Tecetipo
Aquí, otro equidistante
Cuál es tu solución, se nos suele preguntar en estos casos. Pues ahora mismo, ninguna. Y no tener ninguna es mejor que tener dos soluciones opuestas y excluyentes
Gerardo Tecé 6/09/2017
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Alguien decía que un religioso es quien cree que todas las religiones son una estupidez, todas excepto una, la suya. El religioso, pobre, tiene, quiera o no, más en común de lo que querría con un ateo, con quien comparte aquello de estar convencido de la estupidez de todas las religiones y con quien tan sólo disiente en una de ellas. En la única que importa, por supuesto, explicaría el religioso. Algo parecido pasa con las banderas, esa religión, estúpida como el resto, que no caduca por más que sus pontífices se hayan mudado con el cepillo hace tiempo a Suiza, Andorra o las Caimán. La ventaja de las religiones o las patrias es que las cosas sin sentido nunca pasan de moda y aguantan lo que les echen.
La última moda de los señores de los símbolos es llamar a algunos equidistantes, adjetivo que, en un entorno de guerra de banderas, quiere decir cobarde. Un equidistante es hoy, en esta parte del planeta recalificado a urbanizable, aquel a quien le golpean con la bandera española por no defender la sagrada unidad de la patria, para a continuación ser atizado con la bandera catalana por aliado de Madrid. En ambos casos el porrazo de mástil en la cabeza tiene una justificación, por supuesto, una justificación que en ambos casos es la misma: no has entendido nada.
Ser equidistante es, en los últimos tiempos, agotador. Mientras para alguien con bandera, el guión es claro y definido --aquí los buenos, allí los malos--, el equidistante no hace otra cosa que percibir bochorno proveniente de ambas direcciones. El equidistante no puede dejar de lado la vergüenza al ver cómo algunos han tratado a Cataluña históricamente desde España, cómo su cultura o idioma han sido entendidos como provocación --hay que ser idiota-- en lugar de como riqueza. Un equidistante no puede disimular que algunos quieren a Cataluña como territorio enemigo conquistado más que como tierra hermana. El equidistante no puede dejar de lado que en Catalunya se ha alimentado una idea de España, siempre rancia y fascista, que en la gran mayoría de los casos no se correspondía con la realidad. Un equidistante no puede obviar que en Catalunya, tierra rica comparada con la mía, por ejemplo, se ha vendido durante años el victimismo del Espanya ens roba mientras quienes robaban eran los padres de quienes hoy lideran el Procés, queridos primos hermanos de quienes se oponen a él.
Un equidistante sólo puede avergonzarse de cómo algunos criminalizan un referéndum, cómo llaman golpismo a preguntarle a la gente mientras defienden que golpistas de verdad tengan sus plazas y calles por toda España. Un equidistante no puede obviar que en Catalunya hay ya hastío con una cierta España uniforme, ni puede estar del lado de un Gobierno español cuya solución para esto es usar el enchufe con la Justicia exprés en lugar de cocinar una solución política a fuego lento. Pero un equidistante no puede tomarse en serio un referéndum en el que solo participará una parte de los catalanes, ni a un Gobierno catalán que dice que se lanzará sin pensárselo a una aventura como esta, sin apoyos internacionales y dejando atrás la postura de la mitad de la población.
Un equidistante tiene claro que no es ya tiempo de símbolos y banderas tras las que esconderse para que nada cambie. Un equidistante tiene claro que se quiere independizar de una vez de todo esto. Muy bien, pues cuál es tu solución, se le suele preguntar en estos casos al equidistante. Pues ahora mismo, ninguna. Y no tener ninguna es mejor que dos soluciones opuestas y excluyentes sobre la mesa.
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
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17 comentario(s)
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Esbeik
Yo también soy equidistante. Pero por favor, que sea a mucha distancia.
Hace 7 años 1 mes
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Vio
qué bien que vamos siendo más! :)
Hace 7 años 1 mes
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remedie17@hotmail.com
Aquí otra equidistante, Gerardo. Gracias. Suscribo tus palabras.
Hace 7 años 1 mes
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Alberto
Os ha pillado ésto de nuevo. Compro tu artículo en el año 2012...cuando se cepillaron en estatuto y empezamos a mobilizarnos. Ahora seguís igual? Después de 5 años de máxima tensión. Este adjetivo, equidistante, me huele a chamusquina continuista del status quo actual. Tened lo q hay q tened y dar soporte a un referendum apoyando el NO. Sólo queremos votar y que la gente decida. Votar será el triunfo de Catalunya y tb de España, por dejar atrás una historia fascista que sigue arrastrando escondida bajo la mesa.
Hace 7 años 2 meses
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carlos
Gerardo... no seas equidistante... haz lo que desees.
Hace 7 años 2 meses
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luiz
La pregunta es podran votar si o no? Lo que voten es cosa de cada uno. Y los que no quieran ir en el fondo tambien es una manera de votar, se llama abstencion. Otra son los votos nulos, que tambien se pueden hacer. En fin la clave esta aqui: son una sociedad adulta capaz de decidir lo qye quieren y lo qye no quieren? O son taninfantiles que se ven arrastrados por malevolos politicos? Que diferencia hai en unas elecciones normales y este referendum a la hora de considerar a los votantes como personas adultas criticas y conscientes de sus elecciones y sus consecuencias. Y Si la equidistancia tambien es un posicionamiento. Muy discutible porqye obvía quien es el zorro y quien parte del
Hace 7 años 2 meses
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Balbino
Ni los unos, ni los otros. Dos "nacionalismos" que están a punto de llevar al país a una situación extrema de difícil solución. Lo nacionalistas catalanes han desarrollado su discurso fácil, en el España nos roba. Un discurso falso y mezquino, pero que se vende muy bien a la hora de captar adeptos, todo lo malo se debe a los demás, todos nuestros problemas es por culpa de los otros ¡¡qué fácil!!. Señores Catalanes, los impuestos los pagan las personas, y no algo abstracto en sí, como son los territorios. Los mismos impuestos generales que se pagan en Villanueva y Geltrú , se pagan en Albacete, y los mismos derechos y servicios deben tener los de Albacete que los de Villanueva y Geltrú. Nadie roba a nadie, como tampoco si alguien por su situación económica paga más en Albacete, debe tener más servicios que el de Villanueva y Geltrú, ¿o es que acaso en Cataluña tienen más derechos aquellos que pagan más impuestos?. Pero luego tenemos a los otros nacionalistas, los del PP. Estos falsos patriotas de himnos y banderitas, que luego su ejemplo de patriotismo es tener su "dinero" en cuentas Suizas. Ser patriota es contribuir en la medida de cada uno pueda, con su país, y al mismo respetar las costumbres, las tradiciones, incluso los idiomas, que se practican en todos sus territorios...Y sobre todo, señores del PP, no "robar" el dinero de sus compatriotas.
Hace 7 años 2 meses
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Josep
Los "progres" españoles llevan tantos años en silencio y en "equidistancia"... que en Cataluña ya no les cree nadie.
Hace 7 años 2 meses
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Palimp
-¿Qué hay para comer? -Tenemos mierda de vaca o cagadas de cabra - Pues la verdad es que no me apetece ninguna de las dos - ¡Otro maldito equidistante!
Hace 7 años 2 meses
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Cristina EDS
Se está hablando mucho de equidistancia. Este concepto, aplicado a varias discusiones que se están dando en la política actual, me chirría. Como no tengo formación humanística y sí estoy más familiarizada con la ciencia, voy a intentar explicarme en estos términos. Todo sea que al final matemáticos y filósofos me crujan por simplificar, pero en cualquier caso solo trato de aportar otra perspectiva En Matemáticas, se designa como equidistante (sic) al punto que se encuentra situado a la misma distancia de dos puntos ubicados en extremos opuestos. Si un punto es A, el otro es -A. Y ambos puntos están en el mismo plano. El observador equidistante por tanto se limita a un solo plano, y solo percibe y se mueve en dos dimensiones, como los chinches. Estas son las reglas de muchas de las discusiones y/o posicionamientos actuales: las referencias las establecen los dos puntos, con sus coordenadas exactas e inamovibles, que definen un plano del que el equidistante no puede salirse: o eres A o eres -A. Pero ni la geometría ni el pensamiento son bidimensionales: existen otros planos/perspectivas/enfoques que no se deberían ignorar porque existen, o al menos no deberíamos aceptar jugar con las reglas “bidimensionales” que nos quieren imponer A y -A. Por eso rechazo el término equidistante, que implica jugar en una liga impuesta con “reglas del juego” férreamente definidas. Cuando se introducen otras perspectivas o enfoques en un tema a debate, se reduce la polarización extrema (y la banalización y la ultraortodoxia) a la que estamos acostumbrados: al igual que el “equidistante de tres dimensiones” en geometría descriptiva, ya no tomamos como referentes a puntos para posicionarnos sino a “lugares” o conjuntos de puntos donde confluyen líneas de pensamiento, con sus matices, percepciones, sesgos humanos etc, a los que nos podemos aproximar más o menos, o rechazar casi en toda su globalidad. Pero a diferencia de la geometría, en esto del pensamiento no hay reglas fijas, y afortunadamente. Se observa con horror cómo colectivos próximos, que han colaborado y debatido otras veces en planos ideológicos, feministas, indepes etc… entran en una sectarización y un nivel de insulto insoportables. Seguidores fans del abanderado de turno, al mal llamado equidistante que matiza algún aspecto, al que aplica su propio juicio crítico y se niega a defender los colores o las banderas de una manera incondicional, al que no ve incompatibles unos argumentos y otros, se le acusa de traidor, cobarde, tibio, vendido…Ahora lo último que se lleva es fascista. Como si no tuviéramos suficientes en el otro lado. El debate, la autocrítica y el pensamiento libre, han sido siempre valores de la izquierda. No lo reduzcamos a clubs de fans. No lo banalicemos, porque dejaremos de avanzar.
Hace 7 años 2 meses
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José Luis
Pues estoy contigo. Cansado. Muy Cansado de unos y de otros. Son trileros con sus vasos y bolitas y nosotros los timados. Basta ya de jugar con nosotros. Queremos vivir, trabajar, ver crecer a nuestros hijos y darles de comer, educación y salud. Las banderas. Para quien las necesite.
Hace 7 años 2 meses
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Josep
El independentismo político catalán puede hacer dos cosas ante el cerrilismo de los dos grandes partidos estatales: no hacer nada o hacer algo. Si optan por lo primero, entonces nos pueden dar 300 años antes que en el Congreso haya una mayoría progresista de verdad dispuesta a permitir y convocar (o delegar la competencia) un referéndum o consulta -vinculante o no vinculante- en Cataluña. Si optan por lo segundo una vez agotadas las vías de negociación política y optan por hacer algo cada x años (primero fue el 9-N-2014 y ahora el 1-O-2017), evidentemente siempre va a ser algo preciario a nivel legal, ya que como dice el artículo, es el Estado el que puede otorgar un marco legal para la celebración de dicha consulta. Pero es que la opción de no hacer absolutamente nada esperando de brazos cruzados que algo se mueva en Madrid es mucho peor. Solución: tensar la cuerda para ver si por fin algún tercer actor internacional entra en escena y media entre ambos parlamentos. Se han quemado muchos cartuchos y vamos avanzando pantallas, para mí el cartucho pero malgastado fue cuando el Congreso de los Diputados el 8 de abril de 2014 rechazó la petición de la cesión de la competencia para realizar el referéndum que solicitaba la Generalitat por 299 votos en contra frente a 47 a favor. Votaron en contra PP, PSOE, UPyD, UPN y Foro Asturias; a favor Izquierda Plural, CiU, PNV, BNG, Amaiur, ERC, Compromís y Geroa Bai. Se abstuvo el diputado de Coalición Canaria.
Hace 7 años 2 meses
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Miguel Portillo
La equidistancia es una falacia producto de un lavado de cerebro por parte de los aparatos políticos de todas las tendencias, es un "puedo pero no quiero", es un "usted no se preocupe que nosotros ya nos encargamos". No sé si es cobardía, pero desde luego en la vida cotidiana, en la vida práctica que todos vivimos a diario no se puede ser "equidistante", hay que tomar decisiones a cada momento, erróneas o acertadas. Ser equidistante es tener miedo de manifestarse, para bien o para mal. La vida material es movimiento, nunca bloqueo por mor de no comprometerse.
Hace 7 años 2 meses
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Pau Serrat
Cuando la bandera es un referéndum me parece más difícil justificar tu artículo. A mi me encantaría que los equidistantes os convirtierias, con todo el respeto del mundo, en los defensores del NO, pero en un refrendum. Es que no estamos discutiendo Si Independencia SI/NO, estamos discutiendo si tenemos derecho a votar o no. Y que os mantengáis equidistantes en esta disjuntiva me desanima bastante. Saludos fraternales,
Hace 7 años 2 meses
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Mario
Mira, te lo voy a explicar. Un equidistante no es alguien que no sea españolista ni independentista. No. Es alguien que "artificialmente" se situa en el medio para PARECER objetivo y neutral. Pero la objetividad y neutralidad no tiene nada que ver con la equidistancia, la objetividad y neutralidad te pueden situar mas a un lado o mas hacia otro, pero estadisticamente improbable que este en el medio. Asi como uno no podia ser equidistante entre el Congreso Nacional Africano (CNA) y el Gobierno de Sudafrica, entre personas de raza negra que luchaban por sus derechos y un Gobierno tiranico que les oprimia. Y eso que el CNA hizo terrorismo. No es posible la equidistancia, y no estoy EQUIparando con la situacion en Cataluña sino comparando situaciones diferentes, pero el mismo fondo intelectual: Ser objetivo NO es ser equidistante. Ser equidistante, en efecto, es cobardia intelectual. Es alguien que tiene dos varas de medir diferentes, una cada cada parte, y solo con estas varas de medir diferentes se puede situar artificialmente en el medio
Hace 7 años 2 meses
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fer
El nacionalismo español desapareció con las autonomías, España no tiene una autodeterminación política, tiene casi 17, ademas del pequeño detalle del euro y Bruselas. Los nacionalistas españoles que quedan son vascos (menos) y catalanes (a tope de power, más no tienen), en busca de completar su autodeterminación política. Ser equidistante en ese panorama es sorber y soplar. Hay que elegir entre nacionalismo o ..........................(parece que a nadie le interesa la linea de puntos, mientras son "equidistantes")
Hace 7 años 2 meses
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Iván A. Solomons
La idea es encomiable. Pero el equidistante apoya el derecho a que los catalanes voten, sí o no? Porque sus opiniones sobre el componente sentimental del asunto no son el meollo del asunto. Ahí tiene pleno derecho a ser equidistante. Lo primero en cambio es un hecho que ya viene, y algo habrá que opinar...
Hace 7 años 2 meses
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