1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

La errática política de vivienda del PP

El Gobierno pretende aplicar medidas iguales a las que ha combatido ante el Constitucional cuando han sido impulsadas por comunidades autónomas

Eduardo Bayona 10/07/2017

<p>Una imagen de Seseña (Toledo).</p>

Una imagen de Seseña (Toledo).

Gabri Solera / Pixabay

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Necesitamos tu ayuda para realizar las obras en la Redacción que nos permitan seguir creciendo. Puedes hacer una donación libre aquí

----------------------------------------------------------------------------------------------------- 

¿Cuestión de formas o de formalismos y formalidades? Lo segundo, más bien: el Gobierno pretende que las familias desahuciadas y en situación de vulnerabilidad que no tengan un techo alternativo se instalen en pisos del banco malo gestionados por las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y lo hace después de haber recurrido ante el Tribunal Constitucional al menos seis leyes autonómicas que buscaban ese mismo objetivo: las de Andalucía, Aragón, Canarias, Catalunya, Euskadi y Navarra.

La iniciativa figura en el borrador del Plan de Vivienda 2018-2021 que prevé aprobar en los próximos meses vía decreto y que ha pasado el trámite de información pública y alegaciones. El texto dedica cinco artículos, del 18 al 22, al Programa de Ayuda a los Desahuciados de su Vivienda Habitual, cuyo objetivo declarado consiste en “poder ofrecer una vivienda a quienes sean objeto de desahucio judicial de su vivienda habitual y, encontrándose en situación de vulnerabilidad, no dispongan de medios económicos para acceder al disfrute de una nueva vivienda”.

El borrador del decreto estatal plantea medidas similares a las que impulsan esas comunidades, aunque sin vetar los desalojos sin techo alternativo, e incluso eleva el nivel de protección por vulnerabilidad, ya que incluye en él a las familias cuyos ingresos no lleguen a triplicar el Iprem (Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples), lo que supone 22.365,42 euros brutos anuales: un 83% de la renta media anual por hogar, que era de 26.730 euros en 2015, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (Instituto Nacional de Estadística). La medida resulta paradójica vista la reacción que el Gobierno central ha tenido contra las autonomías que han tratado de paliar ese síntoma y consecuencia de la crisis y de la respuesta que le han dado las autoridades estatales.

Las leyes autonómicas impugnadas coinciden en dos aspectos. Uno es el veto a los desahucios de personas o familias que no dispongan de otra vivienda a la que trasladarse. El otro, obligar a las entidades financieras y al Sareb (Sociedad para la gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) o banco malo a poner a disposición de las comunidades viviendas vacías para destinarlas a acoger a esas unidades de convivencia. En algunos casos, como ocurría con el Decreto de Emergencia y la Ley de Emergencia aragoneses, se añadía la obligatoriedad de que afectados, por un lado, y caseros y acreedores, según el caso, se sometieran a un proceso de mediación.

El plan del Ministerio de Fomento contempla que la Sareb y las entidades financieras (el primero y parte de las segundas están bajo control estatal) aporten a unos Fondos de Viviendas de Alquiler Social que podrán gestionar las comunidades y los ayuntamientos (siempre estará presente el departamento de Íñigo de la Serna) las casas “de su propiedad que tengan desocupadas y disponibles, para ser puestas a disposición de quienes sean objeto de desahucio de su vivienda habitual y se encuentren en situación de vulnerabilidad”.  La renta que pagarán estos “deberá oscilar en todo caso entre un mínimo de 150 euros y un máximo de 400 euros al mes, en función de datos objetivos, tales como superficie y número de habitaciones, antigüedad o ubicación”. Y los propietarios, que son quienes determinarán el precio en el convenio, podrán retirarlas del fondo siempre que lo notifiquen a las administraciones “con la debida antelación”.

Efectos negativos, 60.600 millones después

“La proliferación de este tipo de leyes autonómicas en materia de vivienda produce un efecto acumulativo, al comprender gran parte del territorio nacional, lo que podría agravar aún más los efectos negativos para el sector financiero”, sostiene en esos pleitos la Abogacía del Estado, que esgrime informes del Ministerio de Economía, el Banco de España y el FROB (Fondo para la  Reestructuración y Ordenación del sector Bancario) según los cuales obligar a la banca y a la Sareb a poner casas a disposición de las comunidades tendría “un considerable impacto negativo sobre la situación financiera de las entidades bancarias, el crédito hipotecario, el mercado de cédulas hipotecarias y los compromisos internacionales asumidos por España” en el rescate. 

Suspender los desahucios a familias sin techo alternativo podría “lastrar las iniciativas de venta de paquetes de activos (…) y generar mayor incertidumbre por deterioro del valor de las carteras de activos” del sector financiero, sostienen los letrados del ejecutivo, que alegan también que ese tipo de medidas “suponen un deterioro de la posición financiera de las entidades de crédito, en tanto que implican un coste directo para éstas o un deterioro del valor de determinadas partidas en sus balances”, además de conllevar “una minoración significativa de su cuenta de resultados” y resultar “contradictorio con el objetivo de incentivar a las entidades a deshacerse de dichos inmuebles”.

Ese impacto negativo, añaden, se dejaría sentir especialmente “en la actividad y el plan de negocio de la Sareb, cuyo éxito es garantía de que la reestructuración de las entidades de crédito que se ha realizado en los últimos meses, y se lleva a cabo mediante una adecuado reparto de costes y minimizando el riesgo para los contribuyentes”. Un riesgo (“contingencia o proximidad de un daño”) es evaluable pero no cuantificable. Los costes para los contribuyentes, sí: 60.600 millones dedicados al rescate pueden ya darse por perdidos según las estimaciones del Banco de España.

El aval del TC a la preocupación de la UE

Sin embargo, el Constitucional lleva tres años avalando esos argumentos: “existe un perjuicio cierto para el interés general (…) en la medida en que los preceptos impugnados inciden, aunque en términos cuantitativamente reducidos, en el sistema financiero en su conjunto, generan una desconfianza en el sistema crediticio globalmente considerado, ponen en riesgo la estabilidad del sistema financiero, producen un menoscabo en la reestructuración bancaria apoyada con dinero público y en el cumplimiento por España de sus compromisos internacionales”. 

En Bruselas, añade, están preocupados por “el potencial impacto negativo de las iniciativas autonómicas de protección de los deudores hipotecarios para las actividades” de la Sareb.

Menos quebraderos de cabeza parecen provocar las 122.290 víctimas de desahucios por impago del alquiler y los 96.461 desalojados por ejecución hipotecaria que, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, se han registrado en España desde que, el 2 de julio de 2013, los parlamentos autonómicos de Navarra y de Andalucía aprobaron las primeras leyes que ponen de los nervios a los burócratas comunitarios.

Esos 219.411 hogares suponen el 1,19% de los 18,3 millones que el INE tiene censados en el país, y que, a una media de 2,51 miembros, supondrían 550.721 damnificados. El primer dato equivale a que, en esos cuatro años, hubiera sido desahuciado un volumen de familias ligeramente inferior al que reside en Cantabria (1,31% del total estatal: 240.254). El segundo es, según la misma fuente, algo inferior al padrón de esa misma comunidad (581.769) y supera al de provincias como Valladolid (524.757) o Huelva (521.764).

Casa para cinco años, o menos

Quizás la brutalidad de esos datos, o no, claro, haya llevado al Gobierno a reaccionar incluyendo en el borrador del Plan de Vivienda esos cinco artículos, aunque los coloca junto con varios incentivos para la compra de pisos que parecen, más que otra cosa, dirigidos a dar facilidades para aligerar la cartera de activos tóxicos de la banca española y para reactivar el sector de la construcción.

Así, en un país con más de medio millón de viviendas por estrenar, el Gobierno de Mariano Rajoy propone dar ayudas de hasta 10.800 euros con límite en el 20% del valor de la casa (da para pisos de 43 metros al estar el precio medio del metro construido en 1.237 euros, según TINSA a los menores de 35 años que, siempre que acrediten seis meses de vida laboral y que dispongan de “una fuente regular de ingresos” en la que se incluyen becas de formación y prestaciones sociales, compren una vivienda nueva que vaya a ser su “residencia habitual y permanente” durante “un plazo mínimo de cinco años”.

Se trata, en el fondo, de un intento de estimular la compra-venta de inmuebles de uso residencial por parte de los jóvenes, ya que ese plazo de cinco años, añade el borrador, “podrá ser inferior cuando sobrevengan cambios de domicilio por razones laborales o cuando se enajene la vivienda reinvirtiendo el total del importe obtenido con la enajenación en la adquisición de otra vivienda habitual y permanente que se adecúe a las nuevas circunstancias familiares del beneficiario”. 

La territorialidad y las deudas con Europa

El planteamiento del Gobierno con los desahucios sin techo alternativo incluye lagunas como la referencia a que sea “el órgano autonómico o local competente (conforme se detalle en el convenio específico correspondiente) para la gestión de las viviendas incorporadas a estos fondos” quien deba ofrecer a los afectados la nueva casa, previa certificación de los Servicios Sociales que indique que cumplen las condiciones y con el visto bueno del propietario del inmueble. ¿Da por hecho el ejecutivo que comunidades y ayuntamientos van a suscribir esos convenios? Parece que sí, pese a incluir otras condiciones, a priori innegociables, como que la renta de los realojados, que suscribirán directamente con el propietario un contrato de arriendo de hasta dos años prorrogable por otro, puede ser subvencionada hasta el 100% en un reparto del 80% para el Estado y el 20% para la comunidad autónoma, cuando el primero es al mismo tiempo el casero tiempo en el caso de la Sareb y de las entidades que controla el FROB, como el gigante Bankia-BMN.

Ese planteamiento, no obstante, ya había sido anunciado por la Abogacía del Estado en los pleitos contra las seis comunidades que han legislado en materia de desahucios. “Nada se opone a que las normas autonómicas contemplen actuaciones complementarias; por ejemplo, la financiación con sus recursos económicos a las personas y familias en dificultades, pero lo que no pueden prever son mecanismos que interfieren y perjudican las medidas adoptadas por el Estado”, sostiene en el proceso contra las medidas aprobadas por el Gobierno y por las Cortes de Aragón. Es decir, que está bien que financien una parte del sistema pero no que intenten interferir en su diseño pese a que la vivienda es una competencia autonómica. Algo que, por otro lado, confirma la tendencia de Rajoy a llevar al TC las políticas sociales que intentan implementar los gobiernos autonómicos en esta primera legislatura de desmoronamiento de su proyecto político.

Los magistrados del Constitucional críticos con la postura del tribunal (Adela Asúa, Fernando Valdés y Juan Antonio Xiol) tienen claro que el Gobierno plantea esta disputa como una pelea de tintes territoriales y competenciales. “Creemos que no ha quedado acreditado que (…) pueda acarrear más daño al interés general que el derivado de la contradicción denunciada con la legislación estatal”, sostienen en sus votos particulares, en los que denuncian que sus compañeros llevan tres años manteniendo la misma posición “sin tener en cuenta los cambios desde entonces y la reconocida mejoría de la situación macroeconómica en España”.

Avalar “el argumento del Abogado del Estado de la necesidad de cumplir con las condiciones impuestas al Estado en el ámbito europeo (se sobreentiende que se refiere a la devolución de la ayuda financiera recibida del Mecanismo Europeo de Estabilidad)” supone proyectar “una especie de moratoria por un prolongado espacio temporal que podría extenderse hasta los quince años” sobre eventuales y “futuras medidas autonómicas en relación con las viviendas desocupadas”, lo cual “constituye una concepción altamente perturbadora para el ejercicio efectivo de la competencia autonómica exclusiva en materia de vivienda”. Y para la búsqueda de soluciones para ese cuarto de millón de familias que han perdido sus casas en los últimos cuatro años.

Necesitamos tu ayuda para realizar las obras en la Redacción que nos permitan seguir creciendo. Puedes hacer una donación libre aquí

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Andrés

    Me gusta la foto teniendo en cuenta que como dice Cacharritos, en Seseña gobernaba IU, y antes el PSOE. En el gobierno llevaba ya dos años el querido ZP y en la comunidad autónoma gobernaba Barreda, del PSOE, en sustitución de Bono. ZP prometió en 2004 construir 180.000 viviendas más para hacer frente al caro precio de las viviendas. Además de ZP llevaba ya dos años el re-editado ministerio de vivienda, con la ministra Trujillo al frente y posteriormente al honorable Carmen Chacón. Digo reeditado porque el anterior ministerio de vivienda data de la época franquista. Pero la culpa fue del chachachá del tren o de quien vosotros digáis.

    Hace 7 años 4 meses

  2. Cacharritos

    En Seseña gobernaba izquierda Unida.....

    Hace 7 años 4 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí