fanáticos y los apocalípticos. Sin embargo, vale la pena recordar, por tomar un botón, que los que avalemos los préstamos a PYMES y autónomos que va a canalizar el ICO, que somos todos los españoles, incluso los más vulnerables, dormiremos más tranquilos si los bancos que les presten el dinero corren con parte del riesgo de la operación y tengan, con ello, un interés en que nuestro dinero sea devuelto siempre que sea posible. Como se ve, siempre hay buenas, y malas, historias.

    Hace 3 años 11 meses

  10. Fernando MARTINEZ Gonzalez

    Querría creeros pero en una simple pasada detecto dos errores tremendos, 1 José María Calviño, es su padre, normal que tenga vínculos familiares y tuvo, hace muchos,muchos años vínculos con TVE y con el socialismo guerrista, pero ,como decimos en GALICIA, choveu e moito. Y 2. En lo de Adif  el presidente que citáis ya se lo cargó el propio Pp, y al que lo sucedió se lo cargó el actual ministro de Fomento. La actual presidenta de Adif no es técnica comercial del estado, es ingeniera,eso si es gallego y del psoe. Estoy comprobando el resto de las flechas, dado que sí es cierto que los abogados del estado de Soraya han perdido una batalla ante los tecós, pero siguen una guerra de siempre entre dos cuerpos de élite de funcionarios del estado, que si son un clan terrible en su conjunto.

    Hace 3 años 11 meses

  11. cayetano

    Qui lo sá si Calviño es parte de una casta que reproduce ideologías para defender intereses, pero el artículo nos desgrana el engranaje de una red que presenta ideológica y comulgante con los intereses financieros por encima de los generales. Y no sé cuál es la posición real de Nadia respecto de los coronabonos, públicamente los ha defendido y con independencia de su sinceridad, no creo que la posición de España dependa de Nadia, sino más bien al contrario, está ahí por la posición o contexto español. Pero con independencia de ello, entramos en un período en que necesitamos regar con financiación a todos los agentes económicos, sector público, empresas privadas y hogares, pretendiendo recuperar la economía. La cuestión central con independencia de desarrollos es sí esa financiación será intermediada por la banca privada que recibirá los prestamos para administrarlos ellos, teoricamente al objeto de distribuirlos con el mismo objetivo que sí fuera el Estado y no la banca privada quién percibiera directamente dichos prestamos públicos. Pero evidentemente la primera diferencia sustancial es que esa cantidad ingente de financiación público se transferiría a coste cero no a los Estados sino a las entidades privado-financieras. Entrando dicho volumen de transferencia financiera de pública a privada, dentro de las cuentas de resultado de las entidades financieras, bancos o no que entrarían a comprar la Deuda emitida por el Estado, como un agente más del mercado. Ante esta crisis no es que así se controlara mejor o peor la inflación (elemento depreciador de los montos adeudados) pues una crisis económica del calado planteado por una escasez muy intensa igualmente podría disparar la inflación y con resultados más desastrosos económicos y desde luego sociales; es que así se aseguran un mayor control sobre su tasas de beneficios financieros. Y claro está las propiedades de las grandes corporaciones son mayoritariamente una red entreverada de capitales financieros más o menos institucionalizados. Pero es que además, si la financiación pública fuera directa al Estado, estaríamos hablando de la práctica exclusión de la finanzas privadas de los próximos planes de acción gubernativas en el desarrollo de modelos económicos que van a ser estructurales, menor tajada del león en una época de vaca flacas. Sí la financiación de primera necesidad a las familias es prestada directamente por el Estado, si la misma también es prestada a las empresas, donde se queda el elemento especulativo-financiero que tanto pesaba en la cuenta de resultados del sistema financiero. Pero es que además, si en nuestro razonamiento nos desprendemos de lo accesorio alcanzaremos una realidad que por tosca en su simplicidad, no deja de atravesar todo el razonamiento: hemos paralizado la economía, tenemos la economía a ritmo basal bajo, aletargada, de forma que la riqueza material que se monetiza no está al 100%. Así las cosas cualquier política que intente mantener el nivel de vida del conjunto de ciudadan@s, necesariamente pasa por una redistribución más justa de lo existente. ¿ Y qué efecto tendría una financiación de la actividad, consumo e inversión económica con un endeudamiento del sector público con el sector público? Evidentemente el efecto de esa deuda consigo mismo del sector público no sería otro que una redistribución más equitativa de la desigualdad precedente a la pandemia. A lo que estamos asistiendo es a la resistencia de las entidades financieras de las potencias acreedoras de la Europa Septentrional, a todo lo que significan, que muestran una gran incomprensión de la extraordinaria realidad por excepcional, y no quieren quebrar sus máximas ideológicas para tiempos convencionales. Esta posición la sustentan porque la inercia de posiciones políticas y culturales originidas en esos intereses económicos es demasiado fuerte, gracias a que en sus países de origen pueden permitirse ante la evolución de la pandemia, la falsa apreciación de que pueden salir por sí de ese letargo dada su menor endeudamiento público, y acariciando salidas autárquicas y docillidad de un Sur dispuesto a sacrificarse manteniendo las relaciones económicas, aún más ventajosas para ellos con el endeudamiento Mediterráneo. Pero están muy equivocados todos perderemos en soberanía material en capacidad de autonomía y voz propia sobre nuestro futuro, porque la UE se romperá y quedaremos aislados en un Mundo globalizado, que cada vez se dibuja más polarizado entre dos potencias económicas, la que defiende su corona y la emergente. La única salida real o material de esta Crisis es la instrumentación de financiación pública para su deuda pública, que resultaría en una suerte de año sabático, instrumento muy antiguo en la historia de la Humanidad que arbitraban cuando la Deuda adquiría unos niveles insoportables socialmente, de forma que ese año se condonoban todas las Deudas. Aquí no hablamos de condonar todas las Deudas, pero sí de sacar del circuito financiero-especulativo la financiación publica sea a través de las instituciones e instrumentos que sean. Y sí, lo que hemos de conseguir es una reactivación de la economía al redistribuir la riqueza existentes de forma menos desigual, resultado final de que los préstamos al Estado no se cobren y este pueda garantizar niveles dignos de existencia a las familias y supervivencia a las empresas. Algo así, es lógico que rompa todos los esquemas y confronte con los intereses financieros, ahora no sólo es el momento de Europa, sino que es cuando la Democracia Europea demostrará estar o no a la altura de los tiempos. Un cordial saludo.

    Hace 3 años 11 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí