“No es que nos hayan eliminado, sino que todavía tenemos un año por delante para trabajar con las ilusiones renovadas”. Así valoraba para CTXT el entrenador de la selección femenina sub-19, Pedro López, la derrota contra Francia –que tres días después terminó llevándose el trofeo– en la semifinal de la Eurocopa que se disputó en Escocia a finales de julio. En una entrevista concedida a este medio antes de viajar hacia Glasgow, López ya había adelantado que el objetivo principal de su equipo era clasificarse para el Mundial de 2020, lo que lograron al acceder a las semifinales después de ganarle a Bélgica e Inglaterra y empatar contra Alemania en la fase de grupos. 

El sueño de revalidar por tercera vez consecutiva su título como campeonas de Europa, sin embargo, les fue arrebatado en la prórroga de un partido que dominaron las españolas y en el que la contundencia de las galas fue determinante para el resultado final. El encuentro se jugó en el estadio St. Miren Parkinson (Paisley, a unos 11 kilómetros de Glasgow) en uno de los días de mayor calor de la historia de la ciudad. Según anunciaron por megafonía, al encuentro acudieron 362 personas de las que más de la mitad eran seguidoras de la selección española, lo que, a pesar de no haber llegado al 5% del aforo total de un estadio con capacidad para algo más de 8.000 aficionados, hizo sentirse arropadas a las futbolistas. 

Entre estos seguidores estaba la familia Flórez, que reside en Escocia desde hace ya algún tiempo. Originarios de Yecla, el pueblo de Eva Navarro, actual delantera del Levante, no se perdieron ni uno solo de los encuentros que disputó la selección. El padre, Miguel –encargado de aglutinar a todos los seguidores españoles en el mismo sector de las gradas– reconocía que antes no veía fútbol femenino por ese prejuicio que aún persiste de creer que es de peor calidad que el masculino. “No solo que las que van saliendo juegan cada vez mejor, sino que en el pasado Mundial de Francia he visto mejores partidos que muchos de los que han jugado los hombres esta temporada”, explicaba. Uno de los motivos por los que comenzó a aficionarse al fútbol femenino fue su hija Daniela, que se desempeña como mediocentro en el Glenrothes Strollers, una organización benéfica local cuyo equipo de fútbol fue reconocido en 2011 como el mejor club comunitario del país por la Federación escocesa. “Pensaba que el primero al que le compraría unas botas sería a este –contaba con orgullo la madre de Daniela señalando a su hijo pequeño–, y mira tú por dónde que fue ella la primera en pedírnoslas”.

A pesar de que durante los primeros minutos del encuentro fueron las francesas quienes estuvieron atacando y presionando muy arriba, la selección española pronto se hizo con el dominio del partido. “Nos ha pasado con todos los rivales –analizaba López para CTXT tras su finalización. Podemos tener el balón, tenemos ocasiones de gol, pero luego, en el uno contra uno son imparables, por lo que necesitamos más ayudas defensivas”. Sobre el minuto 30 de la primera parte, cuando el dominio español estaba siendo más claro, llegó al estadio una pequeña comitiva del equipo alemán –que hacía apenas una hora se había clasificado para la final tras ganarle a los Países Bajos–, que pretendía analizar en vivo al que iba a ser su último rival del campeonato.

Hasta el intermedio y durante toda la segunda parte el guion del encuentro fue más o menos similar: Francia, con un planteamiento físico y agresivo, en ocasiones rozando lo antideportivo, esperaba atrás para tratar de sacar ventaja de algún contragolpe mientras que España, apoyándose sobre todo en el talento y la creatividad de Rosa Márquez y Olga Carmona, generaba ocasiones que no lograba concretar. Además de la rapidez para llevar a cabo su característico juego de transiciones, Francia ganaba la mayoría de los duelos que tenían con la futbolistas españolas en defensa, por arriba o con sus arrancadas, lo que, según López, fue lo que más sorprendió a sus jugadoras. 

Tras llegar a los 90 minutos reglamentarios con empate a cero, comenzó la prórroga y fue aquí donde el cansancio le pasó factura a las españolas. A dos minutos del final de la primera parte, la goleadora gala Melvine Malard embocó un tanto de cabeza tras un centro que le había venido por la derecha fruto de una de esas arrancadas que llevaban todo el partido descolocando a las españolas. Tal y como explicaba López a CTXT:  “Ponerse por delante en el marcador favoreció el planteamiento de Francia; nosotras nos descuidamos más y, al final, la diferencia entre los equipos fue insalvable”. En la segunda mitad del tiempo añadido Francia logró marcar dos goles más. Aunque España trató de reaccionar y tuvo alguna ocasión muy clara, apenas quedaba un minuto para finalizar la prórroga cuando Athenea del  Castillo convirtió el primer tanto para el combinado español.  No fue suficiente para remontar, pero al menos sirvió para firmar el mejor gol del encuentro.

A España le queda ahora uno de sus objetivos más ambiciosos: proclamarse campeona del Mundial sub-20 del próximo año. Esta meta, explica Rosa Márquez, “sirve para levantarnos tras esta decepción y prepararnos con muchas más ganas”. Por su parte, Pedro López aseguró a este medio que seguiría preparando igual que hasta ahora a sus futbolistas: “Vamos a seguir entrenando las transiciones sin que esto limite nuestro potencial ofensivo. Y digo esto –recalcó– porque si para tratar de contrarrestar esto sumáramos demasiadas jugadoras a la defensa, perderíamos el poderío y una de las características fundamentales de nuestro juego”. También se centrará en que sus jugadoras logren ser “un equipo más compacto tanto en la primera presión como en las primeras ayudas, porque a la hora de jugar a la espalda de la defensa hemos mejorado mucho. Lo importante es que vamos a trabajar con las ilusiones renovadas y demostrando todo lo que hemos aprendido en este campeonato”.