1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

"Si me marcho de Irán, pierdo mi fuente de inspiración"

EVA MURGUI 3/02/2016

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Irán está de moda. Para hacer negocios, de momento. Ya es el destino turístico nº1 para este 2016 según National Geographic. El presidente iraní, Hassan Rouhani, visita Italia y Francia estos días en su primer viaje a Europa desde el levantamiento de las sanciones contra su país. Pero la primera república islámica de Oriente Medio es un país que aún hoy condena a latigazos. En septiembre de 2014, siete jóvenes fueron sentenciados a 91 latigazos por bailar la canción Happy en un videoclip, y el año pasado, la actriz Leila Hatami fue condenada a 50 por no rechazar el beso en la mejilla que le dio el director del Festival de Cannes. Ahora otro joven, el cineasta kurdo-iraní Keywan Karimi, se enfrenta a seis años de prisión y 223 latigazos por “insultar al islam” en su último documental.

El día que conocí a Keywan Karimi (1985) era fin de año, aunque nada en las calles de Teherán parecía indicarlo. Fuimos a cenar a un restaurante llamado “Khoone, hogar” en farsi. El camarero nos recitó unos versos de Lorca y contó que era amante de Buñuel, mientras una chica, a la que unas mechas de pelo azul le asomaban por debajo de su hijab, nos sonreía. El optimismo con el que cuenta Karimi sus próximos proyectos hace que te olvides de su dura condena. Así que, aparte de cine, hablamos también de la subcultura que existe en Irán y de la situación de los jóvenes iraníes.

“Irán es una jaula”, me han comentado varios chicos, en referencia al sistema. ¿Usted también siente que quiere irse?

No creo que toda la gente joven que no cree en la ley islámica quiera marcharse de Irán. Depende de la educación que hayan recibido y de muchos otros motivos. En mi caso, quiero quedarme aunque las condiciones de vida sean duras, porque es nuestro deber cambiar el sistema. Mi origen kurdo me hace creer en la idea de poder mejorar la vida de mi gente o, al menos, la de mi familia.

Keywan Karimi fue arrestado el 14 de diciembre de 2013 en su piso de Teherán por la Guardia Revolucionaria. Lo llevaron a la prisión Evin, donde estuvo confinado 12 días. Sólo pudo hacer una breve llamada a su familia una semana después, pero no pudo contarles donde había estado. Desde entonces, ha tenido que declarar hasta ocho veces delante del tribunal, en un proceso lleno de irregularidades.

Pero no es el único joven iraní que ha sido arrestado. Mohsen y Navid trabajan en una tienda de ropa moderna en el barrio armenio de Esfahan. “La policía viene de vez en cuando para comprobar cómo llevo el pelo ese día”, asegura Mohsen, de 21 años, entre risas. Suena a broma pero estuvo detenido por ello, por llevar un peinado afro y pantalones rotos. Navid, de 34, también ha sido arrestado tres veces por motivos absurdos: “Ser rebeldes con nuestra forma de vestir es de momento nuestra tímida aportación a cambiar las cosas”. Son muchos los jóvenes iraníes que no se consideran religiosos, se ríen de sus líderes y burlan la ley islámica, organizando por ejemplo fiestas privadas.

“Todo era mejor antes de la revolución islámica”, también he oído. Lo que sorprende es que ninguno de esos jóvenes ha vivido esa etapa.

Es lo que algunos estamos acostumbrados a oír en nuestras casas. Antes de la revolución de 1979, se podría decir que éramos más occidentales. Mi madre no llevaba velo, pero vivíamos bajo una dictadura igual. Yo creo en la revolución porque fue la gente trabajadora la que la impulsó, y con mis películas intento mostrar el verdadero estilo de vida iraní. Creo realmente que el futuro será mejor, pero estoy preocupado por la radicalización del liberalismo, que está agravando la brecha social entre clases en el país.

¿Estuvieron cerca del cambio real con la Revolución Verde de 2009?

Los que la vivimos creemos que sí. Yo me involucré desde el inicio en las primeras protestas, cuando trabajaba como profesor adjunto de Comunicación en la universidad. Denunciábamos el absoluto fraude electoral que hizo ganar de nuevo a Ahmadineyad. Fue un momento bonito, lo recuerdo con cariño, aunque me echaran de ese trabajo. Supongo que algo similar vivísteis en España con el movimiento 15M. 

¿Ha seguido participando en algún movimiento?

Me considero totalmente antisistema, no creo en los gobiernos ni en el Estado, nunca he ido a votar. Mi familia es de origen kurdo y también comunista. De hecho, mi tío fue asesinado durante la revolución del 79. Las personas de izquierdas fueron los verdaderos artífices del levantamiento contra el Sha. Creo en la revolución desde abajo.

¿Fue justo después de la revolución del 79 cuando empezó a gestarse una cultura underground en Irán?

Sí, porque la sociedad se partió en dos, lo público y lo privado. Aquí puedes encontrar de todo (alcohol, fiesta, baile) pero casi siempre en las casas. Si quieres ir a un concierto, por ejemplo, lo máximo que encontrarás será uno de algún pianista clásico, tipo Richard Clayderman (ríe). Por eso, a mí me apasiona todo lo ilegal, lo prohibido. Soy fan de los artistas urbanos, los músicos de la calle, los grafiteros… Somos los urban guerrilla makers.

Hablando de grafitis, ¿cómo Writing on the City, el documental por el que le acusan, puede irritar tanto a las autoridades iraníes?

La película pretende retratar la historia reciente de Irán a través de los grafitis de Teherán. Los que se apoderaron de la revolución del 79 no fueron los que se dejaron la piel o la vida por cambiar el país. Y eso reflejan los mensajes que puedes ver en paredes de toda la ciudad. También expresan lo que pasó durante la Revolución Verde, hace 6 años. Representan el subconsciente de una ciudad. Pero insisto: yo no he pintado esos grafitis, sólo los he grabado.

Todos nos preguntamos, ¿cómo una película puede merecer 223 latigazos?

Eso se lo deberíamos preguntar a la Corte iraní. Obviamente a mí me parece absurdo un solo latigazo. Cuando mi abogado me lo comunicó por teléfono, no pude creerlo. Sabía que me caería una condena ejemplar, pero como mucho de seis meses.

¿Cree que le condenan por otros motivos?

Está claro que una condena de ese tipo no responde únicamente al contenido de este documental, por muy ofensivo que les parezca. Cuando la Guardia Revolucionaria entró en mi casa, se llevaron todos mis discos duros y aparte encontraron alcohol, por ejemplo. Digamos que no soy un chico ejemplar para el Estado.  

Tener origen kurdo y ser suní en un país de mayoría chií tampoco habrá ayudado…

Está claro que no. Mis padres viven en el norte de Irán y son suníes, y yo también me considero, pero no soy religioso. La situación de los kurdos en Irán ha evolucionado durante los últimos 30 años. Mucha gente nos ve aún como violentos o independentistas, pero lo que hemos hecho ha sido formarnos en las universidades y luchar por un futuro mejor, para poder tener más representación en los poderes económicos y políticos.

Conocí a un estudiante de 16 años al que le gustaba su líder, Ali Jameini, porque “habla claro” y se sentía orgulloso por no seguir el juego a EE.UU. ¿Cree que a partir de ahora se abre un nuevo periodo para la sociedad iraní?

Parece que Irán quiere empezar a mantener una relación respetuosa con el resto del mundo y creo que debemos darle tiempo al presidente Rohani. El Gobierno iraní se ha posicionado durante 30 años como antiimperialista y enemigo de EE.UU., por lo que ahora será duro recomponer el mapa de “amistades” o intereses. Cuando miro a nuestro alrededor y la situación de Irak, Siria o Afganistán, sólo puedo pensar que la diplomacia a base de bombas es una vía sin éxito.

Su corto The Adventure of a Married Couple habla del fracaso de la comunicación de una pareja. ¿Las mujeres iraníes tienen hoy la misma libertad que los hombres?

Yo creo que sí. Ya lo habrás comprobado, en las calles se ven muchas mujeres paseando solas o con amigas, comprando, conduciendo…Eso es sólo una insignificante muestra, pero algo está cambiando. Lo verdaderamente importante es que cada vez son más conscientes de sus derechos. Por ejemplo, muchas ya no llegan vírgenes al matrimonio, porque se sienten libres de decidir qué quieren hacer con su cuerpo, aunque sus familias les impongan la tradición islámica.

¿Podría hablarnos de alguna cineasta iraní?

Me gusta Forugh Frakhozad, por su documental This hope is black.

El pasado 23 de diciembre, el Tribunal estudió la apelación de Keywan. Cineastas de todo el mundo han unido sus voces en defensa de Keywan y el Festival de San Sebastián ha mostrado también su “rotundo rechazo” a la sentencia impuesta por el Tribunal Revolucionario iraní. Amnistía Internacional exige que sea liberado. Lo habitual en casos en los que hay revuelo internacional es demorar la aplicación de la sentencia.

¿De qué manera le ha ayudado la repercusión mediática?

El deber de los medios de comunicación es promover los derechos humanos, pero sabemos cómo influyen en ellos los poderes políticos. En mi caso, ningún medio iraní ha cubierto la noticia, tampoco ninguno estadounidense. Soy director de cine y estoy acusado por mis películas, pero muchos medios intentan sacar otras motivaciones políticas. Lucho diariamente para reconstruir mi imagen mediática.  

¿Es difícil vivir del cine en Irán?

Es muy complicado encontrar financiamiento, tienes que invertir mucho tiempo y esfuerzo. Cuando mi cortometraje The Adventure of a Married Couple fue seleccionado en el Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine de San Sebastián, me preguntaron cuánto me había costado hacerlo. Y les contesté: “Sólo 10 dólares”. Y es que no creo en el cine low cost sino en el cine no-cost, es decir, sin presupuesto. Trato de hacer películas con actores que están empezando o gente de la calle, compañeros me prestan su material y mis amigos forman el equipo. Les prometo a cambio que el proyecto se hará más grande y tendremos éxito juntos.

¿En qué está trabajando ahora?

La Guardia Revolucionaria me borró mucho material de archivo que había recopilado durante mucho tiempo, y ahora lo estoy recuperando poco a poco. También perdí muchas fotografías personales, de mi infancia… Imagínate cómo me sentí. Tampoco he podido distribuir mi documental en festivales, ni asistir a los que me han invitado. Todo esto ha impactado en mi vida y en mi trabajo. Si finalmente soy absuelto, seguiré trabajando en mi próxima película, un largometraje de ficción, con la misma estética y estructura que The Adventure of Married Couple y con el mínimo presupuesto.

Y…¿si no le absuelven?

No hay que perder la esperanza, ¿no? Después de diversas apelaciones, espero al menos que me rebajen de 6 a 3 años y que sea arresto domiciliario. Desde hace tres años, mi vida no ha sido fácil, pero no he dejado de trabajar. Siento que cada día lucho contra todo en Irán, pero quiero quedarme porque mi cine retrata mi sociedad. Si dejo mi país, pierdo mi fuente de inspiración. Además de cineasta, me considero activista. Así que para mí reconstruir mi país a través del cine es lo más importante. Ya he comprobado que es muy duro, y seguro me desilusionaré muchas veces más, pero tengo que intentarlo. Sigo levantándome y tirando adelante. Y espero que mi país haga lo mismo.

A Keywan Karimi le gusta ser el perfecto anfitrión, un papel que ejerce la mayoría de iraníes. En su apartamento de Teherán, mientras bebíamos vino hecho por su madre, nos enseñó emocionado los pósteres promocionales de Writing on the city, que iba a enviar al festival Punto de Vista, donde se estrena mundialmente. Eran láminas personalizadas con dibujos de niños refugiados en la frontera Irán-Irak.   

Keywan rodó su primera película a los 18 años y estudió cine en India, Tailandia y Alemania.  Ya está pensando en viajar seis meses por Sudamérica. “¿Has estado en Bagdad?”, pregunta. “Es un lugar increíble, lástima por la información que los medios os hacen llegar a Occidente”, opina, “todo se reduce a eso”. Fue el único iraní que no me preguntó sobre la imagen que tenemos de Irán en Europa.

Mi estancia en Irán se vio marcada por las protestas en la Embajada saudí de Teherán, a causa de la ejecución de Nimr al Nimr, un prominente clérigo chií. “Quise acercarme a la embajada y simplemente esperar y grabar lo que ocurriera”, cuenta Keywan Karimi, que nunca se separa de su cámara. Una motivación que recuerda mucho a la de Ryszard Kapuscinski --que él mismo relata en su libro El sha o la desmesura del poder-- cuando en la fría Nochevieja de 1979, mientras 66 americanos permanecían secuestrados en la Embajada de EE.UU. en Teherán, se dirigió allí sin pensarlo, porque creyó que esa noche debía estar en ese lugar, aunque nada ocurriera. Testimonios pacientes ante la realidad de un país tradicionalmente revolucionario.  

Irán está de moda. Para hacer negocios, de momento. Ya es el destino turístico nº1 para este 2016 según National Geographic. El presidente iraní, Hassan Rouhani, visita Italia y Francia estos días en...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

EVA MURGUI

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí