René Robert quedó fascinado por el flamenco hace más de 50 años, y en ese tiempo no ha parado de ir de un festival a otro, sea en Francia o en España, para tomar maravillosas imágenes en blanco y negro de los más grandes representantes del cante, toque y baile. Empezó a fotografiar artistas flamencos en los años 60 en los tablaos madrileños y los festivales andaluces y ahí sigue todavía, casi siempre en Francia, donde vive.

Ahora, el 25º Festival de Flamenco de Nîmes, que se celebra del 11 al 25 de enero, rinde un homenaje a este exquisito aficionado, uno de los primeros y más grandes fotógrafos franceses que se dedica al flamenco.

Con su cámara analógica y su ojo clínico, siempre listo para el destello de gracia y la hondura, ha fotografiado en un blanco y negro sobrio y expresionista a la vez el baile, el cante y el toque de todos los nombres grandes del arte flamenco: Paco de Lucía, Camarón, Morente, Israel Galván, Cristina Hoyos, Eva Yerbabuena...

Según René Robert, el arte flamenco nace de la profundidad del ser del artista, y nos trae alternativamente momentos de alegría, de dolor resignado, de ironía y de rabia, pero también de elegancia, de sensualidad y muchas veces de gran profundidad.

Robert ha publicado los libros Flamencos (Ed. Syros – Alternatives) y La Rabia y la Gracia (Alternatives), y ha contribuido en las obras Flamencos (Solar) y La voz de los flamencos (Siruela).