1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Susana Ye / Poeta

“Muchas reaccionamos ante el racismo que se desencadenó durante la pandemia”

Isolda Morillo 23/04/2024

<p>Susana Ye en un parque de Valencia. / <strong>Carolina TR @belovedheartofgold</strong></p>

Susana Ye en un parque de Valencia. / Carolina TR @belovedheartofgold

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“El lenguaje es mi única patria”

Julia Álvarez

Durante uno de mis recientes viajes a Madrid, tuve el placer de conocer a Susana Ye. Ella llegó a la cita con una maleta de ruedas. Quise ofrecerle un libro de poesía que había traducido hace poco, pero lo rechazó. Me dijo que aún le quedaba otro viaje por delante, que ya tenía mucho peso encima, y que la poesía china podía esperar. 

Nuestro encuentro no fue del todo casual. Susana Ye acababa de sacar del horno un libro de poemas, su ópera prima, titulada de manera sugerente Trashumante en arenas movedizas (El Rey de Harlem, 2023).

“Trashumante por ser una desplazada en el plano físico y emocional”, reza la breve introducción al poemario en sus primeras páginas. Palabras que nos introducen de manera directa al contexto personal que da vida a este libro.

Susana Ye nació en España, en San Juan de Alicante, en 1991, de padres chinos procedentes de la provincia de Qingtian. Vivió con una familia española hasta los once años, mientras sus padres trabajaban durante largas jornadas. Además de dedicarse a la escritura, es también periodista y comunicadora.

El poemario de Susana Ye se divide en tres partes: Desierto, Ciudad y Océano, que abordan, en palabras suyas, “la condición de hija de migrantes chinos económicos y como hija de obreros de barrio entre el Mediterráneo alicantino y la capital, Madrid”.

Este es uno de los múltiples poemarios y libros producidos por descendientes de inmigrantes chinos que han llegado a mis manos en los últimos dos años. Hasta hace poco, la diáspora china en España no había dado lugar a un movimiento literario que captara la atención del público y reflejara su experiencia. 

Con frecuencia, la poesía y narrativa producida por inmigrantes o sus descendientes se cataloga bajo la etiqueta de “literatura diaspórica”. Nadie denominó la literatura producida por Pessoa, Milan Kundera o Joseph Conrad como “literatura diaspórica”, a pesar de que este último no aprendió a escribir en inglés hasta los 17 años y es considerado uno de los escritores más importantes en lengua inglesa. Los otros produjeron algunas de sus obras más relevantes residiendo alejados de sus tierras natales y escribiendo en idiomas que no eran sus lenguas maternas.

Por ello, el fenómeno del multiculturalismo y el bilingüismo, lejos de ser reciente, es una constante que se remonta a los albores de la civilización.

De todo esto hablamos con Susana Ye durante una tarde de invierno, protegidas del frío por la intensa calefacción de un café en un centro comercial.

Decía en una entrevista que los chinos tienen un lado pragmático. Dentro de ese pragmatismo, ¿me puede explicar si es pragmático escribir poesía?

No, no. No, no lo es. Mis padres saben que estoy escribiendo poesía, pero… Yo me considero muy independiente y siempre he reclamado mi espacio propio. He educado a mis padres para que respeten mi libertad y mi tiempo. Pero noto que ellos no lo acaban de comprender del todo. Y eso tiene que ver con que somos una familia migrante.

Cuando mi madre supo que estaba escribiendo poesía, me dijo: bueno, hazlo; si es lo que quieres, prueba. Cuando le comuniqué que ya había acabado el libro y que había conseguido que se publicara, su primera pregunta fue: ¿y cuánto te pagan? ¿Cuánto vas a ganar con eso?

Tuve que decir la verdad: que todas las personas que nos movemos alrededor de temas editoriales, de la escritura y la poesía, no vivimos de eso. Yo le digo la verdad a mi madre, pero también intento que no le cause malestar o angustia.

A mí me gustaría que conozcan lo que escribo, aunque está en español. Sería duro para ellos, pero también liberador. Porque en mis textos expongo mi perspectiva como hija. De hecho, creo que les ayudaría a entender mejor mis experiencias, y también en qué consiste esta aventura de escribir. Mi madre escribía poesía. No sé por qué dejó de hacerlo. Yo creo que esa conexión la tenemos. Para mí sería bonito que pudiera leerme.

¿Cuándo tiene la primera sensación de toparse cara a cara con la poesía?

Me marcó mucho el hecho de volver a los once años a vivir con mi familia china, mi familia biológica. Pasé de ser una niña sensible, muy en mi mundo, muy autónoma, a recurrir mucho más a ese mundo interior, porque el cambio fue muy grande.

Siempre he sido una niña muy introspectiva, me dedicaba a dibujar y a escribir. En aquel entonces no lo sabía, pero de una manera muy natural e intuitiva yo ya escribía poesía, en realidad había empezado desde muy pequeña. 

También leía, pero leía lo típico de la escuela, o alguna novela infantil de la colección del Barco de Vapor, no era una lectura consciente. 

Me convertí en rata de biblioteca, iba a la biblioteca día sí día también. Siempre he sido muy indisciplinada, demasiado curiosa y todo me estimula. Veía un libro de papiroflexia y me lo llevaba. Además, ¿sabes qué? Como el libro lo tenía que devolver a la biblioteca, me copiaba el libro entero en mis cuadernos. 

Con los años, me he dado cuenta de que es normal que el cambio en mi vida me afectara y que me refugiara más en la lectura, porque al final fue un hito vital. Leí muchas novelas, muchos clásicos, y como soy indisciplinada, iba leyendo según iba encontrando cosas. Por eso pensé que iba a ser novelista, porque esa era la literatura que me parecía más accesible. Y sin embargo, cuando escribía, escribía en prosa, escribía poesía y escribía prosa lírica. 

No es algo que entienda. Si yo hubiera leído poesía, poesía, poesía, poesía…pero no fue así. Sin embargo, tenía una obsesión con escribir poesía y con escribir poesía lírica. Yo pensaba que estaba haciendo ejercicios creativos y que estaba aprendiendo a condensar un cierto sentir íntimo.

¿Siente que vivió un trauma? ¿Ha hecho alguna vez terapia? ¿Le ayudó en la escritura? 

Terapia sí, lo tuve pendiente durante bastante tiempo y cuando tuve la oportunidad lo hice con una persona maravillosa. Me ha ayudado bastante a tener otra perspectiva. Yo diría que más que descubrirme cosas, me ayudó a reordenarme o reorganizar cosas que ya tenía detectadas. 

Digamos que por esta disciplina que te inculca la familia china, yo hice lo que tenía que hacer, pero a los 18 tuve un golpe de realidad de lo que significaba ser adulta y de cómo iba a ser mi vida.

También tuve una especie de desilusión con la universidad. Me esperaba un templo de sabiduría. Creía que ser adulta iba a abrirme todas las puertas del universo y me estoy dando cuenta de que es más bien encarrilarme y que no me puedo salir de esas vías.

Además, para mí no era tan accesible moverme en ciertos espacios o ciertos círculos. Entonces me entró…uff. No opté por la rabia, opté por la pena.

¿Por qué dice que no tenía acceso a ciertos espacios? ¿A qué espacios se refiere? ¿A los espacios intelectuales?

Sí, creo que sí. Hubo parte de responsabilidad mía, porque yo no me sentía cómoda en determinados círculos y tampoco sentía que hubiera una conexión. Sentía que no importaba tanto lo que yo podía aportar como reflexión, sino lo que podía citar como referencias. De hecho, ahora me estoy dando cuenta con el poemario, y creo que inconscientemente por eso también incluyo tantas referencias. 

También es verdad que soy una persona que socializa muy de tú a tú, que me gusta más lo íntimo, no entro en ciertas dinámicas de grupo. Y entre que yo no sentía ese feelingy que tampoco sentía que fuese mi medio… a eso me refiero con que ese medio no me era tan accesible. 

Este es su primer poemario. Habla del mar, de arenas movedizas, del océano. ¿Cómo ha estructurado el poemario?

Lo primero que pensé fue en que tenía que leerme y releerme mucho para poder detectar qué había detrás de todos esos poemas, en los que yo había escrito no de manera automática, sino intuitiva, no intervenida. Buscar qué imágenes se repetían de manera insistente y me dejé guiar por eso. Una vez que tenía los poemas pulidos, revisados y editados, tuve que revisitar y releer y meterme en los poemas de nuevo. 

El título llegó después. “Trashumante” vino porque me pregunté “¿qué me están contando los poemas? ¿qué me están transmitiendo? ¿a qué lugar me está llevando todo esto?”.

Me di cuenta de que estamos hablando de identidad, de pertenencia. Estamos hablando de lo que significa vivir en una ciudad, de la familia, de lo rural, de la relación con el yo, de madres. En realidad, tuve que escuchar a los poemas que me decían insistentemente: “Aquí hay algo, aquí hay algo, aquí hay algo”. Y cuando los poemas te amarran y te dicen aquí hay algo, tienes que obedecer. Y de ahí salió un poco también la estructura de Desierto, Ciudad y luego el Océano.

Primero fueron los poemas, luego la estructura, y por último las imágenes. Qué imágenes he tenido yo durante mi viaje con todos estos poemas. Y me surgió la idea de “movedizas”, por la constante búsqueda de un terreno que te pueda sostener. Y fue entonces el título Trashumante en Arenas Movedizas. Salió de un tirón. 

Muchos poemas suyos tienen algo de crítica al capitalismo, a la sociedad de consumo. Pero también son muy personales. 

Sí, lo mío es muy individual porque al final escribo desde un yo. Lo que quiero es abrir una grieta, abrir una interrogante y hacer que la persona piense y sienta; y después entra lo colectivo. La crítica llega en ese momento, de una manera aparentemente suave.

Como escritora y  creadora, me parece más interesante el hecho de aproximarme y llegar a personas que no necesariamente se sienten cómodas con temas como el antirracismo, el feminismo, o el anticapitalismo. Creo que la literatura da esa flexibilidad, esa libertad de poder hablar de la condición humana.

Ha hecho un documental sobre la identidad, que es un asunto que también toca en su poemario. ¿Qué significa para usted ser racializada?

Yo considero que soy racializada por la sociedad, por la mirada de la sociedad. Yo no considero que mi etnia, o mis orígenes, sean lo único o incluso lo prioritario que me define o lo que me condiciona quien soy, o cómo percibo el mundo. Existe un machismo y un racismo interiorizado, precisamente porque tú asumes como propio algo que te llega desde fuera. Me gusta hablar de esto, y expresar cómo he sido racializada por la mirada de la sociedad. 

¿Cómo se ve, como escritora migrante, o de origen chino, o multicultural, o escritora de la diáspora, o escritora feminista? ¿O simplemente escritora?

Es algo que he detectado con el tiempo, me considero escritora intimista. Y después de eso, todo lo demás. Porque yo no me puedo de repente arrancar de mí misma. Está el hecho de que soy hija de inmigrantes, por lo tanto, soy parte de la diáspora. Me considero multicultural. Siento que pertenezco al mundo. Soy multicultural porque creo que todo el mundo lo es. Lo único es que, por mi condición de estar racializada por la mirada de la sociedad, a mí se me pone esa etiqueta para nombrarme, como lo primero y a veces como lo único. 

¿Cree que la pandemia y el racismo exacerbado hacia la comunidad china crearon la necesidad de que una comunidad generalmente vista como callada y pasiva alzara sus voces? 

Durante la pandemia hubo mucho racismo. Entonces, pensé: ya no quiero callar. Claramente, veo una correlación entre la pandemia y estas ansias que tienen las autoras de condición racial de dejar de ser sujetos pasivos y convertirse en autoras. Existe un momento en el que las personas que ya escribían, que ya escribíamos, reaccionamos ante la oleada de racismo. También existe un momento en el que las editoriales y los entornos de la literatura se han dado cuenta de todo lo que nosotras podemos aportar.

También ha habido una reacción por parte de las creadoras que ya tenían una trayectoria. Y, además, ciertos espacios culturales, literarios, artísticos, se han dado cuenta de que quizás, de manera pasiva e inconsciente, también estaban contribuyendo a que solo hubiera una imagen única de nuestra comunidad, y que había que romper con ello.

Vivimos un momento muy interesante y creo que se van a sumar más voces. Porque, al final, cuando tú ves a una compañera, como yo he visto a Paloma Chen, o cuando otra compañera me ve a mí que ahora he publicado, eso genera un arropo, eso genera un: “Si ella puede, yo también”.

Siempre he defendido lo plural y lo colectivo, y siempre he pensado que lo interesante es aprender unas de otras e irnos nutriendo, irnos descubriendo también es muy bonito. 

“El lenguaje es mi única patria”

Julia Álvarez

Durante uno de mis recientes viajes a Madrid, tuve el placer de conocer a Susana Ye. Ella llegó a la cita con una maleta de ruedas. Quise...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Isolda Morillo

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí