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Las cifras de la operación asustan: 126 millones por un chico de 19 años que lleva poco en la élite. Ese es el precio que el Atleti está dispuesto a pagar al Benfica por la promesa portuguesa Joao Félix, lo que le convierte en el fichaje más caro hecho nunca por la entidad colchonera y en uno de los mayores desembolsos en la historia del fútbol. ¿Significa esto que los rojiblancos se equiparan ya económicamente a los equipos más fuertes del mundo? ¿Se le acaba así a Simeone la excusa del presupuesto y su lema de que son “el equipo del pueblo” y se le tiene que exigir lo mismo que al Real Madrid y al Barcelona? ¿Es un despilfarro que pone en riesgo las cuentas del club? 

El Atleti mantiene una constante en los últimos años en la época de contrataciones que sus aficionados conocen bien. Invierte en fichajes prácticamente lo que recibe por ventas. En el momento de escribir este artículo y según los datos de la página especializada Transfermarkt, el balance de gastos e ingresos del club rojiblanco entre las temporadas 2011-12 y 2019-20 (plazo que coincide con la presencia de Simeone) arroja un saldo negativo de 71,66 millones de euros. Una cifra que podrá variar algo al final del presente mercado de fichajes pero no sustancialmente. No parece excesivo para un club del nivel del Atleti que en nueve años solo se haya gastado 71 millones más de lo que ha ingresado. Especialmente si comparamos el dato con los de Real Madrid y Barcelona. En el mismo tiempo, los merengues se gastaron 410,30 millones más de lo que ingresaron mientras que los azulgranas invirtieron 458,87 más de lo recibido. Eso en España. Porque a nivel internacional las diferencias son abismales. Por ejemplo, el saldo del Manchester City en estos años es negativo en  816,02 millones y el del PSG en 752,15 millones.

Esa política es la que ha seguido el Atleti en el caso de Joao Félix. Se puede meter en este nivel de gasto porque por otra ventanilla va a recibir 120 millones por Griezmann. Y sí, ya sabemos que de esa cantidad, un 20% se lo lleva la Real Sociedad, es decir que a los madrileños les quedan 96 millones limpios. Las cuentas son fáciles. El gasto neto en hacerse con una de las mayores promesas del fútbol europeo es de apenas 30 millones. ¿Se vería de otra manera el fichaje si el Benfica lo hubiera vendido desde el principio por esa cantidad, que es la que de verdad va a invertir el club rojiblanco? Da la sensación de que financieramente no está tomando unos riesgos inasumibles sabiendo, además, que va a afrontar esa operación en varios plazos. Tengamos en cuenta, además, que La Liga ejerce un control económico estricto sobre las cuentas de los clubes y no dejaría realizar esta operación si no fuera viable. Es más, su margen de maniobra económico va a ser mayor en la próxima campaña que en la anterior al quitarse fichas importantes, en especial la de Griezmann y sus más de 20 millones de salario.

Es evidente que el Atleti de 2019 no es el de 2011. Hace ocho años tenía 130 millones de presupuesto y ahora está en 400. Pero es que el del Barcelona está en 960 millones. Y el del Real Madrid en 752 (datos de la temporada 18-19). ¿De verdad que por la operación Joao Félix hay alguien que puede pensar que el Atleti está en el mismo escalón financiero que merengues y culés o que otros trasatlánticos del fútbol europeo? Sigue habiendo menos diferencia a nivel de presupuesto entre el Atleti y el Valencia o el Sevilla que con los del Camp Nou y el Bernabéu. Eso no significa que los rojiblancos tengan que compararse con levantinos y andaluces pero no está de más recordar con datos el potencial con el que parten cada año los equipos. Que el Atleti es rico o mucho más rico que 17 equipos de la Liga y que está obligado a quedar por encima de ellos a final de temporada es tan obvio como que sigue estando bastante lejos de los más poderosos. Concretamente tiene a 12 clubes en Europa que ingresan anualmente más que él, según el último informe de la consultora Deloitte que encabezan, como no, Real Madrid y Barcelona. Resulta llamativo que con estas diferencias de partida haya quién le llame conformista a Simeone, al técnico que desde que llegó no ha hecho otra cosa que intentar plantar cara a los dos clubes más grandes del mundo y que llegó a calificar como un fracaso perder ante uno de ellos una final de Champions por penaltis.

Que no le quede duda a nadie de que si el Atleti ha crecido y puede afrontar una operación como la de Joao Félix es gracias a Simeone. Él ha sido fundamental en la evolución  de Griezmann, que en cinco años ha pasado de ser un jugador más a una de las principales figuras del mundo por el que pagan 120 millones (y más que podrían haber pagado si su cláusula hubiera sido más alta); de impulsar a Lucas, un chico de la cantera que se ha convertido en el defensa por el que se ha pagado más dinero de la historia; de revalorizar a Rodrigo para que valga más de tres veces lo que se pagó por él hace apenas un año. Y sí, es verdad que es el entrenador que más cobra. Pero pongan en una balanza lo que ha hecho crecer al club a todos los niveles  y su salario, a ver qué balance sale y si compensa.

El Atleti lo que está haciendo es aprovechar una serie de circunstancias favorables para acometer una operación que de otro modo le hubiera sido imposible realizar. Es evidente que sin la venta de Griezmann no hubiera podido contratar a Joao Félix. Esta era su oportunidad de poder hacerse con un jugador que promete mucho y al que casi todos los grandes clubes del continente tenían en el radar. ¿Se imaginan si el chico firmara este año o el que viene por un Real Madrid, Barcelona, PSG, City o United? Sería imposible sacarlo ya de allí en unos cuantos años. Era ahora o prácticamente nunca.

¿Hay riesgos en su fichaje? Claro, los deportivos. Puede que al final no llegue al nivel que se presupone, que no encaje en el esquema de Simeone o que la presión que va a tener por su coste sea una losa. ¿Pero alguien tiene la seguridad cuando se ficha a un jugador de que va a ser un éxito? Casos tenemos de sobra de futbolistas que ilusionaban mucho y que no cumplieron con las expectativas. En cualquier caso, y a pesar de las exigencias internas y externas que va a haber sobre Joao, convendría darle un tiempo antes de hacer juicios definitivos sobre el acierto o no de su contratación. Les voy a dar unos datos. Cristiano Ronaldo se marchó al Manchester United con 18 años. En su primera temporada, apenas marcó seis goles entre todas las competiciones en Inglaterra, solo cuatro en Liga. Y en su segundo curso anotó nueve en total, cinco de ellos en Liga. Y en su tercera campaña, solo pudo elevar esa cifra a 12 tantos en global, nueve en Liga. Hasta su cuarto año no empezó a tener números importantes. No se trata de comparar, sino de hacer ver que hasta con los mejores hubo que tener paciencia en un momento de su carrera, especialmente siendo tan jóvenes.

Ya sé que hay unos cuantos seguidores rojiblancos que desconfían de la directiva y que se temen que detrás del fichaje esté una maniobra del poderoso y mediático agente Jorge Mendes para que el Atleti sea una simple estación de paso y que si sale bien y se revaloriza llevarse a Joao Félix en dos o tres años a otro equipo, emulando otros casos recientes en el club. Nadie puede asegurar que eso no vaya a pasar pero tampoco tiene mucho sentido agobiarse por lo que suceda en el futuro. Hace unas semanas se veían comentarios en redes sociales que decían que era imposible que Joao Félix fichara por el Atleti estando por medio el Manchester City y ha ocurrido justo lo contrario. Así que carpe diem.