Análisis
El ascenso económico de Madrid
El creciente peso de los servicios impulsa la concentración de actividad económica, empleo y población en la capital de España
Carlos Vacas Soriano 20/03/2019
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La Comunidad de Madrid ha reforzado su importancia como polo regional que concentra cada vez más actividad económica, empleo y población del conjunto de España. Esto supone la continuación de una tendencia iniciada décadas atrás y que está relacionada con el aumento del peso de los servicios y la caída de la industria en la estructura económica del país. El aumento del peso económico de los grandes núcleos urbanos, especialmente las capitales, es un fenómeno común al resto de los países de nuestro entorno.
Concentración regional de la actividad económica
España ha registrado una importante expansión económica en las últimas dos décadas que ha beneficiado en mayor o menor medida a todas sus regiones, aunque la crisis marca un claro antes y después. Entre los años 2000 y 2008, el avance económico fue generalizado en todas las regiones españolas (con tasas de crecimiento de entre un 60 y un 80%). Sin embargo, la crisis ha provocado una acumulación regional de la actividad económica: esta divergencia entre regiones se debió a que las zonas que concentran una mayor actividad económica (Cataluña y Madrid y, en menor medida dado su menor tamaño, el País Vasco) recuperaron ya en 2016 sus niveles económicos anteriores a la crisis, cosa que no ocurrió en muchas otras regiones españolas.
El Gráfico 1 muestra el porcentaje que cada región representa sobre el producto interior bruto (PIB) español en el año 2000 y su cambio (en puntos porcentuales) en el periodo 2000-2016. La divergencia causada por la crisis explica la existencia de una ligera divergencia también durante el conjunto del periodo, que se debe enteramente a la creciente concentración de actividad económica en la Comunidad de Madrid y Cataluña. Sin embargo, el hecho sin duda más destacable es el ascenso económico de la primera, que ha aumentado de forma significativa su peso económico sobre el conjunto del país, mientras que el de Cataluña ha crecido solo marginalmente, el de Andalucía se ha mantenido estable y el de la Comunidad Valenciana y el País Vasco ha disminuido. Madrid ha incrementado en 1.2 puntos porcentuales su peso económico y ha prácticamente igualado el peso económico de Cataluña, representando cada una alrededor del 19% del PIB del país en 2016.
Gráfico 1. Proporción que cada región representa sobre el PIB español y cambio (en puntos porcentuales) durante el periodo 2000-2016. Fuente: Eurostat.
Más empleo y población en la capital
Al contrario de lo que ocurrió con la actividad económica, no se ha producido una acumulación de la población y el empleo españoles en las regiones más pobladas. El Gráfico 2 muestra el cambio entre 1998 y 2017 del porcentaje de la población y el empleo español que se concentra en cada región del país. Se observan notables aumentos del peso poblacional tanto en regiones más pobladas (Cataluña o la Comunidad Valenciana) como en regiones menos pobladas (Canarias, Murcia o Baleares), mientras que se observan caídas del peso poblacional en regiones poco pobladas (Extremadura, Asturias o Aragón) y también en regiones más pobladas (Galicia, País Vasco o Castilla-León).
La imagen es muy similar en cuanto al porcentaje del empleo total español que se concentra en cada región, con dos importantes excepciones de signo opuesto: Andalucía consigue aumentar notablemente su peso relativo sobre el empleo nacional, mientras que Cataluña sufre un retroceso en el suyo. Esta caída del peso relativo de Cataluña se debe en gran medida a que la caída general del empleo en el sector industrial que afecta a todo el país tiene mayores efectos en el caso catalán por ser de largo la comunidad con más trabajadores industriales.
Madrid emerge de nuevo como el polo que más refuerza su posición, pues es la región que más aumenta su participación en el total de la población y, sobre todo, el empleo de España (en 0.8 y 1.6 puntos porcentuales, respectivamente). Madrid ha alcanzado a Andalucía y concentra en 2017 alrededor del 15.5% del empleo nacional, situándose más cerca de Cataluña (17.4%).
Gráfico 2. Cambio en la proporción que cada región representa sobre el empleo y la población española durante el periodo 1998-2017 (en puntos porcentuales). Fuente: Eurostat.
Tendencias variadas en la actividad económica por habitante
El indicador de nivel económico más comúnmente usado es el PIB por habitante, que observa conjuntamente los cambios en la actividad económica y en la población presentados anteriormente. El gráfico 3 muestra los niveles iniciales de este indicador y su cambio durante el conjunto del periodo en las regiones españolas.
Los cambios en los niveles de población van muchas veces en la misma dirección que aquellos en la actividad económica, dando lugar a una imagen más variada en la evolución de la actividad económica por habitante que en la total. Por ejemplo, las regiones de Cataluña, Baleares o Murcia han aumentado su peso económico en el país, pero también el poblacional, lo que ha resultado en caídas en sus niveles de PIB por habitante. Por el contrario, la caída del peso poblacional sobre el total español del País Vasco, Extremadura, Galicia, Castilla-León, Aragón y Asturias explican la mejora de los niveles de PIB por habitante en estas regiones, a pesar de que todas ellas (con la excepción de Galicia) han perdido peso económico sobre el conjunto de la economía española.
De nuevo, es notable lo que ocurre en la Comunidad de Madrid, que ya tenía el mayor nivel económico al inicio del periodo (seguida por Navarra, Baleares, País Vasco y Cataluña). A pesar de ser la región que más ha aumentado su peso poblacional, la gran concentración de actividad económica que ha tenido lugar en dicha comunidad ha conseguido reforzar su posición de liderazgo en términos de PIB por habitante, un 36% superior al del conjunto del país en 2016.
Gráfico 3. Niveles de PIB por habitante y cambio (en puntos porcentuales) durante el periodo 2000-2016. Fuente: Eurostat.
La terciarización de la economía y el despegue de las capitales
Esta tendencia hacia el incremento del peso económico y poblacional de Madrid está íntimamente ligada al peso creciente del sector servicios y el peso decreciente de la manufactura en la economía, sobre todo en términos de empleo.
Cuando la industria era más importante, la actividad económica se podía concentrar en lugares que no precisaban de la cercanía de grandes núcleos urbanos. A medida que el sector servicios incrementa su presencia, la actividad económica se va concentrando en los núcleos urbanos más poblados, pues los servicios se prestan a las personas y precisan de su cercanía. Además, el sector servicios es mucho más intensivo en mano de obra que la manufactura, dada la mayor productividad y tecnificación de esta última, lo que también explica la creciente acumulación de población y empleo en los grandes núcleos urbanos, principalmente las capitales.
Este proceso explicaría el mejor comportamiento económico de Madrid en comparación con Cataluña y el País Vasco, más asociados tradicionalmente a la industria. Durante las últimas dos décadas y continuando una tendencia que ya estaba en marcha, Madrid ha acumulado más actividad económica y ha creado más empleo que estas otras dos regiones en sectores de servicios como los financieros y de seguros, comercio y hostelería, actividades inmobiliarias, actividades profesionales, científicas y técnicas o actividades administrativas y servicios auxiliares.
Esta tendencia hacia el incremento del peso económico y poblacional de los grandes núcleos urbanos, especialmente las capitales, no es exclusivo de España (donde Madrid, y también Barcelona, emergen como ejemplos). Es un hecho generalizado entre los países de nuestro entorno, europeo y global, que también comparten la creciente terciarización de sus economías. Esto supone la emergencia de nuevos retos a los que nuestras sociedades deberán adaptarse. Por ejemplo, la pérdida de puestos de trabajo relativamente bien pagados en la industria que contribuye al descontento de importantes segmentos de la sociedad. O una creciente demanda sobre el alquiler y compra de vivienda en los grandes centros urbanos, y su encarecimiento si no se encuentran las soluciones adecuadas. ¿Les suena?
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Carlos Vacas Soriano es investigador de la Fundación europea para la mejora de las condiciones de vida y trabajo (Eurofound) y doctorado por la Universidad de Salamanca.
La Comunidad de Madrid ha reforzado su importancia como polo regional que concentra cada vez más actividad económica, empleo y población del conjunto de España. Esto supone la continuación de una tendencia iniciada décadas atrás y que está relacionada con el aumento del peso de los servicios y la caída de la...
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Carlos Vacas Soriano
Es investigador de la Fundación europea para la mejora de las condiciones de vida y trabajo (Eurofound), doctorado en Economía aplicada por la Universidad de Salamanca.
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