ENCUESTA MONARQUIA 2020 | Editorial
Una monarquía bajo mínimos
ctxt 12/10/2020
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí
En los últimos tiempos, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha incluido preguntas en sus barómetros sobre el grado de conocimiento ciudadano de la Agenda Horizonte 2030, el reto demográfico, las funciones principales de la cárcel o los temas prioritarios de los partidos en el Parlamento Europeo. A la vista de estas cuestiones, alegar, como hace el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que no se incluyen preguntas sobre la monarquía porque no es un tema de interés para los españoles resulta una broma sin gracia. Con tal de no saber lo que los ciudadanos piensan sobre la monarquía y la forma de Estado, el CIS del PP dejó de preguntar en 2015 por la confianza en las instituciones. Y así seguimos.
Tras la crisis territorial en Cataluña y los escándalos financieros del rey Emérito, hacía falta un estudio serio y exhaustivo sobre la monarquía. Que sólo lo hayamos conseguido a través de un crowfunding, impulsado por CTXT y los otros 15 medios que forman parte de la Plataforma de Medios Independientes, dice mucho sobre los vicios que arrastra la política española y, más en concreto, sobre el miedo al cambio de los principales grupos de poder económico, político y mediático, sobre su desprecio a la opinión de la ciudadanía y sobre el tabú intocable en el que muchos han intentado convertir a la monarquía.
La encuesta de 40dB. confirma lo que ya se intuía: la monarquía no se ha librado del descrédito en el que se han sumido las principales instituciones del país. Los niveles de confianza en la Casa Real, que venían ya declinando, especialmente desde 2011, se mantienen en niveles muy bajos (un 4,3 sobre 10, la misma nota que la última vez que preguntó el CIS, en 2015). Todas las instituciones, menos las Fuerzas Armadas, suspenden (partidos políticos, poder judicial, parlamento, Iglesia católica, sindicatos y medios de comunicación). El Ejército se ha quedado al margen de la desafección ciudadana. Al fin y al cabo, ni la crisis económica ni la crisis política tenían por qué afectar a su reputación. Pero otro tanto podía decirse de la monarquía. Y sin embargo la popularidad de la corona española está bajo mínimos, al mismo nivel que la de los medios de comunicación.
La encuesta monográfica confirma algo más preocupante: la monarquía ha dejado de ser una institución de consenso que cohesiona a la sociedad. De hecho, la sociedad se encuentra profundamente polarizada al respecto, y aparecen tres grandes líneas de ruptura. Una generacional: los más jóvenes, que no vivieron la Transición ni la edad de oro del bipartidismo, son mucho menos monárquicos que las generaciones mayores. Otra ideológica: por un lado, el electorado de Podemos es abrumadoramente republicano y el del PSOE está dividido, aunque predomina la opción republicana; por otro, los partidos de la derecha son el gran baluarte de la monarquía (no es casual que los ciudadanos perciban que Felipe VI está escorado a la derecha, casi en la misma posición –6,5– que se dan a ellos mismos los votantes del PP –6,6– en la escala 0-10 de ideología, donde el 0 es la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha). Y, finalmente, hay también una ruptura territorial: las opiniones públicas catalana y vasca hace tiempo que se desconectaron de la española (si hubiera un referéndum, el 66,5 por ciento de los catalanes y el 60,8 de los vascos votarían a favor de la república).
Otro dato que indica la fragilidad y el déficit democrático de la monarquía es que hay una mayoría a favor de que se celebre un referéndum sobre la forma de Estado: el 47,8 por ciento lo ve necesario, el 36,1 por ciento cree que no lo es. Si se convocara esa improbable consulta, el 40,9 por ciento votaría a favor de la república y el 34,9 por ciento a favor de la monarquía (el resto no votaría, votaría en blanco o no sabe qué haría); pero, curiosamente, la mayoría piensa que ganaría la monarquía.
Esta distribución de opiniones es compatible con una valoración razonable de Felipe VI (un 5,8 de nota media) y una valoración desastrosa de Juan Carlos I (3,3). El emérito ha perdido el capital político y simbólico acumulado durante décadas, y sus escándalos financieros contribuyen a la quiebra de confianza en la institución: solo los simpatizantes de la derecha y la ultraderecha defienden ya al emérito, aunque incluso entre éstos predomina la impresión de que sus escándalos dañan la imagen internacional de España.
Al mismo tiempo, la encuesta abre algunas vías de consenso que Felipe VI, sus asesores y el Gobierno progresista deberían escuchar con atención: una mayoría rotunda reclama que la Casa Real sea totalmente transparente en sus cuentas, que el rey pueda ser juzgado por sus actos y que se destierre de la Constitución la prioridad sucesoria para los miembros masculinos de la familia (artículo 57.1). Además, una clara mayoría de españolas y españoles (el 71,9 por ciento) creen que la Carta Magna de 1978 necesita ser reformada.
Si en España no se abre ese proceso de reforma constitucional es precisamente por el miedo de las élites económicas y de las fuerzas políticas a que en dicha reforma se cuele el asunto de la monarquía. A ojos de los elementos más conservadores del sistema, la corona es el punto de apoyo sobre el que se sostiene la Constitución de 1978: sin rey, piensan, el sistema se desmoronaría. El debate, sin embargo, no puede seguir rehuyéndose, porque el deterioro de la legitimidad de nuestro sistema político sólo se revertirá cuando perdamos el miedo a abordar problemas largamente aplazados. Si la monarquía no consigue entender la pluralidad de la sociedad española, y no logra representar a todos y todas, su final será inevitable por mucho silencio que guarden los grandes medios.
Permanezcan atentos estos días a las televisiones y las radios. Si ven que no hablan de la mayor encuesta realizada hasta ahora sobre la Casa Real española, será señal de que nuestras élites quieren que sigamos viviendo en una democracia tutelada, tratando a los ciudadanos como niños. Y, hablando de niños, un último dato que quizá anime a la Casa Real a promover los cambios que la ciudadanía reclama de manera transversal: solo un 27,7% de las encuestadas y encuestados cree que la princesa Leonor llegará a ser reina.
Encuesta Monarquía octubre 2020 by CTXT, Revista Contexto on Scribd
-------------------------
La Encuesta sobre la Monarquía es una iniciativa impulsada por la Plataforma de Medios Independientes (PMI), que agrupa a 16 cabeceras, entre las que se encuentra CTXT. Para poder realizar la mayor encuesta hecha nunca en España sobre la monarquía, la PMI organizó una recaudación de fondos que logró completar en un solo día. La encuesta financiada por 1965 donantes se encargó a 40dB., el instituto de opinión dirigido por Belén Barreiro, expresidenta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). El proyecto surgió tras la solicitud de estos medios al CIS de una encuesta sobre la monarquía, un asunto sobre el que el organismo lleva más de cinco años sin preguntar.
- Puedes leer el especial #ENCUESTA MONARQUÍA aquí.
-------------------------
La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí
La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí
En los...
Autor >
ctxt
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí