1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

El voto a los 16 años, reforma democrática urgente

10 millones de votantes con más de 65 años desequilibran demográficamente el sufragio universal

Bonifacio de la Cuadra 8/06/2016

<p>Mesa electoral. <strong>/ UMH TV</strong></p>

Mesa electoral. / UMH TV

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Sara Campbells Solá, una catalana de El Prat (Barcelona), que a finales de 1998, cuando tenía 17 años, no pudo votar en las elecciones municipales solo porque le faltaba un día para cumplir los 18, creyó injusta esa norma electoral, pero pensó, con ironía, que pronto adquiriría madurez suficiente para saber votar. Relataba así la transición a la edad de votar y la sorpresa que se llevó al día siguiente, cuando ya tenía 18 años: “Me porté bien y me acosté pronto, esperando que la metamorfosis aconteciera. A la mañana siguiente me asusté. Seguía pensando que mi opción de voto habría sido la misma que el día anterior”. Dieciocho años después continúa aumentando el desequilibrio demográfico del electorado español, con más de diez millones de ciudadanos con derecho a votar que sobrepasan los 65 años, mientras menos de un millón con 16 y 17 años no pueden ejercer su derecho al voto, esencial en una democracia para el sufragio universal.

El voto a los 16 años, propugnado por el Consejo de Europa en 2011, en una resolución contra “la creciente marginación” política de los jóvenes, “dominados” por los mayores, se ha puesto de actualidad en las recientes elecciones presidenciales austriacas, en donde la escasa diferencia de votos obtenidos por los dos candidatos a la jefatura del Estado --144.006 a favor del ultranacionalista Norbert Hofer, de 45 años, antes del escrutinio de los votos emitidos por correo, y 31.026 a favor del candidato Alexander Van der Bellen, de 72 años, en el resultado definitivo--, suscita especial curiosidad sobre el sentido del voto de los aproximadamente 200.000 votantes austriacos de 16 y 17 años. La circunstancia de que Austria es el primer país de Europa en el que se bajó la edad del voto, para todo tipo de elecciones, de 18 a 16 años, puede haber sido determinante en esos comicios presidenciales.

En España la breve legislatura derivada de las elecciones del 20-D de 2015 aprobó en abril de 2016 una propuesta de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en favor de adelantar la edad de votar a los 16 años. Todos los grupos parlamentarios --excepto PP y Ciudadanos-- votaron a favor de la propuesta, si bien esa democrática reforma legal, mayoritariamente aprobada por el Congreso de los Diputados, ha decaído con la disolución de las Cámaras para convocar nuevas elecciones.

Objeciones al voto juvenil

La nueva mayoría parlamentaria que surja de los comicios del 26-J, y que seguramente no será muy diferente de la anterior, reactivará probablemente esa iniciativa. No es previsible que en la próxima legislatura prosperen los argumentos minoritarios en contra del derecho a votar a los 16 años: desde la supuesta intención atribuida a ERC de reclutar votos juveniles en favor del independentismo catalán hasta la pretendida falta de madurez de las personas en ese tramo de edad, pasando por la inventada necesidad de una reforma constitucional para amparar el voto a los 16 años.

Aunque en las elecciones españolas el voto juvenil no resulte tan determinante como seguramente lo ha sido recientemente en Austria, la propia configuración del censo electoral resultará democratizadora si la ampliación de votantes senectos, incrementada cada año sin freno, gracias al aumento de la longevidad, logra compensarse en parte demográficamente mediante la incorporación de ciudadanos de menor edad a la hasta ahora legal de 18 años, con lo que eso significará también de apertura democrática para los jóvenes. Entre otros preceptos constitucionales, el artículo 48 de la Norma Suprema dice que “los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político”.

Establecer la edad mínima de los votantes desde 18 a 16 años (es muy probable que más pronto que tarde, a la par que acuden a las urnas más votantes ancianos, estemos reivindicando el voto a los 15 y a los 14 años) tiene que configurarse como una reforma democrática urgente, porque afecta al derecho de sufragio universal, pilar esencial de participación de los ciudadanos en las decisiones básicas del Estado de Derecho. Téngase en cuenta que antes de los 18 años, la edad mínima de votar fue 21 años, antes 23 y con anterioridad 25.

No hay duda de que el voto desde los 16 años contribuirá a compensar demográficamente el aumento de los votantes ancianos. Pero esa compensación tiene que ser razonable, desde una perspectiva de idoneidad electoral de esos juveniles votantes, no a cualquier precio. La descalificación de la reciente propuesta de ERC de adelantar la edad de votar a los 16 años, por la vía de que, tras esa iniciativa, estaba la voluntad de ERC de reclutar votos independentistas, probablemente no se sostiene, pero, incluso aunque fuera así, lo relevante es poner en manos de esos jóvenes ciudadanos las papeletas de voto, sea cual sea la opción que introduzcan en las urnas.

La madurez y las edades    

Más consistencia aparenta tener la pretendida falta de madurez de los jóvenes de 16 y 17 años para poner en sus manos el derecho a votar. En línea con una serie de artículos sobre el adelanto de la edad de votar, que publiqué en El País entre 1988 y 2007 (a los que me refiero en mi libro Democracia de papel, Editorial Catarata, 2015), el catedrático de Derecho Constitucional Jorge de Esteban, a propósito de la madurez juvenil por el acceso de los adolescentes actuales a la información y a las nuevas herramientas del conocimiento y la comunicación social, explicaba en 1999, en un artículo titulado Edad y ciudadanía: “Un adolescente actual de 15 años es probable que sepa más del mundo y sus circunstancias (…) que un joven de 20 años de hace cuatro décadas”.

De Esteban denunciaba que, al excluir de la participación electoral a los ciudadanos de 16 y 17 años, “se priva a los jóvenes pertenecientes a esa franja de edad del derecho al voto, mientras que, por el contrario, se les reconoce, sin tope de edad, a los ancianos”. Porque cualquier preocupación que se manifieste hacia una pretendida falta de cualificación de los votantes de 16 y 17 años para emitir su voto nos da licencia para poner el foco sobre los ancianos votantes. Sin embargo, muchos de los que objetan la cualificación juvenil para decidir su opción electoral silencian o pasan de puntillas sobre las lógicas deficiencias mentales o de comprensión cerebral para decidir su voto del octogenario, nonagenario o centenario sujeto a algún problema sanitario por su elevada edad y sus achaques, y de ningún modo se ha planteado la revisión mental del votante aquejado de exceso de años. Simplemente, su voto viene siendo aceptado en las urnas.

De esos más de diez millones de españoles mayores de 65 años, que tienen, todos ellos, intacto su derecho al voto, pueden formar parte personas calificadas de no aptas para la actividad laboral o profesional o en condiciones de decrepitud manifiesta. Una inyección de votos juveniles, además de contribuir a equilibrar el peso político legítimo de la tercera edad y a ensanchar la universalidad del sufragio universal por su flanco joven, probablemente también haría volver la cabeza de los políticos  hacia problemas educativos, de paro juvenil y formación profesional que ahora se abordan desde la única perspectiva de unos representantes elegidos por votantes mayores de 18 años. Y en todo caso, quienes con 16 años pueden afrontar responsabilidades laborales o penales, ¿por qué no disfrutan también del derecho al voto?

Otra objeción a la propuesta parlamentaria de ERC de esta primavera, que también he oído a algún portavoz del PP, consistente en que establecer el voto a los 16 años exigiría una reforma de la Constitución, está completamente descartada. Porque no se trataría de modificar la mayoría de edad, que sí está constitucionalizada, ni siquiera de rebajar la edad para ser candidato --vinculada también a la mayoría de edad--, sino únicamente de establecer en la legislación electoral que el derecho al voto se ejerce desde los 16 años.

Las reflexiones de Sara Campbells Solá, en 1998, tras comprobar que con 18 años votaría a los mismos políticos que con 17, muestran la necesidad urgente de que se abra a los ciudadanos de 16 y 17 años el derecho al voto: “... Han pasado ya algunos años y sigo dándole vueltas al tema. La preocupación ha ido in crescendo, pues en la actualidad sigo votando la misma opción. Me pregunto: ¿cuánto tiempo más habré de esperar para que la deseada madurez me embargue? Una idea más inquietante me martiriza desde hace algún tiempo. Sé que no tiene sentido, pero, ¿no podría ser que con 17 años ya fuera lo suficientemente madura como para votar? No sé yo, no sé yo. Esperaré a cumplir 40, y si aún sigo votando lo mismo, quizá empiece a considerar esta posibilidad”.

  

Sara Campbells Solá, una catalana de El Prat (Barcelona), que a finales de 1998, cuando tenía 17 años, no pudo votar en las elecciones municipales solo porque le faltaba un día para cumplir los 18, creyó injusta esa norma electoral, pero pensó, con ironía, que pronto adquiriría madurez suficiente para saber...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

16 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Jose

    Quizás el debate no deba ser cómo ampliar el voto sino quizás cómo restringirlo, por ejemplo, ¿sólo a los cotizantes? ¿a los que hayan cotizado al menos 5 años? ¿Por qué el camino sólo debe ir en un sentido? ¿Pasar un psicotécnico como para conducir o permiso de armas?

    Hace 7 años 11 meses

  2. Miguel Pasquau

    El voto a los 16 es un debate que se abre poco a poco, como también el del voto de los discapacitados (el Consejo de Europa alerta sobre los criterios rutinarios con que se restringe el derecho de sufragio a los incapacitados). La cuestión no puede centrarse en la calidad intelectual del voto, porque entonces estaríamos perdidos. Es cierto que hay que poner un límite de edad, y que ese límite resultará arbitrario (la víspera no, pero el día del 18º cumpleaños sí), pues lo contrario significaría condicionar el derecho de voto a un test de capacidad. Mirar a los 16 años tiene sentido, porque a esa edad se acaba la educación obligatoria, lo que significa que el muchacho o muchacha ya está considerado como suficientemente formado, y en disposición de entrar en el mercado de trabajo. También es la edad a partir de la cual cabe emancipación según el Código Civil (por concesión de los padres, o del Juez, o por matrimonio, o por independencia económica). De lo que trata, pues, es de decidir si el riesgo de voto manipulable es mayor que la ventaja de provocar políticas que atraigan al votante de esas edades. En todo caso, agradezco a Bonifacio de la Cuadra relanzar este debate, y dejo constancia de que no es una "ocurrencia" de última hora, sino que es un asunto que lleva su firma desde hace muchos años.

    Hace 8 años 5 meses

  3. Bonifacio

    Agradezco los 13 comentarios y dialogo con los más críticos: -A Enrique no le basta q anuncie q después de los 16 y 17 pediremos los 14 y 15. A eso le llama "lo facilón". Me exige "una edad en la que pararse". Solo le adelanto q mi nieto Lucas, de 9 años me puso en un aprieto cuando me preguntó q "en qué se basan para negarle el voto a los de 16". -A Faustino, q a sus 21 años ve "muy triste" la ignorancia política de los jóvenes, le sugiero q observe a algunos adultos y viejos votantes. -A Iletrado, q dice q yo estoy pensando en Cataluña y el referéndum, le aseguro q soy más ambicioso: pienso en el derecho a votar.. -A Wolfgang que dice q en Austria ese voto juvenil se fue a la derecha, le recuerdo que a las mujeres se les discutió el derecho a votar porque sería un voto conservador. -A Alfredo, que cree que yo quiero que ganen "los míos", ¿sabe quienes son?

    Hace 8 años 5 meses

  4. Alfredo

    Falta un "y que en esa franja de edad según las encuestas ganan los míos es pura casualidad..."

    Hace 8 años 5 meses

  5. Wolfgang

    lo que este señor no dice o no sabe es que el voto a los 16 años, muy apoyada en su día por socialistas y verdes, supuso un gran giro a la derecha en Austria. la franja de los jóvenes entre 16 y 18 es donde más ha subido la ultraderecha austriaca. En lugar de acusar de seniles a la experiencia de los ancianos debería reflexionar sobre la influeciabilidad de la gente tan joven. ¿y si pueden votar con 16 años porque no pueden conducir coches o ser responsables de sus actos antes la justicia?

    Hace 8 años 5 meses

  6. Consecuente

    Si con 16 años se es suficientemente adulto para poder elegir tu presidente de gobierno, ¿por qué no se deja que con 16 años un muchacho o muchacha pueda decidir si vive con su padre o con su madre? La ley, a día de hoy, solo indica que con 16 años el/la juez escucha la voluntad del menor pero no resulta vinculante.

    Hace 8 años 5 meses

  7. Juanjo

    Que los delincuentes de 16 años sean juzgados como adultos y encarcelados en cárceles de adultos, reforma democrática urgente.

    Hace 8 años 5 meses

  8. Mig

    6. Tu nombre: Podemos hablar sobre la madurez de muchos mayores de 16. De hecho podemos hablar largo y tendido sobre la madurez cívica de muchos mayoresde 60.

    Hace 8 años 5 meses

  9. Alfonso

    La edad para quedar sujeto al Codigo Penal es de 18 años. Los menores de dicha edad quedaran sujetos a la Ley de Responsabilidad Penal del menor (articulo 19 CP) La ley del menor se aplica a partir de los 14 años, pero no implica penas,,sino medidas.

    Hace 8 años 5 meses

  10. iletrado

    El autor esta pensando en un hipotetico referendum en Cataluña. Es evidente que el adoctrinamiento en las escuelas catalanas se sale de madre y piensa que serian mas votos positivos . Nada nuevo bajo el sol.

    Hace 8 años 5 meses

  11. YoQue Pasaba

    Y ya que estamos porque no permitir el voto desde el moemnto en que somos ciudadanos, esto es desde el momento en que nacemos y ese voto sea dirigido por nuestro tutor/a legal hasta el memonto de nuestra emancipación.

    Hace 8 años 5 meses

  12. Faustino

    Primeramente, necesitaremos una educación política. Hablo en plural porque yo también soy joven (21) y podría decir que muchas personas a las que conozco de mi edad no tienen idea alguna de su ideología o lo que quiere. Son como el ganado, se guían por las 'lucecitas', los eslóganes, las corbatas bonitas o incluso lo que sus padres le dicen de votar...es muy triste

    Hace 8 años 5 meses

  13. Otger Cathaló

    Totalmente de acuerdo con que se vote a los 15 años, tienen todo el futuro por delante y las ideas tan claras como mínimo que el resto de votantes. Además con la adquisición de este derecho elemental, los partidos tendran más interés y aportaran soluciones para mejorar la educación, el trabajo jovén que llega al 50%

    Hace 8 años 5 meses

  14. Tu nombre

    Bueno, lo del día que falta para los 18 no pasa de anécdota. Algún límite se ha de poner. Si lo ponemos a los dieciséis será aquel que los cumple un día más tarde que las elecciones el que se queje. Si día más o día menos da lo mismo, día a día vamos rebajando la edad hasta que puedan votar los bebés. Visto como está el panorama y la madurez de nuestros jóvenes dejar votar a los dieciséis parece un tanto arriesgado.

    Hace 8 años 5 meses

  15. Mario

    Es evidente que la madurez es una aptitud que presuponemos en las personas adultas; sin embargo, esto, en mi opinión, no dista mucho de un ideal. Las personas mayores de edad a menudo no tienen un interés político mayor que el que requiere el ámbito social y ya por no hablar de la gran mayoría de los ancianos que destinan su voto al partido que llevan votando toda su vida alegando e muchos casos simple tradición. Otra forma de voto democrático que es diferente a la decisión reflexiva sobre los valores ético-políticos de los programas de los partidos es el voto destinado a favorecer los intereses la situación personal, lo que resulta bastante propio de una democracia representativa, y lo cual no es algo alejado de las capacidades de los adolescentes que, además, conseguirían hacer valer su importancia en las decisiones sobre educación y cultura. En definitiva, si no utilizamos el voto realmente en su intención más correcta sino como arma para defender nuestros intereses, ¿Por qué íbamos a privar a los adolescentes de hacer lo mismo? Por último, me gustaría decir que tengo 17 años y que me veo lo suficientemente capacitado no solo para votar y defender mis intereses, sino para usar mi voto de la manera más correcta y madura posible.

    Hace 8 años 5 meses

  16. Enrique

    Una necesidad urgente, dice el autor. Téngase en cuenta que antes de los 18 años, la edad mínima de votar fue 21 años, antes 23 y con anterioridad 25, dice el autor. ¿Por qué no seguir hacia abajo hasta los 10, o los 8? Es una pena que el autor, que tan seguro está de que 18 es demasiado, no proponga una edad en la que pararse. Se ha quedado en lo facilón. Lo más sólido, y casi lo único, es lo de la diferencia entre la edad para ser responsable penalmente y la edad para votar.

    Hace 8 años 5 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí