Latente: aquello que existe sin manifestarse o exteriorizarse. De lo oculto, escondido o aparentemente inactivo.

Latente es un proyecto sobre la danza de las mercancías y la danza de los cuerpos, también sobre mantas y desmantelamientos. Se desmantelan cosas, máquinas, casas, edificios, cuerpos, naciones. Las mantas son abrigo, ropa, techo, bandera, envoltura, mortaja, fantasma.

Latente es un amasijo de cosas, mercancías, cuerpos, imágenes, acciones, sonidos, fragmentos de narraciones y de palabras. Es un ejercicio, un ensayo interminable de formas de desmantelar, desarticular para luego intentar una y otra y otra articulación anormal, donde la relación entre las junturas y la carne es la distancia plegada de un momento musical –el latido– que es enfáticamente, palpablemente imperceptible y, por lo tanto, difícil de detectar y describir.

Imagen 1.

Sus latidos los delatan: increíble hallazgo de inmigrantes “enterrados” en chatarra.

Los migrantes fueron detectados usando un dispositivo que detecta latidos cardíacos. "Es tan fiable que si pones sólo un dedo en el chasis del camión, detecta el latido de tu corazón". Los inmigrantes encuentran multitud de recovecos donde esconderse: en dobles fondos, en depósitos, en los ejes e incluso dentro de las mercancías. Un micrófono muy sensible conectado a un ordenador detecta si hay latidos, y si hay más de uno. Si fuera el caso, la guardia procede a desmantelar cuidadosamente la maquinaria para encontrar al corazón delator.

(Telemundo, 26 de junio de 2020)

Imagen 2.

DESMANTELAR.                      

Del fr. ant. desmanteler, y este del lat. dis- ‘des-’ y mantellum ‘velo’, ‘mantel’.

1. tr. Echar por tierra y arruinar los muros y fortificaciones de una plaza.

2. tr. Clausurar o demoler un edificio u otro tipo de construcción con el fin de interrumpir o impedir una actividad.

3. tr. Desarticular (‖ desorganizar la autoridad una pandilla de malhechores).

4. tr. Desamparar, abandonar o desabrigar una casa.

5. tr. Mar. Desarbolar.

6. tr. Mar. Desarmar y desaparejar una embarcación.

(Real Academia Española, 2020)

Imagen 3.

La logística moderna se fundó con el primer gran movimiento de mercancías, aquellas que podían hablar.

La modernidad se encuentra suturada por esta bodega. Este movimiento de las cosas, de objetos no formados, de sujetos deformados, de nada aún y ya ahí. Este movimiento de ninguna cosa [movement of nothing]…

¿Te acuerdas de los días de la esclavitud? ¿Puedes escucharlos murmurar el roce del uno con el otro?

Imagen 4.

Se llamaban Yaguine Koita y Fodé Tounkara. Tenían 14 y 15 años. Eran dos estudiantes de Guinea Conakry. Murieron congelados en el tren de aterrizaje de un avión que les llevaba, clandestinos, a “la rica y educada Europa”, como iniciaba la carta que uno de ellos llevaba sujeta entre su mano y su corazón cuando su cuerpo fue descubierto en el aeropuerto de Bruselas. Aunque iban muy abrigados, no pudieron resistir las bajísimas temperaturas (entre 40 y 55 grados bajo cero) que se sufren a 10.000 metros de altura. Murieron congelados.

(El País, 4 de agosto de 1999)

Imagen 5.

Se llamaba Mame Mbaye, tenía 35 años y llegó a España desde Senegal hacia 14 años. Tras una persecución policíaca, Mame murió debido a una falla cardíaca desatada por un severo agotamiento. La muerte del “mantero” provocó graves disturbios en el barrio madrileño de Lavapiés; violentas manifestaciones en las que aparecieron protestando  los “sinpapeles” africanos por las calles de Madrid.

Imagen 6.

El verbo LATIR viene del latín GLATTIRE: dar ladridos o gruñidos entrecortados como hacen los perros cuando olisquean o persiguen una presa.

Imagen 7.

A primera vista una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas. En cuanto valor de uso, nada de misterioso se oculta en ella, ya la consideremos desde el punto de vista de que merced a sus propiedades satisface necesidades humanas, o de que no adquiere esas propiedades sino en cuanto producto del trabajo humano […]

Se modifica la forma de la madera, por ejemplo, cuando con ella se hace una mesa. No obstante, la mesa sigue siendo madera, una cosa ordinaria, sensible. Pero no bien entra en escena como mercancía, se trasmuta en cosa sensorialmente suprasensible. No sólo se mantiene tiesa apoyando sus patas en el suelo, sino que se pone de cabeza frente a todas las demás mercancías y de su testa de palo brotan quimeras mucho más caprichosas que si, por libre determinación, se lanzara a bailar.

 (Karl Marx)

Imagen 8.

El cuerpo de un presunto polizón, que se cree cayó del tren de aterrizaje de un avión que volaba al aeropuerto de Heathrow, fue hallado en un jardín del Londres el domingo. Se cree que el cuerpo pertenece a un hombre que cayó de un vuelo de Kenya Airways que hacía el trayecto desde Nairobi hasta la capital británica, dijo la policía. Un vecino dijo que el hombre cayó a un metro de un residente que estaba tomando el sol en el jardín. El hombre dijo que escuchó un “zumbido”, por lo que miró por la ventana del piso de arriba y vio el cuerpo y “sangre en los muros del jardín”. “Una de las razones por las que su cuerpo estaba intacto es porque era un bloque de hielo”, dijo sobre la víctima.

(BBC News, 2 de julio de 2019)

Imagen 9.

Los pescadores echaban sus redes al mar y sacaban cadáveres, al principio completos con ojos y cara y todo, después descompuestos o comidos por los peces, luego ya solo huesos o metonimias duras, briznas de ropa y zapatillas viscosas. Durante meses y meses, los pescadores sacaban cadáveres en sus redes, y tras separarlos de los sargos y los rodaballos los devolvían al mar con la basura […] El mayor naufragio de la historia era repetido todos los días una y otra vez por los pescadores que una y otra vez devolvían los cuerpos de las víctimas al mar en el que habían perdido la vida. Y todos los días en un esfuerzo reiterado que formaba ya parte de su trabajo sumergían su memoria bajo las aguas.