1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

AMLO ante el capitalismo depredador

Reflexiones e interrogantes sobre las políticas del gobierno mexicano frente a los megaproyectos de infraestructura y la minería

Violeta R. Núñez / Alejandro Pedregal 30/10/2019

<p>López Obrador.</p>

López Obrador.

Luis Grañena

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El 2 de julio de 2018, tras haberse postulado como candidato en tres procesos electorales (2006, 2012 y 2018), Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ganó las elecciones a la Presidencia de la República de México al frente del Partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). En las últimas décadas, los mexicanos habían sufrido diversos fraudes en las elecciones presidenciales cuando las perspectivas de cambio se hacían más presentes. En 1988, Cuauhtémoc Cárdenas sufrió uno de ellos. En 2006, el propio AMLO experimentó otro en el que, con una supuesta diferencia del 0,56%, no se aceptó hacer un nuevo recuento. De este modo, cuando en julio de hace un año AMLO venció, a muchos mexicanos les parecía insólito que “permitieran” ganar a un hombre que había prometido en campaña una “Cuarta transformación”. Para AMLO, después de la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, había llegado la hora de afrontar un nuevo cambio profundo, “pacífico y ordenado”, del sistema social imperante. La propuesta parecía aún más insólita ante la coyuntura latinoamericana, con el derrocamiento de gobiernos progresistas en Argentina, Ecuador o Brasil (y el ascenso al poder de la ultraderecha en este país), y el recrudecimiento de las embestidas imperialistas contra otros, como Venezuela, Cuba o Bolivia. Aún así, AMLO ganó con tanta holgura que su victoria tuvo que ser reconocida. 

Ante la creciente desigualdad, pobreza, corrupción, violencia y hartazgo nacional, un fraude electoral más habría resultado inaceptable

Muchos analistas argumentaron que la insostenible situación del país había pavimentado la legitimidad del nuevo presidente. Ante la creciente desigualdad (el 1% más rico concentra el 21% de la riqueza del país, y seis millonarios acumulan tanto como el 50% más pobre), pobreza (53,4 millones de pobres, con uno de los salarios mínimos más bajos de toda Latinoamérica), corrupción, violencia (sólo en el último sexenio, más de 21.000 desaparecidos, de los más de 35.000 registrados en el país, y más de 125.000 homicidios) y hartazgo nacional (Enrique Peña Nieto despidió la presidencia con entre el 70% y el 80% de desaprobación), un fraude electoral más habría resultado inaceptable. Además, se señaló que parte del equipo de transición de AMLO se identificaba con los postulados neoliberales, lo que también serviría para facilitar su llegada a la presidencia. Sin embargo, una de las primeras declaraciones del nuevo presidente hacía referencia a la abolición del neoliberalismo en México. Y a este respecto, AMLO indicó

“Ya se terminó con esa pesadilla que fue la política neoliberal, declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política neoliberal. (…) Quedan abolidas las dos cosas: el modelo neoliberal y su política económica de pillaje, antipopular y entreguista”.

Esta declaración coincidía con el inmenso despliegue de una serie de programas sociales en beneficio de los más vulnerables. También entraba en consonancia con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco (Estado de México), realizada después de una consulta popular en la que un 69,95% lo rechazó –si bien se denunciaron graves problemas de organización–. Para algunos, esta derogación representaba una afrenta al gran capital y a la corrupción en la que las élites confluían con administraciones anteriores.

Sin embargo, ciertas propuestas, así como algunos acontecimientos y posiciones, han generado una serie de interrogantes a propósito de la verdadera disposición de AMLO y su gobierno para poner fin a las políticas neoliberales. Aunque no se limitan a ello, algunas de las dudas más significativas alrededor de este objetivo pueden localizarse en los ámbitos de los megaproyectos de infraestructura y la minería.

Tren Maya: propuesta para el desarrollo del sur de México

Una de los proyectos más controvertidos en este sentido ha sido el del Tren Maya. Se trata de uno de los grandes proyectos de infraestructuras, incluido en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND 2019-2024), con los que se presentó el gobierno de la llamada Cuarta Transformación para el sexenio actual. El proyecto consiste en la construcción de un tren de pasajeros y de carga que recorrerá 1.470 kilómetros a lo largo de los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas y Tabasco. Su objetivo es construir al menos dieciocho estaciones, cubriendo una superficie de 1.000 hectáreas, donde se edificarían hoteles, restaurantes, centros comerciales y otro tipo de facilidades turísticas. De este modo, el Tren Maya es también un plan de reordenamiento integral de toda la Península de Yucatán para transformar su desarrollo, en una región fuertemente afectada económica y socialmente por una desigualdad y deterioro estructural a muy diversos niveles, e incrementados dramáticamente durante los últimos gobiernos. Sin embargo, mientras algunos ven en el Tren un proyecto de recuperación soberana de la comunicación territorial (a partir de las ventajas vinculadas a la recuperación del ferrocarril), otros han criticado que este plan de desarrollo regional pueda acabar basándose, casi exclusivamente, en el turismo. 

En este sentido, se ha señalado que el hecho de que la principal propuesta de infraestructura para México implique una dependencia tan alta de la economía turística podría entrar en contradicción con el objetivo estratégico de poner fin al neoliberalismo. Otro problema no menos significativo que se deriva del Tren Maya es que la obra está planificada para construirse sobre cinco estados de la República con una alta presencia de pueblos originarios. De acuerdo con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, Sobre Pueblos Indígenas y Tribales, el gobierno de AMLO tendría que haber realizado una consulta –libre, informada y culturalmente adecuada– en los territorios afectados, previa al inicio de las obras del proyecto, a fin de conocer si los pueblos estaban de acuerdo con esta visión de desarrollo. No sólo esta consulta no se ha realizado, sino que tampoco se ha tomado en cuenta a los cientos de campesinos que podrían ser damnificados, ya que el trazado del tren pasa por 160 ejidos. Y aunque muchos ejidatarios podrían estar a favor del proyecto por las oportunidades laborales que pudiera abrirles, son éstos los que tendrían que haberlo aceptado mediante asamblea ejidal, como órgano supremo del ejido mexicano, si estaban o no de acuerdo con el proyecto. 

Además, algunos estudios han señalado los riesgos que el Tren Maya puede suponer para la riqueza biológica de la región. Así, por ejemplo, se ha alertado de que la Reserva de la Biosfera de Calakmul, que dispondría de una de las estaciones principales, podría verse afectada de manera irreversible por la construcción, el incremento de visitantes (con una estimación de hasta tres millones al año), el ruido y las vibraciones del propio tren. 

ciertas propuestas, así como algunos acontecimientos y posiciones, han generado una serie de interrogantes a propósito de la verdadera disposición de AMLO y su gobierno para poner fin a las políticas neoliberales

A pesar de todas estas circunstancias, la decisión de construir el Tren Maya ya está tomada, el proyecto está en marcha desde el pasado 16 de diciembre y la fase de construcción debería implementarse a partir del 2020. A la espera de ésta, y aunque lamentablemente no es una situación novedosa, comunidades indígenas de Yucatán y Quintana Roo y diversas organizaciones han advertido sobre despojos y desplazamientos forzados relacionados con proyectos vinculados al desarrollo turístico de la región, incluido el Tren Maya. 

En una esfera similar podría situarse al Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, cuyo eje principal es el Corredor Multimodal que conectará el Océano Pacífico con el Golfo de México. Se trata de un territorio en el que conviven al menos once pueblos indígenas y afromexicanos con visiones diversas sobre el proyecto, pero a los que tampoco se les ha consultado. Aún así, el Corredor Multimodal también es ya una realidad. 

La planta termoeléctrica del Proyecto Integral Morelos y el asesinato de Samir Flores

En 2014, AMLO hizo una visita al pueblo de Huexca, del municipio de Yecapixtla, en el estado de Morelos, cuna del líder campesino de la Revolución Mexicana, Emiliano Zapata. Al solidarizarse con las reivindicaciones del pueblo en aquellos días, AMLO declaró que, en caso de asumir él la presidencia en un futuro, la construcción de una planta termoeléctrica que formaba parte del Proyecto Integral Morelos no se llevaría a cabo en tierra zapatista porque:

“Vamos a defender con todo lo que podamos a los pueblos, que no queremos ese gasoducto, esa termoeléctrica, y no queremos tampoco las minas que nada más van a destruir el territorio y van a contaminar las aguas”. 

Sin embargo, hoy este planteamiento ha mutado y, en uno de los primeros actos presidenciales de AMLO en Morelos, el presidente expuso la importancia de la planta termoeléctrica para la soberanía energética de la región y no depender así de las empresas privadas extranjeras, por lo que solicitaba al pueblo el apoyo para su construcción. Garantizaba, no obstante, que el gobierno realizaría una consulta para decidir el destino de la planta. 

Tres días antes de la consulta, y después de manifestar públicamente su rechazo al proyecto, Samir Flores, uno de los principales defensores medioambientales e integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, era asesinado a balazos en Amilcingo, frente a su domicilio. A pesar del asesinato, la consulta se realizó. La popularidad de AMLO, con un 80% de aprobación, fue esencial para que el 59,5% votara a favor de la termoeléctrica en Morelos.

alrededor del 70% de la minería está vinculada a multinacionales extranjeras, concentrándose el 74% en empresas canadienses, aspecto condicionado por los acuerdos de libre comercio entre México, Canadá y EE.UU.

Resultaría por supuesto absurdo adjudicar la responsabilidad de la muerte de Flores a AMLO o al nuevo gobierno, ya que en esta tragedia se concentran tensiones heredadas mucho más complejas que evidencian la presión que en México ejerce constantemente el gran capital en connivencia con el crimen organizado y ciertas fuerzas del Estado mexicano. Sin embargo, ante este desafío, la más alta autoridad pública de la República, no por no tener responsabilidad directa o indirecta en estos crímenes, puede ni debe evadir la defensa de los más vulnerables a ejercer sus derechos civiles en plena libertad, sin coerción o amenazas de ningún tipo. Permitir que, ante las circunstancias en que se llevó a cabo la consulta, ésta siguiera su curso puede leerse como una concesión irresponsable ante el vasallaje con el que los poderes fácticos se manifiestan de manera criminal sobre las clases populares. Y, desde luego, esta posición no parece ser lo suficientemente firme como para enfrentar la forma en la que el neoliberalismo ha hecho política hasta ahora en México.

Los proyectos mineros

En lo relativo al papel que juega el capital transnacional en el modelo de desarrollo económico en México, uno de los ámbitos más determinantes y controvertidos en las últimas décadas es aquel que se refiere a la cuestión minera y la problemática social derivada de ella. No en vano, alrededor del 70% de la actividad del sector está vinculada a multinacionales extranjeras, concentrándose el 74% en empresas canadienses, aspecto condicionado por los acuerdos de libre comercio entre México, Canadá y Estados Unidos. Se calcula además que esta actividad genera a lo largo del país, de acuerdo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), hasta 15.000 conflictos sociales por despojo, contaminación, daños a la salud, conflictos laborales, muertes y asesinatos, entre otros.

La fecha clave para entender esta situación se encuentra en 1992, cuando se reformó el artículo 27 de la Constitución para permitir la privatización de la propiedad social de México ganada con la Revolución. Como parte de esta reforma se promulgó la Ley Minera. La minería ocupa hoy más de veinte millones de hectáreas a lo largo de 25 de las 32 entidades federativas que componen la República, con 25.221 concesiones vigentes (en 2012 las concesiones llegaron a ocupar treinta millones de hectáreas). Algunos estiman que las cifras son aún mayores: 26.500 concesiones que ocuparían entre el 13% y el 30% del territorio nacional y afectarían a más de 2.000 comunidades indígenas y agrícolas. Muchos de estos proyectos extractivistas actuales pertenecen a una minería a cielo abierto altamente contaminante para el medioambiente. La Ley Minera también ha contribuido a la conflictividad social, por ejemplo, legitimando la utilidad pública de la minería y haciéndola preferente sobre otras actividades. La Ley tampoco establece un límite máximo para las superficies concesionadas, lo que lleva a formar latifundios mineros, mientras fija la vigencia de las concesiones en hasta cien años. Tampoco establece normatividad alguna en lo referido a las emisiones y residuos generados por la minería a cielo abierto. 

Aunado a esto, cabe señalar que el pago que realizan las empresas mineras es ínfimo, comparado con las ganancias que obtienen. Así, por ejemplo, la Ley Federal de Derechos establece una cuota que va de 6,77 pesos hasta 148 pesos (de 0,32 euros a 6,75 euros al cambio) por hectárea concesionada al semestre. En contraste, en su último informe anual, el Grupo México –principal grupo minero del país– acumuló un ingreso neto de 1.522 millones de dólares.

La minería ocupa hoy más de veinte millones de hectáreas a lo largo de 25 de las 32 entidades federativas que componen la República, con 25.221 concesiones vigentes

En cuanto a la posición del nuevo gobierno frente a la Ley Minera, y a pesar de que en un principio se habló de reformarla, hasta el momento no se ha avanzado en esa dirección. Algunas declaraciones de AMLO hicieron vislumbrar un cambio en la política minera, como cuando se hizo eco de la larga lucha ciudadana contra el proyecto de Los Cardones (destinado a la extracción de oro en condiciones que afectaban la disponibilidad del agua en la Reserva de la Biosfera Sierra La Laguna, en Baja California Sur) para su cancelación, expresando un rotundo

“No a  la mina (…) porque tenemos que cuidar el paraíso, no destruir el paraíso, cuidar la naturaleza. Y si estoy hablando de que la gente vive del turismo, tenemos que cuidar el medioambiente. Y si estoy hablando de que vamos a abastecer de agua, pues tenemos que cuidar el agua que hay en el subsuelo”.

En otra medida de gran peso simbólico, AMLO anunció que se rescatarían los cuerpos de los 63 mineros que quedaron sepultados hace trece años en la mina de carbón Pasta de Conchos de la empresa Industrial Minera México, filial de Grupo México, en el estado de Coauhuila, después de que ésta explotara por acumulación de gas metano. 

Sin embargo, la visión plasmada sobre la actividad minera en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2014 está conformada por dos documentos que por momentos parecieran pertenecer a dos planes diferentes. Uno de éstos, cuya autoría fue atribuida a AMLO, no incluye mención alguna a la minería. Por su parte, el otro documento señala a los minerales como una materia prima estratégica. Esta posición marca una distancia significativa con varios gobiernos anteriores, que le adjudicaban a la actividad minera el papel de sector estratégico para la nación, lo que servía para justificar su expansión territorial. Pero, a pesar de estas señales, el PND 2019-2024 estableció que se respetarían los contratos suscritos por administraciones anteriores, lo que en la práctica implica que las concesiones vigentes serán conservadas por las transnacionales del sector, a pesar de la compleja problemática que se continúa derivando de su actividad.

El propio AMLO, en una comparecencia el pasado mes de marzo en la que negó que se fueran a otorgar nuevas concesiones mineras, descartó expresamente revocar alguna de las ya asignadas, con la única exigencia –pero sin implicación jurídica alguna– de que las transnacionales canadienses “actúen igual, como están obligados a hacerlo en Canadá. Que le paguen bien al minero, que paguen la misma cantidad de impuestos que pagan allá y, sobre todo, que no contaminen”. La posición laxa de AMLO provocó el rechazo de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y otras organizaciones en defensa del medioambiente y los derechos comunales, enfrentadas históricamente a los intereses mineros.

Poco después, esta ambigüedad del gobierno con respecto a las industrias extractivas se volvió a poner de manifiesto en otro ámbito controvertido: el fracking. Así, mientras AMLO expresaba su rechazo a esta técnica de fractura hidráulica, la activista Claudia Campero, de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, exponía que la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) continuaba dando luz verde a proyectos que implicaban el uso de este método de extracción, y ponía el foco en  la necesidad de un cambio legislativo de calado que, al igual que con la Ley Minera, por el momento no parece llegar.

el mandato de AMLO se enfrenta a presiones ante las que posiblemente ningún otro presidente mexicano se haya enfrentado antes, con unos aparatos del Estado y un funcionariado acostumbrados durante décadas a privilegios y manejos clientelares

Otro aspecto que ha generado cierta controversia tiene que ver con algunos de los nombramientos que AMLO ha hecho dentro de su gobierno. Así, mientras algunos, como el del respetado biólogo Víctor Manuel Toledo como secretario de Medioambiente y Recursos Naturales en mayo pasado, han sido recibidos con esperanza, otros han resultado polémicos. Éste es el caso de la designación de Francisco Quiroga como subsecretario de Minería de la Secretaría de Economía; es decir, como máximo responsable gubernamental del sector en el país. Quiroga, además de haber sido un alto funcionario de la Secretaría de Economía en los gobiernos derechistas de Ernesto Zedillo y Vicente Fox (administraciones durante las que se profundizó en el modelo neoliberal), es un exdirectivo del sector empresarial minero que, entre otros cargos, fue director de Planificación Internacional y coordinador de Desarrollo Estratégico en el Grupo Villacero y director General de la empresa comercializadora del mismo grupo, C&F Internacional. 

Su nombramiento ha generado un amplio rechazo entre diversos colectivos de defensa del territorio frente a la actividad minera –desde REMA hasta la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, Atcolhuac; el Consejo Tiyat Tlali; o Fundar Centro de Análisis e Investigación–, en tanto que éstos entienden que se trata de una infiltración del gran capital para respaldar proyectos que violan continuamente los derechos comunales y afectan a los recursos de ejidatarios y pueblos indígenas. Las preocupaciones de estas organizaciones se han visto alentadas por las propias acciones y declaraciones del subsecretario Quiroga, quien, por ejemplo, viajó en diciembre a la Sierra Norte de Puebla para apoyar el proyecto a cielo abierto en Sotoltepec de la canadiense Almaden Minerals, frente al repudio de las comunidades, y en febrero expresó que “el despegue del sector minero va”.

Ante el debate que generó la designación de Quiroga, REMA llegó a preguntar a AMLO “si acaso el proceder del subsecretario es la muestra de la política con que el nuevo Gobierno Federal se conducirá en materia de minería, a pesar de la innegable conflictividad social existente en el país debido a la imposición de concesiones y de proyectos mineros; si acaso pretende dar continuidad al modelo extractivo minero impuesto por los sexenios pasados, y que sólo ha generado división, violencia, despojo y depredación de los recursos del territorio”. 

La pregunta sigue aún hoy sin respuesta oficial.

Profundizar los cambios frente a la ambigüedad

Es un hecho constatable que la gran conflictividad social producida por las industrias extractivas no ha cesado en estos últimos meses en México. El presente y futuro del país son una incertidumbre ante las políticas depredadoras de los megaproyectos de infraestructura y minería, que para muchos constituyen una continuidad del neoliberalismo. Frente a otras posiciones más enconadas, entendemos que el cambio que AMLO representa –¡llámennos ingenuos!– sigue siendo necesario, quizá hoy más que nunca, ante los desafíos tanto locales como regionales y globales. Es evidente que cualquier gobierno que aspire al cambio siempre se enfrentará a presiones mayores que aquel que simplemente quiera dar continuidad a las políticas que hasta su constitución se han llevado a cabo. Y no es menos cierto que el mandato de AMLO se enfrenta a presiones ante las que posiblemente ningún otro presidente mexicano se haya enfrentado antes, con unos aparatos del Estado y un funcionariado acostumbrados durante décadas a privilegios y manejos clientelares que complicarían la celeridad y profundidad de cualquier proyecto de cambio, además de las tensiones y amenazas que acechan tanto en el continente como en el planeta. Sin embargo, este cambio que se ambiciona también debe desprenderse, más pronto que tarde, de una serie de ambigüedades tácticas que podrían llevar al gobierno a un autobloqueo y al consecuente rechazo de aquellos sectores populares que confiaron en él. 

la falta de determinación frente al saqueo, la explotación y el despojo que los megaproyectos y las industrias extractivas representan debilita la confianza entre aquellos que creemos tanto en la necesidad de un cambio radical en la política mexicana

Ante este panorama, y sabiendo que la confrontación habrá de llegar para superar el impasse criminal con el que se sigue sometiendo a las clases populares mexicanas, se antoja imprescindible comenzar a asumir que estos cambios que se anhelan deben profundizarse y adoptar una posición más enérgica por parte de un gobierno con un margen de popularidad aún muy amplio. Porque el apoyo al mandato de AMLO no fue en ningún caso una carta blanca entregada por sus electores, sino el acuerdo tácito de un compromiso vigilante; compromiso con el cambio y vigilante con el poder. 

Además de otros cambios que refuercen, ante amenazas internas y externas, la fortaleza de la soberanía jurídica, legislativa y ejecutiva del país, postergar (como se ha hecho hasta ahora) una reforma fiscal que afecte a las pocas manos que acumulan la riqueza, o evadir una auditoría de la deuda pública, sólo consigue despertar escepticismo sobre las políticas de cambio. Del mismo modo, la falta de determinación frente al saqueo, la explotación y el despojo que los megaproyectos y las industrias extractivas representan –negocios multimillonarios partícipes de ese endeudamiento público–, debilita la confianza entre aquellos que creemos tanto en la necesidad de un cambio radical en la política mexicana como en la genuina voluntad de AMLO para liderarlo.

Por todo ello, y ante la revocación de mandato que podría realizarse a los tres años de su gobierno, y la latente amenaza global de la ultraderecha en confluencia con los intereses neoliberales, resulta preocupante que en el modelo de desarrollo económico continúen políticas amarradas al extractivismo, conociendo como se conoce la dependencia y los sacrificios que suponen para la clase trabajadora y los sectores populares. Es urgente ofrecer una alternativa de cambio real a aquellos que han visto por tantas décadas sus necesidades sometidas a la subasta del mercado neoliberal; una alternativa que respete en su absoluta integridad la vida de los que depositaron en AMLO su confianza en una transformación profunda del país.

––––– 

Alejandro Pedregal es cineasta y escritor. Su libro más reciente, Evelia: testimonio de Guerrero (Akal/Foca, 2019), recoge el testimonio de la defensora social Evelia Bahena García en su lucha contra las mineras en el estado de Guerrero (México). Es doctor por el Departamento de Cine, Televisión y Escenografía de la Universidad Aalto (Finlandia) y profesor en la Unidad de Arte Expandido (UWAS) de la misma institución.

Violeta R. Núñez es profesora-investigadora del Departamento de Producción Económica de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco (UAM-X). Entre otros trabajos, es autora de Minería mexicana en el capitalismo del siglo XXI (Ítaca, 2017) y participó en Evelia: testimonio de Guerrero con el apéndice ‘Minería a sangre abierta: el capital sobre el objeto’.

Notas:

1. Hijo del expresidente Lázaro Cárdenas (1895-1970), quien durante su mandato, entre 1934 y 1940, nacionalizó el petróleo, implementó la mayor reforma agraria y acogió a miles de refugiados españoles que huían del franquismo.

2. El Grupo México acumula un amplio historial de influencia sobre las élites políticas del país, ascendencia que ha amparado sus repetidos ‘accidentes’ medioambientales, siendo el último de ellos un derrame de 3.000 litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés contra el que se han manifestado más de 400 organizaciones y personalidades; por su parte, ante esta catástrofe, AMLO ha expresado su voluntad de diálogo antes de tomar “decisiones dráticas”, mientras su gobierno ha procedido a cerrar la terminal desde la que se realizó el derrame.

3. El rescate original se detuvo a los pocos días de la explosión debido a que, de forma inaudita, se dijo que podría haber riesgos de derrumbes y epidemias de tuberculosis, hepatitis y VIH. Como recogió el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, familias y organizaciones señalaron que la suspensión se debió a que, “de ser rescatados los cuerpos, se evidenciarían las pésimas condiciones de trabajo en la mina”, lo que habría acarreado sanciones penales, económicas e incluso el retiro de las concesiones. No está de más decir que los mineros cobraban siete dólares al día.

4. Víctor Manuel Toledo, conocido por su compromiso con los derechos de los pueblos indígenas y la conservación de la naturaleza, es autor Ecocidio en México, entre otros libros, y se había manifestado abiertamente crítico con ciertas derivas de MORENA y AMLO. Su nombramiento, por tanto, también puede leerse como una señal de la apertura del nuevo gobierno hacia la crítica, algo que cabe destacar como un aspecto novedoso para la política institucional mexicana reciente.

5. Cabe señalar, como ha hecho Boaventura de Sousa en Izquierdas del mundo, ¡uníos! a propósito del caso reciente de Brasil, que tanto la oligarquía, nacional y transnacional, como sus instrumentos mediáticos nunca dejan de entender estas “fases de cambio” como coyunturas políticas que les pueden llevar a ciertas alianzas indeseables —alianzas que asumen por cuestiones tácticas—, y no como periodos de conciliación entre clases, como algunas izquierdas quieren ver. Así, es comprensible que estas oligarquías aguarden su oportunidad para recuperar el espacio político que ambicionan frente a cualquier “traspiés reformista”. No hay razón para pensar que la oligarquía en México pudiera actuar de una manera diferente.

6. Como muestran diversos estudios, la injerencia estadounidense en los sistemas judiciales latinoamericanos ha sido de gran importancia en los últimos tiempos y es, por tanto, un ámbito que merece especial atención a la hora de proteger la soberanía nacional y prevenir todo tipo de desestabilización.

7. Una deuda pública que, como expresó Eric Toussaint, “entre 1982 y 2018 (…) implementó el modelo neoliberal privatizador” del país, y cuya auditoría, más allá de “ajustes de cuentasnecesarios, debe señalar aquella que resulta ilegítima y odiosa.

Ya está abierto El Taller de CTXT, el local para nuestra comunidad lectora, en el barrio de Chamberí (C/ Juan de Austria, 30). Pásate y disfruta de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y eventos...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Violeta R. Núñez /

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí