1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

CTXT necesita 3.000 suscriptores más para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

María José Caballero / Responsable de la campaña de Costas de Greenpeace

“Si nos quedamos sin océanos, terminaremos comiendo cemento”

Gorka Castillo Madrid , 22/09/2024

<p>María José Caballero. / <strong>Gorka Castillo</strong></p>

María José Caballero. / Gorka Castillo

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Aunque los pájaros sean su verdadera pasión, María José Caballero (Madrid, 1968) habla con una claridad marina del desalentador informe que ha coordinado en Greenpeace sobre la nefasta disposición del litoral español ante las dentelladas que empieza a asestar el cambio climático. “Pese a haber escogido el mejor escenario de emisiones posible, el maltrato al que ha sido sometida toda la costa, la erosión natural y el aumento del nivel del mar nos indican que para 2030 habrá una pérdida masiva de playas”, asegura. Bióloga especializada en zoología, Caballero empezó a trabajar en diversas investigaciones científicas del Instituto Español de Oceanografía antes de entrar en Greenpeace en 1999. Casi de inmediato comenzó a elaborar el informe ahora presentado. Dos décadas de trabajos interrumpidos por acontecimientos como la pandemia o la gran recesión y que han concluido gracias a la ayuda aportada sobre el terreno por organizaciones locales en diferentes áreas del litoral, a los datos actualizados del IPCC y a las proyecciones sobre el ascenso del nivel del mar que la NASA difunde periódicamente. “Es un estudio muy completo que nos ha obligado a añadir conceptos nuevos y determinantes a lo largo de estos años que explican nuestra percepción conservacionista”, dice sin ambages. Inasequible al desaliento, a María José Caballero le emociona comprobar que, pese a las palabras huecas de políticos y economistas sobre su compromiso climático, cada vez hay más gente dispuesta a exigir a los gobiernos una mayor ambición. “Sabemos que, si nos quedamos sin mares, o sin abejas, terminaremos comiendo cemento”, sentencia. 

Comenzaron a elaborar el informe hace 24 años, antes del boom urbanístico o cuando la emergencia climática era una fábula creada por antisistemas radicales. ¿Qué les ha aportado tanto tiempo de investigación?

Es un informe muy completo. Como bien dice, empezamos a elaborarlo en el año 2000 por lo que se aprecia su evolución. Al principio había que explicar por qué era malo construir un paseo marítimo sobre un paraje natural, ya que a muchos les parecía estupendo y atrayente regenerar de estas maneras artificiales tramos de su litoral. Eran años en los que no interesaba a nadie hablar de proteger las costas porque no había esa educación. Faltaban conceptos determinantes que ahora explican nuestra percepción conservacionista. Encima, llegó el boom urbanístico, que para el litoral español fue tremendo. Esto nos hizo variar el foco y centrarnos en enseñar la importancia que tienen los servicios ecosistémicos y lo positivo que es conservar el litoral de la manera más natural posible. Pero luego vino la pandemia, un tiempo valioso donde nos costó mucho analizar el estado de conservación, porque obviamente había dificultades para visitar la franja costera y trabajar con las organizaciones locales, que son las que mejor conocen el terreno. Sin embargo, una de las grandes maravillas es que hemos descubierto que ahora hay muchísima gente preocupada y que quiere conservar sus ecosistemas. Personalmente, ha sido muy gratificante.

Recabamos los datos más prudentes del IPCC para no parecer muy alarmistas. Aun así, el escenario que vislumbramos es nefasto

¿Tan importante han sido las aportaciones de las organizaciones ecologistas locales?

Para este informe, sí. Se trata de un trabajo realizado conjuntamente con muchísimas asociaciones locales que se han dejado la piel y eso es una satisfacción porque ni Greenpeace ni nadie va a conseguir nada de manera individual. Solo es posible lograr objetivos si funcionamos como una comunidad. Yo me centré en la parte de eventos meteorológicos extremos, en cómo el aumento de la temperatura produce más fenómenos extremos y sube el nivel del mar. Entonces, empezamos a manejar lo que dice el IPCC, cuyos datos científicos están muy revisados, y en las proyecciones que hace la NASA, que son muy contundentes y no las discute nadie. Así que decidimos utilizar sus perspectivas sobre el ascenso global del nivel de los océanos y recabamos los datos más prudentes del IPCC para no parecer muy alarmistas. Aun así, el escenario que vislumbramos es nefasto. 

¿Qué futuro espera al litoral español si no cambian las cosas?

La principal conclusión es que todo el frente costero, da igual el golfo de Vizcaya que el litoral balear o el golfo de Cádiz, está afectado. Es verdad que el Mediterráneo está peor porque es uno de los auténticos puntos calientes del cambio climático a nivel planetario por sus características. Pero si miramos con detalle las causas, vemos que suma varios factores. El primero es que está sufriendo un proceso muy acelerado de erosión natural en toda su costa. Aunque pensemos que una playa es un lugar que sirve para poner la toalla, su función es fundamental porque disipa la energía de las olas. Y si tratamos de meter estos arenales en cubos envueltos en construcciones e infraestructuras preciosas y comodísimas, favorecemos impactos del mar mucho mayores. Así nos las estamos cargando. Lo vemos en Cataluña. En la costa del Maresme han inventariado qué paseos marítimos ya no merece la pena recuperar porque el próximo temporal los destruirá. En Valencia, la situación es tremenda. En algunos lugares han desaparecido hasta el 60% de los arenales. El problema que nos encontramos es que se siguen buscando soluciones en la ingeniería y no en la biología cuando en el Ministerio de Transición Ecológica hay un grupo muy grande de personas que dicen que no hay que recuperar sino proteger lo que nos queda. Eso es lo fundamental. Proteger lo que nos queda. Pero, como le digo, si miramos la subida del nivel del mar, el litoral mediterráneo está muy afectado por la erosión natural, pero en el resto de costa peninsular hay pocas zonas que se salvan. El agua del golfo de Vizcaya, por ejemplo, lleva arrastrando una ola de calor constante desde el 2022.

En Valencia, la situación es tremenda. En algunos lugares han desaparecido hasta el 60% de los arenales

¿Qué lugares corren el mayor peligro de desaparición?

Hay dos sitios que ya están especialmente afectados. Uno es el Delta del Ebro y el otro es Doñana. ¿Por qué? Porque los dos son desembocaduras de grandes ríos. En el Delta del Ebro, las presas que han construido frenan el asentamiento de los sedimentos con el agravante de que a su alrededor han crecido las zonas urbanizadas. En Doñana, el problema no se debe a la construcción sino a una sequía estructural. Si tuviera que destacar cuál de los dos me parece más preocupante ese es el Delta del Ebro. En el informe se recoge que está perdiendo dos metros de terreno al año. Eso es una barbaridad.

Además de las olas de calor atmosféricas, están las marinas menos perceptibles, pero con una incidencia devastadora para el clima. ¿Hasta qué punto somos conscientes de la importancia que este calentamiento del mar tiene para la vida? 

Somos conscientes cuando te bañas. Pero, es cierto, no somos muy conscientes de los impactos que tienen las altas temperaturas. Por ejemplo, sobre la biodiversidad marina. El Mediterráneo es un mar casi cerrado que impide la huida de especies que se pueden mover a zonas más frías. Pero es que hay muchas plantas, muchos corales, que no pueden trasladarse. Una de las joyas endémicas del Mediterráneo es la posidonia oceánica, una fuente no solo de oxígeno y de absorción de CO2, sino de cobijo, alimentos y espacio para la reproducción de casi mil especies. Y la posidonia lleva muy mal las altas temperaturas del agua. Si muere nos afectará a la biodiversidad y a nosotros. Pero no es sólo eso. A agua más caliente, mayor evaporación. Y a mayor evaporación, fenómenos atmosféricos como gotas frías, danas y lluvias torrenciales más dañinas. Si miramos el mapa mediterráneo es muy difícil encontrar hoy zonas inundables que se hayan respetado. Está todo urbanizado. Seguimos sin comprender que protegiendo el medio ambiente también nos salvamos a nosotras mismas. 

El agua del golfo de Vizcaya, por ejemplo, lleva arrastrando una ola de calor constante desde el 2022

Llueve torrencialmente en Centroeuropa, ríos como el Amazonas llevan cada vez menos caudal y se registran ‘superincendios’ en Grecia, Canadá o Rusia. ¿Qué factores multiplican estos desastres?

Mientras sigamos sin asimilar que los gases de efecto invernadero aceleran los eventos meteorológicos extremos no habrá nada que hacer. Es así de simple. La desertificación en España ha avanzado de una forma demencial. Hay zonas que ya sufren una sequía estructural. Empezamos a ver incendios que son inextinguibles pero seguimos sin cuidar los montes y los llenamos de eucaliptos. Y, por otro lado, tenemos tormentas, huracanes y lluvias torrenciales muchísimo más frecuentes que antes. Mientras no entiendan que si no reducimos las emisiones, si no exigimos a nuestros gobiernos una mayor ambición climática, estos fenómenos acabarán con nosotras. Es evidente que no estamos haciendo las cosas bien. Quizá, quienes nos dedicamos a esto, tampoco estamos siendo capaces de contarlo correctamente. No sé. Creo que todos estamos fallando en algo.

El mapa de temperaturas del Mar Mediterráneo de este verano es de un rojo intenso. En algunas zonas se han registrado hasta 30 grados. ¿Por qué es tan difícil abordar la solución, pese a que todos saben por dónde empezar? 

Porque la política y la economía son cortoplacistas. Sabemos que una ola de calor atmosférica tiene un impacto sobre la salud y se han aplicado medidas para minimizarlas. Pero cuando ocurre en el mar, cuando la ola de calor es oceánica todo se ve de forma mucho más lejana y menos directa. Un político, al fin y al cabo, dice que sus responsabilidades llegan hasta la playa. Como mucho quiere que haya arena pero de ahí hacia dentro no tiene nada que hacer porque excede su competencia. Y eso es un error porque todo está conectado. Lo hemos visto este verano con los incendios en Canadá que los hemos sentido aquí. Hoy en día tenemos acceso a toda la información que queramos. La parte positiva es que antes había muy pocos estudios científicos, pero ahora hay infinitos. Recuerdo que cuando entré en Greenpeace funcionábamos como ‘voz de la ciencia’ pero ahora la ciencia tiene su propia voz. Para nosotras son fuentes extraordinarias. Todo nuestro informe está referenciado a análisis científicos superelaborados. No hay un dato sin contrastar. Y, bueno, pese a estas evidencias sobre la emergencia climática, seguirá habiendo negacionistas. Me produce mucha pena tanto contrasentido.

Empezamos a ver incendios que son inextinguibles pero seguimos sin cuidar los montes y los llenamos de eucaliptos

Y con los informes del IPCC y los datos de la NASA que manejan, ¿cómo estará el litoral español dentro de una década? 

Pese a haber escogido el mejor escenario de emisiones posible, el maltrato al que ha sido sometida, la erosión natural y el aumento de nivel del mar van a afectar mucho. Para 2030 habrá una pérdida masiva de playas. Y no hay arena artificial suficiente para regenerarlas porque, aparte de que es muy dañina para los fondos marinos, es carísima. Es evidente que nadie quiere perderlas, pero cuando adviertes a un ayuntamiento de lo que puede suceder si no se toman medidas te responden que van a trabajar por recuperarla. Y muchos se ponen manos a la obra, es cierto, pero lo hacen por el turismo más que por salvaguardar la vida humana.

Para 2030 habrá una pérdida masiva de playas. Y no hay arena artificial suficiente porque regenerarlas

¿Cuál está siendo la reacción del Gobierno central y de las administraciones autonómicas a esta emergencia lanzada? 

Desde mi punto de vista, el Ministerio para la Transición Ecológica está haciendo lo que tiene que hacer, que es mirar cómo está cada tramo de costa y señalar las zonas en riesgo. Lo está haciendo por tramos y el resultado obtenido lo pone a disposición de las comunidades autónomas, que son quienes tienen las competencias de costas. El problema, como decía antes, es que sigue habiendo una mirada turística de los recursos. Quieren más hoteles. Hay casos contados que han empezado a poner coto a esta situación, como Barcelona o Palma, porque vivir en esas ciudades se ha vuelto imposible. Pero reacciones realistas a diez años vista, con planteamientos de desmontar un paseo marítimo para convertir la zona en una frontera natural, hemos encontrado pocas. Toman decisiones cuando los impactos están a las puertas. En España somos muy buenos improvisando. Se nos da fenomenal. Y es una pena. La esperanza que tengo es que los estudios científicos que corroboran la emergencia climática tienen cada vez más peso y la gente está mucho más concienciada de que es urgente actuar. 

¿Cómo puede un país como España proceder a un cambio de modelo cuando el 13% de su PIB procede del turismo y el 40% de la población vive cerca de los litorales?

Ese 13% del PIB no procede solamente del turismo de sol y costa. En zonas como la Comunidad Valenciana hay plataformas que empiezan a pensar a largo plazo porque el turista ya no quiere ir a un sitio donde hay 42 grados por el día y no baja de 30 por la noche. Entonces, no es tanto un cambio de modelo sino un cambio de mentalidad. Entiendo que es difícil entender que conservar un entorno es lo más positivo que podemos hacer pero es lo que va a asegurar nuestro futuro. Insisto que en la clase política hay una miopía cortoplacista, especialmente en los ayuntamientos, que les impide ver la realidad hasta que no tienen el agua al cuello.

El problema es que hay una mirada turística de los recursos. Quieren más hoteles y hay pocos casos en los que se haya puesto coto a esta situación

El Gobierno de Australia acaba de anunciar una inversión de 116 millones de euros para proteger la Gran Barrera de Coral que está muriendo por el calentamiento oceánico. ¿Son suficientes estas inversiones de emergencia para evitar el desastre?

No tiene ningún sentido invertir dinero mientras sigues permitiendo proyectos de carbón al lado. Vivimos en una contradicción. Es lo que sucede en el litoral mediterráneo. Si queremos proteger un arenal no podemos autorizar la construcción de un hotel a pocos metros, porque son incompatibles. En el caso que me comenta, parece que tampoco somos conscientes de lo mucho que nos puede afectar la pérdida de algo tan valioso como la Gran Barrera de coral australiana, una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo. No lo podemos permitir. Ya hay zonas del océano que se conocen como ‘zonas muertas’ porque no hay oxígeno. Esto es una tragedia. En Greenpeace, hemos pedido la protección del 30% de las aguas internacionales porque con ese porcentaje podemos garantizar que el océano pueda seguir cumpliendo su función vital para la vida en la Tierra. No sé cómo explicar que si nos quedamos sin los mares, o sin abejas, terminaremos comiendo cemento.

¿Confía en el ser humano?

Sí, porque si no confiara ¿qué hacemos en este planeta? Nos dirigimos hacia donde nosotras queramos. Tenemos la capacidad de revertir la situación. Hay impactos que van a ser difíciles de detener pero aún tenemos la gran posibilidad de cambiar de rumbo, si somos muchas personas las que lo exigimos. Eso lo tengo claro. El otro día leí unas declaraciones del director de Ferrovial donde decía que eso de que se vayan a perder playas en Cádiz era una tontería. ¿Cómo es posible que alguien con su influencia pueda decir algo así? No lee los informes científicos. Ese negacionismo o ese retardismo es muy peligroso porque nos impide cambiar la situación. Por eso hay que seguir y, sobre todo, disfrutar cada día de los pájaros que has visto por la mañana, del placer de oler el mar. Porque ese disfrutar es lo que nos puede movilizar a cambiar un poco la situación y empezaría a ser suficiente.

Aunque los pájaros sean su verdadera pasión, María José Caballero (Madrid, 1968) habla con una claridad marina del desalentador informe que ha coordinado en...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Marcoafrika

    Con exactitud y sin titubeos nos dirigimos hacia el destino de la rana viva en el caldero de agua que se calienta progresivamente. ¿Sirve de algo recordar el símil?. ¿Sirve de algo la repetición ad nauseam de una predicción que no es sino destino lógico y previsible de la imbecilidad humana?, pero sobre todo: ¿sirve de algo repetir que para cambiar de dirección es imprescindible cambiar de paradigma y acabar con nuestro modo de vida capitalista?. Asco de repetir cosas obvias a la especie "poco sapiens" que somos.

    Hace 3 días

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí