1 comentario(s)

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1. juan-ab

   El profesor Pérez Royo titula hoy (22.11.22), en otro medio, su artículo: "No entrar al trapo no es ponerse de perfil". No sé si al profesor le gustan eso de las corridas de toros, pero si fuera que no ¿sería mucho pedir un esfuerzo por eliminar del vocabulario propio expresiones de tan aberrante espectáculo? Pero como en este caso emplea "no entrar al trapo", hagamos de la náusea virtud y pongámonos en "faena". Un toro que sale a la plaza y "no entra al trapo" no es un toto "inteligente" ni "prudente" sino un toro cobarde, despreciado por el público y al que piden a la presidencia o que lo devuelvan al toril o que le den muerte rápida, para ser despedido con abucheos y pañuelos. Pero la cosa es aún muchísimo peor cuando estando acorralado el torero y puesto en riesgo serio por un toro que se está cebando con él, quienes lo acompañan en la "faena" tratan de ayudarlo ("echarle un capote"), mostrándoselos al "bicho" para que se despiste, abandone su fijeza y su celo y salvar así al "maestro", pero el toro "no entra al trapo" y sigue a lo suyo. En ambos casos, pero sobre todo en el segundo ¿que díria, profesor, de ese toro? (Y no me salga con que una persona no es un toro porque que hay toros más "nobles" -también más "reservones" y "traicioneros"- que algunas personas de eso no me cabe ninguna duda).

   Hace 2 años