salud
Uno de cada tres partos realizados en la sanidad privada se hace por cesárea
Aunque los centros privados solo atienden una quinta parte de los nacimientos de la sanidad pública, el número de intervenciones está 12 puntos por encima
CTXT / Observatorio Social ‘la Caixa’ 29/08/2024
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Según el último Informe del Sistema Nacional de Salud 2023 del Ministerio de Sanidad, en España se registraron 321.760 partos durante 2022. De ellos, 261.991 se realizaron en hospitales del sistema público de salud (81,4%) y 59.769 en la sanidad privada (18,6%). Pese a que la gran mayoría de los casos se dieron en centros públicos, hay un dato llamativo, que es el de las cesáreas en las instituciones privadas: el 34,5% de los partos privados se realizaron mediante esta intervención. Hablamos de una tasa 12 puntos por encima del tratamiento en la sanidad pública (22,4%), con un volumen de pacientes que representa una quinta parte de los atendidos en el SNS (Sistema Nacional de Salud).
Del total de los partos, 242.396 fueron vaginales (75,3%), 203.251 en hospitales del SNS (83,9%) y 39.145 en privados (16,1%). Bajo estas cifras la razón de partos vaginales respecto a cesáreas en los centros públicos es de 3,5, frente al 1,9 de los hospitales privados. Casi la mitad.
Si nos fijamos en los datos de cesáreas por Comunidades Autónomas, encontramos grandes diferencias. Si antes mencionamos que en el SNS la media nacional se situaba en el 22,4%, en Murcia (25,1%), Castilla–La Mancha (25,4%) y Extremadura (29,6%) esta cifra es aún mayor. Situación que contrasta con las bajas tasas encontradas en el País Vasco (13,9%) o Navarra (14,6%). En la sanidad privada la situación es mucho peor. En ninguna región la tasa de cesáreas es inferior al 23,4% (País Vasco), y en casos concretos, como el de La Rioja (85,7%) o Cantabria (54,6%), el informe muestra cifras alarmantes.
A todo ello cabe agregar que una incidencia excesiva de desgarros perineales producidos durante el parto vaginal son indicadores de las deficiencias en la asistencia al parto. De 2012 a 2022, el porcentaje se ha incrementado en torno a un 30%. El informe remarca cómo distintos estudios han llegado a la conclusión de que el uso indiscriminado de la episiotomía aumenta la morbilidad del parto y el riesgo de desgarros.
Algunos especialistas apuntan como uno de los factores de riesgo la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo en España, que no ha dejado de aumentar durante la última década. Además de al incremento de la reproducción asistida por parte de mujeres con dificultades. Estos expertos señalan que con el paso de los años patologías que en un principio estaban controladas pueden desarrollar complicaciones por las cuales lo más seguro durante el parto sea recurrir a la cesárea. Sin embargo, otros sanitarios indican que si este fuese el motivo de las altas tasas de cesáreas o inducciones al parto no se debería ver una variabilidad tan grande entre comunidades autónomas y entre el sector público y el privado, ya que el aumento de la edad de las embarazadas del primer hijo es una situación generalizada en todo el país.
A pesar de que las cesáreas no son malas per se, muchos especialistas insisten en señalar como en la praxis médica actual existe un fuerte arraigo por el intervencionismo y la medicalización. Una operación que puede salvar a muchas madres y bebés se está convirtiendo en una alternativa segura al parto tradicional, y que en muchas situaciones no lo es tanto. El sistema sanitario no quiere o le sale muy caro dedicarle al parto el tiempo que necesita. De ahí la programación de estos, como reveló el estudio Nacer en horario laboral, realizado por el colectivo El Parto es Nuestro. En 2022, de los 203.251 partos vaginales atendidos en hospitales públicos, el 27,5% fueron inducidos. De 2016 a 2022, este porcentaje se ha incrementado un 61,8%. La Organización Mundial de la Salud recomienda que esta tasa nunca supere el 10%.
Algunos datos que demuestran esta programación de los partos como un movimiento favorable a las agendas médicas y no al bienestar de las pacientes son las bajas tasas vistas en días festivos y fines de semana. Entre 2010 y 2019, el 25 de diciembre ha sido el día del año en el que menos niños y niñas han nacido, según datos extraídos del INE. Los demás días en los que se dieron menos partos fueron el 1 y 6 de enero, el 1 de mayo, el 15 de agosto, el 12 de octubre y el 6, 8, 24 y 31 de diciembre. Todos ellos festivos nacionales.
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