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Hola. Esto es una valoración mutante de los resultados del 27-S. Valoración-mutante es un concepto no funcional, como sucede con el grueso de objetos que atienden a una palabra compuesta --no sé; hombre-lobo, elecciones-plebiscitarias, compresa-cenicero-. Lo utilizo porque me ha parecido comercial y pegadizo, y en tanto que no intento presentarles a los integrantes del nuevo Parlament bajo las coordenadas que utilizan para verbalizarse -inútiles y poco fiables en una democracia mutante, como la de aquí abajo-, sino a la mutación más llamativa de su ADN. Una mutación del ADN es esa cosa que de pronto te sale, te copa, y hace que, cuando es menos aconsejable, te dé el jamacuco, te vuelvas verde y cumplas tu destino/lo destroces todo.
Todos, en fin, somos mutantes --somos víctimas de nuestra cultura/idealismo/salvajismo, esa cosa mutante, arbitraria, no discutible, no siempre perceptible, pero determinante como, en fin, un gen--, por lo que siempre deberíamos ser fieles al lema que preside el templo de Apolo en Fukushima: "Conócete a ti mismo tu gen mutante". Para acabarlo de liar, mientras escribía todo esto, el Gobierno del Estado se ha puesto verde, ha doblado su volumen, le ha venido el siroco mutante y ha citado a Mas a declarar el mismo día que, en el tiempo, por cierto, una mutación anterior de ellos mismos se peló a Companys --sí, de ser un mutante, el Gobierno sería Hulk--. Lo que invita a pensar que, ahora que caigo, en esta democracia de la Srta Pepis, sólo son válidos los análisis mutantes. Bueno. Al tajo.
Si en las próximas generales se genera una mayoría razonable PP-PSOE-C's, se acometerá una reforma de la Consti que dará juego a CDC --el interlocutor favorito del Estado.
-PACK JXS. No ha sacado mayoría absoluta. Su objetivo fundacional, por otra parte, no era ese. Era contrarrestar una candidatura de confluencia que, finalmente, no se produjo. El resultado final es algo fuera del contexto previsto, complejo, contradictorio y sometido a tensiones. Muchas y, tal vez, de manera fatal. Una de ellas será la propia composición del grupo parlamentario, integrado, entre otros, por 29 chicos y chicas de CDC, 20 de ERC y 11 independientes. Algunos, por lo que se sabe, palmeros/con el gen mutante de CDC, otros, pues no tanto. Quizás, sometidos a determinada temperatura y presión, no voten necesariamente todo lo que el gen mutante de CDC crea conveniente. O no a la primera. Llegados a este punto, quizás sea necesario describir el gen mutante de CDC, una especie de anillo que, al menos, por ahora, les une a todos. Se trata de un gen que le obliga a ser el interlocutor de Catalunya con el Estado --para lo que precisa de a) una Catalunya y, b), un Estado con el que interlocutar--, de manera que cuando le sale la mutación --cada día a la misma hora--, puede destrozar cualquier objeto que se interponga entre ella y esa posición de mediador oficial. Lo hizo con el Estatut del Tripartit --lo mató, como en el tango mutante, porque no era suyo--, y lo hará con el Procés, sin pestañear, si deja de ser suyo/mutante. Si fuera un mutante, CDC sería el Doctor Xavier. Un Doctor Xavier que se levanta de la silla de ruedas, se pira y se lleva el juego de mesa si sus interlocutores no le siguen la bola con eso de que es telépata.
ERC, por lo que se ve desde 2012, vela por ese gen mutante de CDC, para que CDC no se gire y deje, definitivamente, el Procés en la vía muerta. La pregunta es, dos puntos, ¿CDC puede seguir liderando el Procés sin Mas como President? Respuesta, dos puntos, sí. Mas no es nadie en particular, a pesar de los esfuerzos propagandísticos. En CDC hay tantos pollos como Mas --hombres maduros discretos y comedidos, que salen de la ducha para hacer pipí, inoculados de serie todos con el gen CDC--: cualquier día, por error, uno acabará durmiendo con la esposa de otro, y la esposa no notará la diferencia en los primeros 25 años. Que siga Mas como Presi es una cuestión de representación del poder. Importante pero, a cambio de poder, discutible. De hecho, las 24 horas y pico en que la política catalana estuvo abandonada a sí misma desde el 27S, ya se elaboraron propuestas de substitución de Mas, a cambio de que CUP votara JxS. Por lo visto congeladas, o ralentizadas, desde que Rajoy, ese hombre, mutó y aceleró la causa de Mas.
Con eso, por cierto, Rajoy demuestra a) preferir a Mas como líder del Procés, al hacerlo un héroe --lo es, pero de los recortes y de la paraeconomía--. O b) demuestra no saber o no poder encontrarse el culo con ambas manos, ser una inteligencia víctima de esa mutación yuyu y nacionalista que tantos éxitos cosechó en la Cuba del XIX.
Sobre el gen CDC: el PP lo conoce. Sabe además, de primera mano --al parecer, CDC no lo esconde en sus contactos discretos con el PP; los hay; Margallo parece ser un buen interlocutor- que CDC utiliza la cosa indepe para conseguir algo parecido a lo que destrozaron juntos en 2006 --reconocimiento del trade-marck nación, blindando de competencias, financiación, tal vez un Pacto fiscal--. Ese conocimiento podría tranquilizar esta partida de póker o, incluso, visualizar que es una partida de póker. Si no fuera porque el Gobierno --lo dicho-- es un Hulk con unos calzoncillos 8 tallas menos --es decir, muy irritable-- y, por lo visto, no piensa negociar ni siquiera eso. Importante, el votante de CDC --y, me temo, el de JxS--, está dispuesto a observar lo que CDC señala. Ya sea independencia o, más probable, algo varias casillas menos. Puede cambiar de opinión en 5 minutos, o en una tertulia radiofónica, tras el speach de un periodista patriótico --tenemos la tira--. Lo que da juego a un proceso largo de escenificación de choque contra el muro, sustentado en propaganda, hasta que un Gobierno del Estado se siente a negociar. Puede ser pronto. Si en las próximas generales se genera una mayoría razonable PP-PSOE-C's --es decir, si Podemos se estrella, algo no descartable--, se acometerá una reforma de la Consti que dará algún tipo de juego a CDC --también el interlocutor favorito del Estado--, y una solución escenográfica y a la baja al Procés.
C's es un partido netamente catalán. Es decir, como el Procés, nació de lo mismo: el Estatut del Tripartito
-PACK LOS OTROS. Por primera vez, en el Parlament habrá otro gran nacionalismo ampliamente representado. El español, en su estadio mutante fijado en el Aznarato/Hulkirato. Estará formado por C's y PP, dos objetos mutantes con cromosomas similares --verbigracias: son los únicos grupos del Parlament que han perdido la sangre fría en votaciones que pretendían condenar el Franquismo. C's --25 parlamentarios, que se dice rápido--, es un partido netamente catalán. Es decir, como el Procés, nació de lo mismo: el Estatut del Tripartito. Recordemos aquellos dorados años: el nacional-constitucionalismo era el juguete de moda, que copaba los medios, los argumentarios de todo, y que iba a ganar las elecciones en Euskadi y reenvagelizar incluso a quién no lo quisiera o no se dejara. C's nació, precisamente, como una lectura integrista de aquel proyecto, de por sí, glups, integrista, en una autonomía en el que el PP --contrariamente a lo acaecido en Euskadi-- había traicionado los Principios Fundamentales del Movimiento Constitucionalista pactando con CiU, y en la que el PS, en vez de ir por la vida golpeando con el lomo de la Constitución, como el buen Socialista Vasco de Rousseau, estaba animando un nuevo Estatut en el que se hablaba de nación y federalismo.
C's, si fuera un mutante sería, por tanto, Flash, ese tipo que corre tan rápido que no se le ve. Si se le viera, veríamos elementos de extrema derecha, una defensa de una Constitución sin título territorial y con sus tramos sociales definitivamente elididos -es decir, una defensa de otra cosa no necesariamente próxima a la constitución--, una cruzada identitaria y, muy importante, ausencia de corrupción llamativa --si bien ya han sustentado con su voto a dos de los cuatro gobiernos peninsulares con más apego a la creatividad económica: el andaluz y el madrileño; les falta sólo el catalán y el Central; ya llegará--.
¿Qué van a hacer en Catalunya? Demostrar que Hulk es un moñas, y que ellos sí que saben. Es decir, una política dramatizada --algo muy español y catalán--, sustentada en golpes teatrales de efecto. Tal vez, centrados, a su vez, en la defensa de la enseñanza del castellano, al parecer, el único derecho individual que, contrariamente al aborto, por ejemplo, se plantean. La crispación resultante podrá elevar varios centímentros el cenicero de una mesa en Algeciras. Importante: C's parece haber aglutinado el voto de clase alta, el de extrema derecha --no se ha presentado ninguna lista de ese negociado en las elecciones; C's es la nueva forma de la unificación de la derecha, esa cosa que se unifica periódicamente en torno a un nuevo lenguaje--, y el voto de los ex-asalariados y precarios de las zonas industriales. Sin duda, y en ese sentido, C's es --socorro-- el partido que más ha rentabilizado el 15M y su visualización de la corrupción. Será en breve el partido hegemónico de la derecha española. Una derecha hungarizante, más ultraliberal que la actual, y --quién entienda este país, que lo compre-- más nacionalista que la actual.
Falta saber aún cual será el partido de izquierdas tras esta crisis política y democrática que, como se está visualizando en Catalunya, parece que no dejará ningún partido de la Restauración2.0 en pie/con el mismo nombre artístico. PP. El PP catalán, comparado con C's, es el SPD. O, al menos, y aunque cueste creerlo --incluso a mi-- es un partido menos nacionalista, o que se corta más antes el tema, lo que puede orientar sobre la magnitud de la tragedia. En esta campaña, el PP --se sabe marginal en Catalunya; sabe que lo que haga en Catalunya sólo son coreografías para retransmitir al resto del Estado-- ha hecho algo rarísimo. Una campaña poco agresiva --Albiol/Hulk estaba irreconocible-, sin muchas banderas, centrada más en robar votos al PSC que a C's. Eso es quizás fruto del error, o de la meditación de que, tras las Generales, se tendrá que pactar algo con CDC --o cómo se llame el invento entonces--, sin ese enojoso referéndum vinculante que tan poco atrae a PP o a CDC. Es posible que, por competencia con C's, ese otro depredador que también se alimenta de lo mismo, PP radicalice hacia la performance sus actuaciones en el Parlament. ¿Un mutante que visualice al PP catalán? Superman decidiendo ir, por propia voluntad, a ExpoKriptonita.
En el programa de las Generales del PSOE no va a aparecer el palabro federalismo
-PACK LOS 80's. El PSC no ha muerto. Pero casi. Es decir, parece ser que no ha accedido a un nuevo electorado, sino que ha recuperado el viejo, en su significado más literal. Su campaña ha consistido en bajarse de Google una campaña de los 80's. Incluso también se bajaron de Wikipedia una versión lenta y pesada de Felipe González, que hizo un mitingZzzz. Han ido por todos los mercados públicos besando viejas, han bailado, y han demostrado que son simpáticos, haciéndose un hueco notorio en el mapa de la socialdemocracia europea. En Escadinavia queda, así, una socialdemocracia con discurso, en tanto que negoció conservar soberanías estatales mientras se aproximaba a la UE; en Holanda, una socialdemocracia que parece intentar renovar su discurso, integrando en él la austeridad, en UK, una socialdemocracia que parece apostar por Keynes nuevamente; en el resto de Europa, nada, y en el Sur, nada y el PSOE-PSC que, como una nadadora de natación sincronizada, nada y sonríe a la vez.
En la campaña han venido líderes del PSOE, que han participado en actos y en ruedas de prensa consistentes en no decir nada, con esa cara de tío que sabe lo que se dice y que podría tener su propio show en la CNN, sobre federalismo, para ceder la palabra luego a Iceta. Iceta, llegado ese punto, bailaba o, dentro de la misma escuela coreográfica y de pensamiento, hablaba de federalismo, sin dibujarlo más allá de términos sentimentales --el federalismo, cuando es sexy, snif, no es una historia de amor, es el control férreo del Estado--. Por lo que se ha filtrado en la prensa --nuevos medios, of course--, en el programa de las Generales del PSOE no va a aparecer el palabro federalismo, de difícil inclusión, por otra parte, en una monarquía. Pero que algo sea de-entrada-no, jamás ha sido un problema ético y estético para el PSOE, y menos ahora que ha vuelto a los 80's, aquella década prodigiosa en la que, por otra parte, se empezó a realizar la desindustrialización de la economía, cuyos frutos disfrutamos a diario. Otra curiosidad de la campaña. PSC apostó por la bandera española federalista --tal y como quedó tras los consensos del 39 y del 78--, incluso más que C's y PP. Esto, en fin, va de banderas, el desodorante peninsular favorito. ¿El mutante que visualiza el PSC? Sin duda, Wonder Women. En el cuartel general, una oficial subalterna más, discreta y al quite. Hasta que tiene que ponerse el uniforme de faena y, técnicamente, se convierte en una loca. Federalista.
Los grandes derrotados de estas elecciones son las izquierdas
-PACK LAS IZQUIERDAS. Los grandes derrotados de estas elecciones son las izquierdas. Vamos, que sólo 21 parlamentarios están en contra de detalles como la austeridad, la precariedad, la deuda o los desahucios, y hablan abiertamente de ruptura democrática. Esta bajuna puede orientar sobre la polarización electoral --no creo que sea social; curiosamente, la perceptible ruptura social en Catalunya parece formularse a través de una economía que se ha aplazado, como tema de discusión, en esta campaña--, en la que ha primado más el discurso del Procés, propuesto por el President, que una meditación más amplia sobre la crisis política, económica y democrática del Sur.
Tenemos dos izquierdas, en todo caso. La CUP --10 parlamentarios--, izquierda rupturista, con una pronunciada, en ocasiones, cultura libertaria --la cultura política más antigua de Catalunya--, es una organización que tiende a ser descentralizada y municipalista y, por lo tanto, lenta en otras Ligas políticas y en su comunicación con la prensa. Es tal vez la única posibilidad de que el Procés pueda desbordarse democráticamente --única posibilidad, por otra parte, de que viva y llegue a algún sitio no previsto por CDC--. Ignoro cómo. La CUP, no obstante, sabe que un parlamento postdemocrático --es el caso-- no es el centro del poder. Por lo que cabe suponer que pondrá en contradicción al Procés y a sus líderes, a través de la comunicación y, otra vez, la dramaturgia. Antonio Baños, un tipo divertido --lo mejor que te puede pasar en la vida es que te toque Baños en la mesa de una boda--, parece estar capacitado de serie para ello.
El peligro es la dificultad de la CUP --demostrada el 9N, con la consulta simbólica, un acto de empoderamiento ciudadano, sí, pero sobre todo un acto inocuo y simbólico sensible de ser raptado, como así sucedió, por Mas, un President entonces aislado, que hubiera finalizado su ciclo de especulación del Procés sin esa consulta-- para llevar al extremo las contradicciones del Procés --la mayor de ellas, estar dirigido por un partido no indepe--.
La CUP se parece a Spiderman, un precario, el único super-héroe que verbaliza problemas continuos para llegar a final de mes, y que vive traumatizado por su responsabilidad en la muerte de su tío. Spiderman es, por tanto, un héroe atormentado. Es decir, sensible al bulling, presión que está sufriendo por parte de redes sociales, medios y grandes ideólogos para votar a Mas en la investidura. Iba a votar JxS --es decir, la obra de Mas--, pero el acelerón judicial de la cosa de Mas puede cambiarlo todo / puede hacerle meditar si es culpable de la muerte de su tío. Lo que le puede conducir a protagonizar otro 9N. Por lo que sé, está resistiendo, frente a este boicot al cava pro-Mas, verbalizado 24H sur 24H por la industria JxS. L
La CUP, en dos años de parlamentarismo, por cierto, está amenazando el biotopo de ICV-EUiA. ICV-etc es, a su vez, el partido de izquierdas anterior al 15-M que más adelantada lleva su refundación. Contribuyó con determinación a la creación de Barcelona en Comú, la confluencia. Y ha hecho lo mismo con todo lo contrario --la coalición--, a través de Catalunya Sí Que Es Pot --un nombre tan largo no podía ser bueno; Ramsés, por ejemplo, lo sabía--, agrupación de varios partidos, entre ellos también Podem, que ha sido quien ha llevado el cotarro de la campaña, a través de decenas de actos, siempre llenísimos, que no se han traducido en votos, todos ellos amenizados por los grandes ideólogos madrileños de la cosa.
En sus actuaciones tendieron a utilizar un lenguaje extraño, más cercano a partidos viejos que a nuevos, didáctico, sencillo, esquemático, apriorístico, personalista. ¿Un mutante? No lo sé. Es decir, no sé si es un mutante, pero también va vestido de colorines. Se trata de Coco, el héroe de Sesame Street, que nos explicaba las diferencias entre cerca y lejos que, por lo común, ya sabíamos. Quizás CSQEP defendió lo único razonable en todo este lío, pero escondido en un discurso poco luminoso, politiquero, alejado de una revolución democrática: un referéndum, espero que vinculante, sobre el tema. Es decir, una ruptura democrática que implique ese exotismo democrático, y que respete esa posibilidad y el posible resultado. No hay otra. Bueno, también está su aplazamiento.
CONTINUARÁ, me temo.
Hola. Esto es una valoración mutante de los resultados del 27-S. Valoración-mutante es un concepto no funcional, como sucede con el grueso de objetos que atienden a una palabra compuesta --no sé; hombre-lobo, elecciones-plebiscitarias, compresa-cenicero-. Lo utilizo porque me ha parecido comercial...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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