Investigadores, personal relacionado con departamentos de innovación y desarrollo... El empleo relacionado con la ciencia y el I+D es habitual en los distintos ámbitos laborales de un país: desde centros de educación y profesionalización como las universidades hasta industrias productivas de bienes y servicios. En España, el porcentaje de población activa –personas que trabajan o buscan empleo– dedicada a este ámbito laboral es del 0,88%, muy alejado de la media europea, situada en el 1,17%, según datos del Observatorio de Investigación e Innovación para el año 2015.

Esto supone que, en términos de innovación, nuestro país se encuentra retrasado frente a otros países del entorno en la concepción y creación de nuevos conocimientos, productos y sistemas de I+D. Ocurre lo mismo si los datos se desagregan y se analiza el ámbito académico y científico: solo el 0,53% de la población activa de España está orientada a estas labores investigadoras, frente al 0,75% de la UE, el 0,76% de Portugal o el 0,91% de Francia (en 2014). 

Por su parte, la distribución de los investigadores entre el sector público y privado arroja una media muy equilibrada en la región: el 0,37% de la población activa de la UE pertenece al sector privado, y el 0,38 al público. En España, el porcentaje es mayoritario en este último, con el 0,34%, frente al 0,20% del privado. Esta dinámica es similar en Países como Portugal, Italia o Reino Unido, mientras que Francia demuestra un peso mucho mayor en su sector privado laboral. 

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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el barómetro Número de investigadores, como porcentaje de la población activa, y en comparación con el total de personal en I+D ¿Cuánto invierten los países en I+D?, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.