1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

MESA REDONDA

“El desmantelamiento de la OTAN es un requisito fundamental de la democracia”

Étienne Balibar, Silvia Federici y Michael Löwy reflexionan sobre la guerra en Ucrania, el papel de la OTAN y los escenarios futuros

Marcello Musto 28/06/2022

<p>Étienne Balibar, Silvia Federici y Michael Löwy.</p>

Étienne Balibar, Silvia Federici y Michael Löwy.

CC

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

La guerra en Ucrania comenzó hace cuatro meses. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ya ha causado la muerte de más de 4.500 civiles y ha obligado a casi cinco millones de personas a abandonar sus hogares y convertirse en refugiados. Estas cifras no incluyen las muertes de militares –al menos 10.000 ucranianos y probablemente más en el lado ruso– ni los muchos millones de personas desplazadas dentro de Ucrania. La invasión a Ucrania ha provocado la destrucción masiva de ciudades e infraestructuras civiles que tardarán generaciones en reconstruirse, así como importantes crímenes de guerra, como los cometidos durante el asedio de Mariupol, perpetrados por las tropas rusas.

Con el objetivo de hacer un repaso de lo sucedido desde el inicio de la guerra, reflexionar sobre el papel de la OTAN y plantear posibles escenarios futuros, he llevado a cabo una mesa redonda con tres estudiosos de la tradición marxista reconocidos internacionalmente: Étienne Balibar (EB), Silvia Federici (SF) y Michael Löwy (ML).

Marcello Musto (MM): La invasión rusa de Ucrania ha devuelto a Europa la brutalidad de la guerra y ha situado al mundo frente al dilema de cómo responder al ataque a la soberanía ucraniana.

ML: Esta brutal invasión de Ucrania, con su serie de bombardeos de ciudades, con miles de víctimas civiles, entre ellas ancianos y niños, no tiene ninguna justificación.

EB: La guerra que tiene lugar ante nuestros ojos es “total”. Es una guerra de destrucción y de terror llevada a cabo por el ejército de un país vecino más poderoso, cuyo gobierno quiere enrolarlo en una aventura imperialista sin vuelta atrás. El imperativo urgente e inmediato es que la resistencia de los ucranianos se mantenga, y que para ello sea y se sienta realmente apoyada por acciones y no por simples sentimientos. “Esperar a ver qué pasa” no es una opción.

MM: Junto a la justificada resistencia ucraniana, está la cuestión igualmente crítica del modo en que Europa puede evitar ser considerada una parte activa en la guerra y en su lugar contribuir, en la medida de lo posible, a una iniciativa diplomática para poner fin al conflicto armado. De ahí la exigencia de una parte importante de la opinión pública –a pesar de la retórica belicosa de los últimos cuatro meses– de que Europa no participe en la guerra. Se trata, en primer lugar, de evitar aún más sufrimiento a la población ucraniana. Porque el peligro es que, ya martirizada por el ejército ruso, la nación se convierta en un campamento militar que reciba armas de la OTAN y libre una prolongada guerra en nombre de quienes en Washington esperan un debilitamiento permanente de Rusia. Si esto ocurriera, el conflicto iría más allá de la plena y legítima defensa de la soberanía ucraniana. Los que denunciaron la peligrosa espiral de guerra que seguiría a los envíos de armas pesadas a Ucrania por supuesto no desean abandonar a su población al poderío militar de Rusia. El “no alineamiento” no significa neutralidad o equidistancia, como han sugerido diversas caricaturas determinantes. Es una alternativa diplomática concreta. Esto implica sopesar cuidadosamente cualquier acción en función de si favorece al objetivo clave en la situación actual: es decir, abrir negociaciones creíbles para restablecer la paz.

SF: No hay ningún dilema. Hay que condenar la guerra de Rusia contra Ucrania. Nada puede justificar la destrucción de ciudades, la matanza de inocentes, el terror en el que se ven obligados a vivir miles de personas. En este acto de agresión se ha violado mucho más que la soberanía. Sin embargo, también debemos condenar las numerosas maniobras con las que EE. UU. y la OTAN han contribuido a fomentar esta guerra, y la decisión de EE. UU. y la UE de enviar armas a Ucrania, lo que prolongará la guerra indefinidamente. El envío de armas es especialmente censurable si se tiene en cuenta que la invasión rusa podría haberse detenido si EE. UU. hubiera dado a Rusia la garantía de que la OTAN no se extendería hasta sus fronteras.

MM: Desde el comienzo de la guerra, uno de los principales puntos de discusión ha sido el tipo de ayuda que se debía proporcionar a los ucranianos para que se defendieran de la agresión rusa, pero sin generar las condiciones que llevarían a una destrucción aún mayor en Ucrania y a una expansión del conflicto a nivel internacional. Entre las cuestiones controvertidas estaba la conveniencia de enviar armas al Gobierno ucraniano. ¿Cuáles son, en su opinión, las decisiones que hay que tomar para garantizar el menor número de víctimas en Ucrania y evitar una mayor escalada?

ML: Se pueden hacer muchas críticas a la Ucrania actual: la falta de democracia, la opresión de la minoría rusoparlante, el “occidentalismo” y muchas otras. Pero no se puede negar al pueblo ucraniano su derecho a defenderse de la invasión rusa de su territorio en un brutal y criminal desprecio del derecho de las naciones a la autodeterminación.

Muchos en la estructura de poder militar y político de EE. UU. han estado defendiendo y preparando una confrontación con Rusia durante años

EB: Yo diría que la guerra de los ucranianos contra la invasión rusa es una “guerra justa”, en el sentido amplio del término. Soy muy consciente de que se trata de una consideración cuestionable, y de que su larga historia en Occidente no ha estado exenta de manipulaciones e hipocresías, o de ilusiones desastrosas, pero no veo otro término adecuado. Por lo tanto, me lo apropio especificando que una guerra “justa” es aquella en la que no basta con reconocer la legitimidad de los que se defienden de la agresión –el criterio del derecho internacional–, sino que es necesario comprometerse con su bando. Y que es una guerra en la que incluso aquellos, como yo, para quienes toda guerra –o toda guerra hoy, en el estado actual del mundo– es inaceptable o desastrosa, no tienen la opción de permanecer pasivos. Porque la consecuencia de ello sería aún peor. Por lo tanto, no me siento entusiasmado, pero elijo: contra Putin. No empecemos a jugar de nuevo a la “no intervención”. De todos modos, la UE ya está involucrada en la guerra. Aunque no envíe tropas, está entregando armas, y creo que es correcto que lo haga. Es una forma de intervención.

MM: Entiendo el espíritu de una parte de estas observaciones, pero yo me centraría más en la necesidad de evitar una conflagración general y, por lo tanto, en la necesidad urgente de alcanzar un acuerdo de paz. Cuanto más tiempo pase, mayores serán los riesgos de una nueva expansión de la guerra. Nadie está pensando en mirar hacia otro lado e ignorar lo que está ocurriendo en Ucrania. Pero tenemos que darnos cuenta de que cuando está implicada una potencia nuclear como Rusia, sin ningún movimiento de paz importante activo allí, es ilusorio pensar que se puede “ganar” la guerra contra Putin. El 9 de mayo Estados Unidos aprobó la Ley de Préstamo de Defensa de la Democracia de Ucrania: un paquete de más de 40.000 millones de dólares en ayuda militar y financiera a Ucrania. Es una suma descomunal, y parece diseñada para financiar una guerra prolongada. Los suministros de armamento cada vez mayores y Estados Unidos y la OTAN animan a Zelenski a seguir aplazando las tan necesarias conversaciones con el Gobierno ruso. Además, dado que las armas enviadas en muchas guerras en el pasado han sido utilizadas posteriormente por otros para fines diferentes, parece razonable preguntarse si estos envíos sólo servirán para expulsar a las fuerzas rusas del territorio ucraniano. 

SF: Creo que la mejor medida sería que Estados Unidos y la UE dieran a Rusia la garantía de que Ucrania no entrará en la OTAN. Por desgracia no hay interés en buscar una solución. Muchos en la estructura de poder militar y político de EE. UU. han estado defendiendo y preparando una confrontación con Rusia durante años. Y la guerra se utiliza ahora convenientemente para justificar un enorme aumento de la extracción de petróleo y dejar de lado toda preocupación por el calentamiento global. También estamos asistiendo a una transferencia de miles de millones de dólares al complejo industrial militar de Estados Unidos. La paz no llegará con una escalada de los combates.

MM: Hablemos de las reacciones de la izquierda ante la invasión rusa. Algunas organizaciones, aunque sólo una pequeña minoría, cometieron un gran error político al negarse a condenar claramente la “operación militar especial” de Rusia, un error que, aparte de todo lo demás, hará que cualquier denuncia de futuros actos de agresión por parte de la OTAN, u otros, parezca menos creíble. Refleja una visión ideológicamente cegada que es incapaz de concebir la política de otra manera que no sea unidimensional, como si todas las cuestiones geopolíticas tuvieran que ser evaluadas únicamente en términos de intentar debilitar a Estados Unidos. Al mismo tiempo, demasiados miembros de la izquierda han cedido a la tentación de convertirse, directa o indirectamente, en cobeligerantes en esta guerra. Creo que, cuando no se oponen a la guerra, las fuerzas progresistas pierden una parte esencial de su razón de ser y acaban tragándose la ideología del campo contrario.

ML: Desafortunadamente, en América Latina, importantes fuerzas de la izquierda, y gobiernos como el venezolano, se han puesto del lado de Putin, o se han limitado a una especie de postura “neutral” –como Lula, el líder del Partido de los Trabajadores en Brasil–. La elección para la izquierda es entre el derecho de los pueblos a la autodeterminación –como sostenía Lenin– y el derecho de los imperios a invadir e intentar anexionarse otros países. No se pueden tener las dos cosas porque son opciones irreconciliables.

SF: En EE. UU., portavoces de movimientos a favor de la justicia social y organizaciones feministas como Code Pink han condenado la agresión rusa. Sin embargo, se ha observado que la defensa de la democracia por parte de EE. UU. y de la OTAN es bastante selectiva, teniendo en cuenta el historial de la OTAN y de EE. UU. en Afganistán, Yemen y las operaciones de Africom en el Sahel. Ciertamente es una pena que la izquierda institucional –empezando por Ocasio-Cortez– haya apoyado el envío de armas a Ucrania. También me gustaría que los medios de comunicación radicales fueran más inquisitivos respecto a lo que nos cuentan a nivel institucional. Por ejemplo, ¿por qué “África se muere de hambre” por la guerra de Ucrania? ¿Qué políticas internacionales han hecho que los países africanos dependan de los cereales ucranianos? ¿Por qué no se menciona el acaparamiento masivo de tierras a manos de empresas internacionales, lo que ha llevado a muchos a hablar de una “nueva lucha por África”?

La elección para la izquierda es entre el derecho de los pueblos a la autodeterminación y el derecho de los imperios a invadir e intentar anexionarse otros países

MM: A pesar del aumento del apoyo a la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania –demostrado por la petición formal de Finlandia y Suecia de unirse a esta organización–, es necesario trabajar más para que la opinión pública no vea la mayor y más agresiva máquina de guerra del mundo (la OTAN) como la solución a los problemas de seguridad global. En esta historia, la OTAN ha demostrado una vez más ser una organización peligrosa que, en su afán de expansión y de dominación unipolar, sirve para alimentar las tensiones que conducen a la guerra en el mundo. Sin embargo, hay algo paradójico. Casi cuatro meses después del inicio de esta guerra podemos afirmar con toda seguridad que Putin no sólo se equivocó en su estrategia militar, sino que acabó fortaleciendo –incluso desde el punto de vista del consenso internacional– al enemigo cuya esfera de influencia quería limitar: la OTAN.

ML: La OTAN es un monstruo político-militar generado por la Guerra Fría y su desmantelamiento es un requisito fundamental de la democracia. Desgraciadamente, la criminal invasión rusa de Ucrania ha resucitado a la OTAN. Suecia y Finlandia han decidido ahora unirse a ella. Hay un gran número de  tropas estadounidenses desplegadas en Europa. Alemania, que hace dos años se negaba a ampliar su presupuesto militar a pesar de la brutal presión de Trump, recientemente ha decidido invertir 100.000 millones de euros en rearme. Putin ha salvado a la OTAN de su lento declive, quizá de su desaparición.

SF: Es preocupante que la guerra de Rusia contra Ucrania haya provocado una gran amnesia acerca del expansionismo de la OTAN y el apoyo a la política imperialista de la UE y EE. UU. Los ejemplos del desprecio total y constitucional de la OTAN hacia la democracia que ahora pretende defender son demasiados para contarlos. No creo que la OTAN estuviera moribunda antes de la invasión rusa de Ucrania. Su marcha por Europa del Este y su presencia en África demuestran lo contrario.

MM: Esta amnesia parece haber afectado a muchas fuerzas de la izquierda en el gobierno. Revirtiendo sus principios históricos, la mayoría parlamentaria de la Alianza de la Izquierda en Finlandia votó recientemente a favor de la adhesión a la OTAN. Esta conducta política subordinada ha castigado a los partidos de izquierda muchas veces en el pasado, incluso en las urnas, en cuanto ha surgido la ocasión.

EB: Cuanto más asciende la OTAN como sistema de seguridad, más decae la ONU. En Kosovo, Libia y, sobre todo en 2013, en Irak, el objetivo de Estados Unidos y de la OTAN a su paso era degradar la capacidad de mediar, regular e impartir justicia internacional de la ONU.

MM: Terminemos con lo que ustedes creen que será el curso de la guerra y cuáles son los posibles escenarios futuros.

EB: No se puede ser más que extremadamente pesimista sobre los acontecimientos que se avecinan. Yo mismo lo soy y creo que las posibilidades de evitar el desastre son muy remotas. Hay al menos tres razones para pensar así. En primer lugar, es probable que se produzca una escalada, sobre todo si la resistencia a la invasión consigue mantenerse; y no puede detenerse en las armas “convencionales”, cuya frontera con las “armas de destrucción masiva” se ha vuelto muy difusa. En segundo lugar, si la guerra termina con un “resultado”, será desastrosa en cualquier caso. Por supuesto, será desastroso si Putin logra sus objetivos aplastando al pueblo ucraniano y a través del estímulo que esto supone para empresas similares; o también si se ve obligado a detenerse y retirarse, con un retorno a la política de bloques en la que entonces el mundo quedará congelado. Cualquiera de estos resultados provocará un estallido de nacionalismo y odio que durará mucho tiempo. En tercer lugar, la guerra y sus secuelas frenan la movilización del planeta contra la catástrofe climática; de hecho, contribuyen a precipitarla.

SF: Yo también soy pesimista. Estados Unidos y otros países de la OTAN no tienen ninguna intención de asegurar a Rusia que la OTAN no extenderá su alcance hasta las fronteras de Rusia. Por lo tanto, la guerra continuará con consecuencias desastrosas para Ucrania, Rusia y más allá. En los próximos meses veremos cómo se verán afectados otros países europeos. No puedo imaginar otros escenarios futuros que no sean la extensión del estado de guerra permanente que ya es una realidad en tantas partes del mundo y, una vez más, el desvío de recursos muy necesarios para apoyar la reproducción social hacia fines destructivos.

MM: Yo también tengo la sensación de que la guerra no se detendrá pronto. Una paz “imperfecta” pero inmediata sin duda sería preferible a la prolongación de las hostilidades, pero demasiadas fuerzas sobre el terreno están trabajando para que el desenlace sea distinto. Cada vez que un jefe de Estado declara que “apoyaremos a Ucrania hasta que salga victoriosa”, la perspectiva de las negociaciones se aleja aún más. Sin embargo, creo que es más probable que nos dirijamos a una continuación indefinida de la guerra, con las tropas rusas enfrentándose a un ejército ucraniano reabastecido y apoyado indirectamente por la OTAN. La izquierda debería luchar enérgicamente por una solución diplomática y contra el aumento del gasto militar, cuyo coste recaerá sobre el mundo laboral y provocará una nueva crisis económica y social. Si esto es lo que va a ocurrir, los partidos que saldrán ganando son los de extrema derecha que hoy en día están dejando su impronta en el debate político europeo.

ML: Para proponer un objetivo más ambicioso, en términos positivos, diría que deberíamos imaginar otra Europa y otra Rusia, libres de sus oligarquías parasitarias capitalistas. La máxima de Jaurès “el capitalismo lleva a la guerra como la nube a la tormenta” está más vigente que nunca. Sólo en otra Europa, desde el Atlántico hasta los Urales –postcapitalista, social y ecológica– se puede asegurar la paz y la justicia. ¿Es este escenario posible? Depende de cada uno de nosotros.

---------------------------

Marcelo Musto (www.marcellomusto.org) es profesor asociado de Teoría Sociológica en la Universidad de York, Toronto, Canadá.

Traducción: Paloma Farré

La guerra en Ucrania comenzó hace cuatro meses. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ya ha causado la muerte de más de 4.500 civiles y ha obligado a casi cinco millones de personas a abandonar sus hogares y convertirse en refugiados. Estas cifras no incluyen las...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Marcello Musto

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí