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Golpes y patadas brutales, con total impunidad y a plena luz del día. El 20 de noviembre de 2016, hace poco más de año, varios ultras franquistas agredieron al activista sintecho Lagarder Danciu en las cercanías del Palacio de Oriente de Madrid durante las habituales celebraciones por el aniversario de la muerte del dictador. Ayer, martes 12 de diciembre, se celebró y quedó visto para sentencia el juicio por el linchamiento, al que solo concurrieron tres de las cinco personas denunciadas por un delito leve de lesiones.

La grabación de los hechos, difundida por el propio Danciu en las redes sociales pocas horas después de la agresión, no ha servido para que Fiscalía acepte las peticiones de la defensa del activista, que solicitaba cerca de 1.350 euros de indemnización a cada uno de los denunciados. Eric Sanz de Bremond, abogado de la cooperativa Red Jurídica y representante de la defensa, explica la situación: “Pedimos la pena máxima en este tipo de casos porque consideramos que estamos ante un delito grave que además tiene motivación ideológica.”

Sin embargo, tras las pruebas practicadas en el juicio oral la representación del Ministerio Fiscal solicitó que la pena debía ser la mínima, de unos 90 euros, y solo para tres de las cinco personas denunciadas: “Es difícil valorar la diferencia entre nuestra petición y la de Fiscalía. Durante la vista oral no justificó porque se solicitaba una pena, la mínima, de tres euros diarios durante un mes. Nosotros sí argumentamos en sala porque hacíamos la de 3 meses y 15 euros diarios”, comenta Sanz de Bermond, que también explica que estas penas dependen de la situación económica de los denunciados. En ningún caso, asegura, se ha acreditado una situación de desempleo ni insolvencia de los agresores.

El vídeo, editado, también muestra cómo, efectivamente, son varias personas más las que se abalanzan contra el activista instantes después que este desplegará un cartel con la frase “Franco asesino”.  El proceso de identificación, sin embargo, no fue llevado a cabo por las unidades de la U.I.P que acudieron al lugar donde se celebraba el acto ultraderechista: “Hay constancia de que los funcionarios de policía no identificaron a nadie más allá del propio Lagarder Danciu. Fue la Brigada Provincial de Información la que al día siguiente inició un atestado tras tener conocimiento del vídeo. Con ello se pudo identificar a las cinco personas denunciadas”.

Según explica Sanz, en el juicio celebrado ayer solo comparecieron tres de las cinco personas citadas por los hechos, aunque esto no evitó que el proceso se celebrara contra todas ellas. Una vez se conozca la sentencia cabrá recurso contra la decisión en la Audiencia Provincial de Madrid, como en cualquier proceso por delito leve. 

En abril de este año la denuncia del activista contra los ultraderechistas fue archivada por el Juzgado de Instrucción 54 de Madrid debido a que la policía no entrego la denuncia de los hechos. Tras ser recurrido, el caso volvió a ser abierto y ahora está visto para sentencia. 

En los últimos años, Lagarder se ha convertido en un personaje popular –y controvertido– en las redes sociales y los círculos de activismo por sus actos reivindicativos y en defensa de las personas sin techo. Sus protestas se dirigen contra la amplitud del espectro político y especialmente contra el conglomerado de partidos: estuvo presente el día del golpe de los barones Contra Pedro Sánchez en Ferraz, irrumpió en 2016 en un acto de Podemos en Vallecas y protestó activamente en la calle Génova tras la victoria del PP el 26J, entre muchas otras manifestaciones.