desigualdad
Feminizar la gestión del deporte: el reto que se resiste
Únicamente hay dos mujeres presidentas en las 66 federaciones deportivas que existen en España. Los esfuerzos del CSD por acortar la enorme brecha de género apenas logran avances
Ricardo Uribarri 26/05/2022
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Más de 15.000 mujeres forman parte de las estructuras de las federaciones deportivas en España. Dicho así parece un dato positivo acerca de la presencia femenina en los órganos de administración del deporte nacional. Sin embargo, la realidad que nos presenta el estudio realizado por la Asociación del Deporte Español (ADESP) sobre esta materia es bien distinta y muy alejada de la intención del Consejo Superior de Deportes (CSD), que, según su presidente, José Manuel Franco, es “lograr la feminización en la gestión”. Para llegar a ese punto queda mucho trabajo por hacer.
El informe, patrocinado por LaLiga, y en el que han participado más de 500 federaciones deportivas, lo que representa el 98% de las nacionales y el 42% de las autonómicas, ofrece estadísticas muy llamativas sobre el papel que desempeña la mujer en el deporte nacional más allá de la competición. Tan solo hay una presidenta en una federación olímpica, Asunción Loriente, que dirige la de Remo, y una en deportes no olímpicos, Isabel García, que lleva las riendas de Salvamento y Socorrismo. Es decir, solo hay dos mujeres presidentas en las 66 federaciones deportivas que existen en España, apenas un 3% del total.
En el resto de los ámbitos la situación no es tan dramática, pero sigue muy lejos de la meta buscada. Así, la presencia femenina en las juntas directivas es del 35%; en las comisiones delegadas supone un 13%; en los comités están representadas en un 28%; en la secretaría general y gerencia ocupan el 32% de los puestos; en el apartado de jueces y árbitros alcanza el 24%; y en el de entrenadoras el 25%.
A nivel de federaciones autonómicas no cambia mucho el panorama. Así, nos encontramos con apenas un 7% de mujeres presidentas; un 28% de presencia femenina en las juntas directivas; un 26% en las comisiones delegadas; un 29% en los comités; un 48% en la secretaría general y gerencia, siendo este el mejor dato de todos cuantos recoge el estudio; un 34% respecto a jueces y árbitros; un 27% en relación con entrenadoras; y apenas un 12% que son presidentas de clubes.
Las estadísticas podrían ser aún peores si el CSD no obligara a las federaciones nacionales a incluir un porcentaje de representación femenina
Loriente, que también es vicepresidenta de ADESP y responsable de la Comisión Mujer de la Asociación, reconoce a CTXT que “la primera reflexión que nos deja el informe es que tenemos muchísimo camino por hacer. Los resultados siguen siendo preocupantes y más si tenemos en cuenta que hay veteranas dirigentes deportivas que nos dicen que hace 30 años los datos eran muy parecidos, con lo cual no hemos dado un gran paso. El avance deberá venir por hacer cosas diferentes, entiendo”. Por su parte, Mercedes Coghen, coordinadora del Grupo Mujer y Deporte de ADESP, confiesa que “la sensación es agridulce, primero positiva, porque la gran mayoría de las federaciones han respondido, demostrando que están preocupadas. Si estás atento a un problema que tienes sobre la mesa ya significa algo. Pero siendo los datos tan pobres y como nos han dicho, a veces peores que los que había hace tiempo, la situación es grave. Una vez reconocido el problema hay que poner medidas efectivas para que tengan un resultado agradable en un futuro cercano”.
Las estadísticas podrían ser aún peores si el CSD no obligara a las federaciones nacionales a incluir un porcentaje de representación femenina en sus juntas directivas si quieren conseguir determinadas subvenciones ordinarias. Esta medida se puso en marcha en 2014 para que las federaciones pudieran acceder a la ayuda del programa Mujer y Deporte. Entonces, para recibir esa subvención era necesario tener un mínimo de tres mujeres en la junta directiva o un 33% de representación en la misma (hay federaciones que por su pequeño tamaño tienen juntas directivas de pocos miembros). Un año más tarde, en 2015, se amplió esa exigencia para poder cobrar también las subvenciones generales que corresponden a las federaciones. Y en 2019, el porcentaje de representación femenina en la junta directiva creció hasta el 40%.
De esta manera, en seis años se ha pasado de un 19% de participación femenina en las juntas directivas a un 35%. Aun así, casi una de cada cuatro federaciones nacionales no alcanzaba en 2020, el último año del que hay datos, ese número o porcentaje mínimo que establece el CSD para cobrar esas ayudas. Lo que parece evidente es que ese crecimiento registrado en los últimos años en ese apartado ha llegado bajo el camino de la imposición, no por voluntad propia. Eso provoca que, como denuncia el propio presidente del CSD, “esté en cuestión la calidad de los puestos que ocupa ese 40% de mujeres. Puede ser un porcentaje con escasa capacidad de decisión, que es lo que suele pasar. Y tienen que ser puestos importantes, de responsabilidad, que decidan”. Parece que sigue sin existir un convencimiento propio de las ventajas que puede tener sumar a la mujer a la gestión deportiva. No hay más que ver que en apartados donde no hay esa exigencia, la situación incluso empeora. En 2006, por ejemplo, llegó a haber cinco presidentas de federaciones.
Hay quién critica que el CSD imponga estas cuotas de presencia femenina en los estamentos federativos, una cuestión que Loriente las justifica así: “Si uno considera que simplemente vamos a rellenar una cuota sería criticable porque no nos aportaría nada, al contrario. Las mujeres lo que queremos son las oportunidades y las cuotas nos han dado la oportunidad de demostrar lo que valemos en una junta directiva. Han sido necesarias y han hecho una buena función. Hemos requerido de ese empujón y es bueno que se mantengan, porque el mundo federativo tiene sus virtudes y sus partes más oscuras. No es el momento de criticar las cuotas”. Asunción cuenta como anécdota la realidad que le toca vivir en su día a día como dirigente. “Es muy chocante ir a una reunión y ser la única mujer. Ya ni me pongo un traje gris porque si no, ni me ven, soy igual que ellos”.
¿Y que puede aportar la presencia de la mujer en puestos de mando al deporte español? José Manuel Franco enumera varias virtudes: “Cooperación, empatía, creatividad, capacidad para resolver conflictos, comunicación asertiva, versatilidad, predisposición para el cambio y sobre todo compromiso. Tengo claro que el liderazgo deportivo necesita empaparse de todas estas características que son inherentes a las mujeres”. Loriente añade al respecto que “tenemos una perspectiva diferente de ver las cosas, seremos mejores en unas cosas y peores en otras, pero somos necesarias y es una pena que no estemos más. Por nuestra propia condición, las mujeres tenemos muchísimos roles, en el día a día hacemos mil cosas, y eso te da una ventaja cuando te pones a gestionar lo que sea. Tenemos que ser muy prácticas, no podemos estar horas debatiendo sobre una nimiedad. La capacidad de resolución es más rápida y resolutiva, no tenemos un problema atascado tres meses en un cajón”. Coghen aporta sobre esto que “la Organización Mundial del Trabajo dice que la incorporación de la mujer a una empresa le puede hacer beneficiarse en un 25% de mejores resultados. No puedes dejar atrás al 50% de la población, como somos las mujeres, a personas que te pueden dar más energía, que te pueden aportar muchísimo bajo su punto de vista, que a lo mejor es diferente, no mejor ni peor, diferente”.
El plan global que está intentando desarrollar ADESP en cuanto al deporte femenino lleva como lema ‘Más mujeres en la línea de salida’. Y por ahí puede estar la solución para que la situación cambie. Si no hay una gran base en la pirámide o no hay muchas facilidades y alicientes para que las mujeres, especialmente las deportistas que se retiran, encuentren la motivación para desarrollar una carrera en la gestión deportiva, es imposible que muchas lleguen a la cúspide. Loriente afirma que “esa es una de las principales razones. Si hace 40 años había pocas niñas haciendo deporte es lógico que haya pocas mujeres hoy, pero no tan desproporcionado. Entrenar y competir se suele hacer en las horas de ocio de las personas que tienen una vida fuera del deporte y mantener eso durante muchos años es complicado. A nivel de tu club o de tu federación autonómica puede ser manejable, pero dar el paso a una federación nacional se hace más difícil. Tenemos que trabajar ahí pero no podemos pedir imposibles porque viniendo de dónde venimos no puede ser otra cosa”.
Coghen opina que “a lo mejor no estamos dando con las claves para animar a las mujeres que no ven un futuro claro en la gestión deportiva. Ese es el trabajo que tenemos que hacer. Las deportistas que han dedicado muchos años a un deporte es un fondo que hay que utilizar, pero la formación también es importante. Hay profesiones en el entorno de la tecnología que te pueden dar nuevos perfiles y en el marketing y la comunicación hay muchas mujeres también. Hay que darles vías de salida o modelos que les permitan decir, ‘yo quiero desarrollar mi vida laboral ahí’. Si a las deportistas las acompañamos desde su carrera, les damos iniciativas y las hacemos vivir desde dentro cómo es, por ejemplo, una junta directiva, puede ayudarnos a tener un futuro más halagüeño”.
Pese a que los datos ofrecen un panorama preocupante, Franco se muestra optimista. “Estoy seguro de que la igualdad efectiva y real en el deporte acabará imponiéndose. Es una cuestión de tiempo y lucha. El mundo del deporte ha sido masculino de forma tradicional pero el pasado no es definitivo, se combate y se mejora con trabajo y compromiso. No se trata de hacerle un favor a nadie, sino de darle a las mujeres el papel que les corresponde por su valía personal y profesional”.
Más de 15.000 mujeres forman parte de las estructuras de las federaciones deportivas en España. Dicho así parece un dato positivo acerca de la presencia femenina en los órganos de administración del deporte nacional. Sin embargo, la realidad que nos presenta el estudio realizado por la Asociación del Deporte...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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