DATOS CTXT / LA MAGNITUD DE LA TRAGEDIA
3. Zaragoza: el polvorón electoral que se le atraganta al poder
Unidos Podemos se sitúa como segunda fuerza en una provincia donde el partido del Gobierno ha pinchado tradicionalmente, aunque el bipartidismo nunca se ha repartido menos de la mitad de los votos
Eduardo Bayona / José Luis Marín Zaragoza , 9/06/2016
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Las urnas de Zaragoza suelen tener para el partido en el poder un efecto parecido al de intentar pronunciar su nombre mientras se mastica un polvorón: uno se atraganta y puede llegar a poner cara de estar sufriendo un espasmo. Es una consecuencia de contabilizar los votos de la capital de nuestro Ohio, el único barómetro fiable, hasta la fecha, para los bajones y subidones electorales.
De hecho, el partido del Gobierno solo ha mejorado en dos ocasiones sus resultados en votos y escaños en esa provincia: la UCD de Suárez en 1979 y el PSOE de Zapatero en 2008, en ambos casos a costa de la izquierda aragonesista, el PSP-PSA y Chunta, respectivamente. Los socialistas aguantaron el tipo en 1996, cuando, pese a repetir sus 174.000 apoyos y tres escaños, vieron cómo la alianza PP-PAR les adelantaba por la derecha y, tras dejar sin diputado a IU, se llevaba cuatro.
Entre los batacazos históricos destacan el de UCD en 1982, cuando se dejó casi 120.000 votos y cuatro escaños en vísperas de su desaparición; los del PSOE en 1986, que perdió 57.000 papeletas y un escaño tras haber defendido el sí a la OTAN en una provincia de fuerte presencia militar y con un activo antimilitarismo, y en 2011, con un retroceso de más de 95.000 y dos parlamentarios menos; y los del PP en 2004, cuando las ansias trasvasistas le costaron 46.000 sufragios y un acta, y 2011, con una caída de 80.000 que le hizo perder el cuarto diputado.
Pese a esos desplomes, el bipartidismo se ha repartido votos y escaños en Zaragoza de una manera aplastante desde 1977. Nunca aglutinó menos del 50% de los sufragios o el 75% de los ocho –hasta 1993- y siete escaños que se han disputado en la provincia, aunque también es cierto que solo en tres ocasiones –1982, 1996 y 2008– copó las actas.
Zaragoza vuelve adonde empezó
Sin embargo, Zaragoza parece volver adonde empezó. El 52,6% de apoyos que PP y PSOE sumaron el 20-D está más cerca del 57,28% de 1977, los comicios de la sopa de letras, que de ningún otro resultado. Ambos marcaron un nuevo suelo del 30,3% en el caso de los conservadores –matizable frente al 25,15% de Coalición Popular en 1986 pero demoledor si se tiene en cuenta que concurrieron aliados con el PAR– y del 22,3 en el de los socialistas. Lejos, muy lejos, en cualquier caso, de aquellos históricos registros del 82,7% y del 82,8% que sumaron en 1982 y 2008.
Las nuevas formaciones llegan al 26-J, como hicieron en el 20-D, con mayor potencia electoral que la que tradicionalmente había quebrado el bipartidismo, frecuentemente con candidatos aragonesistas de fuerte proyección social: Emilio Gastón por el PSA, Hipólito Gómez de las Roces por la CAIC y el PAR antes de relevarlo José María Mur, León Buil por el CDS, José Luis Martínez por IU y el cantautor José Antonio Labordeta por CHA, entre otros.
De todos ellos, solo Mur, en 1993, alcanzó el 20%. Labordeta no llegó al 15% y lo habitual ha sido que los resultados de los terceros y cuartos partidos alcanzaran apoyos de entre el 6% y el 12%. Y eso que los dos grandes, sobrados como se veían, aprovechaban para colar cuneros: el madrileño Francisco Fernández Ordóñez fue cabeza de lista de UCD y del PSOE, mientras el leonés Baudilio Tomé relevaba como número dos del PP a Gabriel Cisneros, padre de la Constitución e hijo de Tarazona al que UCD presentaba por Burgos.
La potente irrupción de Podemos y C’s
C’s y Podemos, en cambio, debutaron el 20-D con, respectivamente, un 17,8% y un 19,2%, al que Unidos Podemos espera sumar el grueso del 6,5% que obtuvo Unidad Popular. Uno de sus socios, IU, ha confluido con los morados mientras que CHA –Chunta Aragonesista– no se presenta por primera vez en 27 años. Esa suma les situaría por delante del PSOE y consolidaría su segundo escaño en un triple empate de ambas candidaturas con la confluencia de centro-derecha PP-Par mientras C’s se llevaría un acta.
Esa es la estimación que ha hecho Jaime Miquel & Asociados para Contexto yPublico.es. El sondeo pronostica, de votar hoy, un sorpasso en la izquierda en el que Unidos Podemos (23,4%, sube más de cuatro puntos, casi la suma de los morados y UP en diciembre) se situaría en segunda posición a costa del PSOE para sumar, a costa del PP, un segundo escaño al que obtuvieron los morados en diciembre.
Los conservadores, que remontarían al 31,6%, tras recuperar algo más de un punto, pasarían a disputarse el tercer acta con el PSOE, que marcaría un nuevo mínimo histórico del 21,8% tras perder en ocho años la mitad de sus apoyos. Los socialistas retendrían su segundo diputado por un apretado margen de 4.338 votos –un 0,87%- con los populares mientras C’s, que también rompería con un 20,1% la barrera de la quinta parte del electorado, quedaría más alejado, a un 1,37% que equivale a 6.831 sufragios.
El indigesto polvorón tendrá, parece, un tono amoratado y rojiverde que no se le conocía. Y se trata de una receta que suele marcar tendencia.
Las urnas de Zaragoza suelen tener para el partido en el poder un efecto parecido al de intentar pronunciar su nombre mientras se mastica un polvorón: uno se atraganta y puede llegar a poner cara de estar sufriendo un espasmo. Es una consecuencia de contabilizar los votos de la capital de
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