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“Ha habido casos de políticos que han falsificado la información sobre un máster o una licenciatura. Si un cargo miente ya en eso, puedes esperar que te engañe en todo. No es una persona transparente, su carta de presentación es una dudosa reputación”.

Fran Hervías, secretario de Organización de C's.

La dirección de Ciudadanos antes de ponerse especialmente beligerante con el caso del presidente de Murcia, debería mirar hacia dentro del partido y aplicar la misma doctrina de cumplimiento de pactos de investidura a los cargos de C's que los incumplen.

En todos los acuerdos de investidura firmados en 2015 por Ciudadanos --incluidos el de Murcia y Madrid-- la dirección de la formación ‘exigió’ la inclusión de la siguiente cláusula:

“Apartar de cualquier cargo público o de partido a todo representante que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”.

Era un requisito que no venía impuesto por ninguna ley o regulación. Ciudadanos, con buen criterio, considera que este tipo de mentirosos no debe tener cabida en la vida pública, no son personas de fiar, y sus torticeras falsedades son un excelente predictor de futuras actuaciones corruptas cuando lleguen a ocupar un cargo que se lo permita. La anterior frase de Hervías recoge espléndidamente este principio.

La permisividad ética,  y tal vez la afinidad, son  las posibles explicaciones del apoyo y ascenso que Gutiérrez Vivas y Zafra Hernández reciben de Albert Rivera y su aparato

Esa cláusula también forma parte del código anticorrupción de Ciudadanos y es precisamente la que aparece en su web. Parece claro que se puede calificar a esas personas de corruptas, bajo la definición de Ciudadanos, en la medida en que violan su propio código anticorrupción.

Sin embargo, son numerosos los casos denunciados de violación de esta cláusula por parte de cargos públicos y organizativos sin que esta violación haya tenido ninguna consecuencia.  Y no estamos hablando de personas que dicen hablar inglés con un nivel superior al real.

Un caso paradigmático y especialmente sangrante es el incumplimiento de dicha cláusula en el acuerdo de investidura con Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid en 2015, como ocurre con los casos de Miguel Ángel Gutiérrez Vivas y César Zafra Hernández. Ambos, aparte de sus cargos electos, son los ‘jefes supremo’' de Ciudadanos-Madrid, puestos para los que fueron designados a dedo por la dirección del partido, sin haber necesitado presentarse a ninguna elección interna de la formación en Madrid, agrupación que cuenta con el mayor número de afiliados de España.

Caso 1: César Zafra

Zafra se presentó con un currículo en el que era difícil encontrar alguna verdad. En este excelente artículo en Infolibre, César Zafra quizá sea César Zafra, Manuel Rico desgrana la larga lista de mentiras que contiene dicho currículo, básicamente toda su historia laboral es un fraude.  El Diputado de la Asamblea de Madrid aún mantiene información falsa en la página web de Ciudadanos en un alarde de insolente arrogancia.

¿Qué hace la dirección de Ciudadanos con Zafra una vez que es informada de estos hechos?

En lugar de aplicar el código interno anticorrupción y el acuerdo de investidura firmado con el PP, por los que tendría que ser apartado de sus cargos públicos y de partido, procede a hacer lo siguiente:

 1. Se le confirma como diputado autonómico en la Asamblea de Madrid.

2. Se le nombra, a dedo, coordinador del Comité Territorial, el segundo puesto más poderoso de la organización en Madrid.

3. Se le nombra portavoz en la Comisión Anticorrupción del parlamento regional.

4. Se le nombra miembro del Consejo General en el reciente congreso de la formación a principios de febrero.

Todo esto no deja de ser una sorprendente forma de aplicar el acuerdo de investidura que dió la presidencia de la Comunidad a Cristina Cifuentes.

Caso 2: Miguel Ángel Gutiérrez Vivas

Gutiérrez ha venido utilizando al menos desde 2008 de forma fraudulenta los títulos de doctor ingeniero e ingeniero superior, títulos que no posee. El diputado en el Congreso es perito topógrafo, lo que equivale a una ingeniería técnica. Y posiblemente ha hecho un curso de adaptación de dicho título al plan de Bolonia (Grado).

Aquí va un resumen de su trayectoria profesional y política desde 2008:

1. 2008: contratado por Teleperformance España, compañía a la que miente indicando que es doctor ingeniero.

2. Enero 2014: presentó su candidatura a la junta directiva de la agrupación de Ciudadanos-Madrid, con un currículo en el que indica que es ingeniero superior. Salió elegido miembro de la misma.

3. Julio 2014: contratado por el Grupo Segur, a la que ha indicado que es doctor ingeniero. En ese momento ya es un destacado cargo de de Ciudadanos.

4. Hasta mediados de 2015 anunciaba en su página de Linkedin que era ingeniero superior.

Gutiérrez tuvo además la desvergüenza de incluir como uno de sus logros personales en su candidatura a primarias en 2015 su participación en la negociación del acuerdo de investidura del Gobierno de la Comunidad de Madrid. César Zafra también formó parte del equipo negociador junto con José Manuel Villegas e Ignacio Aguado.

¿Qué hace la dirección de Ciudadanos con Gutiérrez un vez que es informada de estos hechos?

1. Se le confirma como candidato al Congreso de los Diputados por Madrid, en cuarto lugar, para las elecciones del 20D; salió elegido parlamentario.

2. Se le nombra a dedo delegado territorial, ‘jefe supremo’, de Ciudadanos-Madrid.

3. Se le coloca como secretario general del grupo parlamentario en la XI legislatura.

4. Se le designa coordinador nacional de la campaña electoral del 26J.

5. Se le designa de nuevo como candidato al Congreso de los Diputados.

6. Se le vuelve a nombrar secretario general del grupo parlamentario en la XII legislatura.

7. Albert Rivera le incluye en el Comité Ejecutivo y la Comisión Permanente de Ciudadanos.

¿Son comparables los casos del presidente de murcia y los de estos dos cargos de C’s?

La pregunta es pertinente ya que no es lo mismo estar acusado de delitos de fraude, cohecho y revelación de información  --caso del presidente de Murcia-- que haber falsificado y engañado de forma sistemática “en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”, aspectos estos que, aunque no son la mejor tarjeta de visita para un cargo público, no son delito. Con buen criterio, sin embargo, Ciudadanos insistió en incluir esos requisitos en los acuerdos de investidura, al mismo nivel que la cláusula que ahora se exige cumplir al presidente de Murcia.  Independientemente de códigos y acuerdos, ninguna organización seria y con una cierta reputación, y menos un partido que promueve un programa de regeneración política, mantendría entre sus filas a personas de esta ‘calidad ética’.

La permisividad ética,  y tal vez la afinidad, son  las posibles explicaciones del apoyo y ascenso que estos personajes reciben de Albert Rivera y su aparato. Es posible que haya otra explicación plausible del apoyo a estos personajes: mentirosos, trileros y corruptos --bajo la definición de C's--, pero aún no ha sido propuesta.

Consideraciones finales

¿Aplicará Ciudadanos a nivel interno la doctrina de su propuesta de Lucha contra la Corrupción y Protección de los Denunciantes?

¿Desaparecerá el código anticorrupción de la web de Ciudadanos con la misma nocturnidad y alevosía con la que ha desaparecido la web Movimiento Ciudadano?

En relación a este último asunto, ¿quién ocupa el Ministerio de la Verdad en el gabinete en la sombra de Albert Rivera?

La ejemplaridad es un elemento central de cualquier proyecto de regeneración.  Lo contrario es convertirse en el partido que repite la historia del maestro Siruela.

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Antonio Alvárez es afiliado a Ciudadanos. Firmante de TranC'sparencia y miembro de ALDE Party.