En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Aporta aquí
Los grandes temas de la actualidad, grandes por su significado más que por su importancia, Cifuentes, los Presupuestos y las Pensiones, pues el Paro es un tema permanente, parecen indicar una ligera inflexión en la integridad franquista del Gobierno, aunque no sea verdad y se haya visto obligado por las circunstancias a declarar que los Presupuestos del 2018 son los más “sociales” de la democracia. Por lo que podríamos pensar con optimismo, en vista del buen tiempo primaveral, que estamos asistiendo a los últimos estertores del franquismo, después de cuarenta años de agonía, con respiración asistida, en la UVI, que lo ha mantenido vivo, más allá de todas las esperanzas, en paralelo a los cuarenta años de vida operativa, con el gotero de las democracias occidentales, como seguro de salvación. La Constitución franquista, creada por una gran mayoría de políticos del antiguo régimen y una escasa minoría de políticos de izquierdas, apenas salidos del agujero del subsuelo, temerosos y tímidos, con un pie en España y el otro en el exilio, es la más elocuente confirmación de la lucidez de Lampedusa, el de El Gatopardo, cuando dijo que “todo cambie, para que todo siga igual”. La dialéctica de la defensa del PP es la misma que la del franquismo, apoyada en dos únicos argumentos, repetidos hasta la vergonzosa saciedad.
Todos los males de España proceden de la misma causa, la mala política de las izquierdas, pagadas por el oro de Moscú o por el petróleo venezolano. Y el insulto, en distintos grados de transparencia, para denigrar y desprestigiar a cualquier disidente. La larga lista de la corrupción política, alimentada fundamentalmente por gentes del PP, producto de su impunidad, es otra referencia que recuerda las prácticas del franquismo, basadas en la idea de que España es una finca de su propiedad particular, su caladero privado. Y la mentira, como técnica de comunicación, era la gran baza de la propaganda franquista y lo sigue siendo del PP. La gran mentira de los Presupuestos del 2018 es la mayor demostración de ese franquismo latente del Gobierno, que aumenta las dotaciones de Fomento, es decir, de las Empresas y de Defensa, es decir, del Ejército, mientras que las subidas en Educación y Sanidad son minúsculas y la de las Pensiones es ridícula y con condiciones. Y, fieles a su tradición, el tema de Cataluña resucita en el PP las mismas reacciones que provocaban los enemigos del régimen, con Franco, cárcel, exilio y violencia callejera.
Pero, la derecha más lúcida empieza a darse cuenta que ese camino no conduce a ninguna parte, salvo a la pérdida de votos, al descrédito y a la burla.
CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El...
Autor >
Luciano G. Egido
Es escritor y periodista. Autor de numerosas novelas y ensayos por los que ha obtenido diversos premios.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí