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Tribuna

Ideas para pactar un referéndum catalán

Ignacio Sánchez-Cuenca 6/01/2016

Pedripol

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Resulta absurdo que la posibilidad de plantear un referéndum sobre la secesión de un territorio se haya transformado en un tabú político. En los dos partidos tradicionales, PP y PSOE, se habla del referéndum como si fuera una quiebra del Estado de derecho y de nuestro orden democrático. 

El PP decidió hace ya muchos años, en los tiempos de Aznar, actuar como el valedor de la unidad de España. Para ello, adoptó, sobre todo en la legislatura 2000-2004, un grosero nacionalismo español, disfrazado de “patriotismo constitucional”, que contó con el apoyo entusiasta del grupo de intelectuales recalentados con la cuestión nacional (los Savater, Juaristi, Azúa, Espada, Trapiello, Pombo, etc.). Dicho nacionalismo consistía en oponer el carácter democrático y constitucional de la nación española al carácter tribal e identitario de las naciones vasca y catalana. La idea fuerza era esta: mientras la democracia española sea efectiva en País Vasco y Cataluña, ni los vascos ni los catalanes tienen derecho a cuestionar la unidad territorial de España, pues disfrutan de los mismos derechos y libertades que el resto de los ciudadanos. La manifestación última de este nacionalismo español es el “Manifiesto de los Libres e Iguales”, la plataforma de intelectuales capitaneada por la ex diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, en la que se afirma que democracia y separatismo son incompatibles. 

El PSOE tuvo una actitud algo más flexible, sobre todo en la primera legislatura de Zapatero, cuando se negoció el nuevo Estatuto catalán (a la vez que el Estado negociaba con ETA y Batasuna el final del terrorismo). Se abrió incluso la posibilidad de reconocer algo obvio, que Cataluña es una nación (y, por tanto, que España es un país plurinacional), pero el Tribunal Constitucional cerró esa vía en su famosa sentencia de 2010. No obstante, en los últimos años el PSOE y el PSC han ido endureciendo sus posiciones, hoy casi idénticas a las del PP. De hecho, el PSC, durante un tiempo, estuvo de acuerdo con la celebración de un referéndum siempre y cuando este tuviera cobertura constitucional. 

El referéndum es una demanda ampliamente mayoritaria en Cataluña y es el mejor instrumento con el que contamos para averiguar cuál es el apoyo al proyecto independentista

Tras las elecciones del 20D, mentar el referéndum parece tan radical como pedir la nacionalización de los medios de producción o la república de los soviets. ¿Qué tiene el referéndum que provoca ese pánico entre los barones del PSOE? 

El referéndum es una demanda ampliamente mayoritaria en Cataluña. Es el mejor instrumento con el que contamos para averiguar cuál es el apoyo al proyecto independentista. Cabe imaginar una pregunta clara (algo así como “¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado propio, independiente de España?”) con una respuesta igualmente clara (“Sí” o “No”). Los términos del referéndum se deben negociar entre todas las partes. Por ejemplo, creo que una condición muy razonable sería exigir para la victoria del independentismo una mayoría absoluta del censo electoral (es decir, al menos la mitad de los catalanes con derecho a voto). La razón de pedir una mayoría amplia es que una decisión de esta trascendencia, con consecuencias probablemente irreversibles, no puede tomarse si no la apoyan al menos el 50% de los catalanes. También se podría exigir una mayoría en cada una de las cuatro provincias catalanas. Asimismo, cabría negociar también cuánto tiempo debería transcurrir hasta la celebración de un nuevo referéndum en caso de que el primero se perdiera (diez años, por ejemplo).

Si se llevara a cabo un referéndum, no sería porque los catalanes tengan un derecho especial a la autodeterminación, ni el resultado del referéndum, en caso de ser positivo, significaría sin más la independencia de Cataluña. Ni Cataluña ni ninguna otra región española tienen un derecho unilateral a la secesión. Ahora bien, si una mayoría amplia y clara de catalanes desea independizarse, sería absurdo obligarles contra su voluntad a permanecer en España. El primer paso, la realización de un referéndum, serviría para determinar cuán extendida está esa petición. En caso de que los partidarios de la independencia ganaran de acuerdo con las condiciones establecidas, sería necesario, en un segundo paso, negociar sobre muchas cosas (desde el reparto de la deuda pública hasta el ejército, pasando por un acuerdo que permitiese una doble nacionalidad para quien así lo deseara). Si al final del proceso negociador hubiera una solución satisfactoria para todas las partes, se procedería entonces a la constitución de un Estado catalán.

Ni Cataluña ni ninguna otra región española tienen un derecho unilateral a la secesión. Pero, si una mayoría amplia y clara desea independizarse, sería absurdo obligarles contra su voluntad a permanecer en España

La crítica más recurrente (muy extendida dentro del PSOE) es que el referéndum se basa en un planteamiento binario, en el que se fuerza a elegir, de forma un tanto artificial, entre la independencia y el actual sistema territorial, cuando las encuestas de opinión pública demuestran de forma repetida que podría haber una mayoría a favor de una opción intermedia, en la que Cataluña tuviera un reconocimiento nacional pleno, una financiación más favorable y una institucionalización más adecuada de su relación con el resto del Estado. Esta opción intermedia sería ampliamente preferida a la secesión.

Creo que es necesario atender esta objeción. Por eso, tiendo a pensar que el referéndum catalán es un instrumento de última instancia. Me explico. Si los partidos políticos están dispuestos a reformar constitucionalmente nuestro modelo territorial, avanzando hacia una definición plurinacional de España y un modelo auténticamente federal, deberían hacerlo y, de paso, desactivar la demanda independentista. Una reforma de este calibre necesitaría un referéndum de ratificación en el conjunto de España. Si en dicho referéndum hubiera en Cataluña y en el resto de España una mayoría a favor, habría que desestimar la demanda de independencia. En caso contrario, en caso de que Cataluña rechazase la reforma, no quedaría más remedio que plantear un referéndum futuro acerca de la independencia. Pero eso sería una opción última, cuando todo lo anterior hubiera fallado. Con otras palabras, las fuerzas políticas primero tendrían la oportunidad de establecer qué es lo que significa el “no” a la independencia (el modelo actual, un modelo más centralista, o un modelo federal y plurinacional) y a continuación confrontar la opción de “no” con la del “sí”.

Todo esto, por supuesto, es materia de debate y pueden desarrollarse argumentos muy variados a favor y en contra. Por ejemplo, se podría plantear directamente un referéndum con más de dos opciones (aunque no hay muchos precedentes). Pero lo que me importa subrayar ahora es que resulta necesario hablar largo y tendido sobre este asunto, dejando que todo el mundo opine y presente propuestas. Lo que no tiene sentido es que el PSOE se niegue (como hace el PP) a debatir sobre el asunto llamando “separatistas” a los que defienden la necesidad de realizar un referéndum. El PSOE se equivoca, tanto en la cuestión de fondo como estratégicamente, al plantear la cuestión en términos tan escandalosamente pueriles. Quienes, no siendo nacionalistas, defendemos por motivos democráticos el referéndum (yo lo llevo haciendo desde hace casi quince años) no somos partidarios de la ruptura de España, pero creemos que hace falta encontrar un procedimiento democrático para dar cauce a una demanda de independencia. En una democracia bien asentada como la nuestra, lo lógico es hablar abiertamente sobre estos asuntos, no cerrarse en banda con malos pretextos.

Resulta absurdo que la posibilidad de plantear un referéndum sobre la secesión de un territorio se haya transformado en un tabú político. En los dos partidos tradicionales, PP y PSOE, se habla del referéndum como si fuera una quiebra del Estado de derecho y de nuestro orden democrático. 

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Autor >

Ignacio Sánchez-Cuenca

Es profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Entre sus últimos libros, La desfachatez intelectual (Catarata 2016), La impotencia democrática (Catarata, 2014) y La izquierda, fin de un ciclo (2019).

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30 comentario(s)

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  1. Xavi

    Una propuesta muy interesante, y que ayuda a abrir y enriquecer el debate. Aunque no le veo ningún futuro político en el actual Congreso español. . Eso sí, lo de "una condición muy razonable sería exigir para la victoria del independentismo una mayoría absoluta del censo electoral" .... lo sería si se estableciera como obligatorio el voto. Porque sinó ya estamos contando las abstenciones (totalmente legales y legítimas en cualquier votación democrática) como votos del No (y todos los votos desde otros países que no se van a poder realizar). Creo que esto es de primero de ciencias políticas ...

    Hace 8 años 3 meses

  2. Martín Romaña

    Buen punto este del referéndum subsidiario. Empezar reformando la Constitución, el Estatut. Hacer los referéndums correspondientes y, solo si fracasan en Cataluña (o en cualquier otra automía?) convocar el referéndum de independencia (posibilidad que debería incluir la constitución reformada). No creo que sea esto muy distinto que lo que plantea el PSOE en su programa. El problema, creo, es que lo que pasa en Cataluña se parece cada vez más a una revuelta fiscal de región rica y de ahí el choque con las regiones pobres. La recaudación fiscal en Cataluña es muy superior al presupuesto de la Generalitat y ocurre lo contrario en Andalucía. Habrá que plantearse en la reforma constitucional cómo controlar el grado de solidaridad a nivel regional que implica la solidarizadas entre individuos para evitar que siga creciendo la revuelta.

    Hace 8 años 3 meses

  3. Moy

    Es cierto que los partidos independentistas no piden una reforma de la Constitución. No tienen el más mínimo interés en ella. Es cierto que no hay que hacerla para contentarlos. Hay que hacerla porque España no tiene proyecto, lleva una década perdida y sigue sin reaccionar. El proyecto independentista parecerá una majadería pero al menos es una propuesta ilusionante para muchos que pretende transformaciones en profundidad. Hubo un tiempo en que Catalunya intentó reformar España. Cada conquista catalana después se trasladaba al resto de CCAA hasta el absurdo de la cláusula Camps. Pero ahora ya no se quiere seguir intentándolo. Con la sentencia del TC sobre el estatut se llegó a la conclusión de que España no quería ser cambiada. Miren el parlamento catalán, las fuerzas hegemónicas del bipartidismo son allí marginales. Lo son porque hace mucho que desconectaron de la sociedad Catalana. Una reforma de la constitución valiente y sincera es lo único que ya puede cambiar las cosas. Es paradójico, que Podemos, un partido ahora demonizado por 'separatista', sea hoy la única garantía de unidad que le queda a España. Miren el resultado de En Comú Podem el 20D. Miren lo que votan los catalanes cuando se les ofrece un proyecto ilusionante. Hoy el bipartidismo no le está jugando el partido al independentismo. Cada uno está haciendo un rondo por su lado, de cara a su público, dejando pasar el precioso tiempo hasta que la distancia sea tan grande como inevitable la ruptura. No caigamos en el juego maniqueo del nacionalismo - Catalán o Español- reformemos la Constitución, démonos un proyecto. No para los catalanes, sino para todos.

    Hace 8 años 3 meses

  4. Daniel Peralta Nebot

    Exactamente es este el planteamiento políticamente justo y estratégicamente conveniente para todos. Solo pueden estar en contra de tan impecable análisis y propuesta de solución quienes han sido directa y personalmente responsables del bloqueo político que se inició con el recurso de inconstitucionalidad del Gobierno contra el Estatut de Catalunya, y la nada edificante demostración de la falta de división de poderes demostrada con ocasión de la tramitación del mismo. Por eso, en mi opinión, y para conseguir que triunfe tan justa y ecuánime propuesta, hay que hacer participe de la misma a todos los hombres y mujeres que han sido apartados de la vida política por las propias estructuras de sus partidos, en la equivocada percepción de que solo interesaban personas de un perfil político radicalizado, defendiendo una identidad nacional frente a la otra, y no junto. Tenemos en la reserva a muchos ex políticos, personas capaces, competentes y honestas que pueden y deben participar de esta nueva etapa política. La regeneración no es incompatible con la memoria histórica, la justicia y pluralidad democrática.

    Hace 8 años 3 meses

  5. Fulanito

    Al sr. Antonio, que aboga por dividir Catalunya en dos estados: ¿si mis partes nobles y mi cerebro piensan dos cosas distintas puedo ser dos personas? También recordarle que en los medios de comunicación catalanes tenemos a gente pro y anti independencia, donde no he visto a ningún independentista aún es en las cadenas españolas. Recordarle también que los catalanes podemos ver cadenas españolas y catalanas, así que estamos un poco mejor informados que ustedes. Y bueno, al sr. articulista, lo de contar las abstenciones como un No ya se descalifica por sí mismo. ¿Por qué no las contamos como un Sí?

    Hace 8 años 3 meses

  6. Joan Masip Salvans

    Un artículo interesante que demuestra que, fuera de Catalunya, hay gente sensata dispuesta a entenderse con los catalanes que también demostremos sensatez y seamos ajenos al "proceso" de manipulación y engaños que debemos soportar. En el fondo es muy simple: España es un estado plurinacional, lo que no impide que estemos juntos si así lo deseamos, pero tampoco que optemos por seguir otro camino si lo preferimos. Los demócratas que quieren que Catalunya siga en España pueden entenderse con los demócratas que prefieren que Catalunya se independice.

    Hace 8 años 3 meses

  7. Pere camprubí i García

    Dice la persona que firma como “plazaeme” que el problema reside en si es obvio, o no lo es, que España no sea una nación. Al respecto, le planteo lo siguiente: 1 – Nación es “Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”, según la tercera acepción de aquel vocablo, en la última edición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. 2 – En España co-existen territorios que se diferencian unos de otros por: - El idioma. Hay cuatro idiomas propios, que son (1) gallego, hablado en Galicia; vasco, hablado en Euskera y norte de Navarra/Nafarroa; catalán, hablado en Catalunya, Illes Balears i zonas de Aragón; castellano, hablado en el resto de territorios españoles. Además hay otro idioma, el valenciano, que no está reconocido como tal por la comunidad científica internacional en Lingüística; finalmente, el bable, que se habla en Asturias, no tiene el reconocimiento de idioma oficial. En relación con las diferencias lingüísticas, existen las diferencias culturales vinculadas al idioma, de las que las distintas literaturas son el mayor exponente. - El Derecho Civil en algunas materias importantes en la vida diaria de las personas, distintas en cada uno de ellos, y que tiene aplicación prioritaria, en función de la vecindad civil de la persona (artículo 16.1 del Código Civil Común). - Sistemas de partidos políticos distintos, como expresión de la socio-diversidad que hay entre las sociedades que conforman las llamadas Comunidades Autónomas; así, hay sistemas de partidos formados por tres (dos, antes de las últimas Elecciones Generales del 20 de diciembre) en las dos Castillas, Extremadura, …, hasta sistemas de partidos formados por siete (Navarra/Nafarroa). - Sistemas fiscales muy distintos, que son: Euskadi, Navarra/Nafarroa, Islas Canarias, Ceuta y Melilla y resto de España. - Sistemas electorales distintos, tanto en la distribución territorial de escaños (las Comunidades Autónomas tienen un sistema particular, distinto de las peninsulares, que también tienen diferencias entre sí), como del mínimo porcentaje de votos válidos para optar al reparto de escaños (por ejemplo, 5% en Galicia y 3% en la Región de Murcia). - La organización de las entidades locales también es distinta de unas Comunidades Autónomas a otras e incluso en una misma Comunidad Autónoma. A la vista de estos hechos, que no opiniones, en relación a la definición de “nación” de la RAEL, parece clara la respuesta a la pregunta de si España es, o no es, una nación. Pere Camprubí i García

    Hace 8 años 3 meses

  8. cromapons

    El referendum es la consecuencia del Derecho a Decidir, Catalunya se lo ha ganado ampliamente, mas del 80% de la población quiere ser consultada y asi se entiende en democracias mas asentadas que la nuestra. Sin referendum solo hay sumisión y eso es inaceptable en democracia y mas si encima se esquilman los impuestos de esos votantes y para mayor verguenza a eso se le llama "solidaridad". Ese es el contexto en el que esta democracia a la española, se vanagloria dia tras dia de ser el pais mas antiguo del mundo, alg que hace reir a los especialistas. Sobre el PSOE y sus continuas renuncias a sus principios, sus continuas intrigas de palacio, mejor dejarlo morir, seria el último (y mejor) servicio que haria a España, dejar de mentir, devolver todo e dinero de su corrupción, publicar las declaraciones de patrimonio de los Guerra, Felipe, Bono, Chaves pero sin trampa, solo eso, que sin ser demasiado seria suficiente.

    Hace 8 años 3 meses

  9. Antonio 2000

    A Joaquín (cinco intervenciones antes que esta): Yo también estoy de acuerdo con que un referéndum es un buen mecanismo para tomar decisiones democráticas, pero votando todos no una parte. Por lo tanto estoy a favor de hacer un referéndum sobre la secesión o no de Cataluña, pero votando todos los que constituimos el país, no solamente los que están empadronados en Cataluña. Haciéndolo así, sí que se solucionaría el problema, lo otro sencillamente no es democrático.

    Hace 8 años 3 meses

  10. Spinoff

    Creo que diez años es muy poco tiempo. El voto sería, cada generación unos 25 años, si una mayoría del parlament así lo quisiera. En cuanto a la doble nacionalidad esto sería algo para después de una independencia si esta ocurriera. Debería existir solo una papeleta. la del si a la independencia y si esta ocurriera aquellos que no la hubieran usado podría retener su nacionalidad española con plenos derechos, excepto el de votar para el Parlament y el de ciertos cargos superiores, simplemente presentando esta papeleta en las Delegaciones de Gobierno y pidiendo un pasaporte. Luego el Gobierno catalan decidiría sobre temas de doble nacionalidad o la nacionalidad de aquellos nacidos en Cataluña que quisieran ser catalanes.

    Hace 8 años 3 meses

  11. Quique

    A ver si lo he entendido, los que vota sin sí estarían de acuerdo con la independencia, los del no estarían en contra y los abtencionistas se quedarían con el estatus actual, ósea no, con este sistema absteniéndose la mitad de los votantes y por ejemplo el Sr Rivera votando en contra no cambiaría nada, me parece un modelo SUPERdemocratico, vamos de hecho lo propongo para todas las votaciones sean sobre lo que sean.

    Hace 8 años 3 meses

  12. cv

    Para mi no contesta a la pregunta fundamental. ¿Qué "titulo de propiedad" tienen los residentes en Catalunya sobre el territorio catalán? ¿Dónde dice que la Seu sea propiedad de Oriol Junqueras y no de cv? ¿Tengo que dar a Oriol la propiedad de la Seu sólo porque él lo diga? ¿Madrid es mío? Si el referendum, tal como sugiere, es simplemente para pulsar la intención real catalana, ya tuvimos elecciones plebiscitarias hace poco. Resultado: no. Además tiene la trampa de que condiciona el voto. Si el planteamiento de partida es, como sugiere el Sr. Sanchez-Cuenca "si sale no es no y si sale sí ya veremos", no me parece nada equitativo en cuanto a las consecuencias que tiene votar una opción o la otra: sesgo.

    Hace 8 años 3 meses

  13. José Luis

    Si por lo menos la democracia fuera para poder hacer lo justo, lo bueno, lo deseable,... claro, lo justo, bueno y deseable para ti. La democracia es la voluntad de la mayoría, y dicha voluntad se plasma en leyes. Si te saltas las leyes te saltas la democracia. No, las leyes no son inmutables ni la Constitución es sagrada, no vino impuesta por un Dios Españolista, fue votada en referéndum con el 90% de aprobación. Si a ti como individuo no te gusta convéncenos a los demás, ese es tu derecho legítimo: defender tus ideas. Pero no pretendas decir que lo democrático es saltarse las leyes. Y el partido más corrupto del país ha ganado las elecciones: eso es democracia (ni lo más bonito, ni lo más justo,...)

    Hace 8 años 3 meses

  14. Joaquín

    El referéndum en sí mismo es el mejor instrumento político en la democracia, cualquiera sea el motivo del mismo. Obstruirlo es aumentar su importancia. Debería usarse con mayor frecuencia y para diversidad de temas que son de interés primordial para la sociedad, como es la gestión energética, la sanidad pública, la banca pública, la gestión del agua, la gestión de la enseñanza, etc. Y a efectos de gestión, no se debe olvidar que no hay mejor respaldo a la política impositiva si las cosas las aprueba el pueblo y no un consejo de políticos (que todos suelen tener su interés).

    Hace 8 años 3 meses

  15. Antonio

    Los independentistas catalanes, que son los que actualmente ostentan el gobierno en Cataluña, lo que quieren es independizarse, es decir separarse del resto de España y pasar a ser el gobierno de un nuevo Estado, con todas las competencias que ello conlleva. Por eso no les interesa para nada una reforma de la Constitución Española, ni pactar un referéndum sobre si independizarse o no, ni un mayor reconocimiento a su carácter de nación, ni ciertos privilegios económicos. Lo quieren todo y eso sólo se consigue con la independencia. Los que actualmente insisten en ofrecer todo eso para conseguir que Cataluña siga en España lo único que están consiguiendo es debilitar al gobierno de España, sea del color que sea, a tomar las decisiones firmes que se han de tomar cuando una parte quiere imponerse a la mayoría. Las mismas decisiones que tomaría el gobierno de un hipotético estado Catalán independiente, si una de sus provincias quisiera independizarse. No dude nadie que serían muy contundentes, tanto como las que actualmente ejercen respecto a la otra mitad de los catalanes que no quieren la independencia y que no pueden manifestarlo públicamente en ningún medio de comunicación catalán, sin atenerse a las consecuencias. La única explicación que encuentro a seguir ofreciendo reformas constitucionales y realización de referendos es allanar el camino a los partidos que quieren gobernar en España al precio que sea.

    Hace 8 años 3 meses

  16. C.L.

    La situación actual de reivindicación del " derecho a decidir", ( auto determinación ) es consecuencia directa de : 1.- Tapar el latrocinio de una familia y "ad laetetes". 2.- Una situación económica de quiebra real. 3._- Una ideologización nacionalista/secesionista desde la escuela y los medios de comunicación debidamente programada y ejecutada desde 1990. Ver documento de CiU en El Prriodico en la pag web de Asociación por la Tolerancia.BARCELONA

    Hace 8 años 3 meses

  17. José Zalabardo

    "una decisión de esta trascendencia, con consecuencias probablemente irreversibles, no puede tomarse si no la apoyan al menos el 50% de los catalanes" "si una mayoría amplia y clara de catalanes desea independizarse, sería absurdo obligarles contra su voluntad a permanecer en España" Estas dos afirmaciones me parecen premisas fundamentales para afrontar la cuestión. El problema es que me da la impresión de que casi nadie en Cataluña o en el resto de España acepta las dos. Por un lado están los que creren que se puede tomar la decisión incluso con menos de la mitad de los votos emitidos, y por otro los que creen que la cuestión es implanteable independientemente de cuántos catalanes lo quieran. Ojalá me equivoque.

    Hace 8 años 3 meses

  18. plazaeme

    No hay manera de entender de dónde se parte. El principio que sostiene la idea. Podría ser un principio de "naciones a la carta", que los nacionalistas catalanes no aceptan. O podría se un principio nacional, en el que Catalulña es "obviamente" una nación, y España "obviamente" no es una nación. Y el problema está en la "obviedad". Literalmente, una asunción sacada de la gorra, que con la misma razón se puede admitir como rechazar. O sea, es una contrucción "ad hoc" para llegar a un propósito predefinido. No hemos averiguado a dónde se llega a partir de unos principios generales, sino que hemos partido de una meta y buscado un camino para llegar. Y al que no le guste la meta, no lo tiene por qué aceptar.

    Hace 8 años 3 meses

  19. Marc Fuster

    http://www.scotsman.com/news/politics/scottish-independence-only-double-referendum-can-decide-uk-s-future-1-2159142

    Hace 8 años 3 meses

  20. Miguel Mayol

    La razón de pedir una mayoría amplia ¿PARA LA PERMANENCIA EN ESPAÑA? es que una decisión de esta trascendencia, con consecuencias probablemente irreversibles, no puede tomarse si no la apoyan al menos el 50% de los catalanes ¿Porqué es más democrático la permanencia en España que una hipotética secesión? Lo que si creo podría ser una condición que además facilitaría la hipotética transición es tanto establecer un censo de habitantes con derecho a voto como catalanes separado del de españoles de otros territorios, que tras ese referendum sean obligados a aceptar su resultado permaneciendo como españoles o pasando a ser catalanes, censo completado con catalanes residentes en todo el mundo, incluyendo las otras Españas, pues ahora en las elecciones autonómicas se vota por residencia, y no seŕía justo que personas que optarían por ser españolas residentes como extranjeros en cataluña puedan decidir con su voto el destino de esta. Además debería exigirse ganar dos referendums consecutivos a ejercer cada 4 años y que en el caso de independencia se realizase uno cada 4 años de reagrupación por 4 veces y una quinta opcional si en al cuarta se decidiese mayoritariamente el reagrupamiento Así, en el más que probable caso de que Cataluña al final se independizase, se podría medir la satisfacción (o no) de los catalanes con su independencia.porque una vez independizado un territorio de su metrópoli jamás ha intentado reincorporarse, por algo será.

    Hace 8 años 3 meses

  21. Marc Fuster

    Comparto la argumentación del artículo, aunque precisamente por eso, sugeriría un proceso ligeramente diferente, y que ya fue propuesto por algunos expertos constitucionalistas en el Reino Unido cuando la cuestión escocesa (y la inglesa) salieron fuertemente a escena hace algunos anos: un doble referéndum. Entiendo que las dos partes deberían negociar un referéndum, como sugieres, pero si éste indicara que la cuestión en Catalunya suscita un interés real, y empezaran unas negociaciones entre las dos partes para pactar los términos de la separación, el acuerdo de dicha negociación debería ser sometido a una nueva consulta en Cataluña. Seguro existirán aquellos que piensen que da igual el resultado, porque ellos quieren seguir en Espana o romper con ella a pesar de todo, pero dado que el reparto de la deuda, la membresía de la UE, el ejército, el comercio entre Cataluña y Espana, etc. son cuestiones que afectan enormemente a la vida de la gente, ésta deberí poder tomar una decisión informada, racional, que no solamente comprendiera elementos sentimentales sino también intereses legítimos, y eventualmente, expresar su aprovación o desaprovación de los téminos.

    Hace 8 años 3 meses

  22. Miguel Pasquau Liaño

    Me tropiezo con dos objeciones a este (interesante) artículo. La primera es que me parece preferible un referéndum "decisorio", y no consultivo, porque creo que no es lo mismo una voluntad política de empujar hacia la independencia cuando no se tiene certeza de que se producirá ésta (en cuyo caso el "sí" resultaría sobredimensionado) que una voluntad política de independizarse con todas las consecuencias. La segunda es que un proceso decisorio que pueda culminar con la secesión requiere necesariamente (y debe requerirlo) una reforma constitucional previa. Es decir, es España, como sujeto soberano, quien puede (y debe) establecer las condiciones para alterar el sujeto soberano y su integridad territorial. En definitiva, se trataría de introducir en la Constitución, cuando se pueda, un derecho de secesión generalizable, pero con condiciones claras y exigentes, a todas las nacionalidades constituidas en Comunidad Autónoma. En este enlace a un post de hace meses hay detalles sobre en qué podría consistir esa reforma: http://migueldeesponera.blogspot.com.es/2015/07/manuscrito-de-secesion-hallado-en-un.html

    Hace 8 años 3 meses

  23. Matilde Mateu

    Antonio: que Ninguna constitución asimilable acepta el derecho de autodeterminación de una parte no tiene por qué ser obstáculo. Eso se cambia y ya está. Como se cambió en su día el voto de las mujeres, de los negros, del aparheid.... ¡Imagínate qué Constitución más avanzada a nivel mundial que incorpora un elemento nuevo de Democracxia Participativa! Si encima seríamos un referente a nivel mundial.

    Hace 8 años 3 meses

  24. JL

    En general estoy de acuerdo con el artículo, pero he estado a punto de dejar de leerlo cuando ha calificado a Espada de intelectual.

    Hace 8 años 3 meses

  25. Antonio

    Y finalmente: Garantizaría el nuevo estado el derecho equivalente de las regiones o zonas en las que la independencia es absolutamente minoritaria a separarse del futuro estado catalán: Por que seamos realistas Barcelona y Tarragona no son independentistas como así lo demuestran las últimas votaciones .. por que no crear 2 estados ? si tan posibilistas y democráticos somos.. Barcelona y Tarragona tienen tantos hechos diferenciales respecto al Urgell El solsones o las garrigas como puedan tenerlos cataluña respecto al resto de España.

    Hace 8 años 3 meses

  26. Antonio

    Por otra parte habla de una amplia mayoría del 50% El 50% es la minima mayoría. si al año siguiente fuese una mayoria contraria ?.. vamos a estar cambiando de estado cada año ?.. un cambio de la naturaleza que se reclama exige una MUY AMPLIA MAYORIA que de estabilidad al cambio trascendente. yo exigiria no menos del 65% (la constitución se aprobó por mucho más en cataluña) y lo de repetirse cada 10 años ?... un pais no puede estar sometido a esa espada de damocles las inversiones se hacen a muy largo plazo: comprarte una vivienda, instalar una industria etc, exigen seguridad jurídica y estabilidad. Paz es progreso. Inestabilidad Pobreza. Aparte.. suponiendo que un 54 % decide votar si a la independencia, y se ejecuta.. el nuevo estado garantizará al 46% contrario poder revertir la situacion en el caso de ampliar su base al 54% . o es que una vez alcanzada esa mayoria los contrarios se quedan ya sin opción de por vida ?. No es un poco trampa? que digo un poco, es una trampa como una catedral.

    Hace 8 años 3 meses

  27. Jordi Rovira

    Si los políticos españoles fueran tan inteligentes como el articulista Cataluña no sería nunca independiente. La política del burro y la zanahoria. Que parezca que cambien las cosas para que no cambie nada.

    Hace 8 años 3 meses

  28. Antonio

    Discrepo abolutamente del planteamiento por 2 razones básicas: a) Real Politik Pensar que los españoles vamos a cambiar la constitución para permitirlo está mas allá de la ciencia ficción. b) Politik: Ninguna constitución asimilable acepta el derecho de autodeterminación de una parte. En la transición se llegó a un pacto en virtud del cual las regiones con "reivindicaciones" hechos diferenciales obtuvieron un amplio reconocimiento de sus peculiaridades o hechos diferenciales. renunciando a sus reivindicaciones (hay textos de la ponencia constitucional que así lo corroboran) y entrando de pleno derecho en el pacto ratificado además por sus poblaciones por una muy amplia mayoria.

    Hace 8 años 3 meses

  29. Pepe C

    Si en el referendum de autodeterminación se opone una reforma constitucional a la independencia, consecuentemente se debe realizar un proceso constituyente en Catalunya para determinar que modelo político defiende el independentismo. Esto significa que el Estado español debe "permitir" proceso y referendum, sino es hacerse trampas al solitario.

    Hace 8 años 3 meses

  30. Fernando Fuster-Fabra Fdz.

    La táctica del "alarmismo" funciona con el ignorante y el mal informado. Y en este estado, abundan no sólo entre las bases sino aún más entre los "supuestamente cultos intelectuales con conocimientos caducos en comunicación siglo XXI". Claro que hay que hablar de referéndum sin actitud excluyente al emplear la palabra "separatistas". ¿deberíamos los partidarios de un referéndum etiquetar a los que lo bloquean como "discriminatorios excluyentes"?

    Hace 8 años 3 meses

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