NATURALISMO
La receta del escándalo
La serie tiene todos los elementos para trastornar a los opinadores de ultraderecha semidesnatada, pues representa sus pesadillas
Elena de Sus 15/01/2023

Imagen promocional de la serie Autodefensa.
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La cosa fue más o menos así: los jefes preguntaron por el grupo de Whatsapp si habíamos visto Autodefensa, la reciente serie protagonizada por Berta Prieto y Belén Barenys ‘Memé’, e ideada por ellas dos junto a Miguel Ángel Blanca. En general, dijimos que nos daba pereza. A los pocos días, el director recordó que era el director y utilizó sus poderes para encargarnos a Adriana y a mí las respectivas columnas, logrando obtener por fin nuestra opinión sobre la serie.
Autodefensa se puede ver en Filmin. Solo el 3,5% de los hogares españoles tienen acceso a esta plataforma de streaming, de acuerdo con un sondeo de Barlovento Comunicación, por lo que el impacto potencial de la serie es pequeño, aunque las cuentas se pueden compartir y, por supuesto, siguen existiendo otras vías para llegar a los contenidos interesantes.
La popularidad, sin embargo, no puede ser el único criterio para prestar atención a un producto cultural. Si así fuera, estaríamos todo el día dándole vueltas a La que se avecina, que es lo que les gustaría a los nacionalcatólicos modernos y a los populistas transversales, y sería casi imposible contribuir a la creación de algo nuevo.
¿Qué tiene de interesante Autodefensa? Es una serie provocativa. Lo es de forma consciente, las críticas se aprovechan como promoción. Provocar parece difícil, sobre todo con una serie como esta, que trata sobre jóvenes que salen y se drogan, pues es un mercado claramente saturado por las plataformas. Sin embargo, Autodefensa lo ha conseguido. ¿Cómo?
Los opinadores de ultraderecha no pueden admitir que están escandalizados por Autodefensa, pues sería ridículo
La serie tiene todos los elementos para escandalizar a los opinadores de ultraderecha semidesnatada, pues representa sus pesadillas. Transcurre en Barcelona, ciudad que suelen describir como el infierno. Está protagonizada por dos mujeres jóvenes y solteras. Que además tienen dinero y tiempo. Se divierten y se drogan. Y van sin depilar. Y no son buenas. Por si esto fuera poco, todos los hombres que salen son estúpidos, falsos y ridículos, y las protagonistas los tratan con desprecio, condescendencia o crueldad. ¿Algo más? ¡Sí! A Pablo Iglesias le ha parecido una “puta maravilla”, según dijo en un tuit.
El comentario del señor Iglesias despertó la curiosidad de Carlos Boyero, el polémico crítico de cine de El País, cuyas vagas impresiones sobre las películas tienden a coincidir con las de un número significativo de españoles, entre ellos, mi padre. La reseña de Boyero se titula Grima.
Los opinadores de ultraderecha no pueden admitir que están escandalizados por Autodefensa, pues sería ridículo. En lugar de eso, han adoptado una pose de desprecio. En 18 tuits y tres columnas cada uno.
Por algún motivo, una parte del público ha considerado que esta serie pretende representar el proyecto feminista, el programa del Ministerio de Igualdad, la vida de todas las jóvenes españolas, o algo así. En consecuencia, se han indignado muchísimo y han emitido opiniones del tipo de “el feminismo no es esto”, “mi vida no es así”, etcétera. Supongo que hay un hartazgo de ciertas narrativas “generacionales” y, sobre todo, que sigue existiendo esa idea de que cualquier mujer debe cargar siempre con el peso de la honra del conjunto de las mujeres.
Pero la verdad es que las autoras han dejado claro que solo se representan a sí mismas, y además, lo hacen de forma claramente irónica y autoconsciente. Estas críticas no tienen mucho sentido. Es como pretender que Paquita Salas sea un modelo de virtud. Una comparación fea por mi parte, pues Berta Prieto, una de las creadoras y protagonistas de Autodefensa, ha declarado que preferiría “hablar con Hitler que con los Javis”.
Las autoras han dejado claro que solo se representan a sí mismas, y además, lo hacen de forma claramente irónica y autoconsciente
Considero que mi opinión sobre la serie en sí tiene muy poco valor, dado que desconozco todos los aspectos técnicos de la narrativa audiovisual, pero quién sabe, igual puedo ser la próxima Boyero y estoy aquí comiéndome los mocos como una tonta, así que ahí va:
Está bien. Tras haber leído las críticas en Twitter y las respuestas de las autoras, me imaginaba un carrusel de desenfreno. En realidad, las imágenes son naturalistas y el sexo es explícito, pero, como en cualquier producción de presupuesto medio o bajo, y como en la vida misma, supongo, la mayor parte del metraje son conversaciones.
La trama crea situaciones muy incómodas y las alarga hasta la desesperación. Esas escenas son las más interesantes. Otras me han resultado aburridas, pues son el tipo de cosas que escuchas con atención cuando te las está contando tu amiga o tu compañera, o lo que sea en esta tómbola que es la vida, y te interesa y quieres entenderla. Pero esos mismos discursos, presentados en una serie de ficción, requieren un esfuerzo para no desconectar, o quizás esto es cosa mía, no lo sé. Solo soy una chica.
La cosa fue más o menos así: los jefes preguntaron por el grupo de Whatsapp si habíamos visto Autodefensa, la reciente serie protagonizada por Berta Prieto y Belén Barenys ‘Memé’, e ideada por ellas dos junto a Miguel Ángel Blanca. En general, dijimos que nos daba pereza. A los pocos días, el director...
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Elena de Sus
Es periodista, de Huesca, y forma parte de la redacción de CTXT.
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