1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

El Figa por las calles de Madrí

2. Malasaña, el teatro posturista de Madrí

Esteban Ordóñez 8/08/2017

<p>Plaza de Juan Pujol, en el barrio de Malasaña, en Madrid.</p>

Plaza de Juan Pujol, en el barrio de Malasaña, en Madrid.

Zarateman / Wikipedia

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Necesitamos tu ayuda para realizar las obras en la Redacción que nos permitan seguir creciendo. Puedes hacer una donación libre aquí

----------------------------------------------------------------------------------------------------- 

El Figa saluda diciendo “¿Qué dices?” (en realidad suena más como “¿Qué ises?), y si hace tiempo que no te ve y está contento, te obsequia con un “¿Qué pasa, mierda?”. Hoy no está contento: “Pero Malasaña ya no es lo que era hace unos años, ¿eh?”, me avisa y se lamenta con tal pesar que casi se me olvida que su estancia en Madrí aún se puede contar en meses como la edad de los bebés.

Salimos por la boca de metro Tribunal y caminamos por calles estrechas. Aquí no hay ningún golpe de efecto, ningún ojo cortado como el que inventó Buñuel que te prepare el subconsciente para asimilar, en este caso, el maremagno posturista. Lo modernete-cultureta no levanta fronteras claras como lo pijo, sino que va adueñándose de las calles de manera presuntamente aleatoria como hacen los líquenes con las piedras. Esta tarde supone un desafío: ¿Cómo hacer desvariar a El Figa, cómo estimular su faceta de troll filosofador cuando nos movemos en su propio territorio? A pesar del saludo apagado, empieza a excitarse, no lo puede evitar: es entusiasta, vitalista, positivo, soñador; sin embargo, su energía se enfoca de forma distinta a como lo hizo en la calle Serrano. Si entonces aplicaba sus fuerzas a la crítica y al hallazgo de las trampas escondidas en los ricachones, hoy las aplica a una especie de anfitrionismo.

—Había una cafetería-barbería muy guapa por aquí. Parece un bar normal, pero te arreglan la barba. Vamos a ver dónde paraba...

—Y los pelos…

—¿Qué pasa con los pelos?

—Que si te recortan la barba y te vas a tomar el café, se te llenará de pelos sueltos… Te lo tomas mientras esperas, ¿o cómo va?

—No, no, si café no ponen.

Bueno. Recorremos calle tras calle, pero no damos con ella. El Figa se rasca el cogote. La vuelta, al menos, nos ayuda a reconocer el terreno y a ir dibujando el mapa sensorial de Malasaña. Surge una duda: ¿Qué perverso contubernio hay entre los hípsters y esas maderas de aspecto precario que llegan a tener la apariencia de ser piezas defectuosas? Pastelerías, bares, librerías confían en esa madera con mucha veta, rasguñada en serie como pantalones de Zara, y sin barniz. Algunas llevan extendida una mano de pintura en colores planos; en ese caso, gusta más si se intuye el rastro de los brochazos. También hay palés (que son de madera con osteoporisis) colgando de algunas paredes junto a cuadros abstractos o jaulas vacías o relojes coloniales. A esto se añaden taburetes de hierro forjado para sentarse y beber acodado en una barra de chapa gorda que recuerda a la pasarela de una fábrica siderúrgica. Estos detalles pueden conjugarse sin problemas en un mismo bar. Se diría que todo parte de una consigna: que todos los objetos parezcan fabricados por unas manos, que sintamos que en el origen de cada uno hubo la mínima separación entre los materiales y una mano de obra amorosa, motivada, vocacional. Ikea se encarga de producir en masa esas sensaciones.

Todo parte de una consigna: que todos los objetos parezcan fabricados por unas manos, que sintamos que en el origen de cada uno hubo la mínima separación entre los materiales y una mano de obra amorosa, motivada, vocacional

Sucede algo que desata a El Figa. Un par de veinteañeras, con los móviles asomando por los bolsillos del pantalón como marsupiales, van revisando las fachadas, ponderándolas. Una lleva una gorra con dos pompones que hacen las veces de orejas de peluche. Ésta desenvaina el smartphone y la otra se pega a un escaparate, se recoloca las gafas de sol y mira hacia abajo, pensativa, mientras finge colocarse el pelo tras la oreja con los dedos: se congela así como un mimo mientras su amiga hace una foto y se recoloca y toma otra y otra. “Pufff”, analiza El Figa. “¿Eeh?”, intento que desarrolle el bufido. “Las millennials viven en frames, van de una imagen fija a otra, se ven a sí mismas como en estampas. Cambian tan rápido de pose que casi te convencen de que están vivas, pero sólo es una ilusión de tu retina”. Me emociono, lo confieso: mi amigo se está calentando, y prefiero no recordarle que también nosotros somos milenarios. Casi una hora después, descubriré la tecla que lo subleva. Pero antes nos sentamos a tomar algo. Él elige una cerveza que no he oído en mi vida. “Es artesana”, concreta. Yo pido una Mahou y me dan ganas de pedir perdón. Al ver el interior del local, empiezo a temer que en vez de olivas o torreznos, el camarero nos traiga un cuenco de quinoa cruda. Pero me salvo, no trae más que un dispensador de servilletas y una cuenta salvaje.

Yo pido una Mahou y me dan ganas de pedir perdón. Al ver el interior del local, empiezo a temer que en vez de olivas o torreznos, el camarero nos traiga un cuenco de quinoa cruda

Reanudamos la marcha y nos topamos de nuevo con la gorra de pompones. Esta vez se toman fotos en la fachada de una tienda llamada Tompai. “Míralas qué contentas”, indica El Figa. Es verdad, están pletóricas. “Es por los ojos, esos ojos las miran incondicionalmente ni siquiera parpadean: son perfectos”, precisa mientras la cara, por fin, se le empieza a poner sarcástica y falaz. Es verdad, la pared está llena de ojos pintados; más de una decena de ojos. Las chicas se van y las sustituyen otras que aguardaban su turno en la acera de enfrente. Hay cola.

Entonces descubro que para El Figa, los posturistas son unos intrusos dentro de los enclaves hípsters y me entero, además, de que no se considera hípster a sí mismo: “El término se ha prostituido, no significa nada”. Me echa en cara mi insistencia, me dice que soy un maniático de las etiquetas y que, por eso, soy más hípster yo que él: “Y además de los malos”, se burla (está jodido porque ha leído mi artículo anterior, aunque lo ha compartido por todas las redes imaginables). Para mí, el posturista común es la versión desnuda y honesta del hípster: no maquilla su consumismo ni su exhibicionismo, y si cuelga citas literarias en Facebook, lo hace sin fingir que ha leído toda la obra del autor.

Nos sentamos en un banco de la Plaza del Rastrillo. Vemos de frente a los clientes de El Balcón de Malasaña. El Figa se ha calentado, quiere reivindicarse a sí mismo en su pureza intelectual y estética frente a una masa cuya uniformidad, dice, empieza a angustiarle. El Figa, gracias a Dios, se ha subido al caballo de guerra, y de ahí no se baja ni aunque lo maten: esta es una de sus rémoras canis que vienen a huevo si lo que uno desea es extraer una visión neurótica de Madrí.

—Esos, esos…— apunta a una de las mesas en las que hace aspavientos un tipo con un bigote cilíndrico como un rollito de jamón York— Esa gente habla con hashtags, vive con hashtags.

—¿Los conoces?

En ese momento, se nos cruza un señor con boina, gafas de pasta, tirantes, fajín rojo, zurrón de piel, pantalones cortos y bastón. Nos deja mudos. ¿Moderno o montañés asturiano?, me pregunto en silencio. El Figa lo mira conmovido y parece que, de pronto, esa presencia lo legitima en su crítica contra los pobres de la mesa, que no sospechan que alguien está cuestionándolos a lo loco. Retoma la reflexión con un tono más visceral.

—Sólo hacen cosas que puedan enmarcarse bajo un rótulo molón. Desde tomarse un gintonic fluorescente (#TengoClase) hasta beber de una bota de vino (#ExotismoRural). Si afinas la vista, casi se ven los hashtags. Hay que fijarse un poco y enseguida aparecen: encima de sus cabezas azules, en cursiva. Mira…

El Figa empieza a señalarlos uno por uno y a leer: #ComoDijeElOtroDíaEnMiBlog, #DemasiadoMainstream, #CuandoEstuveEnElLow, #SoloComoRaíces, #ComoDecíaBukowski, #LeHeHechoRastasAMiPomerania, #DimeGuapi…

—¿Dime, Guapi? ¿Solo eso?

—Hay gente que apuesta toda su identidad a un solo giro estilístico—explica con una mueca sobrada y tajante— Y fíjate, están inquietos, esforzándose por orientar la conversación hacia su hashtag, se mueren porque alguien les haga clic: se ponen cachondos.

—Relaja, Figa, que esto luego lo tengo que escribir...

Después de partirnos de risa un rato, reanudamos el paseo. Espiamos a través del cristal varios establecimientos. Si antes encontramos una bicicleta de paseo en la puerta de una librería, ahora vemos otra colgando de una pared. Que se use como decoración, despojada de su finalidad práctica, desvela una de las claves de la Malasaña molona: la ficción. La yuxtaposición anacrónica de objetos, la mezcla de colores y materiales, y de ambientes irreconciliables (uno de los bares del barrio tiene un sótano con paredes de ladrillo blanco y el suelo cubierto de arena de playa)… En cualquiera de estos locales, uno tiene la sensación de estar rodeado de atrezo, de ser un participante más de un drama coral donde todos tienen su parcela de protagonismo. Es una falsedad explícita y orgullosa de sí misma. Lo que diferencia un local hortera de otro posturista es que el primero muestra una versión pretenciosa y cutre de la realidad mientras que el segundo ha roto los moldes y se ha convertido en escenificación pura.

En Malasaña hay un supermercado llamado biológico donde venden 200 gramos de pan con semillas a casi cuatro euros

El teatro llega al extremo en la oferta gastronómica. En Malasaña hay un supermercado llamado biológico donde venden 200 gramos de pan con semillas a casi cuatro euros. La Pecera ofrece helados sobre taiyaquis, que son unos peces de galleta japoneses. Y los sándwiches y burritos de algunos escaparates lucen perfectos y coloridos, estos sí, barnizados. El destino de esa comida no es nutrir sino adornar la mano y luego el organismo. La metáfora perfecta para interpretar este submundo es la hamburguesa gourmet. Se lo explico a El Figa. La idea de la hamburguesa es primordialmente americana, pero se maquilla de aventura y diversidad: quince tipos de pan, cuarenta tipos de especias, carnes y quesos de extracciones exóticas. Pero al final es lo que es: una hamburguesa yanqui, es decir, capitalismo puro disfrazado de cosa alternativa.

—Yo no sé qué necesidad tienes de soltarme esa turra, macho. Sólo te he dicho que si cenamos en un burger. ¡Si no quieres, vamos a otro lado y punto!—me grita El Figa, ojiplático perdido.

Necesitamos tu ayuda para realizar las obras en la Redacción que nos permitan seguir creciendo. Puedes hacer una donación libre aquí

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Esteban Ordóñez

Es periodista. Creador del blog Manjar de hormiga. Colabora en El estado mental y Negratinta, entre otros.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

1 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Marta

    Me está encantando la serie!!! Qué gran descubrimiento.

    Hace 7 años 2 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí