1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Sala de despiece

El Frente Nacional español

Uno de los efectos secundarios del ‘affaire’ catalán será la emergencia de un españolismo que de momento sólo se ve en la nueva decoración de las fachadas de viviendas, pero que no tardará en organizarse y expresarse políticamente

Sergio del Molino 30/09/2017

<p>Fachada con banderas españolas en el barrio de Chamartín (Madrid).</p>

Fachada con banderas españolas en el barrio de Chamartín (Madrid).

M.A.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Estamos produciendo una serie de entrevistas en vídeo sobre la era Trump en EE.UU. Si quieres ayudarnos a financiarla, puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

 

Como un sarpullido, a mi ciudad, y a muchas otras ciudades españolas, le han salido banderitas en muchísimos edificios. Balcones, ventanas, ventanucos, salientes y cornisas se visten de rojo y amarillo (¿gualda?). Lo que hasta hace nada era la excentricidad de un tipejo facha y un poco gagá con el que sus vecinos evitaban cruzarse en el ascensor se ha convertido en expresión mainstream. Las tiendas chinas que venden banderas, cuyo mercado se restringía a los domingos que el equipo local jugaba en casa, han visto expandidos de repente los horizontes de su negocio, y tal vez los talleres donde las estampan no den abasto estos días para atender los pedidos. Qué pena que el Antonio Alcántara de Cuéntame cerrara su negocio de banderas y banderines. Nos íbamos a forrar, Merche, se lamentará en el lecho conyugal.

La única bandera pacífica es la blanca que se ondea al rendirse. Todas las demás se diseñaron para ir a la guerra detrás de ellas, para plantarlas en tierra conquistada

Al final de mi libro La España vacía sostengo una esperanza ingenua. Venía a decir que la historia había librado a España de la podredumbre y el lastre de basura del nacionalismo y de la exaltación de lo patriótico. Cuarenta años de adopción de todos los símbolos y mitos del país por parte de una dictadura infecta los habían dejado tan podridos y apestados que no servían para nada. Nadie en la izquierda utilizaba su parafernalia de colorines, pero tampoco la derecha ha hecho exaltación, porque hasta el PP ha sido consciente de la antipatía y repelús que un exceso de rojos y gualdas provoca en los ciudadanos, y para convertirse en un partido de mayorías, que desbordase el núcleo duro de españolistas, era mejor usar unas gaviotas asépticas y corporativas, con un azul neutro y lavado de fondo. En resumen: el patriota español era un bicho raro, marginal, en absoluto representativo de una mayoría social, casi una caricatura costumbrista, un resabio folclórico. Esto explica en parte que no haya surgido en este rincón de Europa un equivalente al Front National, al UKIP, a la Liga Norte, a la Alternativa para Alemania o al Partido de la Libertad austriaco.

Los nacionalismos no españoles, sobre todo el catalán y el vasco, han crecido y se han hecho regímenes eternos gracias también a la falta de oposición de un nacionalismo español. En mi libro celebraba este estado de cosas: qué gusto vivir en un país sin banderas, un país donde la retórica patriotera no forma parte de la discusión política ni erosiona la convivencia con su histeria irracional y sentimental.

Esto se acabó. Supongo que uno de los efectos secundarios del affaire catalán será la emergencia de un españolismo que, de momento, sólo se ve en la nueva decoración de los edificios de viviendas, pero que no tardará en encontrar una forma de organizarse y expresarse políticamente. Estamos a punto de ver nacer un Frente Nacional español. Solamente falta un caudillo, un pirado carismático y oportunista con capacidad de seducción. Se me ocurren dos o tres posibles candidatos a Le Pen local, pero no diré sus nombres, no vayan a animarse.

Cuarenta años de adopción de todos los símbolos y mitos del país por parte de una dictadura infecta los habían dejado tan podridos y apestados que no servían para nada

En el fondo, nos está bien empleado. Por confiarnos, por creer que ese sentimiento estaba superado y era cosa de cuatro fachas con un pie en la tumba o de media docena de perturbados sin fuerza ni capacidad para meter miedo a nadie. Subestimamos el monstruo y ahora el monstruo nos va a pegar unos cuantos mordiscos. Podemos agradecérselo amargamente a quienes han tensado la cuerda hasta romperla en Cataluña, pero tampoco eso es un consuelo: con culpables o sin ellos, lo cierto es que nos va a tocar ver cómo nuestros vecinos se van volviendo más hoscos, más primarios, más intratables. No hay vuelta atrás, la tormenta está encima de nosotros.

El otro día me llamó un periodista francés, a propósito de una entrevista que me habían hecho en Le Monde, para plantearme un par de preguntas sobre “la situación”. Una de las primeras fue: “¿Qué opinan los españoles?”. Respondí que no existen los españoles, como no existen los catalanes, que no se puede reducir la complejidad de una sociedad abierta y moderna a unas categorías tribales tan banales. Cada español y cada catalán (que no son más que categorías administrativas) opinará una cosa y la contraria según el momento del día en que se le pregunte. Y mientras hablaba, me daba cuenta de que el del discurso marginal era yo, que ya somos pocos los que creemos que no hay catalanes ni españoles, que nos hemos convertido en los vecinos raros a los que se evita en el ascensor.

Y sé que las banderas llevan mucho tiempo cubriendo Cataluña, y que se habla ahora de expresión pacífica de un sentimiento, pero no puede haber paz con banderas. La única bandera pacífica es la blanca que se ondea al rendirse. Todas las demás se diseñaron para ir a la guerra detrás de ellas, para plantarlas en tierra conquistada. Salir con una bandera, sea cual sea, es un gesto intrínsecamente agresivo, incompatible con una voluntad de paz y convivencia. Quienes queremos convivir de verdad guardamos los trapos en los cajones de la cocina.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Sergio del Molino

Juntaletras. Autor de 'La mirada de los peces' y 'La España vacía'.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

22 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Le Progressier

    Podemos está siendo cómplice de todo lo que ha alimentado el secesionismo en las últimas décadas, desde el totalitarismo lingüístico (el Gobierno de Barkos acaba de obligar a las empresas que quieran trabajar con las administraciones públicas navarras a formar a sus trabajadores en euskera) hasta el plurinacionalismo (que legitima el unilateralismo, puesto que no hay nación sin soberanía). No hay que obligar a más que a lo imprescindible, por lo que imponer el conocimiento de una lengua distinta del espanyol debería ser ilegal. Podemos ha renunciado a la defensa de la unidad del país que aspira a gobernar, a la posición más transversal que existe. Ha regalado la Moncloa a Albert Rivera y debe pagar por ello. Por cierto, el ideal de una nación que protege a todos en igualdad, el mismo por el que lucharon los revolucionarios franceses, es el más progresista que puede haber. Suprimamos las Autonomías, fuente de disfuncionalidad y discordia, y construyamos sistemas nacionales de educación y sanidad.

    Hace 6 años 1 mes

  2. Martinez "er facha".

    Osea que el que la gente, independientemente de su signo politico empiece a recuperar la bandera del pais fuera de "españa a ganado X copa" es algo "malo", es algo malo que cualquiera pueda llevar con orgullo su bandera en lugar de que solo puedan hacerlo los fachas de derechas, que bonito es vivir en un pais sin banderas y tenemos una parte del pais llena de banderas no ya que representen a una poblacion si no a una linea ideologica y antidemocratica para mas inri, pues oye, yo me alegro de ver que la gente de izquierdas y centro ahora se pongan una bandera española en su ventana, por mucho que sea para contrarestar los delirios de grandeza de los secesionistas catalanes, si eso vale para recuperar nuesta bandera de las garras de los fachas que la han hecho suya bienvenido sea.

    Hace 6 años 8 meses

  3. 3011703

    Como siempre se aprende algo aun de quien menos puedas esperarlo, sea como ejemplo de lo acertado o desacertado y eso hace reflexionar sobre nuestras propias convicciones, o debería, he vuelto a pasar por aquí y se me abre el alma al ver ese "abríamos" que escribí en ligar del habríamos que debería y quería poner. Por lo demás todo igual, tanto hondear banderas no nos deja ver ni el problema ni mucho menos la solución, siempre defendí el que se hiciera un referéndum y acatar el resultado, considero que esta pantomima de referéndum no tiene sentido defenderla y la desproporcionada, bochornosa e inhumana forma de impedirlo es no solo indefendible sino hasta punible. Espero que haya suficientes catalanes y españoles con la suficiente claridad de ideas y sincero amor por su país como para poner cordura a esta locura, hoy por hoy después de la soberbia, la inepcia y la falta de inteligencia de unos y otros realmente se ha producido lo que unos buscaban y los otros decían querer evitar, la fractura entre Cataluña y España, eso ya no se puede evitar. Ciertamente creo que insistir en componendas y reconciliaciones sin cambiar el modelo y las bases de la convivencia entre Cataluña y España es engañarnos a nosotros mismos y emponzoñar mas la situación, creo también creo que quienes nos han llevado a esta situación no tienen ni la capacidad ni la legitimidad para llevarlo a cabo en ningún caso. Por el bien de las futuras generaciones espero que la honradez y la inteligencia salgan adelante por una vez. Suerte a todos y reflexionemos, de verdad, es un ruego, seamos humildes pero valientes, gracias.

    Hace 6 años 8 meses

  4. Fernando

    Además de juntaletras, rojo.

    Hace 6 años 8 meses

  5. Pere

    Nose yo veo a VOX, veo al PP y veo que en parte se equivoca cuando dice que no hay un partido nacionalista español, será que no ha visto como gobierna el PP en baleares

    Hace 6 años 8 meses

  6. Tony

    Millones de esteladas y este tipej0 no dice nada, ve 4 rojigualdas y sele ponen los pelos de punta.....jajajajaja a quien quieres engañar?

    Hace 6 años 8 meses

  7. Pablo

    Osea, que los que cuelgan la bandera española son los fachas. Seguimos igual. Tú sí que eres casposo y rancio, como tanto izquiersitas que presume de progre y está acartonado. Se os acaba el rollo. La historia os arrolla.

    Hace 6 años 8 meses

  8. Pau

    Uffffff, entiendo que los comentarios son de habituales de ctxt? Chic@s, si me queréis leer aviso con antelación: soy de los que ha estado cubriendo catalunya con banderas estos últimos años. Solo un par de cosas: 1. Hay tipos y tipos de banderas y nacionalismos, algunos son defensivos otros de conquista creo que las imágenes de ayer clarifican bastante cuál es cuál. 2. No es taaaan grave, qué es lo que os duele de que CAT se marche (si así lo quieren los catalanes)? El cambio en el mapa? La "historia" compartida? (que podemos seguir compartiendo como estados hermanos) La selección española? Yo llevo toda la vida viviendo en un estado (españa) por el que no me siento representado -no hablo de tener razón sino de lo que siento- y la verdad es que tampoco se acaba el mundo, podría vivir con ello, ahora bien si hay la oportunidad pues adelante. Lo que no podría vivir toda la vida es en un estado que trata a demócratas pacíficos (con más o menos razón) como lo hizo ayer. Vosotros si? Saludos fraternales

    Hace 6 años 8 meses

  9. Mark

    Muy acertado y oportuno, Sergio. Gracias. Y a los que os dais por ofendidos o aludidos, ya se sabe. La gallina que canta es la que pone el huevo.

    Hace 6 años 8 meses

  10. CIUDADANO

    Creo que los pobres han picado con esto del patriotismo y la unidad de España, por que la derecha española sabia que todo este tinglado que se ha montado era para tapar la corrupción del PP durante estos meses por que ellos ya sabían que una vez que se proclamara la independencia todos los responsables irían a la cárcel sin tanta logística policial y gastar tanto dinero publico.

    Hace 6 años 8 meses

  11. Rafael

    Lamentable delirio colectivo de una parte interesada de la sociedad catalana. Es necesaria una respuesta de choque, proporcionada y aséptica contra la sinrazón de un sentimiento ficticio de superioridad violento y sibilino. A brindar con Sidra El Gaitero.

    Hace 6 años 8 meses

  12. Elisa

    Gracias Sergio por tu artículo . Entre pena y miedo lo que estoy viendo . Te he leído y he sentido que reflejabas mi pensamiento y mi sentimiento . Creo que también soy rara.

    Hace 6 años 8 meses

  13. 3011703

    Has abierto la caja de los truenos, no tienes mas que leer los comentarios. Desde siempre, y ya tengo bastantes años a la espalda, los muy españoles y mucho españoles han utilizado la bandera como arma, como escusa o como lona para cubrir sus aberraciones, no deberían culpar a los demás de esa imagen, pero es que ademas la bandera que deberían adorar es la que tiene una cruz blanca sobre fondo rojo. Naturalmente es opinión, creo que moderada y tolerante por supuesto. Ojala defendiesen lo que oficialmente representa con tanto ahínco y fervor, en ningún caso abríamos llegado a este punto. Solo siento tristeza, tristeza por los catalanes y tristeza por los españoles. Firmado: uno que ya vislumbra a Cerbero.

    Hace 6 años 8 meses

  14. Angélico

    Hombre Sergio, la situación administrativa de ser catalán, se cambia con la residencia y pues hacerte aragonés, riojano o vasco en una sola semana. Dejar de ser español es bastante más complicado. Para empezar necesitas que alguien te acoja, y no es tan fácil. En fin, las comparaciones siempre son odiosas

    Hace 6 años 8 meses

  15. jose

    Premio mis cojones. Creo que el sarpullido ese que te sale cada vez que ves una bandera de españa te va a durar toda la vida.

    Hace 6 años 8 meses

  16. Cocido catalán

    Nefasto artículo falto de análisis y lleno de juicios previos de intenciones ajenas. El secuestro que el franquismo hizo de la bandera de España lo convalidan escritores y opinadores fatuos como este señor, que debería pensar un poco antes de escribir con tanta irresponsabilidad.

    Hace 6 años 8 meses

  17. Elemebe

    No, Sergio, éste nunca ha sido un país sin banderas. Por desgracia ha sido y es, cada vez más, un país con demasiadas banderas que nos dividen y ninguna que nos une porque la que debería unirnos se identifica con aquellos que la monopolizaron durante 40 años y la han seguido monopolizando, como si fuera sólo suya y contra otros, durante 40 años más, con el consentimiento de una izquierda acomplejada que con sus fobias y contradicciones les ha dejado el campo libre. Junto con la ausencia de letra de nuestro himno, no deja de ser otro reflejo del profundo cainismo que nos diferencia de cualquier otro país del mundo.

    Hace 6 años 8 meses

  18. Vicen

    Hola, Sergio. Obvias para mí algo fundamental. Existe mucha gente que enarbola una bandera, en este caso la española, desde el sentimiento sano y profundo, indentitario no exento de orgullo, pero de ideología no extrema. Que puede surgir ahora un Frente Nacional no es descartable, aunque poco probable. Estoy convencido de que la inmensa mayoría de los que sacan sus banderas a la calle o las cuelgan de sus balcones son simplemente ESPAÑOLES que quieren que España siga siendo lo que es, con Cataluña dentro. Lo digo respetando todas las opiniones y sentimientos, y desde mi más profundo antiradicalismo,, de derechas y de izquierdas.

    Hace 6 años 8 meses

  19. Pedro

    El momento es lo bastante grave y delicado como para perder el tiempo en leer artículos como éste que no dicen absolutamente nada. Piense un poco antes de lanzarse a escribir, Sr. Del Molino. Lo suyo son las ocurrencias. Éste suele ser un medio serio donde priman los análisis responsables.

    Hace 6 años 8 meses

  20. Domingo

    De todo el artículo, sólo puedo decir que estoy absolutamente de acuerdo con el siguiente párrafo: "Y sé que las banderas llevan mucho tiempo cubriendo Cataluña, y que se habla ahora de expresión pacífica de un sentimiento, pero no puede haber paz con banderas. La única bandera pacífica es la blanca que se ondea al rendirse. Todas las demás se diseñaron para ir a la guerra detrás de ellas, para plantarlas en tierra conquistada. Salir con una bandera, sea cual sea, es un gesto intrínsecamente agresivo, incompatible con una voluntad de paz y convivencia. Quienes queremos convivir de verdad guardamos los trapos en los cajones de la cocina."

    Hace 6 años 8 meses

  21. Pascual

    Yo soy de los que ha puesto la bandera española en el balcón y no ha sido como muestra de españolismo intolerante, sino que quiere reivindicar la Constitución Española, y por eso también la cuelgo el 6 de diciembre, y nunca en casos deportivos.

    Hace 6 años 8 meses

  22. JVilella

    Sergio,estoy bastante en desacuerdo, empezando por el aparentemente silencioso nacionalismo español que describes. Lo que pasa es que no ha sido necesario porque tenia toda la maquinaria (y sigue teniendo). En fin. Tómalo como un comentario y por mi parte: ¡ muchas gracias por escribir tus ideas!.

    Hace 6 años 8 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí