En octubre de 2016, la Asamblea de Madrid aprobó por unanimidad la creación de la Comisión de Seguimiento Documental para averiguar el paradero de los niños robados, cambiados, adoptados irregularmente y desaparecidos en la Comunidad de Madrid. El objetivo de esta PNL era ayudar a «las personas adoptadas víctimas de esta situación de sustracción a conseguir la documentación referente a su adopción, incluida en el Registro Civil». El pasado mes de enero, tras meses de protestas por la no aplicación de la PNL, el gobierno de Cristina Cifuentes creó finalmente la Comisión, además de comprometerse a la activación del Banco de ADN, clave en la obtención y contraste de datos.  

Las principales fuentes de información para tomar esta decisión por parte de todos los grupos políticos madrileños son las historias clínicas de las distintas maternidades bajo sospecha. En concreto, los centros investigados son el 12 de octubre, La Paz, el Hospital Universitario Santa Cristina y, dentro de los centros privados, el Sanatorio San José, San Ramón y Nuestra Señora del Rosario. Estas clínicas, tanto las públicas como las privadas, deben contestar inmediatamente a la opinión pública, entregando las historias de maternidad para aclarar esta cuestión.

El punto de arranque de los niños cambiados, vendidos, robados y adoptados irregularmente está basado en la ausencia de identificación real en el momento del nacimiento. A este respecto, el Servicio de Matronas del Hospital de Fuenlabrada publicó un trabajo en la revista Matronas¹ en el que sostiene que “la correcta identificación del recién nacido es un derecho y una garantía de seguridad para este y para el personal que le asiste durante su estancia en el hospital”. Según las matronas, las tomas de muestras se hicieron por personal “no preparado, sin la tinta y papel adecuado, y sin la lupa de seis aumentos necesaria para su comprobación”. El dictamen de la Policía Científica, convocada en el lugar, sostuvo que ninguna era “identificable”. También subraya que “la técnica de recogida de huellas, para ser de calidad, exige ser llevada a cabo por personal preparado y cualificado”.

Durante el Seminario Internacional sobre la Violencia contra los menores celebrado en Madrid en 1997, en la ponencia Derecho del recién nacido a su plena identidad, se presentó un estudio desarrollado en maternidades por la Dirección General de la Policía en su Área de la Policía Científica, con la que colaboré personalmente, en el que se afirma que en “todos los casos estudiados se obtuvieron dactilogramas identificables”.

La técnica dactiloscópica se utiliza desde finales del siglo XIX en otros países y hasta ahora no ha sido sustituida por otros sistemas más modernos. Estos servicios de identificación funcionan desde hace más de 80 años, por ejemplo, en las maternidades argentinas. En el país sudamericano se toman las huellas dactilares, palmares y plantares, al nacer el niño y al ser dado de alta, para evitar su confusión. Los técnicos en identificación no realizan ninguna función médica hospitalaria. Su misión es la identificación la madre-hijo al nacer y al alta hospitalaria. La garantía es máxima, y el archivo se puede consultar en cualquier momento. Además, se dan cursos de formación con titulación, perfección y expansión para cumplir con la Ley. En España, lo que se cumple a la perfección es únicamente la identificación de los animales, principalmente por el torso, en los casos de caballos de carreras y perros.

En la Convención de los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1989, aprobada en España por unanimidad por parte de todos los grupos políticos, en sus artículos 7 y 8, se dice lo siguiente: “Todo niño en el momento de nacer tiene el derecho a ser identificado y registrado”. Si un niña o una niña pierde su identidad, el Estado tiene la obligación de devolvérsela. Casi 30 años después, las maternidades españolas carecen hoy del servicio de identificación, guardia, custodia y entrega con personal cualificado y titulado en identificar a los recién nacidos que pueden significar una garantía.

Estos sucesos lamentables se seguirán produciendo mientras el personal de las maternidades no esté cualificado. Fuentes informadas indican que esto se puede comprobar en cualquier clínica pública o privada del país. Las maternidades citadas deberían de dar una respuesta clara a los ciudadanos para la tranquilidad general, y dar así confianza en el sistema de salud español y evitar peligrosísimos equívocos.

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Antonio Garrido-Lestache es médico-pediatra, promotor del Sistema de Identificación del Recién Nacido por dactiloscopia, excoordinador del Comité de Identificación del Recién Nacido de la Asociación Española de Pediatría y consultor internacional para la Implementación del DNI, según la doctrina de la Convención de los Derechos del Niño.

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Notas
1. Revista Matronas. Profesión. 2012. 66-72.