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OTRAS, una reflexión sobre el trabajo sexual

La autora aboga por la regularización del ejercicio de la prostitución voluntaria entre adultos

Amaya Olivas Díaz 17/10/2018

<p>Barrio Rojo de Ámsterdam. </p>

Barrio Rojo de Ámsterdam. 

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El 31 de julio del 2018 se publicó en el BOE la resolución por la que el Ministerio de Trabajo oficializaba la constitución del sindicato OTRAS (Organización de Trabajadoras Sexuales), al amparo del Art. 28 de la CE, que consagra el derecho fundamental a sindicarse libremente.

Al hilo de esta noticia, numerosas voces pusieron el grito en el cielo, procedentes en  su gran mayoría de los denominados “sectores feministas abolicionistas”, llegando a provocar la dimisión de la entonces directora general de Trabajo, Concepción Pascual, tras la afirmación de la ministra Magdalena Valerio de que “le habían metido un gol por la escuadra”.

Como punto de partida, y desde el punto de vista jurídico formal, la inscripción del sindicato cumple todos los requisitos previstos en la Ley Orgánica 11/ 1985 sobre Libertad Sindical, así como en el Real Decreto 416 / 2015, sobre Depósito de Estatutos de las organizaciones sindicales y empresariales.

El procedimiento de constitución de un sindicato forma parte del mencionado derecho fundamental, sin más límite que el respeto a la legalidad, otorgando unos estatutos con determinados requisitos y depositando los mismos a efectos de registro y publicidad.

Transcurridos 20 días sin que la autoridad administrativa haya advertido ningún error, el sindicato adquiere personalidad jurídica y plena capacidad de obrar. Y solo cabe la suspensión o disolución mediante resolución de la jurisdicción social.

No cabe por tanto someter la creación de un sindicato a una previa autorización administrativa, como no podía ser de otra manera en un sistema democrático, y se ha encargado el TS de aclarar en muchas resoluciones.

En cuanto al fondo, los objetivos de este sindicato pasan por proteger los derechos de las personas que se dedican al trabajo sexual, reconociendo la vulnerabilidad de su situación actual. Acoge a personas que trabajen por cuenta ajena y también propia, pero en ningún caso a lxs que tengan trabajadorxs a su cargo, lo que diferencia sustancialmente sus intereses de los de las empresas del sector.     

Conviene recordar que el trabajo sexual es un término mucho más amplio que el de prostitución: abarca actividades como pornografía, líneas eróticas, casas de masaje, saunas, servicios de escorts, clubs de striptease o de lap dance, alterne o asistencia sexual. Partiendo de ello, como exponía Giménez Merino, OTRAS reivindica, al menos, dos cuestiones derivadas de su consideración como TRABAJADORXS:

  1. La re-significación social derivada del reconocimiento de su condición de profesionales, frente a la mala imagen social y peyorativa del término “puta”, en un mercado que –paradójicamente- consume masivamente productos sexuales.
  2. Adquirir mínimos vitales garantizados tales como la seguridad frente a la violencia cotidiana, tutela judicial efectiva, derechos sanitarios, seguro de desempleo, bajas, vacaciones, o base cotizada de pensión. Derechos por otro lado recogidos  a nivel internacional (Documento de la RED Global de Proyectos de Trabajo Sexual, 2013).

Llegando a este punto, podríamos cuestionar la posible “ilicitud” del trabajo que trata de proteger este sindicato. 

En primer término, demos voz a lxs protagonistas: la Alianza Global contra la Trata de Mujeres (GATTTW, por sus siglas en inglés) ha defendido una investigación rigurosa en red en siete países, acerca de cómo la organización de lxs trabajadorxs sexuales puede mejorar sus condiciones de vida y luchar contra la trata de personas.

Chus Álvarez (Ávila, 1979) responsable de América Latina de la GATTTW, respondía en una entrevista a Amanda Andrades en este medio sobre el tema que nos ocupa. 

Nos quedamos con varias cuestiones esenciales.

  1. Más de 80 organizaciones de la referida red todo el mundo reivindican la necesidad de fortalecer a las personas trabajadoras para defender sus derechos  y romper con la explotación  y / o precariedad que se acepta, ya sea como nacional o migrante.
  2. No significa lo mismo “trata” que “tráfico”. La definición de Palermo (Protocolo contra la Trata de Naciones Unidas) establece que para que haya trata tiene que haber un traslado de una persona a otro lugar bajo engaño y que el fin último de esta sea la explotación. Por su parte, el tráfico es, básicamente, facilitar la entrada de un país a otro de manera irregular.    
  3. Crear políticas contra la trata de forma artificiosa, destinadas principalmente a fortalecer las fronteras, solo dificulta la migración y la hace más peligrosa.
  4. El modelo neozelandés es el único que despenaliza el trabajo sexual (desde el año 2003). Según datos oficiales de este gobierno, no se ha registrado ningún caso de trata de personas en la industria del sexo, a pesar de los controles frecuentes en la fronteras. No obstante, las mejores condiciones de vida y laborales que tiene este colectivo no lo disfrutan las migrantes, que siguen realizando trabajos sexuales sin protección de ningún marco legal.     
  5. Garasimov, responsable de comunicación de la GATTW, afirma de forma contundente que la organización de trabajadorxs sexuales lucha contra el estigma, la exclusión, y la discriminación que reciben de la sociedad como de las autoridades.
  6. La criminalización y el estigma permiten que proxenetas y traficantes abusen de lxs trabajadorxs sexuales y se aseguren la no interposición de denuncias.
  7. No existen datos concluyentes referidos al hecho de que legalizar este trabajo conlleve un aumento del tráfico, y aquellos de los que disponemos, procedentes de la OIT, demuestran que con respecto a las víctimas de trata hay un número igualado de mujeres (55%) y hombres (45%). Un 90% del total serían explotadas por personas o empresas, y de estas, el 22% con fines de explotación sexual y el 68% con fines de explotación laboral. El 10% restante serían personas en trabajo forzoso impuesto por el gobierno o estados militares.   

En similares términos, se expresa la Asociación CATS, Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo, para quienes “las posturas abolicionistas son fruto de la ignorancia. Son mujeres blancas de clase media que han leído mucho, pero que no saben lo que es vivir en precario, no se han parado a escuchar a sus protagonistas.  Todo debate es lícito, pero seamos conscientes de cómo repercuten las teorías y políticas antiprostitución y el daño que causan a mujeres como nosotras. Las trabajadoras del sexo no son víctimas, no quieren ser salvadas, tienen identidad política, y reclaman sus derechos”.

Loola Pérez, presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes de Murcia, especialista en integración y sexualidad, afirma que “el gobierno de Pedro Sánchez se equivoca al equiparar feminismo con abolicionismo; el movimiento español sabe perfectamente que trata con fines de explotación sexual y prostitución son realidades distintas, pero antepone su moral sobre la sexualidad antes que la de los derechos de personas que ejercen trabajos sexuales”. 

Y Valèrie May, prostituta, es tajante al referir que el abolicionismo no va a evitar que el trabajo sexual exista, así como que resulta básico distinguir quien es víctima de trata y quien ejerce un trabajo sexual.

El Comité Internacional sobre los Derechos de lxs Trabajadorxs Sexuales (ICRSE) ha lanzado una campaña contra el Gobierno de Pedro Sánchez por sus pretensiones para anular el sindicato. Este Comité reúne a 100 organizaciones que colaboran en la protección del trabajo sexual y recuerda que solamente Rusia ha rechazado el derecho de auto sindicalización de esta actividad, vulnerando normas internacionales como el Convenio Europeo de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos o el Pacto de Internacional de Derechos Económicos, Culturales, y Sociales.

La APROSEX (Asociación de Profesionales del Sexo) recuerda por su parte un dato que entiendo esencial: el Estado español no duda en contabilizar los ingresos de la actividad derivada del trabajo sexual dentro del PIB. Al Gobierno no le importa que los empresarios con licencia de funcionamiento extraigan pingües beneficios del fruto de estas actividades, pero sí le supone un conflicto que lxs trabajadorxs del sector, históricamente denostado, intente organizarse para proteger sus derechos. (Desde el 2015, y movido por las exigencias europeas de estabilidad presupuestaria, España introduce en el PIB el dinero que mueve la prostitución, y la Ley 20/ 2007 regula el marco para que se pueda cotizar por cuenta propia).

Los sindicatos del trabajo sexual son agentes sociales portadores de un discurso político en el que se puede encontrar una crítica al capitalismo, al sistema patriarcal, al racismo, o clasismo. Tuvo su punta de lanza a través de STRASS- Syndcat du travail sexual, fundado en 2009. Existen múltiples factores de exclusión sobre las personas que ejercen este trabajo mostrando un caso ejemplar de discriminación múltiple que necesita de intervención urgente a varios niveles. Y ello no es posible sin el reconocimiento del derecho a disponer del propio cuerpo. Un gobierno verdaderamente feminista tendría que anteponer siempre la cuestión social a la valoración moral.

En realidad, lo que debe primar es la articulación de un discurso sindical fuerte en dos frentes: la interlocución de las propias trabajadoras propicia espacios de autogestión (o de “descanso”) y diálogo con la vecindad y autoridades locales para evitar la expulsión de aquellas en una competición ignominiosa entre ordenanzas de ciudades, de un lado, y de otro, construir una política legal que presione al gobierno para conseguir tutelar sus derechos como cualquier otro colectivo. Como bien expone “Putas indignadas”, “las putas también somos clase obrera”.  

Con respecto a la cuestión jurídica, las sentencias de distintos Juzgados y de Tribunales Superiores de Justicia, en el orden social, declaraban el carácter autónomo respecto de encargadas de prostíbulos o prostitución encubierta. En realidad, el criterio mayoritario y decisorio en este orden aplicaba una escala que no podemos compartir, desde un punto de vista racional: se admitía la actividad de “alterne”, donde sí cabía la existencia de relación laboral, y paradójicamente, se declaraba la ilicitud del ejercicio de la prostitución en base a que la ajenidad y dependencia determinaban la incompatibilidad absoluta del proxenetismo con la libertad y la dignidad humanas. 

¿Cómo puede ser que no veamos desde los tribunales –garantes de los derechos y libertades de toda la ciudadanía– que el mencionado alterne no deja de ser una actividad meramente instrumental orientada a proporcionar relaciones sexuales a los clientes? 

Hasta la actualidad, solo un magistrado, Joan Agustí, titular del Juzgado Social 33 de Barcelona, ha sido capaz, –en dos más que fundamentadas sentencias–, de dejar los prejuicios que atraviesan a toda la “clase jurista progresista”, para estudiar con objetividad el tema que ahora nos ocupa y tras ello, proteger los derechos de las personas más vulnerables: las que ejercen la prostitución en espacios exentos de derecho y en ausencia absoluta de derechos básicos.

Frente a los argumentos que la Plataforma 8 de marzo de Sevilla y la Comisión para la investigación de Malos Tratos a Mujeres exponen en una reciente demanda ante la Audiencia Nacional para conseguir declarar la nulidad del Sindicato Otras –la imposibilidad del trabajo sexual por cuenta ajena– debemos recordar la jurisprudencia de la Sala Penal del Tribunal Supremo, que ha interpretado el art. 188 del CP (tras la reforma del 2003) en el sentido de defender que solo está prohibido el proxenetismo en el marco de la prostitución forzada. El consentimiento de la persona que ejerce la prostitución juega un papel decisivo como garantía de su libertad sexual.

La catedrática M. L. Maqueda Abreu postula por su parte (“Hacia una justicia de los derechos”, Diario La Ley, 16. 3. 2010) y así lo recoge J. Agustí que, con respecto a la supuesta vulneración de la dignidad, supone entrar en una valoración de tipo moral, dado que no puede imponerse al libre arbitrio individual, resultando hipócrita negar el estatus de trabajo digno de protección jurídica, cuando esta legitimación sí existe para los empresarios de la industria sexual.  

Respecto al marco comunitario, las sentencias mencionadas abordan la posible colisión de la laboralización postulada con el principio de igualdad, recordando de un lado la STJCE de 20 de noviembre del 2001 que dejaba claro la no asunción de los posiciones abolicionistas y prohibicionistas, e incluían a la prostitución como una actividad económica, por cuenta propia o asalariada. Y de otro, la Resolución del Parlamento Europeo de 26 de febrero del 2014 sobre explotación sexual y prostitución y su impacto en la igualdad de género.

Esta última resolución afirma de modo categórico que no solo la prostitución forzada, sino también la simple prostitución y la explotación sexual tienen un gran componente de género que constituye una violación de los derechos humanos y que su legalización aumenta el riesgo de un mayor nivel de violencia y abusos. 

Teniendo muy en cuenta tales postulados, así como otros mandatos recogidos en LO 3/ 2007, de Igualdad efectiva de mujeres y hombres, Joan Agustí defiende que denegar el reconocimiento de la laboralidad en el Estado Español –mientras el Gobierno no asuma las recomendaciones del Parlamento Europeo y  sumiendo la actual situación de “alegalidad” de esta actividad– no hace más que agravar enormemente la incuestionable lesión de la dignidad, libertad, e igualdad de las personas que la ejercen.       

Máxime cuando en los casos examinados por las sentencias las trabajadoras ejercían el trabajo de forma libre, sin coacción, de forma no forzada, bajo la dependencia de la empresa, sin encontrar motivo alguno de ilicitud penal o de lesión de derechos fundamentales.

Hasta ahora, hemos analizado la cuestión del trabajo sexual desde una perspectiva sociológica y jurídica. Vamos a concluir poniendo en juego nuestro propio pensamiento.

El Grupo de Estudios de Política Criminal, del que formo parte, elaboró un Manifiesto en 2006 a favor de la regularización del ejercicio de la prostitución voluntaria entre adultos, que no tuvo acogida alguna en la reforma del Código Penal de 2009. Este Manifiesto reivindicaba no solo la despenalización, sino, sobre todo, la implementación de políticas sociales dirigidas a garantizar el respeto a los derechos de todo tipo de quienes deciden dedicarse a la prestación de servicios sexuales en el marco de la industria del ocio.

El Manifiesto pone de relieve aspectos fundamentales como el hecho de que la represión de todo tipo de trabajo sexual ha arrojado un balance histórico que solo puede ser calificado como lamentable, porque jamás ha erradicado el fenómeno, sino que lo ha ocultado provocando una serie de efectos perniciosos como la estigmatización, la vulnerabilidad o la explotación de las personas que lo ejercen.

Solo cabe construir un conocimiento razonable huyendo de las aproximaciones morales que intentan simplificar un fenómeno complejo y diverso, sin obviar que son mujeres mayoritariamente las que lo ejercen, pero también hombres y trans, lo que implica que el debate no puede quedar monopolizado por un discurso en clave de género.   

Se trataba ya entonces de defender todas las formas de auto-organización que garantizara la tutela de los derechos de estxs trabajadorxs, frente a la situación de alegalidad que favorece su explotación.

Suscribo igualmente a autoras como Gloria Marín, miembro de la redacción de Viento Sur, cuando en su artículo del 5 de septiembre de 2018 refiere:

“No necesito hablar de putas felices, porque tampoco hablo de empleadas del hogar felices o de camareras felices: hablo de trabajadorxs que necesitan defender sus derechos, y la falta de los mismos aumenta la infelicidad. A veces el argumento parece ser lo horrible que es la vida de las prostitutas. Por ejemplo,  lo del “asco” que supone el contacto con los genitales de otra persona. Personalmente, hay varios trabajos legales que suponen contacto con cosas que me dan mucho menos asco que cualquier parte de un cuerpo humano vivo. Y sobre todo, sin negar todo lo horrible que pueda haber, ¿Por qué para las temporeras de la fresa la receta es más derechos y para la prostitución no?”.

¿Es cierto que en la prostitución se da todo por bueno con “invocaciones a la libre decisión de las mujeres? Desde luego, no es mi caso. Creo, con Marx, que en el capitalismo lxs trabajadorxs no tenemos libre decisión para aceptar un trabajo”.

Por último, quiero hacer igualmente mías las palabras de Monsterrat Galcerán  cuando refiere de forma clara:

“Si desde el feminismo nuestro objetivo es ayudar a las mujeres a comportarnos como sujeto activos, a empodorerarnos y a tomar las riendas de nuestra vida, no se entiende que haya mujeres que propugnen su prohibición. ¿Qué extraños temores evoca en nosotras la mención del trabajo sexual? ¿Acaso no somos capaces de sustraernos a la moralina que recubre la sexualidad en nuestra sociedad? Parece que lo que está bien visto por amor está mal visto si se hace por dinero. El discurso del amor romántico recubre las prácticas sexuales e impide tratarlas en su realidad material y tampoco está lejos el sesgo de clase”.  

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Amaya Olivas Díaz es magistrada de lo Social en Madrid. Miembro de Jueces para la Democracia. Ha trabajado en temas de mediación penal, capitalismo punitivo y memoria democrática, entre otros.

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14 comentario(s)

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    Hace 5 años 8 meses

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    Hace 5 años 8 meses

  4. viaje_itaca

    En total desacuerdo, por supuesto: un sindicato puede hacerse de los que trabajan en un MacDonalds, pero no de quién es la carne. El trabajador vende el resultado de su trabajo, no vende su cuerpo (aunque ciertamente sufre,lo que se debe regular adecuadamente. Por este camino, legalicemos también a los vendedores de órganos (propios incluidos) Por no hablar de cuáles de los trabajadores sociales son capaz de participar realmente en la defensa de sus derechos y la escasa capacidad para defenderse de las suplantaciones por los proxenetas.

    Hace 5 años 8 meses

  5. juan

    Magdalena, a día de hoy una persona sin experiencia y a lo mejor con vértigo no puede ser privada del desempleo por no aceptar un trabajo de limpiador de cristales en rascacielos ni una persona muy religiosa puede ser obligada a ser dependiente en un sex-shop. Tampoco me imagino a los dueños de los prostíbulos buscando incorporar trajadoras/es a través del INEM. Sin entrar en el fondo sobre si legalizar totalmente o no, lo que digo es que ese no debería ser la razón para no legalizar.

    Hace 5 años 8 meses

  6. Pedro Gallego Rufino

    Es una pena iniciar un artículo con un gazapo en la fecha. Por lo demás claro y meridiano para quien quiera escuchar.

    Hace 5 años 8 meses

  7. jose

    Gracias, Santi, en lo que a mí respecta. También parecen muy interesantes los siguientes artículos a pié de la página mencionada. Un enlace también interesante; https://colectivohetaira.org/ Hay algo evidente: hay un feminismo que moraliza, pero no socializa. No hace falta decir cuál es su situación social. Marx decía que un hombre no piensa lo mismo en un palacio que en una caverna.

    Hace 5 años 8 meses

  8. santi

    Os dejo un artículo interesante sobre el tema: https://www.nexos.com.mx/?p=22354

    Hace 5 años 8 meses

  9. jose

    Por cierto: artículo RIGUROSO y documentadísimo, donde se ponen ejemplos de lo que SÍ es posible sin problemas de falta de rigor.

    Hace 5 años 8 meses

  10. jose

    Una cosa es el rigor y otra el rigorismo. Para recortar los derechos de los restantes trabajadores nunca surgen problemas jurídicos. Para subir los alquileres, tampoco. Para congelar las pensiones, idem. Para privatizar lo público, lo mismo (si se tratara de hacer público lo privado hasta tendríamos que hacer un referéndum). Ya vemos: somos un Estado social y democrático de Derecho, pero los magníficos arquitectos de la cosa pública con su arte han logrado camuflarlo hasta hacerlo irreconocible. La ley es suficientemente flexible como para no tener que llegar a los absurdos jurídicos planteados. Precisamente estamos en un campo (el laboral) en el que prima la flexibilidad conceptual, legal y real. Pues que esos y esas trabajadoras del sexo lo hagan como autónomo/as, con las obligaciones y derechos del ramo. Lo que sí sería agravar su situación sería perseguirlas y volverlas más precarias aún. Acordémonos qué ocurrió con la ley seca: todo lo contrario de lo que se perseguía. Cuando el derecho quiere no hay ni principios del derecho, ni constituciones, ni leyes. Ya vemos como los tribunales se dicen y desdicen. Después de todo, es su cuerpo, en una sociedad que no se preocupa por los parados. E insisto: hay colectivos cualificados de trabajadoras: ¿por qué nunca se les da la palabra?

    Hace 5 años 8 meses

  11. Laspra

    Sin entrar en las razones y circunstancias que las han llevado a esa actividad, las prostitutas que lo son por su libre voluntad son tan representativas estadísticamente de las mujeres prostituidas como Messi de los inmigrantes. Desempeñan además, quiero creer que involuntariamente, el papel de distractores del gravísimo problema de la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

    Hace 5 años 8 meses

  12. Magdalena Enríquez

    Un poco de rigor, por favor. Si se admite que la prostitución es un trabajo por cuenta ajena comparable e igualmente de adecuado, en términos de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, al de las camareras o al de las Magistradas de lo Social (me permito esta licencia sabiendo que estas últimas son funcionarias), la autora debería explicar a las lectoras (todas nosotras, camareras, ingenieras o leguleyas) que si se encuentran en situación de desempleo cobrando prestaciones podrán y deberán, transcurrido un tiempo en el paro, aceptar ofertas de trabajo de prostitución y, si no lo hacen, se quedarán de todas formas sin sus prestaciones públicas. Las empleadas de hogar no se encontraran ante esta disyuntiva porque, lamentablemente, no tienen derecho al “paro”. Los hombres en paro no tendrán este problema porque las mujeres no participamos en el mercado del sexo como demandantes del mismo. La autora, también debería explicar, como Magistrada de lo Social aplica el Derecho del Trabajo todos los días, cuál es el alcance del poder de dirección del empresario en este tipo de actividad mercantil. La defensa de estas “trabajadoras” no pasa por regularizar y atarlas aún más a las condiciones de vida que les ha “tocado” vivir sino por su emancipación.

    Hace 5 años 8 meses

  13. cambo

    PROSTITUCION Y ASIST SEXUAL Libro : "Retrato de intensos colores" de Ed Talasa Autobiografia, guiada por una antropóloga, de una putta italiana, de las que se dice q se meten a puta "porque quieren" : padre ausente-etc, novios violentos-infieles, libertad sexual años 70, pobreza, gran frustración existencial... pero hay momentos que paradógicamente todo lo que dice que le ha pasado no tiene que ver con que sea putta... . A nivel legal La prostitucion a nivel legal es un pifostio absurdo : estan prohibido usarla y s epersiue a ls puteros, se permite que se habran burdeles pero las puttas aunque no se les persigue no se pueden sindicar ni defender sus derechos lo que es una injusticia por que facilita su explotación laboral y el trato degradante : parece que alguien "importante" se financia con los burdeles como la eta hacia con tabernas. El debate de la legalización de la prostitución es falso y amañado : por un lado las putas pueden darse de alta en la Seg-social ( si no lo hacen es para trabajar en negro y ganar mas ) y por otro tienen sanidad universal, luego si protestan no es por sus derechos, sino por los puteros, para que no se le persiga y si defienden los derechos de los puteros 1º avalan el machismo 2º no les hace falta ya que trabajan y si quisieran cotizarian, (pero no lo hacen la inmensa mayoria), asi que son muy sospechosas de ser grupos pagados por grandes mafias del proxenetismo para decir que protegen sus derechos pero en realidad proteger al putero y 3º habría que preguntarse-les si cuando empezaron d putas tuvieron otra opción. Ademas las putas que trabajan por su cuenta para protegerse les tratan con asco-dureza-desprecio y las otras no por que están esclavizadas. Pero mientras haya quien tenga que recurrir a ello por que es pobre, por que en este mundo algunos pocos fabrican la pobreza de la mayoria, es de recibo que las puttas puedan reclamar derechos y sindicarse y prohibirlo es de fascistas https://www.eldiario.es/andalucia/Rosa-Hermoso-proxenetas-bendecidos-empresarios_0_811919220.html Si la prostitucion fuera una opcion economica deseable, como cualquier otra profesión, habría academias para aprender el oficio y estaría en la FP. Pero las personas que acaban d eputas lo hacen por que economicamente estan muy pilladas en uno o varios sentidos. Se llega quemad@ y quema mas. https://www.eldiario.es/andalucia/desdeelsur/puto-amo_6_811978802.html : - A nivel particular . Hoy en dia que hay tantos cafres, los feos y timidos a nada que sean amables y sensibles tienen muchas posibilidades. Pero tiene su contradiccion que ellos, los feos se quejen de que les rechazan cuando es el machismo que exige a la mujer unos canones de belleza estipulados . ¿ Las pputas salen mas baratas ? Eso lo dice alguien que no sabe que con amor las noches de sexo , los polvos y las mamadas son mas y mejores que con una ppilingui que muchos no pueden pagar mas de 20 min cada semana...Y tbn lo dice quien no sabe las ventajas de dormir cada noche con una mujer que te quiere por que la quieres y viceversa . Parece que algunos no son capaces de querer mas que al dinero : capitalismo.neoliberalista-sociológico. Para las puttas casi todos los hombres son babosos. Babosos que son tratados despreciativamente por las putas que trabajan libremente, también para protegrse-etc de ellos. Lo de los puteros es masoquismo mental-emocional : pagan sin que les queran y ademas les tratan bastante mal. https://www.publico.es/culturas/callan-putas.html https://www.eldiario.es/cv/alicante/congreso-internacional-Universidad-Miguel-Hernandez_0_823817807.html - A nivel politico-social etc . El feminismo es anticapitalista o no es posible, porque solo las pobres se pornifican y prostituyen. Nos lo quitan todo para revendernoslo cada vez mas caro despues d eexplotarnos y follarse a las pobres, Las suyas las reservan para cocineras y incubadoras a las que llaman "madres" a las que aveces pegan violan matan y llaman putas. Defender la prostitucion es alargar este problema. https://blogs.publico.es/otrasmiradas/14650/el-feminismo-de-ana-botin/ https://www.publico.es/tremending/2018/08/20/las-redes-critican-el-feminismo-capitalista-de-ana-botin-tras-su-articulo-en-linkedin/ https://blogs.publico.es/lidia-falcon/2018/08/18/la-industria-del-sexo/ Los puteros van de putas para huir del "maltrato" feminista – hembrista...que provocan ellos. Siempre se prostituyen los pobres, las elites acaparan poder manipulando la riqueza para follarse a las mujeres familiares de quienes explotan : Son mucho ppatriota$ ademas de no empatia humana jeraquicos competitivos materialistas superficiales autoritarios Las feministas que avalan la prostitucion se pegan un tiro en el pie ya que dan alas al machismo : son topos La PProstitucion da alas al machista que carece de respeto y empatia hacia las mujeres es como una violacion pagando donde hay algo menos de violencia y la misma falta de respeto por la mujer El mercantilismo machista vende la prostitucion a las mujeres como una libertad por que le interesa pero luego de libertades para las mujeres hasta ahi y poco mas, siempre que no le interese al machismo mercantilista caPPitalista. La mayoria de las pputas son esclavizadas y forzadas-etc, por tanto ni aun legalizando habria pputas. Y las que estan voluntarias declaran que estan hartas de babosos aun ganando un paston que podrian ganar por su valia en un curro sin sexo explicito. ¿Y quien necesita prostitución cuando hoy en dia se tolera y practica el poliamor con prevencion-etc ? La derecha se financia con prostitucion y el PP la ha metido en el Pib por algo ( "Volquetes de Pputas" dijo alguien del PP en la trama corruPPta de las tarjetas black ) putas y corrupcion : http://ctxt.es/es/20180509/Politica/19567/corrupcion-prostitucion-trata-de-mujeres-gil-punica-gurtel-cursach-nuria-alabao.htm https://www.elplural.com/politica/mas-de-140-000-euros-en-puticlubs-el-pp-lider-en-gasto-en-prostitucion_204828102 https://www.eldiario.es/politica/prostitucion-sumarios-corrupcion-politica_0_824167860.html https://www.publico.es/politica/villarejo-conto-delgado-creo-red-prostitucion-obtener-informacion-sensible-politicos.html Tienen las feminas de derechas la costumbre de desnudarse por dinero : hormigos, obregon, marta sanchez, chenoa, LA sobrina de aznar, lopez de C$, por ejemplo, etc y son Insolidarias ya que no apoyan el feminismo que a ellas tambien les dio derechos y por tanto apoyan la explotacion de mujeres al apoyar a partidos machistas Si las putas fueran sus hermanas mujeres hijas ¿ ya les importaria a los pputeros ? Solo las pobres se prostituyen y la pobreza es creada por el capitalismo que convierte en lujo hasta la comida : antes todo era de todos y ahora nos explotan para revendernoslo cada vez mas caro. Es mentira que el capitalismo elimina pobreza, eso lo hace el marxismo en su fase productiva-distributiva, pero el capitalismo regala los benefios de producir a unos pocos . Hoy para sacar una familia dlte deben trabajar los dos...y el capitalismo-machista le permitea ella el tajo de puta . - A nivel sicologico al respecto a las trabajadoras del sexo : https://www.nuevatribuna.es/opinion/teresa-galeote/industria-prostitucion/20180905122144155384.html - Asistencia sexual : es una terapia, el feminismo no está contra por que : no hay explotación de pobres, no hay trata de blancas, no hay lucro para proxenetas, lo hacen personas licenciadas con formación muy específica bajo control estatal, es para una serie de personas muy concretas. Quienes andan en silla de ruedas podrian intentar ligar con quienes estan igual . En algunos paises de la UE y estados de USA ya existe la asistencia sexual hecha por sicolog@s . - Pero la prostitución es una aberración donde solo se prostituyen l@s pobres y que da alas al machismo . http://www.noticiasdegipuzkoa.eus/2017/01/22/sociedad/la-asistencia-sexual-busca-el-empoderamiento-erotico-de-las-personas http://www.noticiasdegipuzkoa.eus/2017/01/22/sociedad/cuando-las-palabras-no-son-suficientes https://www.eldiario.es/zonacritica/Interlocutoras_6_824227581.html Asi se crea la identidad digital de una mujer alienada con el machismo : http://blogs.publico.es/victor-sampedro/2018/03/09/la-pechotes-o-el-internet-de-las-chonis/ http://culturainquieta.com/es/foto/item/13131-la-vida-en-un-burdel-de-bangladesh-por-sandra-hoyn.html https://www.eldiario.es/andalucia/5porlaigualdad/fenomeno-creado-abastecer-prostitutas-industria_0_762573913.html . http://ctxt.es/es/20180815/Firmas/21260/Anita-Botwin-ser-feminazi-hoy-maltrato-violencia-machista-maternidad-justicia.htm

    Hace 5 años 8 meses

  14. jose

    Totalmente de acuerdo. Yo creo que: 1) Hay que preguntar a las asociaciones de trabajadoras del sexo, como Colectivo Hetaira, página muy cultural y con un premio europeo de ddhh. 2) No olvidar su carácter social. En Holanda el estado se hace cargo de gastos de este tipo respecto a personas con minusvalías. 3) Distinguir claramente entre trabajo sexual voluntario y forzado. 4) Establecer mecanismos de intervención expedita de la policía, sin menoscabo de las trabajadoras y de sus clientes. No pasa nada porque la policía vigile allí donde haya sospechas de delito. Esto hay que hacerlo de forma que no pueda ser burlado con intenciones puritanistas. 5) Plantear este asunto sin olvidar cuáles son las condiciones de empleo en el país. Hay trabajadoras del sexo que no están dispuestas a ir de "criadas" (la expresión es de ellas) de señoronas ultra-explotadoras. 6) Hacer válidos los argumentos de forma coherente y general. Si hay que prohibir el trabajo sexual porque hay explotadores, hay que hacer la misma reflexión respecto al trabajo ordinario. Que se prohiba también el trabajo. Y... ¿cuántas muertes y accidentes laborales ha habido en estos años?

    Hace 5 años 8 meses

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