Crónica parlamentaria
La cabra
Rajoy era asfixiante. Ahora se ha producido un cambio inaudito. Será bueno que lo aprovechen. Por lo demás, temo que se haya producido lo que fija el chiste jidish de la cabra
Guillem Martínez 2/06/2018
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1-Congreso. Habla Hernando –sinopsis, punto 11–. Le contesta Sánchez. Luego –tachán-tachán– aparece Rajoy. Va a su escaño, pide la palabra. Antes de subir al estrado, repasa unos papelines. Se masca la tragedia. Si había un gato encerrado, este es el momento de liberarlo y de que nos arañe la cara. Literalmente, toda la cámara, subsector pack izquierdas y periferia, tiene los esfínteres cerrados. ¿Qué hará? ¿Qué tiene bajo la manga? Personalmente, creo que aparecerá con la escritura del Congreso, demostrará que es suya gracias a una donación, y nos enviará a proseguir la fiesta al Retiro. Pero no. Ha venido a despedirse. Se despide. Se inicia la votación. Pedro Sánchez, presi. Fin de la crónica parlamentaria.
2- Como crónica parlamentaria es la más corta de mi vida. Podría haber sido más corta. En el siglo XIX, un diputado tomó la palabra, dijo "seré breve" y, acto seguido, le dio un jamacuco y se murió. No ha sido el caso. Pero sí, ha sido breve. A ver cómo levanto esto. Me parece que lo levantaré derrumbándolo, explicando qué hay detrás y delante de eso tan sencillo y rápido que ha sucedido hoy. Hoy se le ha hecho un ERE, por primera vez, a un Presi. Y se ha formado una mayoría –precaria; será difícil aprobar cosas– formada por representantes de más votantes de los que disponía el Gobierno Rajoy.
3-Hoy, Rajoy ha desaparecido tal y como apareció. Por casualidad. Manuel Vázquez Montalbán explicó que apareció así. Un día, Aznar llamó a su sucesor, Rato. Le dijo que no sería su sucesor. Posiblemente por dos razones. Lo de la Guerra de Irak y su vida sentimental, que no acababa de casar con la campaña de matrimonios forzados que estaba llevando Ana Botella –sí, usted se encuentra aquí; si me lee desde el extranjero, le felicito–. Rato encajó la cosa con tranquilidad. Preguntó por su sucesor. Aznar va y dice que Acebes. Entonces, se puso como una moto. Le vetó. Dijo que admitiría cualquier candidato que fuera igual o mayor que él en edad. Aznar aceptó, y fijó como sucesor a cualquier candidato que fuera igual o mayor que él en edad. Es decir, cualquier candidato. Aznar, vamos, se marcó un Puigdemont –o un Mas, o un Rajoy–, esa selección de líderes arbitraria, tan nuestra. Por sí solo, ese método de selección es un peligro. Es un filtro –otro, el último– que impide el acceso al poder de cualquier sorpresa intelectual. O de las otras. Por lo demás, Rajoy ha desaparecido hoy, lo dicho, como todo el mundo. Ha perdido el trabajo en menos de una semana, y cuando estaba ante el de Recursos Humanos aún no se lo creía.
4- Sánchez, a su vez, se diferencia de Rajoy en su último tramo. Hasta su último tramo, era una de esas biografías de partido. Uno más. Accede a la Secretaría General por el método Rajoy/Puigdemont, vía Susana Díaz. Su acceso es, en ese sentido, una exhibición de poder de Susana. Susana, posteriormente, le retira del mercado. Vuelve vía primarias, bajo la forma, tal vez, de un sentimiento antes que de un programa. Un sentimiento anti R'78, diría, por parte de la militancia. Dimite como diputado cuando el GP decide que Rajoy sea Presi. Eso es un exotismo. Ayer y hoy, de hecho, ha estado en el Congreso en tanto que candidato a Presi, no como diputado, que no lo es. Eso es importante. Es decir, carece de GP, carece, incluso, de partido. Carece de amigotes, esa sombra de la sombra de la amistad, tan necesaria para flotar en política. La sensación en el Congreso, es que sólo una minoría del GP PSOE se alegraba de la cosa Sánchez. Para mayor qué, parece que en ese grupo minoritario no se encontraba Sánchez.
Sánchez, a su vez, se diferencia de Rajoy en su último tramo. Hasta su último tramo, era una de esas biografías de partido
5- O, al menos, el hecho más críptico y extraño de estas 24 horas de moción de censura lo protagonizó Sánchez. En varias ocasiones ofreció a Rajoy que dimitiera. A cambio, desaparecería la moción de censura. ¿Qué significa eso? Significa esta propuesta: que Rajoy dimitiera, que se apostara por Soraya S.S. No obstante, eso no detendría la moción. La moción sólo desaparecería si el candidato a Presi que promovía la moción dimitía de candidato a Presi que promovía la etc. Vamos, Sánchez ofrecía desaparecer a cambio de que desapareciera Rajoy. No fue posible. Vamos, que Sánchez se tendrá que comer con patatas lo que viene.
6- ¿Qué viene? Viene poco. Para ser Presi, Sánchez, en lo que es una metáfora de la vida, ha tenido que acotar el campo de sueños. Ignoro cuál era el original, como usted. En la actualidad son las dimensiones de los presupuestos de Rajoy y el "compromiso con la estabilidad presupuestaria". Es decir, la austeridad. Los presupuestos tienen cierta alegría, tolerada por Europa. Son unos presupuestos electoralistas. Vamos, que darán para algún efecto. Las pensiones –el gran tema ausente en estas 24 horas de debate–, parece que están garantizadas en esta legislatura –ningún presupuesto electoralista puede partir, en fin, de hecho de aceptar la indicación del FMI y de Europa de recortarlas a la griega–. Se podrá hacer algún efecto divertido en la extrema pobreza del bienestar. Algo en becas. Algo con las personas expulsadas de la SS. Algo, en fin, a mil años luz del rajoyismo. Pero dentro de año y pico –lo que le queda a este gobierno–, volvemos a estar en las mismas. Una crisis estructural de Régimen.
7- Crisis estructural de etc: el IRPF no existe, es una trampa para asalariados, no reparte la riqueza. El Bienestar ha pasado, por otra parte, de ser el centro de los esfuerzos del Estado, para pasar a serlo el cobro de la deuda. Para garantizar ese cambio radical, vía Ley Mordaza y vía reforma del Código Civil en 2015, se han reducido los derechos, y se ha ampliado la represión. La policía parece que ha cambiado su autopercepción, como se huele en el caso Alsasua. La Justicia es un problema. Hay más jueces y fiscales dispuestos a encarcelar de oficio a raperos que a encausar de oficio a Rajoy –Rajoy emitió falso testimonio en su declaración por lo de Gürtel, según afirma la sentencia; de 6 meses a dos años–. El problema territorial –la única discusión posible desde 1978– ha crecido tanto que debe ser discutido con criterios no tertulianos, sino políticos. El Estado, como se aprecia en el discurso del 3-O del rey, se da a sí mismo por cerrado e irreformable. La poca soberanía que le queda tras regalarla a la UE, la va a luchar hasta, por lo visto, la muerte. Del contrincante. Sí, el discurso del 3-O fue radical.
Hay más jueces y fiscales dispuestos a encarcelar de oficio a raperos que a encausar de oficio a Rajoy –Rajoy emitió falso testimonio en su declaración por lo de Gürtel-
8- No parece que haya una respuesta en el PSOE al punto 7. Ni, me temo, en cualquier otro sitio.
9- Sobre el concepto "cualquier otro sitio". Existe la posibilidad de que en este año y pico de Gobierno, el PSOE se coma con patatas a un Podemos un tanto desunido, cuya razón de ser era el punto 7. De esta fagotización puede nacer un nuevo partido socialdemócrata. O nada. Casi todo lo que uno fagocita, en fin, acaba en el WC, creo, si bien no soy médico.
10- Sobre el tema territorial. Será difícil solucionarlo, pues sus promotores –en el vértice de la pirámide trófica del Procesismo– no buscan una solución. Es un sistema de subsistencia electoral, rentable, en pleno punto 7. Es un sentimentalismo. Es decir, una posverdad. No se pierdan, en ese sentido, el punto 11.
11- Hola. Soy el punto 11. He venido a explicarles el discurso de Hernando/el otro límite de la política del Gobierno Sánchez, el cultural. Hernando hizo lo que en el siglo XIX se llamaba el jabalí. Un jabalí es un bicho que se mete en un trigal y le da por saco en minutos. De hecho, dejó el trigal hecho unos zorros. Para ello, invocó los conceptos "deslealtad", "traición", "ambición". Y, ojo, los conceptos "ETA", "terrorismo", "fin de España". Y lo que parece ser el llenapistas: "golpe de Estado". LLevamos, según los medios públicos y concertados, dos en menos de un año. Esto parece Bolivia en sus glory days. Para todo ello, utilizó un concepto penalizado en el resto de Europa Occidental. La mentira. A la brava. Pero no son meras mentiras. Es una nueva manera de mentir. Es una mentira, como todas, sustentada en hechos reales. Es información sometida a sentimentalismo, a sentimientos que reconfortan al oyente que quiere creer esa información, y no los hechos reales en los que se sustenta. Para quien quiere creer, por ejemplo, que la sentencia de la Gürtel no fija que el PP se enriqueció de forma ilícita, o que la brecha de la pobreza se ha intensificado con Rajoy. Supongo que por ahí irá el PP en la oposición. Tiene medios de comunicación y voluntarios –periodistas que creen, o que cobran por ello, que su función es crear cohesión a través de pequeños matices en la información– suficientes como para quemar cualquier Gobierno, grupo o individuo con posverdad. Y tiene el serio precedente, en 2004, de no importarle incendiar una sociedad y paralizar la política para volver a acceder al poder, tras su colapso. Además, puede haber tomado nota del verdadero triunfo del Procés. Un nuevo sistema propagandístico, eléctrico, revolucionario, capaz de anclar el electorado en partidos conservadores en pleno punto 7, y capaz de centrar en el mundo conservador a los partidos de izquierda. Capaz, en fin, de mitigar en el electorado el punto 7.
12- Rayos, no he hablado de C's, ese partido que está dejando claro que tiene un problema –Rivera–, y una solución –Arrimadas–, y un discurso –el nacionalismo, el todos somos alemanes, el empresario y el obrero–, que sólo puede tirar adelante en toda su gloria cuando la recesión vuelva o sea mayor. Dato importante: es el partido que más y mejor ha tomado nota del Procés. Lo está reproduciendo en España. A ver como les va a presión y temperatura normales.
C's, ese partido que está dejando claro que tiene un problema –Rivera–, y una solución –Arrimadas–, y un discurso que sólo puede tirar adelante cuando la recesión vuelva o sea mayor.
13- Bueno. Ahora a esperar. Será divertido saber de dónde saca Sánchez a sus ministros/as. De su círculo íntimo en el PSOE no tiene ni para medio Gobierno. Sobre los pasos que vienen: son difíciles de prever en este momento que nunca había pasado antes. Creo que hoy el Obispo de Canterbury le ungirá los sagrados óleos, y que luego va a al Parque Warner, donde se le impondrá, para toda la tarde, la pulsera all included.
14- Me ha salido una crónica ceniza. No creo que lo sea. Es un momento de alegría. Rajoy era asfixiante. Ahora se ha producido un cambio inaudito. Será bueno que lo aprovechen. Nadie lo dice en la prensa, pero aquí hay hambre y pobreza. Por lo demás, temo que se haya producido lo que fija el chiste jidish de la cabra. Muy bueno.
15- Un señor va a ver al rabino. Desesperado. Le dice que es pobre y su casa es muy pequeña. Que son muchos en ella, que no se puede vivir allí. Que es un infierno. El rabino le dice que compre una cabra y la meta también en casa. El hombre hace chiribitas, pero obedece. Vuelve a hablar con el rabino a la semana siguiente. Le explica que la vida en esa casa sigue siendo el mismo infierno, pero agravado hasta la desmesura por la presencia de la cabra, sus ruidos, sus destrucciones y deposiciones. El rabino le contesta: ahora, saca la cabra. El hombre vuelve a hablar con el rabino a la semana siguiente. ¿Cómo te va en tu casa?, le pregunta el rabino. El hombre responde: perfecto, por fin.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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