1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Señales de humo

El ingeniero canario que transformó la Rusia de los zares

Ana Sharife 16/08/2020

<p>Sello ruso realizado por el 250 aniversario del ingeniero y arquitecto Agustín Betancourt.</p>

Sello ruso realizado por el 250 aniversario del ingeniero y arquitecto Agustín Betancourt.

Michael Romanov

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Sobre el río Malaya Nevka se extiende un puente que conecta las islas Aptekarsky y Kamenny. Sus arcos le dan cierto carácter romántico al paisaje de San Petersburgo. Es una de las cientos de obras de gran envergadura que el ingeniero Agustín de Betancourt y Molinas (Tenerife, 1758–San Petersburgo, 1824) proyectó por todo el imperio ruso durante sus 16 años de servicios para el zar Alejandro I, quien lo nombraría mariscal del Ejército ruso.

Agustín de Betancourt, para muchos el ‘Da Vinci’ de la ingeniería, fue designado inspector del Cuerpo de Ingenieros de Comunicaciones de San Petersburgo, y general en el departamento de Vías de Comunicación, la mayor maquinaria de ingeniería del imperio, creada para ejecutar “misiones especiales de su majestad. Estos cargos le  permitieron transformar la Rusia de los zares, convirtiéndose así en uno de los ingenieros más prestigiosos de Europa. 

Betancourt, para muchos el ‘Da Vinci’ de la ingeniería, fue inspector del Cuerpo de Ingenieros de Comunicaciones de San Petersburgo

Quien visite San Petersburgo se sorprenderá al descubrir que el tren rápido ‘Smena’ que circula entre Moscú y San Petersburgo se llama como el ingeniero civil y militar canario, que uno de los canales lleva su nombre, que su figura cuenta con un busto en el recinto de la Universidad de Ingeniería de Ferrocarriles de San Petersburgo, que él mismo fundó y de la que fue su primer rector, o que, en 2008, Rusia emitió en un precioso sello postal con su rostro, conmemorando así los 250 años de su nacimiento.

Incluso las inscripciones de la hermosa Catedral de San Isaac están escritas en ruso y en español. La explicación se encuentra en el encargo que el zar Alejandro I hizo a Agustín de Betancourt sobre los aspectos técnicos de la reconstrucción de la más suntuosa y grandiosa de las iglesias de la ciudad y uno de los monumentos neoclásicos más interesantes de la arquitectura rusa del siglo XIX. Los guías turísticos suelen explicar los ingeniosos mecanismos elevadores de las columnas (de una pieza) y andamios diseñados por un ingeniero español. 

No hace mucho, una nota de prensa llegaba a las redacciones de los periódicos españoles. Las autoridades de San Petersburgo anunciaban su decisión de llamar Betancourt al puente sobre un afluente del río Neva que unirá las islas de Petrovski, Serni y Dekabristov. Una idea del rector de la Universidad Estatal de Ingenieros de Caminos de San Petersburgo, que el científico canario fundó en 1809. Pero, ¿quién fue este prestigioso científico nacido en Tenerife al que 200 años después de su muerte, Rusia sigue rindiendo honores? 

Primer vuelo español en globo

Agustín de Betancourt nació en el seno de una familia de ideas liberales e ilustradas de la nobleza local del Puerto de la Orotava (Tenerife). Sus padres eran exportadores textiles –la seda constituía una industria al alza en las islas, aunque su historia resultara efímera–, y el pequeño Agustín inventaría junto a su hermana María una máquina para el hilado de la seda. Dado el enorme interés del joven en las maquinarias, su padre, teniente coronel de Infantería, lo envía a estudiar a los Reales Estudios de San Isidro (Madrid), donde se forma como ingeniero. 

Poco después de acabar sus estudios el joven comienza a realizar trabajos para el Estado, en una España donde la revolución científica europea apenas había tenido eco. Los especialistas en historia aeronáutica Ángel Pérez Heras y Carlos Lázaro, señalan en La Aerostación en España (1995) que el primer vuelo español en globo aerostático “de tafetán barnizado” fue en noviembre de 1783, ante la Corte Real, bajo la dirección de Agustín de Betancourt y Molinas. 

Como premio, el joven recibe una beca para estudiar Química y Geología, luego amplía sus conocimientos en Metalurgia y Física en la Escuela Nacional de Puentes y Carreteras de París, así como Geometría y Arquitectura subterránea, y más adelante Hidráulica y Mecánica, en una fecha en la que Agustín ya había ascendido, en una carrera militar paralela, a teniente del regimiento de milicias de La Orotava.

España era un erial con respecto a los desarrollos técnicos que surgían en Europa, así que sus viajes a París y Londres (comisionado por el Gobierno español) se vuelven constantes. Permanece en ambas ciudades largos meses observando, entre la investigación científica y el espionaje industrial. 

La telegrafía 

En 1792 se inaugura un Gabinete de Máquinas en Madrid, del que fue nombrado director, y donde publicó el primer Catálogo de modelos, planos y manuscritos, que incluía 270 máquinas, 358 planos y más de 100 memorias con 92 gráficos, todos los cuales había recogido o diseñado durante sus estancias en Francia o Inglaterra, entre ellas La máquina eólica para desaguar terrenos pantanosos (diseñada en 1789), el Termómetro metálico (que inventó con Breguet), una Prensa Hidráulica para uso Industrial (que patentó junto con Perier), o su Memoria sobre la Purificación del carbón piedra, entre muchos otros.

En 1797 fue nombrado inspector general de Puertos y Caminos y se le encomienda la instalación de la primera línea española de telegrafía óptica entre Madrid y Cádiz. Aún no existía la corriente eléctrica, la botella de Leyden era el único dispositivo para almacenar energía eléctrica, Alessandro Volta no había descubierto la pila eléctrica y quedaban 40 años para que Samuel Morse inventara un sistema de telegrafía. 

Durante una de sus estancias en Inglaterra, Betancourt había tenido la oportunidad de observar el telégrafo óptico de una línea entre Londres y Deal, pero él presenta el prototipo y los planos de un telégrafo eléctrico en el que venía trabajando desde 1787, y cuyo papel sería fundamental en el desarrollo de la telegrafía. Utilizó una línea digital (con 8 alambres de señal y uno para el retorno), pero dadas las dificultades que existían en aquel tiempo, optó por una solución más segura: la telegrafía óptica que, finalmente queda restringido a la línea Madrid–Aranjuez por falta de fondos.

En 1802, las compuertas de madera del Pantano de Puentes (Lorca) cedieron por el ímpetu de las aguas represadas y arrasaron casi por completo el barrio de San Cristóbal de Lorca, dejando a su paso más de 600 muertos en la mayor tragedia hídrica de la historia de España. Los responsables de la obra no habían hecho caso a los informes negativos de algunos arquitectos e ingenieros que advirtieron del peligro que conllevaba construir un pantano en una zona arenosa. Tras este dramático suceso, Betancourt consigue que se cree la primera Escuela Oficial del Cuerpo de Ingenieros de Caminos de España para formar especialistas en ingeniería civil, redactó su plan de estudios y asumió la dirección hasta 1807. También fue nombrado inspector del Cuerpo de Ingenieros Ferroviarios, y se le encargó la organización de un cuerpo de ingenieros ferroviarios. 

Ese año el científico tinerfeño se traslada a París, donde presenta en la Academia de Ciencias la memoria Nuevo sistema de navegación interior, el proyecto de esclusa de émbolo-buzo aplicable a los canales de poca navegación (que había inventado en 1801), así como la obra Ensayo sobre la composición de las máquinas que había estado escribiendo desde 1803 junto con el ingeniero José Lanz (primera edición francesa de 1808, e inglesa en 1820) convirtiéndose en un libro de texto de gran difusión en toda Europa. 

Revoluciona Rusia

Tanto sus patentes como obras publicadas sorprendieron al zar ruso Alejandro I que, a través del ministro Rumiánstsev, invita a Betancourt a visitar Rusia y recorrer sus principales industrias y las vías de comunicación del imperio. La Academia de Ciencias de Francia le había escrito una carta al zar que decía “no existe en el mundo otro sabio con mayor capacidad que Betancourt para que le organice su vasto Imperio”. Poco tardó el zar en pedirle que se quedara en su corte. 

Perseguido por Godoy y la Inquisición (la ciencia y la técnica eran vistas con desconfianza), estalla el Motín de Aranjuez y la guerra de la Independencia española que enfrentó a las potencias aliadas de España contra el primer imperio francés, huyendo incluso de Napoleón, el ingeniero decide establecerse en Rusia con su mujer y sus tres hijas. 

El zar le pidió que dirigiera un inmenso plan de obras en el imperio. Sólo al contemplar las más de 40 islas y 60 ríos de la ciudad de San Petersburgo, Betancourt entendió que le esperaba un enorme trabajo por delante. La historia de esta ciudad puerto en el mar Báltico está unida a la de sus canales y puentes, no sólo en la estructura y trazado urbano, sino que además conforman una parte significativa del patrimonio histórico artístico de la misma, en la que el ingeniero canario trabajó durante 16 años. 

Nada más llegar a la antigua capital imperial ejecuta la limpieza del Puerto de Kronstadt (una pequeña isla fortificada en el golfo de Finlandia) con una potente draga de vapor (una draga de rosario acoplada a una máquina de vapor con dos pistones), la primera instalada en barcos fluviales en Rusia, que el Ministerio de la Marina de Guerra financia, y que el ingeniero había presentado en París en 1789 y quiso utilizar en Cádiz, pero la comisión de Marina de entonces, en 1792, desestima. En Rusia constituye toda una revolución. 

El científico y militar español se convierte en precursor de muchas obras civiles y militares. Sólo en obras públicas proyecta una inmensa red de canales como arterias de comunicación de aquel vastísimo imperio, ejecuta el abastecimiento de aguas a distintas poblaciones rusas a orillas del Volga, entre ellas Nizhni Nóvgorod (una de las ciudades más poblada del país), el proyecto de trasvase de agua potable a Kazán, impulsa la navegación a vapor, la construcción y reparaciones de esclusas, vías de navegación interior, entre otras infraestructuras, construcción de puentes y caminos acueductos y ferrocarriles, los caminos del sur del Cáucaso, con lo que organizó todo el sistema de transporte del imperio ruso. 

El zar le encomienda además el Proyecto del Obvodny, el más largo del canal en San Petersburgo, que hacía de frontera de la ciudad con los suburbios en la otra orilla, que no es solo una instalación hidrotécnica de calidad de vanguardia para su época y una importante vía fluvial entre el puerto y la parte alta de Neva, sino parte de la imagen artística de la ciudad, tan importante para la cultura como Nevsky Prospekt; también construye el puente que avanzará sobre la inmensa anchura del río Neva desde la orilla arenosa del río Izhora y el Slavyanka. 

En 1809 Agustín de Betancourt funda la Universidad de Ingenieros de Caminos y Canales de la Rusia zarista, donde trabajó durante dieciséis años formando ingenieros. En ese año es ascendido a teniente general del Ejército ruso y designado Inspector del Instituto del Cuerpo de Ingenieros. En 1816 se crea en San Petersburgo el Comité de Construcciones y Obras Hidráulicas, al frente del cual se puso al científico canario, para la urbanización y el ornato de la ciudad, la mejora del trazado de las calles y la urbanización de los suburbios.

Agustín de Betancourt muere en San Petersburgo, en 1824. Murió rodeado de obras de arte que había adquirido a lo largo de su vida, entre ellas dos Murillos

El zar le pide que coordine la reconstrucción urbana de prácticamente todo el imperio, una tarea en la que participó proyectando y dirigiendo infinidad de proyectos. Como arquitecto supervisó los planos urbanísticos y la construcción no sólo de la capital imperial, sino entre otras ciudades de puerto rusas como Kronstadt, o Nizhny Novgorod, el principal recinto comercial del siglo XIX, siendo el planeamiento urbanístico de la Feria de Macarief, que comprende miles de edificios y está levantada en la confluencia de los ríos Volga y Oká, la obra más importante de Betancourt en Rusia.

Con el objetivo de combatir las falsificaciones de dinero de los franceses durante la ocupación, construyó la Fábrica de Papel Moneda (Goznak) que imprimió los primeros rublos de calidad, con lo que en 1820 se procedió al cambio total de los billetes que circulaban en Rusia. Se le encomendó también la reforma de la Planta de Armas de Tula (la primera fábrica de armamento en Rusia), así como de la Fábrica de Cañones de Kazán, en la ciudad que fue un importante centro de estudios orientales en Rusia. 

Su legado incluye el Manezh de Moscú, uno de los edificios más interesantes de la ciudad histórica, situado entre la antigua Universidad y el Jardín de Aleksandr, cerca de la Plaza Roja. Se trata de un edificio neoclásico con un techo de madera, sin columnas de soporte y vigas sabiamente distribuidas que garantizaba una anchura de 45 metros libre de obstáculos para los ejercicios ecuestres y permitía un reparto de peso hacia las paredes laterales, sin que el techo se hundiera, aunque estuviese cubierto de nieve, lo que fue una proeza técnica en aquellos momentos.

También le encargó la Columna de Alejandro I, en el Palacio de Invierno junto al Museo del Hermitage. Una columna de granito rojo de 47,5 metros de altura (la más alta de su tipo en el mundo) que pesa alrededor de 600 toneladas, y se encuentra tan bien asentada que no necesita estar unida a su base. La construcción de los cimientos y los andamiajes, así como la técnica del levantamiento y colocación sobre el pedestal fue ideada por el ingeniero canario. 

A los 66 años, agotado, solicita el retiro al zar, que le concedió una lujosa pensión. Agustín de Betancourt muere en San Petersburgo, en 1824, año en que se inicia la instalación de su sistema de telegrafía óptica con transmisión binaria (muy superior al de su coetáneo Claude Chappe), capaz de enviar 1024 códigos diferentes (letras, cifras, signos, palabras de control y palabras y frases habituales), el antecesor mecánico de los modernos sistemas de comunicaciones digitales. Murió rodeado de obras de arte que había adquirido a lo largo de su vida, entre ellas dos Murillos que se hizo traer de España. 

Los restos mortales del ‘Da Vinci’ de la ingeniería descansan junto a los más célebres ciudadanos rusos, en el Cementerio Museo de Lazarevskoe, ubicado en el Monasterio de San Alejandro Nevsky, en San Petersburgo, como uno de los pocos extranjeros que forman parte del panteón de celebridades nacionales en Rusia.

Sobre el río Malaya Nevka se extiende un puente que conecta las islas Aptekarsky y Kamenny. Sus arcos le dan cierto carácter romántico al paisaje de San Petersburgo. Es una de las cientos de obras de gran envergadura que el ingeniero Agustín de Betancourt y Molinas (Tenerife, 1758–San Petersburgo, 1824) proyectó...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autora >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí