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En las últimas décadas, España ha experimentado una reducción de la precipitación media, así como un aumento, en comparación con otros países de la Unión Europea, tanto de las temperaturas medias como de la frecuencia de las olas de calor. Además, en muchas de las zonas rurales del país, las poblaciones han disminuido y los pequeños agricultores han perdido capacidad de negociación en el comercio mundial, si bien España es uno de los países con el mayor porcentaje del PIB agrícola de la Unión Europea.
Todos estos cambios provocan vulnerabilidad, que puede definirse como el grado en el que una zona es susceptible de experimentar una serie de efectos adversos ‒como los generados por el cambio climático, la despoblación y/o la globalización‒ y no es capaz de lidiar con ellos.
En un reciente estudio realizado por Sergio Villamayor-Tomas, Daniel Gaitán Cremaschi, Beatriz Pierri-Daunt, Leticia Santos y Esteve Corbera y publicado por el Observatorio Social ‘La Caixa’, se ha elaborado un índice socioambiental de vulnerabilidad al cambio climático, a la despoblación y a la globalización del comercio agrícola.
Esto ha permitido caracterizar los más de 8.000 municipios y 344 comarcas que conforman nuestro país según su vulnerabilidad. Los autores ponen de relieve los siguientes hallazgos:
La distribución de la vulnerabilidad no es homogénea en todas las zonas rurales españolas. Las comarcas más vulnerables se encuentran en Castilla y León (en esta comunidad autónoma, el 77% de las comarcas tienen alta vulnerabilidad comparadas con el resto de España), en Navarra (43%) y en Castilla-La Mancha (34%).
La vulnerabilidad al cambio climático está muy presente, sobre todo, en Cantabria y en Castilla y León (más de la mitad de las comarcas afectadas), seguidas de Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha. Las principales manifestaciones de esta vulnerabilidad son un aumento de la temperatura media y una disminución de la precipitación media, una dependencia de la agricultura de secano, y déficits en la disponibilidad de recursos hídricos en cantidades suficientes y de buena calidad. Estas comunidades autónomas no son necesariamente las más cálidas de España, sino aquellas en las que las temperaturas medias y la precipitación media han aumentado más y han disminuido más, respectivamente.
La vulnerabilidad a la despoblación es especialmente significativa en Castilla y León y en Cantabria (más de la mitad de las comarcas altamente afectadas), seguidas de Aragón, La Rioja y Castilla- La Mancha. Esta vulnerabilidad se explica, en especial, por el envejecimiento de la población, la tasa negativa de crecimiento natural de la población, la deficiente conectividad viaria de los municipios y la escasa diversificación de la economía local.
La España vaciada y económicamente marginalizada abarca 2.858 municipios, el 21% del territorio español
La vulnerabilidad a la globalización del comercio agrícola está presente, en particular, en Castilla y León y en Navarra, seguidas de Castilla-La Mancha y Aragón. Esto se explica, sobre todo, por las pérdidas económicas provocadas por la disminución de los precios pagados a los productores por sus productos agrícolas y, en menor medida, por la competencia que suponen los productos importados y por la dependencia de la agricultura minifundista de secano.
La España vaciada y económicamente marginalizada abarca 2.858 municipios, situados principalmente en las regiones de Castilla y León y una parte de Aragón y representa el 21% del territorio español.
Estas zonas son las más afectadas por la despoblación: presentan el mayor descenso en la tasa de crecimiento natural de la población, la proporción más elevada de personas mayores por cada persona joven, y la proporción más elevada de núcleos de población pequeños (menos de 500 habitantes). Desde un punto de vista socioeconómico, estos territorios son los más afectados por las pérdidas económicas provocadas por la disminución de los precios pagados a los productores por sus productos agrícolas y por la competencia que suponen los productos importados, poseen la menor presencia de empresas registradas y cuentan con infraestructuras sociales y viarias deficientes.
“La España erosionada” está representada por 3.198 municipios repartidos por todo el territorio español (54%)
Por otra parte, el segundo grupo más vulnerable comprende 1.112 municipios distribuidos principalmente en las cadenas montañosas (13% de España). Este grupo es similar al primero, dado que también presenta una elevada proporción de núcleos de población pequeños, una disminución en el crecimiento natural de la población y una infraestructura viaria deficiente. Sin embargo, también presenta la mayor disminución en la precipitación media anual, por lo que, dada su alta dependencia de los cultivos de secano, es el grupo más vulnerable a la escasez de agua. Con todo, es el que posee la mayor proporción de zonas protegidas y el mayor número de empresas registradas.
“La España erosionada” está representada por 3.198 municipios repartidos por todo el territorio español (54%), situados principalmente en las regiones de Galicia y Asturias y en el centro y el sur del país. Según las mediciones del estudio, no presenta graves problemas socioeconómicos, pero es el más afectado por los incendios forestales y la erosión del suelo.
El “cinturón de vulnerabilidad” identificado en esta investigación coincide en gran medida con lo que los medios de comunicación han denominado la España vaciada. Sin embargo, este estudio demuestra la existencia de “otras Españas” que, pese a no ser tan vulnerables, también conviene seguir de cerca y apoyar mediante políticas de desarrollo rural específicas.
Además, algunos territorios se ven más afectados que otros por el cambio climático, la despoblación y la globalización.
Otra conclusión importante es que las zonas rurales más afectadas por la despoblación y la globalización se encuentran atrapadas en un círculo sin salida. Conforme las zonas rurales pierden población, los gobiernos tienen menos incentivos para invertir en escuelas, viviendas o carreteras, lo que a su vez disuade a la población de residir en ellas.
Autor >
CTXT / Observatorio Social La Caixa
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