Duro golpe para la formación de Iñigo Errejón en su debut electoral. Tras una campaña especialmente corta, los 15 escaños a los que apuntaba Más País hace algunas semanas se han convertido en un sueño inalcanzable. Incluso su objetivo principal de formar un grupo parlamentario propio se fue diluyendo conforme avanzaba el porcentaje escrutado.

A las 22:53, y con un resultado de 3 escaños prácticamente definitivo sobre el atril, aparecía el líder de Más País para hacer su primera valoración de la noche. Errejón optó por no hacer autocrítica y tan solo respondió a cinco preguntas en una rueda de prensa exprés plagada de medios de comunicación. Le acompañaban Rita Maestre, Marta Higueras y el resto de dirigentes del partido.

La digestión será pesada esta noche. Pero el consuelo de servir un plato caliente con 3 escaños a un bloque de izquierdas aún más hambriento que las pasadas elecciones podría ayudar a endulzar, de alguna manera, la resaca del día después.

“La repetición electoral ha sido una irresponsabilidad de todos los partidos. Es hora de dar la cara por la ciudadanía, que ha vuelto a elegir a las fuerzas de izquierdas para gobernar España”, apuntaba Iñigo Errejón en su comparecencia.

Parece que la pelota vuelve al tejado de Pedro Sánchez. Algo más deshinchada que en abril, eso sí. Es lo que tiene jugar con fuego. Al final, la herida no fue tan profunda como para dejar a la izquierda fuera de combate. Más bien, la deja algo más mareada que hace siete meses, pero aún con la posibilidad de sumar mayoría absoluta con el apoyo de los partidos independentistas.

Errejón terminaba la noche electoral con una reflexión evidente: “Los números dan. En España hay una segunda oportunidad para formar un gobierno progresista, y es responsabilidad de las fuerzas de izquierda hacer todo lo posible para que eso ocurra.”