tribuna
La paradoja de Epiménides, o por qué Feijóo es sanchista
¿Las mentiras del líder del PP son mentira también cuando admite sus mentiras?
Ignacio Sánchez-Cuenca 19/07/2023
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En la epístola de San Pablo a Tito, se incluye este texto: “Dijo uno de ellos, su propio profeta: ‘Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos’”. Pero si quien lo dijo, Epiménides, era él mismo cretense, entonces lo que dijo tiene que ser mentira, luego no es verdad que los cretenses sean mentirosos, en cuyo caso la frase original de Epiménides es una mentira, lo que confirma la verdad de que todos los cretenses son mentirosos… y vuelta a empezar.
Esta paradoja ha traído a los filósofos locos durante milenios. Es una frase que parece verdadera y falsa a la vez. Tiene una versión más sintética: “Esta frase es mentira”. Traten de determinar si es verdad o mentira. Diógenes Laercio, en Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, cuenta que el poeta Filetas de Cos murió de insomnio, desesperado, dándole vueltas a la paradoja del mentiroso. No es para menos.
Hay muchas variantes de la paradoja; la del barbero, que se atribuye a Bertrand Russell, es mi favorita: sea un barbero que corta la barba de todos aquellos que no se cortan a sí mismos la barba. ¿Se afeitará a sí mismo el barbero? Si no lo hace, entra en la categoría de aquellos a los que el barbero debería afeitar. Pero si lo hace, contradice su propia posición, que es la de afeitar solamente a aquellos que no se afeitan a sí mismos.
Alberto Núñez Feijóo es una especie de Epiménides redivivo. No es un mentiroso cualquiera; no lo digo por la cantidad de mentiras que dice por minuto, sino porque, además de mentiroso, afirma enfáticamente que él no miente. Pero esto parece ser mentira, como él mismo ha acabado reconociendo ante la indignación generalizada de la opinión pública. Vaya lío, quien afirma que nunca miente admite una mentira (la de las pensiones), o dos (la de las pensiones y la del caso Pegasus), o tres (la de las pensiones, la del caso Pegasus y la de la deuda de las comunidades autónomas). Otras muchas aguardan impacientes su rectificación.
No está claro si Núñez Feijóo no se sabe los temas o es un Epiménides cualquiera (no son hipótesis excluyentes). El desconcierto que manifiesta cuando le hacen notar que lo que dice no es cierto no resuelve la cuestión. Se trata, por lo demás, de un desconcierto diferencial, no reacciona igual cuando es Carlos Alsina quien le afea las mentiras que cuando lo hace Silvia Intxaurrondo. Con Alsina estuvo modesto y contenido, con Intxaurrondo le salió un tono chulesco, desabrido y prepotente. Aún no ha pedido disculpas a la periodista, aunque se comprometió a hacerlo si se demostraba que los datos que le dio Intxaurrondo eran correctos (que lo eran).
Qué cosa más extraña, presumir de máxima honestidad mintiendo como un bellaco
Qué cosa más extraña, presumir de máxima honestidad mintiendo como un bellaco. No queda más remedio que concluir lo inevitable, que el candidato del PP es un sanchista. Recuerden lo que le dijo a Alsina: “A mí me importa mucho que no se me diga que miento, porque si miento lo único que estoy haciendo es ser un sanchista más, y he venido para derogar el sanchismo.”
Qué falsa modestia, “un sanchista más”. De “más” nada de nada, un sanchista consumado, un sanchista de manual, un sanchista de tomo y lomo. Lo cual nos conduce de vuelta, impepinablemente, a la paradoja de Epiménides. Según Feijóo, todos los mentirosos son unos sanchistas. Feijóo miente, luego es un sanchista. Pero, entonces, cuando uno de ellos, él mismo, afirma que todos los sanchistas son mentirosos, ¿dice la verdad o la mentira?
Feijóo no solo es sanchista por mentiroso. Su sanchismo es más profundo y más auténtico. Véase si no su reflexión sobre los pactos en la entrevista que ha realizado en La Vanguardia:
“Yo vengo de una comunidad autónoma donde había también un partido soberanista que había superado al PSOE y he pactado con ellos algunas cosas. Lo que no puedo aceptar es que no se cumpla la Constitución o el Estatut. Dentro de estos márgenes, no hay problema para hablar con partidos que estén en el otro lado ideológico”.
Por favor, ¿se puede ser más sanchista que esto? A la vista de esta declaración, cabe pensar que fue Núñez Feijóo quien le marcó el rumbo al pontífice máximo del sanchismo. Si pactar con el BNG (dentro del marco constitucional) es legítimo políticamente, ¿cómo puede no serlo pactar con ERC o Bildu (dentro del marco constitucional)?
QED. El candidato del Partido Popular es un sanchista redomado.
En la epístola de San Pablo a Tito, se incluye este texto: “Dijo uno de ellos, su propio profeta: ‘Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos’”. Pero si quien lo dijo, Epiménides, era él mismo cretense, entonces lo que dijo tiene que ser mentira, luego no es verdad que los cretenses...
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Ignacio Sánchez-Cuenca
Es profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Entre sus últimos libros, La desfachatez intelectual (Catarata 2016), La impotencia democrática (Catarata, 2014) y La izquierda, fin de un ciclo (2019).
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