Menores sin identidad, refugio ni futuro
Uno de cada cuatro niños en el mundo está sin identificar, según Unicef. El pionero en el registro dactilar de los recién nacidos, Antonio Garrido-Lestache, sostiene que las huellas dactilares deben estar registradas por ley en el lugar de nacimiento
Patricia J. Garcinuño / Hibai Arbide Aza 20/04/2016
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Un documento de registro en el que se incluyen varios recuadros para añadir las huellas dactilares de los dedos índice y medio del recién nacido, y las del índice y pulgar de la madre. Este procedimiento tan sencillo colocó a España como pionera en la legislación sobre identificación del neonato. El creador de este sistema, el pediatra Antonio Garrido-Lestache (Madrid, 1931), hizo que la ONU incorporase la identificación del recién nacido en la Convención de los Derechos del Niño de 1989 y se convirtiese en ley interna de todos los países de la organización internacional –cada uno con su propio método--, excepto Estados Unidos y Somalia. A día de hoy, este prestigioso doctor afirma que la falta de identificación puede suponer un auténtico drama especialmente en el caso de los refugiados.
En principio, en los campos oficiales sí se los suele identificar siguiendo el standard procedure, contando además con la supervisión de Médicos Sin Fronteras o alguna otra gran organización. “Ellos se aseguran de que se tome la filiación de los neonatos como si fuera en cualquier hospital”, asegura una funcionaria del campo de refugiados de Kara Tepe (Lesbos, Grecia). Pero también hay casos documentados de nacimientos en Idomeni o en otros campos informales donde no hay control.
“Los niños sirios llevan su identidad en sus pequeños dedos, en sus huellas dactilares”, señala Garrido-Lestache. “Estas deben estar registradas por ley en el Registro Civil de la ciudad donde nacieron y, en teoría, el país de acogida debe ponerse en contacto con el de origen para contrastarlas”. Además, no siempre se lleva a cabo con el procedimiento correcto: “En ocasiones simplemente se pone una mancha en vez de la huella dactilar, lo que hace que al final no sirva absolutamente de nada”.
Estas identificaciones realizadas inmediatamente después del nacimiento son fundamentales para una posible reagrupación familiar: “Hay miles de niños que viajan solos, se pierden o que son abandonados, tanto en los campos de refugiados como en las ciudades europeas. Si no llevan una identificación, tengan la edad que tengan, no se puede saber quiénes son sus progenitores y será tremendamente complicado que puedan volver a reunirse con ellos en el caso de que sigan vivos”, apunta el pediatra. Según Unicef, uno de cada cuatro niños del mundo no está inscrito en ningún registro, lo que dificulta además que países en conflicto puedan solicitar ayuda externa para obtener vacunas, comida, etc.
Mientras tanto, el no estar registrados puede hacer que se vean en una situación de indefensión: “Facilita que estos niños puedan ser utilizados por las mafias, ya sea como esclavos, prostituyéndolos o metiéndolos en el tráfico de drogas”. A principios de este año, Europol alertó de que desde que comenzó la crisis de los refugiados se ha perdido la pista de unos 10.000 niños nada más llegar a Europa.
Por ello, el autor del libro La identidad del ser humano insta a las autoridades a que cumplan de una vez por todas la normativa de la ONU y se insista en la importancia del registro como primer paso para evitar tanto sufrimiento.
Un documento de registro en el que se incluyen varios recuadros para añadir las huellas dactilares de los dedos índice y medio del recién nacido, y las del índice y pulgar de la madre. Este procedimiento tan sencillo colocó a España como pionera en la legislación sobre identificación del neonato. El...
Autor >
Patricia J. Garcinuño
Periodista y proyecto de fotógrafa. Me crié en la Cadena SER. Ahora, en CTXT y en 'Murray Magazine'.
Autor >
/
Autor >
Hibai Arbide Aza
Hibai Arbide Aza era abogado en Barcelona hasta que se fue a vivir a Grecia. Reside en Atenas, donde trabaja como periodista freelance para diversos medios, trata de acabar la escritura de un libro que se resiste, pincha tropical bass y monta en bici.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí