Antón Arias / Presidente de la patronal gallega
“La corrupción es la mayor distorsión de la competencia”
Xosé Manuel Pereiro A Coruña , 26/04/2017
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No es muy habitual que un presidente de la patronal comparezca a una entrevista con una mochila al hombro (sobre todo si después no se va al monte, sino a someterse a otro interrogatorio en una emisora). Tampoco parece muy normal que su elección, el pasado 27 de enero, haya sido saludada con titulares como “La patronal gallega se lanza hacia un nuevo fracaso”. Las dos cosas tienen su explicación. Por una parte, Antón Arias Díaz-Eimil (A Coruña, 1961) reconoce: “Quizá no respondo al prototipo de empresario”. Licenciado en Sociología por la Complutense y MSc en European Studies por la London School of Economics, quería orientar su futuro profesional a la docencia o a la investigación, pero tuvo que hacerse cargo, a mediados de los 80, de la empresa constructora familiar, Arias Hermanos (ahora Arias Infraestructuras). Por otra, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) es una máquina de picar carne (también propia), en equilibrio inestable sobre sus cuatro patas provinciales. Desde 2013 ha deglutido a tres presidentes. José María Fernández Alvariño, dirigente de la patronal pontevedresa que había sustituido al de la coruñesa, tuvo que dimitir, entre otras cosas, por externalizar servicios de la Confederación subcontratándolos a sociedades propias. Su sucesor, el ourensano Antonio Dieter Moure, un activista de la defensa del románico, ganó el puesto en pugna con su propio presidente provincial, pero no lo ocupó más allá de nueve meses. La consabida gestora posterior nombró un interino, Jaime López (Lugo, como sospechaban). Arias arribó con los votos del norte y la oposición del sur. Sus primeras declaraciones, mostrándose contrario a la reforma laboral y a la contención salarial, no actuaron precisamente de bálsamo.
La imagen de las cúpulas patronales no está por las nubes, después de ejemplos como Gerardo Díaz Ferrán o Arturo Fernández.
Desde luego ha habido dirigentes empresariales que han utilizado las organizaciones de forma espuria y en beneficio personal. Quizá se deba a que el empresario tiene una cierta animadversión a figurar públicamente, porque puede dañar tus negocios. La participación democrática en los organismos es pobre, y los que suelen destacar son los que tienen un cierto interés por estos puestos. De hecho no suele haber distintas candidaturas para ocuparlos. Escoges lo que hay, y sobre todo en base a la trayectoria empresarial, que se considera limpia. Las actividades ilícitas por lo general se han producido después.
Usted no es un recién llegado a esas cúpulas. Durante 15 años fue presidente de los constructores coruñeses, cuatro de los gallegos y es desde hace diez consejero de la Confederación Nacional de la Construcción. ¿En esos ámbitos no se sabía nada de esas actividades?, ¿se sorprende con lo que viene en los medios cada día?
Bueno, a esas personas las conocía como personajes públicos, no tenía trato personal, pero entiendo que me pregunta por la infinidad de casos de corrupción. Un mal que tenemos en este país es la ausencia de práctica democrática. Algunas personas que acceden a cargos públicos no parecen tener claro que lo público no debe derivar hacia el interés personal, y también es verdad que los que participamos en organizaciones no ejercemos la participación y la transparencia que serían necesarias. Y en general, descansamos mucho en quienes desempeñan la representación, sin cuestionarlos. Está la responsabilidad del que se lucra, pero también del que, en los partidos o en la administración, no ejerce el control que debería. Esa falta de cultura democrática facilita que quien quiera aprovecharse lo haga sin ningún tipo de freno.
Algunas personas que acceden a cargos públicos no parecen tener claro que lo público no debe derivar hacia el interés personal
Hasta hace poco, los únicos que pasaban por el juzgado eran los políticos, no los que daban el dinero .
Desde el punto de vista legal, la responsabilidad es tanto del que exige como del que ofrece, y si tienes conocimiento del delito, tienes que denunciarlo o eres un encubridor. ¿Qué pasa?, que había un sistema en el que, o entrabas en la rueda, o desaparecías. La responsabilidad es de ambas partes, pero creo que hay una gradación, porque si quieres desarrollar una actividad, te encuentras en un determinado contexto, y pocos asumen ser David frente a Goliath. La autolimitación es difícil que se produzca cuando el sistema lo permite. Por eso creo fundamental que haya un marco coercitivo, legal, ciudadano, de denuncia a los medios, que lo haga muy difícil, por mucho que la ausencia de delitos sea un imposible. Es curioso, por un lado defendemos la libre competencia y por otro aceptamos que esto ocurra, cuando la corrupción es la mayor distorsión de la teórica libre competencia.
¿Nunca ha sabido de sobornos, sea esa o no la figura penal concreta?
A mí, afortunadamente, nunca me ha tocado jugar ese papel. Yo sé que en la construcción ha habido cosas, pero no es generalizable. Como se dice en el argot de las contrataciones públicas, había un doble concurso: el oficial, al que pueden presentarse todos los que cumplan X condiciones, y otro paralelo al que accedía un grupo de elegidos. Siempre los mismos, grandes empresas. Las pequeñas y medianas no suelen aparecen en esos casos. Supongo que los habrá, pero de esos de que han invitado al concejal a una cena. En Galicia llegó a haber 12.000 empresas de la construcción, ¿cuántas se han visto implicadas? La práctica no es general además por otra razón. En estas operaciones de soborno habrá algunas que son para financiación de los partidos, otras por enriquecimiento personal y otras serán una combinación de ambas, pero todas son delito, y supongo que no los harán con cualquiera, sino con alguien en quien confían y que no los traicione.
¿Participa de esta teoría de que las empresas del Ibex conforman un bloque de poder que es quien, en definitiva, manda en este país?
la responsabilidad es tanto del que exige como del que ofrece, y si tienes conocimiento del delito, tienes que denunciarlo o eres un encubridor
Sí creo que las posiciones de carácter lobbista se ejercen, individual o colectivamente. Algo que me parece lícito si está regulado. Pero una cosa es crear un marco para todos aquellos que puedan desarrollar una actividad concreta, y otra hacer un marco a medida propio y contra los competidores. ¿Hay casos en que esto ocurre? Sí. Creo que no es generalizable, porque no todo el mundo tiene esa capacidad de presión, pero sí es cierto que los grandes grupos tienen mucha más capacidad de influir. De ahí la necesidad de las organizaciones empresariales, de agruparse para defender los intereses colectivos.
¿Estuvo alguna vez en el palco del Bernabéu?
Nunca me invitaron, y tampoco soy aficionado al fútbol. Si veo algún partido es del Dépor, con los amigos.
¿No es neoliberal?
No. Creo que debe existir una regulación, que el Estado, el conjunto de los poderes ejerzan de árbitros y vigilen las reglas del juego. Y también, desgraciadamente, vivimos en sociedades que generan desigualdades, y son necesarias fuerzas que refuercen la cohesión social y reequilibren esas diferencias, garantizando servicios básicos, como la sanidad, la educación… Hay servicios sociales que, si no los asume el Estado, no los va a asumir nadie. Por eso soy partidario de reforzar el Estado, eso sí, con todos los controles precisos para que los gestores públicos se sientan vigilados, se sientan unos empleados de los ciudadanos y no patrimonialicen el cargo.
O sea, que lo que dijo en cuanto tomó posesión, el pasado mes de enero, que la reforma laboral no ha sido positiva y que los salarios deberían incrementarse, no era un postureo.
Soy partidario de reforzar el Estado, eso sí, con todos los controles precisos para que los gestores públicos se sientan vigilados
Manifesté una línea de pensamiento que creo que compartía más gente, y creo que era necesaria y coherente: si estamos diciendo que estamos saliendo de la crisis, eso tiene que trasladarse al conjunto de la ciudadanía, no solo a una parte. Por otro lado, este sistema, lleve o no en sí el germen de su destrucción por exceso de productividad, está concebido en base al consumo, y para que lo haya, la gente necesita unos ingresos y una estabilidad de cara al futuro. Pero sobre todo, pienso que los hechos posteriores me han dado la razón: el Gobierno ha subido el sueldo a los funcionarios, y muchos convenios colectivos se están cerrando con incrementos, la CEOE tiene encima de la mesa una propuesta a los sindicatos de subida salarial... las tendencias van en ese sentido Otra cosa es si las cuantías de las subidas son las adecuadas o no. Y también hay sectores en que es más factible que en otros.
¿Hay muchos empresarios que piensen como usted?
Hay mucha gente que comparte estas ideas, pero no es el pensamiento mayoritario, no. Hay muchos empresarios que no participan del pensamiento único, pero no lo dicen, porque nadie quiere que se le vea mucho. Este país sigue siendo un poco paleto, encasillamos para limitar la complejidad de las personas. El “pensamiento” obedece a la gran empresa, a las multinacionales, pero en las pequeñas hay una diversidad tremenda. Además una cosa son los planteamientos ideológicos de una persona y otra el marco en el que tiene que desarrollar su actividad. El empresario se mueve en campos que requieren certezas y es cauto sobre cualquier cosa que pueda generar inestabilidad.
Sin embargo, le votaron.
A mí me eligieron para un doble objetivo. Uno es reconducir la situación de la CEG para que cumpla su función, y para ello revertir su situación económica. Tenemos una deuda de 250.000 euros, que espero negociar estos días, y un contencioso administrativo con la Xunta, que nos reclama 600.000 euros. El otro objetivo es cambiar los estatutos para impedir situaciones de bloqueo y facilitar la participación. A eso me comprometí en la asamblea, y, en cuanto lo consiga, presento la dimisión. Dicho esto, sí es cierto que no soy el empresario prototípico.
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Xosé Manuel Pereiro
Es periodista y codirector de 'Luzes'. Tiene una banda de rock y ha publicado los libros 'Si, home si', 'Prestige. Tal como fuimos' y 'Diario de un repugnante'. Favores por los que se anticipan gracias
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