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Por un periodismo antifascista

Con su imagen de antisistema muchos de estos ultraderechistas han conseguido horadar los consensos sociales mínimos que impedían decir en público según que cosas, gracias a lo que ellos llaman la lucha contra lo “políticamente correcto”

Nuria Alabao 6/10/2018

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Vestido únicamente con una corbata verde brillante y en la cama, Matteo Salvini líder de la Lega –el partido ultraderechista italiano–, sonreía relajado desde una de las portadas del XLSemanal. En las redes, las críticas a este suplemento del ABC incendiaron como respuesta una polémica más: “A favor de que los periodistas hagamos entrevistas y reportajes sobre casi cualquiera, piense lo que piense. Una cosa es eso y otra ayudar a un xenófobo a hacer (literalmente) más sexy su mensaje”, dijo Juanlu Sánchez, subdirector de Eldiario.es. Pero también: “normalicemos el fascismo cuqui”; “ya se sabe que lo que los nazis necesitan es una portada blanqueante” o “no, no da ninguna risa, sus decisiones matan personas y están marcando la política migratoria italiana”. La ambivalente realidad de hoy es que en el mundo de la información viral, la polémica vende, la indignación y las críticas también pueden ser un buen combustible para el disputado click.

Últimamente oímos mucho lo de “blanquear”, “banalizar” o “normalizar” el fascismo –postfascismo, neofascismo o ultraderecha; la cuestión nominativa también tiene miga–. Es evidente que políticos como Salvini que forman parte de gobiernos o tienen representación en parlamentos nacionales dan lugar a hechos noticiosos y sus declaraciones son de interés público. Por tanto, para el periodismo supone un reto formidable: ¿Cómo comunicamos declaraciones que sabemos tratan de generar rechazo hacia los inmigrantes o las minorías? ¿Cuál debería ser el tratamiento de estos fenómenos por parte de un periodismo comprometido con la democracia y los derechos humanos?

Las fotos que acompañaban el artículo de Salvini, además de la sexys y desenfadadas de la cama, eran imágenes familiares: Matteo con su mujer, Matteo con su hijo en la feria. En fin, qué tipo tan guay, qué fácil es cogerle hasta cariño. El contenido del artículo reafirmaba un poco esa imagen de “niño terrible”, con declaraciones racistas enunciadas con toda normalidad en un popurrí gracioso y sorprendente: “el revolucionario que se dejó barba para parecerse al Che y se enorgullecía de defender al proletariado hoy es el azote de inmigrantes y gitanos”. Excelente contraejemplo el de este artículo de cómo no contar el neofascismo.

El New York Times también dio lugar a una polémica el año pasado por un reportaje que retrataba a un supremacista blanco en su vida cotidiana como un tío normal que hacía magdalenas y que tenía en casa un pelador de piñas. Aunque el editor defendió la necesidad de este tipo de artículos para conocer “los rincones más extremos de la vida Americana”, el autor de la pieza, Richard Fausset acabó reconociendo que esos detalles íntimos del vecino facha no ayudaban demasiado a comprender el fenómeno. Aquí tenemos nuestros propios ejemplos, como este artículo de Vice que se titula “¿Dónde van los fascistas españoles de vacaciones?” y en el que se entrevistan a varios miembros del grupo neonazi Hogar Social de Madrid –trístemente famoso por su campaña de publicidad que consiste en dar comida a familias necesitadas siempre que sean españolas–. En esta pieza descubrimos lo que hacen los nazis en su tiempo libre y que en definitiva, son como nosotros aunque lleven una esvástica tatuada en el tobillo. ¿Por qué ofrecerles una plataforma para expresar sus ideas racistas libremente en un ambiente amable sin ningún tipo de cortapisa? 

A Hitler le gusta el pastel de grosella

En realidad, estas cuestiones no son nuevas para el periodismo, desde 1935 hasta 1939, el New York Times sacó hasta cuatro historias centradas en las diferentes casas de Hitler. En 1939, mientras las tropas alemanas marchaban sobre Polonia, publicó un reportaje sobre su casa de campo en los Alpes donde se describía su rutina doméstica e incluso lo que comía. Este tipo de reportajes humanos formaron parte de una campaña de prensa internacional para poner en valor la vida privada de Hitler que los nazis utilizaron para transformar su imagen pública: de probélico líder racista a “genial gentleman bávaro”, como explica la investigadora Despina Stratigakos. Las fotos de Hitler –cariñoso con los niños y los animales, tan majo él, que era aficionado a la decoración– aparecieron en otros muchos medios como Life, en momentos donde ya era evidente la naturaleza brutal del régimen nacionalsocialista.

En el caso del Hogar Social hemos podido ver abundantes ejemplos, con amplias entrevistas a su líder Melisa Domínguez o en reportajes amarillistas como este de Un Tiempo Nuevo donde aparecen dando comida a españoles necesitados y charlando con los vecinos. De nuevo, se les ofrece una plataforma para explicar sus ideas xenófobas en un contexto más que amable, donde la presentación neutra del periodista se limita a repetir sus argumentos sin ningún tipo de valoración o contraste. En realidad, lo que se busca –y se acaba encontrando–, es una pelea con un grupo antifascista que los intenta expulsar del barrio. Al final, como el punto de vista es el de los miembros de Hogar Social, acaban apareciendo incluso como víctimas de los violentos antifascistas, cuando ellos, pobres nazis amables, solo hacen tareas sociales.

¿Libertad de expresión, deber de informar o responsabilidad?

Este es un debate muy vivo en los medios. Explicaba hace poco la directora de opinión de El País, Máriam Martínez-Bascuñán, el dilema al que se enfrentaron las revistas The New Yorker y The Economist ante la posibilidad de incluir al neofascista Steve Bannon en sus foros de discusión. Mientras la primera acabó suspendiendo la invitación, la segunda accedió. “En el fondo, aceptar la participación de Bannon en un foro de debate implica normalizar su discurso xenófobo”, concluye Bascuñán. Normalizar significa tratar estas opciones como una más, al mismo nivel, e igual de aceptable que las otras que ofrece nuestro sistema democrático, aunque ellas no lo sean.

A veces se dice: las ideas de extrema derecha se deben derrotar en debate abierto por eso no se puede ocultar lo que piensan su representantes. ¿Pero cómo se hace? ¿Vale cualquier tipo de entrevista? ¿Es oportuno darle espacio a los líderes de Vox o eso significa proyectar su discurso discriminatorio? (Y quien dice Vox, dice Jean Marie Lepen o cualquiera de los ideólogos de estas opciones de ultraderecha.)

Tampoco se trata de borrarlos de los medios –ocultarlos no significa que sus ideas no tengan otras vías de penetración–, sino de encontrar la forma más adecuada en cada momento. En la televisión alemana ZDF entrevistaron al líder de extrema derecha Alexander Gauland, de Alternativa para Alemania (AfD), en prime time. Durante los 19 minutos que duró entrevista no le preguntaron nada sobre refugiados o inmigrantes sino sobre cambio climático, jubilaciones, digitalización y otros temas que evidenciaron sus dificultades en responder a estas cuestiones y que hicieron patente su falta de ideas, propuestas y conocimientos. El veredicto: Garland y AfD quedaron en ridículo.

En cualquier caso, no todos los representantes de ultraderecha son siempre torpes hablando de estos temas. Por tanto, se trata de no proporcionarles gratis una plataforma pública de expresión desde la que puedan lanzar sus mensajes de odio. Los medios de comunicación son altavoces, eso implica meditar cuidadosamente cómo van a quedar reflejados. En realidad, cuanto menos posibilidades tengan los neofascistas de argumentar en medios, mejor y las entrevistas deberían estar muy meditadas. Si se les da voz, mejor que sea en un contexto análisis por parte de los periodistas, no bajo la pretensión de “neutralidad” tanto en los comentarios como en las preguntas. Sus opiniones se tendrían que contextualizar y se debería evidenciar sus contradicciones, invenciones, exageraciones o mentiras. (En realidad, es lo que deberíamos hacer con cualquier político pero aquí hay que redoblar esfuerzos porque nos jugamos mucho). La culpabilización del diferente o la guerra entre pobres que impulsa el neofascismo son un virus, una vez inoculado, es muy difícil extirparlo del sentido común que ellos construyen sobre el miedo y la precariedad vital.

Por un periodismo comprometido

De hecho, este verano tuvimos ración de exageraciones y mentiras respecto a la inmigración por parte del líder de uno de los principales partidos Españoles, Pablo Casado y sus millones de africanos esperando a asaltarnos. Esas posiciones –así como los jugueteos de Cs en los barrios pobres de nuestras ciudades– han abierto un escenario sobre lo que puede ser dicho y ahora empezamos a asistir a una culpabilización a los extranjeros de cosas muy variadas que nada tienen que ver con la inmigración. Sin ir más lejos, el PP de Madrid la responsabiliza de la masificación en las aulas en los barrios más pobres –en las que ellos no invierten recursos– o la falta de atención social a los menores tutelados. Este tipo de opiniones allanan el camino al otro racismo más radical de Vox, que está subiendo en las encuestas. Por tanto, debemos estar alerta, no solo contra los que más fácilmente etiquetamos como ultraderecha, sino con todas las actitudes, discursos y opiniones de los que empujan hacia la fascistización social. Precisamente, la extrema derecha en Europa y EEUU viene con nuevos discursos más complicados de identificar o de contrarrestar. También es tarea del periodismo analizar estos nuevos fenómenos. (Así como describir las condiciones económicas y sociales –los recortes, la retirada del Estado del bienestar, la inseguridad vital– que les proporcionan espacio social).

Con su imagen de antisistema –incluso con una comunicación contracultural y satírica como el caso de la Alt Right– muchos de estos ultraderechistas han conseguido horadar los consensos sociales mínimos que impedían decir en público según que cosas, gracias a lo que ellos llaman la lucha contra lo “políticamente correcto”. Así, han ocupado el discurso público convertidos en opciones atractivas para una industria periodística muy cercana en ocasiones al mundo del espectáculo y sujeta a la dictadura del click. 

Es un tema complejo cuya discusión tiene que empezar a ocupar más espacio en las redacciones periodísticas y que nos exige mucho como profesionales y como ciudadanos que producimos información en las redes. Como dice el periodista Roberto Saviano sobre el fascismo en Italia, hay que tomar partido: “No tenemos elección. Hoy callar es lo mismo que decir que lo que está pasando, por mí, vale”.

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Autora >

Nuria Alabao

Es periodista y doctora en Antropología Social. Investigadora especializada en el tratamiento de las cuestiones de género en las nuevas extremas derechas.

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8 comentario(s)

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  1. ahiga Audrey

    Mi nombre es Ahiga Audrey, vivo en Ohio, Estados Unidos y estoy felizmente casado con un esposo encantador y cariñoso con tres hijos. Un gran problema ocurrió en mi familia hace un año, entre mi marido y yo, tan terrible que llevó el caso a la corte por un divorcio. dijo que nunca más quiso quedarse conmigo y que ya no me amaba. Así que se fue de la casa y nos hizo pasar a mi ya mis hijos por fuertes dolores. Intenté todos mis medios posibles para que regresara a través de muchas súplicas pero todo fue en vano. Finalmente, confirmó que había tomado su decisión y que nunca más quiso volver a verme. En una tarde fatídica, cuando regresaba del trabajo, conocí a un viejo amigo mío que le preguntó a mi esposo. Le expliqué todo a ella, así que me dijo que la única manera de recuperar a mi esposo es visitar a un lanzador de hechizos porque a ella también le ha funcionado. Por el contrario, nunca creí en el hechizo, pero no tenía más remedio que seguir su consejo. Ella me dio la dirección de correo electrónico del lanzador de hechizos que es "wiseozizaspiritualhome@gmail.com" Así que a la mañana siguiente, envié un correo a la dirección que ella me dio y el lanzador de hechizos me aseguró que recuperaré a mi esposo dentro de dos días. ¡Qué increíble declaración! jajaja !!! Nunca creí, así que habló conmigo y me dijo todo lo que tenía que hacer. A la mañana siguiente, sorprendentemente, mi esposo, que no me ha llamado durante más de un año, me llamó para informarme que volvería. . Tan increíble, ¿verdad? Bueno, así fue como regresó ese mismo día, con mucho amor y alegría, y se disculpó por sus errores y por los dolores que causó a mí y a mis hijos. Desde ese día, nuestra relación ha sido más fuerte de lo que era antes. Gracias por la ayuda de este gran lanzador de hechizos. Mi consejo para todos los que están pasando por diferentes desafíos es contactar a este gran hombre y, al igual que lo hizo conmigo, él resolverá todos sus problemas. Puede enviarle un correo electrónico a través de esta dirección de correo electrónico. Le prometí que iba a contarle a todo el mundo acerca de sus magníficos poderes. (wiseozizaspiritualhome@gmail.com), si está en una condición como esta, o si tiene algún problema relacionado con "traer a su ex. No solo eso puede ayudarlo. 1) ser promovido en cualquier cosa que hagas. 2) Gane un buen dinero o gane una lotería. 3) Lograr el éxito en los negocios. 4) problemas espirituales. 5) ganar caso judicial. 6) Busca a tu compañero de vida. 7) Obtener un trabajo bien pagado. 8) ganar el control sobre su matrimonio. 9) recibir favor y ganar atracción de las personas. 10) recuperar el dinero perdido. (11) sanarte de todas las enfermedades. curable e incurable como el VIH / SIDA, el cáncer, cualquier cosa (12) resolver problemas de embarazo y bendecirte con bebés. su dirección de correo electrónico una vez más es (wiseozizaspiritualhome@gmail.com) también puede contactarlo a través de whatsapp en +2348111448971

    Hace 6 años 1 mes

  2. Pepe Grilo

    zyxwvut conoce poco a la autora, por lo que se ve.

    Hace 6 años 1 mes

  3. cayetano

    Desde un plano filosófico el problema es que el universal ético ante la migración no es identificable respecto a una comunidad de pertenencia, a diferencia de la igualdad formal, libertad..., que referencian a interés particular respecto de comunidades de pertenencia. El migrante cuando pasa a ser comunidad de pertenencia pierde tal consideración, deja de ser migrante y mira al foráneo por llegar como migrante con independencia de su identidad cultural. Por ello, entre otras cuestiones, situar la respuesta ante la xenofobia y el racismo, cuando su coctel tiene como ingrediente principal la competencia económica y de servicios, en el terreno universal y maximalista, es jugar en campo contrario. Afrontar la componente económica sobre la que cabalga el coctel antimigratorio, obliga a relegar eticidad y universalismo en el debate, descendiendo a la concreta y particular realidad que desnude las fantasías terroríficas de los racistas, de cómo usan el miedo para embrutecer nuestra fragilidad humana. Por ejemplo pongo el mejor ejemplo de discurso antirracista que en tiempo he escuchado. Venido al caso del debate sobre pensiones mantenido entre el ministerio de economía y trabajo, entorno al debate de su sostenibilidad y actualización al IPC. En el que un informe reputado sobre la evolución demográfica de España, ha señalado que la prevista recepción de 250.000 migrantes al año, nos llevarían a una población de 60mill. En 2.050, quebrando los oscuros diagnósticos sobre su viabilidad, al ahuyentar el envejecimiento y la inversión de la pirámide demográfica. Dicho lo cual, es justo reconocer que en otras ocasiones he discrepado de las posiciones de Nuria. Pero respecto a los interrogantes que abre en el tratamiento mediático al antifascismo, no aprecio diferencias de trascendencia política, en su extremo si se cuestiona el acceso a los medios de etarras o yihadistas…, por qué no hacerlo de protofascistas o fascistas. De hecho ha descendido al terreno de lo concreto acusando al PP de que la masificación en las aulas no es por los migrantes, sino por sus recortes, y debiera haber recordado que estos niñ@s españolxs de padres inmigrantes ya estaban en las aulas antes de los recortes, luego la masificiación no ha sido resultado de que haya más juventud española, sino exclusivamente de sus recortes. Hay que responder también al racismo que se escuda en lo económico, que es el ejercido por estos actores, valiéndose del miedo a la pérdida que ell@s han provocado entre los pobres. Únicamente echo en falta la crítica a la inclusión de tratamientos informativos pretendidamente neutrales e imparciales, que reiteran informativamente un dato o hecho descontextualizado una y otra vez, hasta distorsionar la realidad. Tratamiento informativo que no periodístico, de un formato y su reiteración, que dieron pié y sirvieron de cobertura a las campañas que PP, C´s y Voz lanzaron este verano y por el que Nuria les critica. Pero campañas que fueron posibles gracias al tratamiento informativo previo, que por cierto respecto de los migrantes rescatados continúa transmitiendo la falsa idea de ser el aporte principal de migración, sin entrar a informar en igual reiteración sobre su transitoriedad. Y si no hace nada, se centraban en el desbordamiento de las infraestructuras de primera acogida, ahora se centran en el desbordamiento de los centros de acogidas a menores. Pero únicamente tratados desde la perspectiva del esfuerzo humano y económico, obviando los retornos que esta juventud con ganas, podría, puede, y aportan ya a nuestra comunidad. Obviando programas que nos muestren la cantidad de profesionales que aportan su experiencia y conocimiento, su coeficiente multiplicador a nuestro bienestar social, cultural y económico. Sí, hay medios de información que son presos del clic, pero es un clic culposo e intencionado, que pretendiendo justificar nuestras políticas de control migratorio, finalmente acaban por favorecer los discursos fascistas. Son formatos preparados por las agencias de información que no son alterados ni por los medios privados, ni por los públicos, gobierne quien los gobierne. Producto de una política migratoria que hace aguas, por cuyas grietas se cuela el discurso fascista, y que es de difícil solución dada la dispersión política migratoria europea y la dificultades interiores y exteriores que entrañan. Un cordial saludo.

    Hace 6 años 1 mes

  4. cromwell

    Nuria Alabao es como los niños esos que cuando no se juega como ellos quieren se llevan el balón a casa. En fin.

    Hace 6 años 1 mes

  5. zyxwvut

    De poco sirve estar debatiendo el tratamiento informativo del neofascismo y las ultraderechas si no se aborda la raiz del conflicto: las condiciones que están detrás de su auge entre las clases acomodadas y una parte de las clases subalternas. Y ahí, por supuesto, Nuria Albalao escurre el bulto. Como si el auge de esas políticas no estuviese vinculado a la aceptación y defensa de los dogmas del neoliberalismo, como si toda la lucha política se limitase a un "problema cultural" de gestión de la diversidad, sin conexión con la sociedad real y la lucha de clases. No me extraña tanta referencia a "El País" en su artículo.

    Hace 6 años 1 mes

  6. Iñaki

    El tuyo, CeX, sí que es un ejemplo evidente de caldo propicio para la manipulación. Extraes una frase fuera de su contexto, nos propones una serie de posibles personajes de reputación muy diversa como posibles autores factibles de dicha frase, y nos das como solución a aquel que nos resulta más aberrante. Todo, para mostrarnos la escasa preparación intelectual de los demás, según tú, y de las bondades del autor, así como de las maldades de los otros ejemplos, al situarlos simétricamente. Dado que presumes de preparación educativa, no voy a enumerarte todas las falacias de tu "argumento". Lo que sí sabemos todos es que por mucho que Franco o Hitler adoraran a sus madres y se deshicieran en gestos cariñosos hacia sus hijos, fueron unos misántropos genocidas. Y defender siquiera de soslayo a semejantes personajes, te convierte en cómplice de sus genocidios. Ya intuimos que tu capacidad empática se reduce únicamente a los que consideras tus iguales. Y por eso, algunos como yo, te calificaremos de racista, xenófobo, fascista, etc... ¿Por qué? Porque tu "discurso", además de falaz, es maniqueo, hipócrita y demagogo.

    Hace 6 años 1 mes

  7. Pau

    Si, de cuando Hitler se queria ganar al proletariado y dava importancia al adjetivo "socialista". O de como traicionó el mensaje mas social del origioario DAP. En fin, afirmar que Hitler era socialista es.... es... tergiversacion es lo mas blando que se me ocurre.

    Hace 6 años 1 mes

  8. CeX

    Temas para reflexionar. ¿Cómo sería el mundo si Mahoma no hubiese existido? ¿Y si la extrema izquierda (marxismo-leninismo) tampoco? ¿Y si la extrema derecha (nazismo, que por cierto se originó como partido nazional socialista) tampoco? Los extremos suelen ser malos y suelen tocarse. ¿Quién dijo esto:? "Nosotros somos socialistas, somos enemigos del sistema económico capitalista actual porque explota al que es débil desde el punto de vista económico, con sus salarios desiguales, con su evaluación indecente de un ser humano según tenga riqueza o no la tenga, en vez de evaluar la responsabilidad y la actuación de la persona, y estamos decididos a destruir este sistema capitalista en todos sus aspectos". A) KARL MARX B) ADOLF HITLER C) PABLO IGLESIAS D) KARL POPPER Pues fue el discurso pronunciado por Adolf Hitler el 1 de mayo de 1927. La ignorancia es rampante; consecuencia del fracasado sistema educativo que tenemos. Caldo propicio para la manipulación.

    Hace 6 años 1 mes

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